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«Roma», la serie y la historia.

«Roma» es una de las series que más me han gustado de todas las que servidor ha podido ver, hasta el punto de haberla visto en su totalidad en tres ocasiones, es una gran serie, muy realista a la hora de tratar cómo era realmente la sociedad romana de la época, pero tiene grandes fallos.

Esos fallos son cometidos «a posta», no por falsear la historia, sino porque es serie de ficción, no documental, y a la hora de perfilar la historia se obviaron algunos acontecimientos y se modificaron otros, así como personajes etc., la serie contó con bastantes asesores históricos, no fue algo que se hizo a la ligera, pero como digo se cambiaron cosas para darle verosimilitud, que no exactitud, a la historia, a la vez que no se resintiera el ritmo de la serie, que vuelvo a recordar, es una historia de ficción.

Empezamos con los dos protagonistas, Lucio Boreno y Tito Pullo, citados por César en sus memorias de las guerras de las Galias, pero que no tuvieron tanta interactuación en los sucesos históricos que se narran en la serie, es más que posible que ni siquiera tuvieran relación alguna con los Julios, Junios y demás, es decir, Pullo no fue una especie de «educador» de Octavio, ni el padre de Cesarión, ni Boreno estuvo presente en la muerte de Marco Antonio ni ambos dejaron escapar a Pompeyo, ni ayudaron a comenzar la Guerra Civil ni nada de lo que ambos hacen en la serie.

Rome

Atia, otro pilar de la serie, aparece en esta como viuda, al menos no sabemos que salga marido alguno, bien, si bien es cierto que el padre de Octavio había muerto sí que sabemos que Atia se volvió a casar y que fue el padrastro de Octavio quien le crio, pero la propia presencia de Atia en la serie es una licencia histórica, ya que murió poco después que César, con lo que en la segunda temporada no debiera ni de haber aparecido.

Muchos personajes históricos que sí existieron son obviados en la serie, entre otros el padrastro de Octavio como hemos dicho, así como diversos familiares de César, Marco Antonio y demás familias patricias, también son obviadas batallas y otras, como Filipos, son resumidas en una cuando en realidad fueron dos, tampoco fueron como se cuentan en la serie las muertes de los dos comandantes de las tropas de la República en esa batalla, ni la de Casio ni la de Bruto.

Más, Octavio Augusto no estaba en Roma cuando su tioabuelo César murió, y no era tan bisoño, era parte del ejército y con este estaba en la actual Albania, sí que es cierto que Marco Antonio no le reconoció como sucesor ni le dio poderes, pero cuando esto sucedió Octavio todavía no había regresado a Roma.

Marco Antonio antes de casarse con Octavia, la hermana de Octavio, por motivos políticos, cosa que sí era verdad, ya estaba casado, cosa que se obvia en la serie, y su hijastra estuvo casada también con Octavio, cosa que tampoco aparece, nada aparece tampoco de sus campañas contra los partos y como toda la historia real se resume todo y se mezcla, sí que parece bastante real su muerte, aunque no fuera con Boreno como testigo, sí que se suicidó más o menos como sucede en la serie, mas en la vida real parece que cuando Cleopatra le ve aun está vivo.

Servilia es la gran rival de Atia, bien, en la serie aparece como viuda y madre de Bruto, mas en la realidad tuvo más hijas, hasta tres, que se casaron con personajes de la serie, cosa que también se obvia, como Lepido, el tercer miembro del triunvirato, o Casio, compañero de su hijo Bruto en la muerte de César y posterior exilio, en la serie se suicida frente a la casa de Atia, cosa que no sucedió en realidad, obvio, puesto que Atia ya estaba muerta como hemos dicho, en realidad Servilia murió de muerte natural.

Bruto, el hijo de la anterior, también estaba casado, cosa que no se adivina en la serie, en esta aparece Bruto casi obligado a integrarse en la trama anticésar, cuando en realidad parece que fue uno de sus principales instigadores, y desde luego la famosa frase de «Tú también hijo» que sí que parece que se dijo en realidad no aparece en la serie.

Octavia, fue ofrecida a Pompeyo como esposa y rechazada, eso fue verdad, al igual que el que ya estaba casada, pero como otro hombre, no el que aparece en la serie, y tenía ya tres hijos, tuvo dos con Marco Antonio, en la serie solo una niña, y sí que ejerció de esposa de este y no su madre, entre otras cosas porque ya hemos visto que la madre murió bastante antes que en la serie.

Catón aparece en la serie como un anciano, en realidad era mucho más joven, en la cuarentena, se suicidó sí, pero no como sucede en la peli, sino de una forma algo más escatológica, arrancándose los indestinos.

En fin, que son muchas más las inexactitudes de la serie, sus olvidos y sus invenciones, pero como digo todo se hizo «aposta», en virtud del ritmo de la serie y primando que se diera una imagen real sobre todo de la vida en la ciudad de Roma, cosa que sí consiguió, siendo de lo más realista que el cine y la televisión nos ofrece al respecto, tómate esto pues como curiosidad más que otra cosa.

Para la postdata Nightwish, «The Escapist»

De romanos pintando nabos en una pared.

Quisiera hablaros de Roma, o «Rome» en su versión original, esa serie histórica que durante 22 episodios nos traslada a la Roma de Julio César, Marco Antonio y César Augusto, la época en la cual la centenaria República Romana desapareció para dejar paso al Imperio, Roma es una de las más afamadas series de la HBO, aunque en realidad es una coproducción de esta con la BBC británica y la RAI italiana.

Rome

Es, como tantas otras series y películas históricas, todo un cúmulo de inexactitudes y falsedades, pero “aposta”, es decir, no es que se cometieran errores, sino que se cambió la historia para darle a la serie un guión determinado, recordemos siempre que no hablamos de un documental, hablamos de ficción, y una cosa, a pesar de esos “errores” es quizá la serie que con mayor rigor ha mostrado la sociedad romana de la época. ¿Cómo es posible?, porque al contrario de lo que sucedería de haberla rodado los responsables de «Hispania» hay mierda en las calles, mierda en las ropas de los pobres, que no parecen recién sacados de la representación histórica local de Villaconejos de Enmedio, como es regla en HBO la ambientación es de lujo, cuidando los detalles al máximo.

«Roma» nos muestra la sociedad de la época sin tapujos, sin el error fácil de tratarlos con la moralidad de hoy en día, los romanos eran gente que se follaba a sus mujeres delante de sus esclavos para que estos les abanicaran, gente violenta, sociedad violenta, corrupta, donde una vida vale lo justo, todo eso la serie nos lo cuenta con minuciosidad, retratando la ciudad muy creíblemente.

La historia es entretenida, los hechos históricos a grandes rasgos pasaron así, o al menos parece ser que pasaron así, con las consabidas licencias históricas que antes comenté. Pero el gran acierto de la serie son sus personajes, mostrados con sus virtudes y defectos, unos te caen mejor, otros peor, pero no hay personajes sin defectos ni personajes sin virtudes, gran culpa de lo bien que están los personajes es lo tremendos que están todos los actores, lo malo del tema es que ahora, a partir de ver «Roma» siempre pondrás la cara de estos actores a los personajes históricos, enorme Atia (Polly Walker), enorme su eterna enemiga Servilia (Lindsay Duncan), qué decir de Julio César (Ciarán Hinds), de Marco Antonio (James Purefoy), de Cleopatra (Lynsdey Marshal), de Bruto, de Cicerón (David Bamber), de Octavio (Max Pirkis y Simon Woods), de Casio (Guy Henry), de Mecenas (Alex Wyndham), de Octavia (Kerry Condon), de Pompeyo (Kenneth Cranham) y Catón (Karl Johnson), de Agripa (Allen Leech)…. sus luchas, sus rivalidades, sus frágiles alianzas, todos soberbios, todos mostrados lo más humanamente posible, siempre hablando de la humanidad de la época claro, hombre, a mí el que interpreta a Bruto, un tal Tobias Menzies, me da un poco de grima, pero es la excepción.

Pero el peso de la trama la comparten como he dicho con nuestros legionarios favoritos, Lucio Boreno (Kevin McKidd), creyente hasta la médula, sus problemas conyugales, su ascenso hasta la cima y su descenso al infierno personal, su mujer, con su secreto a voces, sus hijas, su etapa en la incipiente mafia romana, de cuyos actos, por entonces normales hasta cierto punto hoy nos asquearíamos.

Y qué decir de Tito Pullo (Ray Stevenson), asesino, sanguinario, mujeriego y bebedor, pero a pesar de eso cuando acabe la serie te sentirás identificado con él hasta el extremo, de la férrea amistad entre Boreno y Pullo seremos testigos de principio a fin de la serie, sus andanzas, sus desventuras, sus problemas mutuos…. ambos nos brindan alguna de las mejores escenas de la serie.

Lo dicho, 22 capítulos llenos de intriga, peleas, sangre, sexo, más peleas, más intrigas, folleteos, enculamientos, actos lésbicos, incesto, miembros amputados, traiciones, besos (de vez en cuando dejan sitio a la mariconería, sí ), venganzas, esclavos en pelotas, aventuras, política con mayúsculas, credibilidad, verosimilitud y a veces asesinatos y polvos.

Una pega, llevar este proyecto a la pantalla valió un dineral, dicen que es de las series más caras de la historia, lo que entre otras cosas imposibilitó que se prolongara, a pesar del dineral gastado se echa en falta algo más de batalla, salvo una, Filipos, en la segunda temporada se pasa por encima de ellas, un pequeño problemilla casi sin importancia.

«Handful of Pain» es el tema elegido para la postdata, potente y cañero, representativo del estilo de Helloween sin duda alguna.