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Mis conclusiones del Tour.
Acabó el Tour de Francia, victoria de Nibali, como era previsible, con las retiradas de Froome y Contador poquitas dudas había sobre el resultado final, sobre todo porque había otro ciclista, el ganador de Dauphiné (Talansky), que también se ahostió y acabó retirado, sin esos pues Nibali lo tenía más que en su mano, no solo era mejor que el resto sino que encima tiene más huevos el solo que el resto de los aspirantes juntos.
Aun así Nibali tenía una pelea contra sí mismo, tenía que demostrar que era el jefe, da igual porque la sombra de la duda siempre se cernirá sobre él, casi ocho minutos al segundo le ha metido, ha ganado cuatro etapas en línea, números de dominador absoluto, como digo da lo mismo, siempre tendrá el tema de «ha ganado porque los otros no estaban», da igual que cuando los otros dejaron de estar él ya estuviera muy por delante, entre otras cosas por esa demostración testicular en la etapa del pavé.
Desahogo ciclista, sí, otra vez.
Estamos de vacaciones, por lo que tú mismo, hay mil cosas mejores que hacer en vacaciones que leer blogs, menos cuando las entradas son de ciclismo, retraso otra que tenía programada para hoy para volver a hablar del Tour, porque varias cosas me están tocando los huevos y necesito decirlo, ya ves.
Contador se fue al suelo en la primera etapa de montaña, bajando un puerto, una putada para la carrera y sobre todo para él evidentemente, pero una cosa te digo, las caídas son el pan nuestro de cada carrera ciclista, más en el Tour, eso es lo que hace de esta carrera la más dura del mundo más allá de recorridos ni vainas, es la tensión de querer ir todos lo más adelante posible, si vas al final de carrera, despacito, no te caes, claro que tampoco ganas.
Día histórico.
No, no me refiero a la zurra de Alemania a Brasil, que también, solo que el fútbol me la pela y salvo para hacer unas risas el partido ese también.
Me refiero a la etapa del Tour que hemos vivido esta pasada tarde, etapón que vaya, ha motivado esta entrada que tampoco estaba prevista, de hecho estaba prevista una cojonuda del todo, brillante como nunca y que he borrado, con dos cojones.
¿He oído dos cojones? Los que le ha echado hoy Vicenzo Nibali, cuando me preguntan que por qué soy de Nibali pues siempre digo que por sus santos cojones, es valiente y espectacular.
El incidente de Pollentier.
En el anterior capítulo de este egregio serial dedicado a la historia del doping en el ciclismo hablamos de los años setenta, pero me guardé un pequeño incidente para una entrada aparte, es una pequeña anécdota, pequeña pero esclarecedora, es lo que te voy a contar hoy, es un asunto que aviso, bien pudieras encontrar interesante aunque no te guste el ciclismo, ya que es un claro ejemplo de la trampa y de cómo asociando ideas llegas a fáciles conclusiones.
Cuando uno va a, por ejemplo, la página dedicada a Michel Pollentier en wikipedia ve un pequeño resumen de sus logros deportivos, no se trataba de un Don Nadie ni mucho menos, Giro de Italia o Tour de Flandes fueron sus grandes victorias, pero logró bastantes más, pero ahí no sale todo lo reseñable de su vida, se obvia, quizá a posta, un pequeño episodio que dio que hablar y sigue dando que hablar, quizá la primera vez que se pillaba en calzones a un tramposo del ciclismo, literalmente.
Una de pericadas.
Una de las cosas buenas que tiene tener un blog es que puedes dar rienda suelta a todas tus fobias, poner a parir a todo aquel que te cae gordo, bendita libertad de expresión que nos permite decir tanta gilipollez, bendita red de redes que hace posible que cualquiera pueda tener su pequeño altavoz al respecto, porque sí, realmente un blog no es más que un grano de arena en la playa de la desinformación, pero tú te crees un líder de opinión, cuánto me toca los huevos esa gente que va de eso, de líderes de opinión cuando en realidad ni la lavadora le hace ni puto caso, que le pones el programa de la lana y te sale el jersey para vestir a una monster high.
Va de ciclismo la cosa, va de comentaristas, de los que retransmiten carreras, va de Perico Delgado y Carlos de Andrés. Mira, sé que es lo que hay, sé que Perico gusta, a mucha gente, es un tipo campechano, pero digo yo que para comentar una carrera en la tele se debiera exigir algo más que ser campechano, un poco de rigor, por ejemplo. Sé que el deporte, como todo en la vida, es de forofos, es como las tertulias políticas, todos vamos a la que más se escora a nuestras opiniones, pero sabiendo todo eso, y contando con ello, hay cosas que me tocan los cojones.
Sexo y rock and roll, no sé, pero drogas… doping en los 60.
Una de las principales servidumbres de ser un líder de opinión es que no hacen más que pararte por la calle con cualquier excusa, pedirte la hora, lamerte la calva, robarte la cartera.. y pedirte luego que hables sobre tal o cual tema, el doping, la historia del doping en el ciclismo, es el que más me suelen pedir además, puede que te parezca mentira, pero así es, qué le vamos a hacer, albricias, toca ciclismo y dopaje, puedes tomarte el día libre.
La última vez que hablé sobre el tema, para luego dejarlo y centrarme en el exhaustivo análisis de la temporada de competición, fue para hablar de la década de los 50, toca ahora la de los 60, aun queda mucho para llegar a la gran bacanal que supusieron los 80 y los 90, mas teniendo en cuenta que por entonces la lucha antidoping estaba en pañales pues eso, que tenemos varios casos curiosos a la par que interesantes, huelga decir que por cada caso que te cuente hay varios muy parecidos, pero por eso mismo los obvio, si son muy similares con contarte uno sobra.
Un concienzudo análisis de recorridos ciclistas.
«Yo soy yo y mis circunstancias», no soy muy de frases célebres, la mayoría suelen esconder trampillas, otras son chorradas mayúsculas, alguna sin embargo es genial, esta es una de ellas, el cómo somos no depende sólo de nosotros, también, y mucho más de lo que se piensa, de las circunstancias, esto vale para cualquier cosa, yo, que tengo una señora esposa católica, siempre le digo que es católica porque sus padres lo son, que de haber nacido en Kuwait es más que probable que ahora estaría con el velo y peregrinando a la Meca, teniendo además que compartir a su adorado esposo con otras tres jóvenes y espectaculares mujeres, ahí peleándose por ver quién de ellas pasa la noche con el semental.
Hay veces que puedes cambiar las circunstancias, otras no, el dicho vale para personas, pero también para cosas, también para el ciclismo, también para el Tour, para la Vuelta, para el Giro, para sus recorridos, para sus durezas, de eso te voy a hablar, intentando además que me entiendas, que será lo más complicado, para ello, para que me entiendas, voy a hablar del tema usando el folleteo, que vaya, de eso entendemos bien a que sí.
Tolerancia cero.
A ver, no me ando con hostias, porque no quiero alargarme y tengo muchísimo que decir. El senado francés presenta un estudio que podría ser un «de dónde venimos y adonde vamos» relacionado con el doping, entre el tocho incluyen un anexo, que es el que el mundillo ciclista esperaba, lo demás nos la pelaba y nos la pela, ni lo hemos leído ni nadie habla de ello, ese anexo constaba de una serie de códigos que a su vez corresponden a varios ciclistas que usaron EPO durante el Tour de 1998, al respecto diré que me parece bien, pero que vaya, siendo un ente ajeno al ciclismo bien podrían hacer lo mismo con otros deportes.
¿De dónde viene el tema?, de lejos, los análisis llevan hechos desde 2004, laboratorio de Châtenay-Malabry, de los más prestigiosos del mundo en estas lides, primer dato, curioso que nunca se filtrara, di que vaya, tampoco es que haya causado sorpresa los resultados, todo esto es un mínimo de información para saber de qué hablamos, luego ya entraré a opinar.
Decir que el Tour de 1998 fue un escándalo, hablamos de la época dorada del doping y sobre todo (pero no exclusivamente) de la EPO, el Tour de las redadas policiales, de ciclistas pillados con arsenales farmacéuticos, del «Caso Festina», del abandono masivo del equipo TVM al paso de la carrera por Suiza para librarse del acoso de la gendarmería gala. El año en el que hubo un plante de equipos por el trato policial, por primera vez se les investigaba a fondo en estos asuntos, plante que los equipos españoles y uno italiano llevaron hasta el límite de abandonar la carrera.
El Tour del centenario.
Acabó la edición número 100 del Tour de Francia, aunque la carrera lleve disputándose desde 1903, cosas de las guerras mundiales, un Tour que sí, como estaba previsto ganó Froome, pero que ha resultado ser una edición más que entretenida, con mucha chicha, etapas bonitas, otras decepcionantes, situaciones extrañas y demás, el Tour de la explosión definitiva de Nairo Quintana, ganador de País Vasco, sorprendente y más que prometedor este colombiano, estandarte del resurgir del ciclismo colombiano, el Tour en el que por fin «Purito» Rodríguez pisó pódium, Mira que os lo dije, es «Purito» la baza española, ni caso me hacéis, arriba al final los que cuentan con más gasolina, el ciclismo que cambia, ya sabes.
Un Tour donde Movistar casi ha sido vomistar, realmente pocos equipos más amarrateguis y segurolas he visto en mi vida, siempre lo han sido, es complicado que cambien, Valverde enésimo fracaso, da igual, volverá, ya, me dirás que él no tiene ninguna culpa de que justo en el momento menos indicado, con abanicos, le jodan una rueda, vale, pero es que a partir de ahí todas las decisiones que tomó él y desde su equipo fueron una puta mierda de decisiones, y de eso sí que tienen culpa, ha sido este el Tour en el que se ha evidenciado el ocaso de Alberto Contador, digo confirmación, sí, porque a pesar de ganar la Vuelta 2012 ya se vio que no iba como antes, lo confirmó en el Mundial y este mismo año te hablé al respecto.
Coppi y la década de los 50.
Vamos con una nueva entrega de la historia del
doping en el ciclismo, sí, hacía tiempo, afortunadamente añadirías, vale, pues vuelve mañana qué sé yo, en realidad una vez dejado claro en anteriores entregas que esto del dopaje en el ciclismo es más viejo que mear de pie ahora voy a centrarme en exclusiva en los casos en los que no medió positivo alguno. Evidentemente los controles nacieron mucho después del doping y más evidentemente han ido también evolucionando, pero la cosa es demostrar que cuando alguien exculpa a un ciclista, en este caso o deportista en general, con la falacia de que «no ha dado nunca positivo» en realidad está haciendo un monólogo, por pequeño que sea, del humor más descacharrante que existe.
Uno de los grandes mitos del ciclismo, Fausto Coppi, «la bomba», así llamaba a lo que admitió en una entrevista en el año 49 que usaba recurrentemente, más bien «cuando era necesario», y hablo literalmente, a lo que añadió, «es decir, casi siempre», se refería a una mezcla de sustancias usada en la guerra, en las tripulaciones de los submarinos y que tras la contienda encontró clientela entre los deportistas profesionales.