Archivo
Desahogo ciclista, sí, otra vez.
Estamos de vacaciones, por lo que tú mismo, hay mil cosas mejores que hacer en vacaciones que leer blogs, menos cuando las entradas son de ciclismo, retraso otra que tenía programada para hoy para volver a hablar del Tour, porque varias cosas me están tocando los huevos y necesito decirlo, ya ves.
Contador se fue al suelo en la primera etapa de montaña, bajando un puerto, una putada para la carrera y sobre todo para él evidentemente, pero una cosa te digo, las caídas son el pan nuestro de cada carrera ciclista, más en el Tour, eso es lo que hace de esta carrera la más dura del mundo más allá de recorridos ni vainas, es la tensión de querer ir todos lo más adelante posible, si vas al final de carrera, despacito, no te caes, claro que tampoco ganas.
Pintando las Árdenas.
Tras las clásicas de pavés llegan las Árdenas, es la tradición de los últimos tiempos, muertos los adoquines asoman las cotas, Amstel Gold Race (en Holanda) y Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja (en Bélgica) conforman el llamado «Tríptico de las Árdenas», en una semana que fundamentalmente sirve para trasladar la pasión ciclista del norte belga, Flandes, al sur, Valonia, de cualquier manera qué gran país para un aficionado ciclista que es Bélgica, es como Alemania o Finlandia para el Heavy Metal.
La primera, Amstel, coincidió con la Semana Santa, otros años tales fechas eran esperadas con ansia por el suscribiente, ¿ardor religioso? No, por tocarme los huevos de Rodríguez, este año tocaba la operación «pinta el piso en cinco días». Es curioso, hay preguntas que esconden una grandísima putada, fui a comprar la pintura y el tipo de la tienda me pregunta si voy a darle dos manos o tan sólo una.
Venga, qué pregunta más hijaputa. Sopesemos, dar una mano significa menos pasta (que compré pintura de la buena, nada de ofertas ni polladas) y menos trabajo, ¿qué crees que respondería? Una por supuesto.
Arranca la temporada ciclista.
Qué, momentazo ¿eh?, te la suda el asunto, pero qué le vamos a hacer, en realidad sabes, que se te ve enterado y sobre todo interesado en el asunto, que la temporada ciclista empieza en enero, con esas carreras al sol de Australia, Argentina, Omán, Qatar y demás, pero seamos sinceros, eso de ver a los ciclistas paseando en bici al solecito no satisface nuestra necesidad de ver a la peña sufrir cuales yernos en nochevieja, la Omloop Het Nieuwsblad es otra cosa, es la carrera inaugural del calendario del norte, el pavé, los muros, el frío, el barro, lluvia, nieve y demás. No hay cosa más molona que estar en el sofá con la mantita, los ganchitos y las cervezas y poner a parir a los ciclistas por su escasa combatividad mientras les cae el diluvio encima y pasan una rasca de las memorables.
La foto bien lo atestigua, decir que ganó el inglés Stannard, pero vaya, que es lo de menos casi, esas carreras tienen un atractivo muy especial y es donde realmente ves eso, competitividad de la buena, en el resto hasta que no llegue Niza es casi todo pasear el maillot e ir acumulando kilómetros. Empero, no es hacer una crítica sobre esta carrera el motivo principal de esta entrada, qué va, esto va de echar bilis, poner a parir a la gente, hacerme el listillo, pronosticar y luego cuando falle no acordarme del asunto, eso sí, si acierto ya es otro cantar, «¿ves cómo ya te lo dije?»
Unos mundiales casi a ciegas.
Ni TVE en ese bendito canal llamado teletenis, digo teledeporte, ni siquiera Eurosport, que es de pago, pero para algo están los bares, nada, se han disputado los campeonatos del mundo de ciclismo en ruta y sólo los hemos podido ver por internet, todas las carreras menos la del domingo, que a última hora la dieron. Qué vergüenza, qué indecencia, ¿para eso pago impuestos?, qué injusticia no poder disfrutar de ese maravilloso espectáculo por la Toscana italiana.
Di que aunque lo hubieran dado por la tele, estaba de tardes, no hubiera podido verlo, ¿por qué me quejo entonces?, por tocar los huevos, sin más, pero una cosa, los líderes de opinión cuando nos ponemos así no somos tocapelotas no, somos inconformistas por naturaleza, cuando nos entran ganas de tirarnos a la primera que se agacha por la calle a recoger la cartera no somos salidos no, somos sexualmente excéntricos.
La Vuelta para Jorner.
Querido Fernando, sé que siempre me caíste como el culo, que te llamaba «Lloronso», que hacía gracias sobre tu cabeza, imperdonable, ahora, tras comprarte el Euskaltel, ya no la veo tan grande, ahora la veo con personalidad, no es grande, es generosa, como tú 🙂 , no me gustaba ni la fórmula juan, pero ahora la seguiré, por ti, monstruo, guapo¡ es más, para que veas lo agradecido que estoy porque saques un equipo ciclista te voy a contar qué ha pasado en la Vuelta recién finalizada.
En la previa hablaba de tres favoritos claros, Nibali, Valverde y «Purito», el guió fue más menos por ahí, con el italiano por encima, los otros en su línea de ataques pancarteros, aunque el recorrido lo propicie, dicho sea todo, hablaba de Betancur como alternativa, en la primera etapa se desentendió de la carrera, menudo ojo que tengo, acojonante.
Pero hubo algo que se sale del guión y de todo lo comprensible, ganó Chris Horner (Jorner para Carlos de Andrés y Perico), un tipo con casi 42 años, coño, que es mayor que yo macho, y yo estoy jodido por la ciática, cosa de cargar con un par de enormes pelotas a diario. Pero de eso hablaremos luego, antes decirte que siempre he sido de Ferrari, de hecho no tengo más que Ferraris en casa, guapo¡
El Tour del centenario.
Acabó la edición número 100 del Tour de Francia, aunque la carrera lleve disputándose desde 1903, cosas de las guerras mundiales, un Tour que sí, como estaba previsto ganó Froome, pero que ha resultado ser una edición más que entretenida, con mucha chicha, etapas bonitas, otras decepcionantes, situaciones extrañas y demás, el Tour de la explosión definitiva de Nairo Quintana, ganador de País Vasco, sorprendente y más que prometedor este colombiano, estandarte del resurgir del ciclismo colombiano, el Tour en el que por fin «Purito» Rodríguez pisó pódium, Mira que os lo dije, es «Purito» la baza española, ni caso me hacéis, arriba al final los que cuentan con más gasolina, el ciclismo que cambia, ya sabes.
Un Tour donde Movistar casi ha sido vomistar, realmente pocos equipos más amarrateguis y segurolas he visto en mi vida, siempre lo han sido, es complicado que cambien, Valverde enésimo fracaso, da igual, volverá, ya, me dirás que él no tiene ninguna culpa de que justo en el momento menos indicado, con abanicos, le jodan una rueda, vale, pero es que a partir de ahí todas las decisiones que tomó él y desde su equipo fueron una puta mierda de decisiones, y de eso sí que tienen culpa, ha sido este el Tour en el que se ha evidenciado el ocaso de Alberto Contador, digo confirmación, sí, porque a pesar de ganar la Vuelta 2012 ya se vio que no iba como antes, lo confirmó en el Mundial y este mismo año te hablé al respecto.
«Operación Tuerto», con dos cojones.
Este soy yo, para qué engañarnos, voy a hablarte de la Operación Puerto meses después de que se produjera el juicio, de hecho cuando escribo esto aun no se sabe el fallo, da igual, se intuye, si la petición máxima de pena no llega a dos años pues eso, que para qué tanta alforja. Voy a hablarte de la «OP», como te decía, pero no de su génesis y desarrollo, sino de su lado oscuro, de España y de cómo son nuestros dirigentes, nuestra prensa, de cómo somos el puto hazmerreír del mundo, y bien merecido además.
Y va a ser largo, por eso soy yo, porque llegado a este punto podría intentar resumir la cosa, pero me la pela, si total, no lo vas a leer, al menos me desahogo con un par de cojones que se dice, porque en este caso, más allá del juicio, hay cosas que cabrean, que cabrean de lo lindo, a ver, que duermo igual, que no me corto las venas, ni las arterias, pero me cabrean, hasta el punto de que durante un minuto una vez se me quitaron las ganas de follar, también es cierto que estaba viendo una misa, pero seguro que algo también tiene que ver la «OP».
De manzanos, pitis y operetas portuarias.
Bien mi querido Alter, va la primera, el resto leerlo, además, en la primera de las entradas dedicadas al doping en el ciclismo, concretando un poco, hablaré del caso quizá más conocido en España, el chivatazo de Jesús Manzano, el cómo a raíz de esto surgió la «Operación Puerto» y el caso más vergonzoso del ciclismo español reciente, Alejandro Valverde.
Marzo de 2004, una entrevista suya en el diario «AS» hace tambalearse al ciclismo español, por primera vez un ciclista hablaba claro, sin eufemismos, sin historias de cómo se dopaba en su carrera, dio datos, métodos, nombres, detalles, fue echado a los leones, es lo que te decía un poco en las consideraciones previas, la falacia, atacar al comunicador si no puedes rebatir el mensaje.
Y Contador le zumbó a Putin.
Vale, te voy a hablar de la recién terminada Vuelta a España, de ciclismo, a ver, va a ser un chapón de cojones, te lo advierto, largo largo, digo esto por si ves que tal, le das a la ruedecilla, pulsas el me gusta para hacer ver que lo has leído y ocupas el tiempo en otra cosa más provechosa, qué se yo, contar las rallas blancas de los pasos de cebra o coger la guía telefónica y buscar cuántos «García» hay en tu calle.
Bien, tú te preguntarás qué coño pinta Putin en una entrada de ciclismo, Oleg Tinkov, millonario ruso, monta un equipo ciclista, está un par de años, no llegó nunca a ser de la élite, sobre sus restos se monta un gran proyecto ruso, Katusha, que en cristianés sería como llamar a un equipo «Lola», «Concha» o «Mari», empresas como Gazprom o Itera metiendo la pasta, entre los interesados y colaboradores en que se hiciera realidad el proyecto Vladimir Putin. Este mismo año, quizá por aquello de la rivalidad, Tinkov vuelve al ciclismo, y lo hace copatrocinando al equipo de Riis y Contador, el Saxo Bank, ahora Saxo Bank-Tinkoff Bank, Joaquim «Purito» Rodríguez encabeza a Katusha y el madrileño Saxo-Tinkoff, aparte de la guerra propia de la carretera se disputaba otra de egos rusos, y ahí, por una vez, Putin sale escaldado. Leer más…