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«Coven», de brujas va la cosa (evitemos las gracias).
Costará, hablar de brujas y no sacar a relucir a las suegras, pero se intentará. Hablamos hoy de «American Horror Story», serie de FX bastante especial, tras una primera temporada dedicada a las casas embrujadas y una segunda a los manicomios, con sus posesiones diabólicas incluidas nos llega la tercera entrega, «Coven», dedicada al mundo de la brujería. Decir que habrá cuarta entrega, cosa no extraña.
Y digo que cosa no extraña porque las audiencias de «Coven» han sido espectaculares, cuatro millones en Estados Unidos, ojo, hablamos de cable, normalmente una serie de un canal de suscripción con dos millones ya se considera rentable, imagínate. Para quien no conozca el mundo de «AHS» decir que se trata de una serie enfocada al mundo del terror, que de temporada a temporada cambia el tema, cambia personajes, historias y todo, manteniendo eso sí el mismo grupo de actores, más menos, siempre hay bajas y reincorporaciones. Es una serie especial porque trata temas la mar de típicas en el género pero haciendo que al verla sientas que ves una serie superoriginal, a mí la verdad me gusta mucho mucho.
Hablando del reparto, espectacular, sobre todo del lado de las féminas, ilustres veteranas, Kathy Bates incluida, que interpreta a un personaje de quien ya te hablé, Delphine LaLaurie.
Raylan Givens ataca de nuevo.
La verdad es que pocas series me sorprendieron tan gratamente como «Justified», una de las series de referencia de ese canal que cada vez va ofreciendo mejores series, FX, «Justified» ofrecía muchas cosas buenas dentro de una historia en principio trillada como pocas, el típico poli duro deshaciendo entuertos y tal.
Grandes diálogos sobre todo, historias sencillas pero bien rodadas, con escenas bien hechas y que tenían su punto, con dos protas, Timothy Olyphant y Walton Goggins que directamente hacen aquí el papel de sus vidas, así que cuando sale la cuarta temporada ni me lo pensé. Las audiencias responden y habrá quinta temporada, decir que en esta cuarta temporada sale Gerald McRaney, que ni puta idea me dirás, bueno, es otro más de los actores que compartieron con Olyphant reparto en la maravillosa «Deadwood» y cuya presencia en aquella serie tiene su miga. Resulta que Ian McShane se comía tanto la pantalla empequeñeciendo tanto a sus teóricos rivales malvados en la serie que tuvieron que recurrir a uno de los personajes más hijosdelagranputa de la historia de la tele, el encarnado por McRaney, ni qué decir que el duelo resultó inolvidable.
«The Americans», la guerra fría en plan costumbrista.
«Si tiene pinta de mierda y huele a mierda es probable que si lo pruebes sepa a mierda pues mierda es lo que es», esa bonita y profunda reflexión ya la hice cuando hablé de «Last Resort». Bien,voy a hablarte de «The Americans», la última apuesta de FX, serie que es probable que hayas visto ya que es de las que se han pasado en abierto al menos in Spain, el motivo de la reflexión anterior no es otro que el que aparezca como máximo responsable de esta Joe Weisberg, «showrunner» de otro de los mayores truñacos que uno ha podido ver en la tele, «Falling Skies».
Lo bueno es que Graham Yost también estaba en el ajo del engendro ese, está también en esta y sin embargo es el responsable máximo de «Justified», que no está nada mal.
Una pareja de agentes de la KGB, Matthew Rhys y Keri Russell viviendo de incógnito en Washington, justo en un vecindario al que va a parar un agente del FBI, Noah Emmerich. A ver, no pinta muy bien la cosa, sin verla ya puedes suponer que siendo una serie americana pues eso, que los espías comunistas de mierda acabarán sucumbiendo al «american way of life» de los cojones poquito a poquito y que hasta que sucumban pues eso, la gracia estará en que no les pille el vecino, pero en fin, que la serie está basada en los años ochenta y aunque sea por volver a vivir esa hermosa década acabas dándole una oportunidad.
«The Bridge», la extraña pareja.
Pues toca visionado de «The Bridge», una de las nuevas series de FX, visionado sugerido por el maestro, es «responsabilidad» de una tal Meredith Stiehm y de un tal Elwood Reid, ambos para mí tan desconocidos como un polvo de más de dos minutos. «Responsabilidad» va entrecomillado porque a ver, esto viene a ser un «The Killing», adaptación de una serie escandinava, en este caso del mismo nombre además.
Diane Kruger («Troya», «Malditos Bastardos») es la principal atracción del reparto, mira, a mí esta chica nunca me gustó demasiado, una cara quizá demasiado angulosa, aquí sale bien guapa, junto a ella el prota masculino es el mejicano Demián Bichir, cuyo mayor éxito hasta el momento es «A Better Life». Hay más actores y actrices, pero pocos que te puedan sonar, quizá Annabeth Gish o Ted Levine, mas que nada porque es viejo y tiene un currículum de la hostia, y porque ha aparecido en esa bonita serie llamada «Hell on Wheels».
«Justified», la justicia del oeste en el siglo XXI.
Toca ya una serie que tenía en «previstas» hace tiempo, «Justified», serie de FX creada por Graham Yost e inspirada muy directamente en una serie de novelas escritas por Elmore Leonard, cuatro temporadas lleva, aunque yo solo disponga de tres, que son las que, atinadamente, criticaré en este bonito espacio. Decir que el Yost ese es el responsable de otra serie que tiene uno apuntada y que tiene más que buena pinta, «The Americans».
Timothy Olyphant, el prota absoluto, qué decir de él, actor que siempre guardaré en memoria asociado a «Deadwood», el resto del reparto, Nick Searcy, Joelle Carter, Jacob Pitts («The Pacific») y, entre otros muchos, Walton Goggins («The Shield»), curioso lo de este hombre y su personaje, en principio no debía de pasar de secundario al que se cepillan al final de la primera temporada pero gracias a Goggins alcanzó tal aceptación entre los fans que pasó a ser miembro del reparto principal.
El terror llama a la puerta, otra vez (la anterior puede que no estuvieras).
Pues toca echarle un ojo a la segunda temporada de «American Horror Story», en concreto de su segunda entrega, llamada «Asylum», se trata esta de una serie la mar de original, no en su temática, puesto que el género de terror es de todo menos original, pero sí en las formas, a pesar de que los creadores de la misma son los mismos que de la anterior, Ryan Murphy y Brad Falchuk, y que la mayoría de actores estuvieron también en la primera entrega tanto el argumento como los personajes son totalmente nuevos, es decir, en realidad, salvo la temática, el terror, es como si viéramos una serie eso, totalmente nueva.
Ojo, no todos los actores repiten, ni repiten los que lo hacen con el mismo peso, en esta segunda entrega seguimos teniendo a Jessica Lange, junto a ella aparecen Zachary Quinto (aquí prota y personaje recurrente en la primera), Joseph Fiennes, quien no necesita presentación, Sarah Paulson, quien ya salió también brevemente en la primera temporada y a quien recordarás de «Deadwood» (esta además ya está confirmada para una tercera entrega que se llamará «Coven»), Evan Peters (igual que la anterior, saldrá en la tercera y también salió en la primera), Lily Rabe (lo mismo), Lizzie Brocheré (nueva) y James Cromwell, veteranísimo actor que participó en la inolvidable «Six Feet Under», tiene pues, la serie de FX, un reparto de garantías.
«Damages», a ver cómo te lo explico.
Pues nada, que le eché un ojo a «Damages», «Daños y perjuicios» en cristianés, serie ya veterana de FX originalmente, aunque posteriormente pasó a Audience Network. Trátase esto de un drama judicial, es decir, que va de juicios, abogados, fiscales, jueces y tal, luego ya te contaré que hay algo más que eso, pero en fin, por situarnos. Daniel Zelman y los hermanos Glenn y Todd A. Kessler sus creadores; un reparto de absolutas campanillas.
A saber, Glenn Close, Rose Byrne (premiada por su papel en esta serie), Željko Ivanek («OZ»), Noah Bean («Once Upon a Time») y por no cansarte demasiado pues citar a Ted Danson, el de «Cheers», la monumental Anastasia Griffith («Copper»), Timothy Olyphant («Justified» ), William Hurt, John Goodman o Martin Short. Cinco temporadas de momento lleva emitidas y una sexta ya confirmada.
«The Shield», la sorpresa.
Hace un tiempo que te hablé de «The Shield , la serie de FX creada por Shawn Ryan, tiene siete temporadas y cuando hablé de ella lo hice tras haber visto las cuatro primeras, normalmente, al menos a mí me pasa eso, con estas series tan largas la cosa tiende a empeorar a medida que avanza, a empeorar o a lo sumo, que ya es un éxito, a seguir la línea, así que me dije que una de dos, o con lo que había visto ya era suficiente o que puede que si veía más lo que había escrito pudiera resultar hasta excesivo, por lo bueno.
Grave error, porque llega la quinta temporada, en la que entra Forest Whitaker, sí, al principio pensé que había llegado el bajón, seguía manteniendo sus señas de identidad pero quizá no era tan trepidante, sin embargo a medida que veía episodios reparé en que sin duda estamos ante la mejor temporada de todas, con bastante diferencia además, y eso que veníamos de una cuarta en la que Glenn Close para mí se salía con su papel.
La historia en principio no es que sea tampoco para tanto, Whitaker interpreta a un teniente de asuntos internos cuya meta es cazar por fin al grupo de asalto comandado por el detective Vic Mackey (Michael Chiklis), no era la primera vez que en la serie intentaban tal cosa, la cosa es que el enfrentamiento entre ambos y las consecuencias que trae alcanzan un punto de emoción que pocas veces he visto en una serie de televisión, llega un punto que si suena el teléfono mientras estás viendo el capítulo de turno te cagas en sus putos muertos (encima para más huevos suele ser para ofrecerte un seguro de decesos, para invitarte a follar nunca), te mantienes con los ojos como platos, permanentemente tensionado, intentando entrar en la pantalla para avisar al prota de que le están siguiendo, para ahostiar a alguien, para aconsejar (no hagas eso tontolculo, que están engañándote), vaya, te metes en la trama de verdad.
Luego está el que al menos a mí me hizo hasta pensar, de algo de lo que también hablé en su momento, la percepción tan particular que todos tenemos de la justicia, del bien y del mal, sabes que uno es un cabrón, que ha pasado la línea de lo permisible tanto como tu suegra la del buen gusto culinario, sabes que el otro es un tío recto, que hace su trabajo, que no es capaz de hacer la vista gorda ni por sus seres más queridos, pero entre que al primero le tienes cariño después de tantas aventuras y que ambos personajes están perfilados de manera en que lo que predomina es el gris y no el blanco y negro pues acabas con un dilema moral (a ver, un dilema pequeñito, hablamos de ficción), ¿quieres que le cace?, ¿no?, ¿es que no se lo merece?, claro, se nota que Whitaker tiene el culo pelao en esto de actuar, encima le dan un papel hecho a su medida, donde poder dar rienda suelta a sus excesos interpretativos, y sí, lo borda el muy cabrón.
Negro y blanco, escala de grises, cuanto más oscuro es el gris claro más claro nos parece el oscuro, cuando por fin tomas partido descubres que estabas equivocado, acaba el juego de colores, cambian de tema, sigue siendo una serie sincera, no alarga el chicle más de lo necesario, el show debe continuar y ya sabes, no hay paz para los malvados, ni paz ni descanso, es una de las cosas que más se agradece de esta serie, su sinceridad, su endiablada velocidad, dispuesta siempre a mantenernos atentos a lo que cuenta, arriesgando.
La vida sigue, nuevas tramas, nuevos personajes, pero el pasado siempre vuelve, y vuelves a ponerte en un brete, ¿del lado de quién estás?, le intentas sacar huecos en el guión y enseguida te los rellenan, ya no es sólo pura acción, puro entretenimiento, ahora encima te hace reflexionar, odios, venganzas, traiciones, todos los más bajos instintos reunidos, parecía que no se podía ir más allá, pero se va, vaya que si se va, sólo queda saber cómo cierran la historia.
A ver, cómo te lo explicaría, tú ponte en que vuelves a la adolescencia, la novieta y eso, besos, caricias, te mola, te gusta, llega un día en el que por fin te deja poner el lomo en adobo, coño, eso te mola más, antes no lo echabas de menos, porque no se echa de menos lo que no has tenido, pero ahora sí, los besos y las caricias molan, pero prefieres echar un cohete en condiciones, normal, pues esto es parecido, la serie vuelve un poco a sus orígenes, que te gustaban claro, pero una vez que has follado lo que quieres es seguir follando, y ahí es donde creo que está el pequeño fallo de «The Shield», que aunque sigue con la gran historia de las últimas temporadas la alterna con cosas a estas alturas muy prescindibles, lo que le da una irregularidad bastante irregular, por no decir irregulativa, eso sí, a pesar de todo merece la pena verla hasta el final.
Nightwish en la posdata, «Dark Passion Play» fue su primer disco sin Tarja y con Anette a las voces, también es el disco en el que hicieron ese tema largo que toda banda al final tiene en su discografía, este «The Poet and the Pendulum», que está realmente bien, aunque a mi juicio le sobran un par de minutillos al final.
Una Historia de terror americana.
Vengo de ver «American Horror Story», una de las últimas series creadas por el canal FX, tiene como padres a Ryan Murphy («Nip/Tuck») y a Brad Falchuk (que también estaba en la de Murphy, la de cirujanos plásticos y por ejemplo en «Glee»), se ha emitido una temporada, hay confirmada una segunda, pero ojo, no es esta una serie al uso, la segunda temporada poco o nada tendrá que ver con esta, cambiarán personajes y localización, por lo que podemos hablar de esta serie como una de temporada única.
La verdad es que el reparto tiene su atractivo, sobre todo porque cuenta con la presencia de toda una estrella del cine actual y pasado, Jessica Lange, es curioso como muchas estrellas de la gran pantalla se están dejando ver por la pequeña, Jeremy Irons en «The Borgias»
, Glenn Close en «The Shield», Dustin Hoffman en «Luck» y un largo etcétera que por falta de ganas obviaré, junto a la bella presa de King Kong tenemos en «American Horror Story» a Dylan McDermott (prota de «The Practice»), Connie Britton («Friday Night Lights»), Evan Peters («Invasión»), Taissa Farmiga, hermana de la nominada al oscar Vera y Denis O’Hare, uno de los vampiros más cabrones de «True Blood», como comenté la segunda temporada no tendrá nada que ver con esta, pero a pesar de eso varios actores repetirán, en otros roles claro, la Lange será una de ellos.
Estamos ante una serie que nos ofrece dos cosas, terror y drama, pero sobre todo terror, por eso se llama como se llama y no «American Dellorar Story», una familia «huye» de su anterior vida en la costa este americana, (el papá se zumbaba a una jovenzuela mientras la parienta sufrió un aborto) para dar con sus huesos en una bonita casa en Los Ángeles, peeeeeeeeero, uhhhhhhhh, la casa está embrujadaaaaaa, los anteriores propietarios murieron bajo esas paredes…. original ¿eh?.
Pues sí, tiene todos los elementos imprescindibles en el género, fantasmas y apariciones misteriosas, esa música para crear ambiente, sustillos, sustazos, historias del pasado intranquilizadoras, frases enigmáticas…pero también tiene una serie de personajes secundarios la mar de interesantes, como la criada, interpretada por la matriarca de los Fisher, mujer entrada en edad que a los ojos del salidorro del dueño de la casa aparece como una especie de pornochacha (increíble la sensualidad de Alexandra Hetherington Breckenridge), un adolescente cliente de este (es psicólogo) que hace migas con la hija y que es más bien rarete, o la vecina, la Lange, genial, descarada, con su hija síndrome de Down, un expropietario de la casa que asesinó a toda su familia… todo esto se nos presenta ya en un episodio piloto que la verdad, sí, me gustó y bastante, quizá gran culpa la tenga esos acojonantes e impresionantes títulos de crédito:
Decirte que la música que sale en el video no es la de la intro, están ahí en youtube venga a colgar la intro con su verdadera música y a retirarla a los pocos días, osea que confórmate con esto.
La cosa es, ¿da miedo esto?, a ver, para unos tíos como nosotros, que nos comemos sólo el hierro de las lentejas, pues eso, como mucho nos pone los pelillos de la nuca fríos, sí que te pone ahí con la tensión necesaria en el género, y eso que poco o nada de lo que pasa es realmente original, pero aun así tiene pinta más a fresco que a refrito, los primeros episodios son realmente buenos, luego ya empezamos con el rollo de ponernos en la piel de los fantasmas y claro, siempre da más miedo lo desconocido, eso sí, la serie es bastante agradecida para el espectador, te va dando pistas sobre el misterio de la casa permanentemente, poco a poco, no es de las que suman episodios de relleno hasta que te resuelven todo en el último dejándote con cara de «pues vaya».
Con el paso de los capítulos los sustos van dejando paso a la parte más dramática, sin dejar a un lado todas las señas de identidad de la serie, en un principio te toca los cojones esto, tú estás ya acostumbrado a los sustillos y tal y los echas de menos, pero coño, a medida que el final se acerca la cosa gana y gana en intensidad, en secretos a la luz, la trama toma sentido y bueno, mantiene el interés, eso sí, el final, raro, raro y excesivo a mi gusto, sin contarte más para no joderte nada.
Bueno, ¿es buena?, ¿te va a gustar?, pues si te gustó por ejemplo «El Sexto Sentido» o «Los Otros», ese tipo de cine, pues sí, creo que te gustará, a mí haciendo balance pues sí, me ha gustado, esperaba mucho menos de ella al empezar a verla, no es que sea perfecta, pero dentro del panorama televisivo ahora mismo resulta una rareza de agradecer, te inquieta, te sorprende y consigue engancharte, parte de todos los tópicos del género pero se impone a ellos, es como si pretendiera decirnos «sí, vale, te vas a creer que estás ante un plagio del niño de Bruce Willis, pero tú espera y verás», al final más que plagio lo que es, o lo que te parece, es un homenaje continuo a esas pelis de casas encantadas, a leyendas urbanas, incluso al Drácula de Coppola, un homenaje a todo un género, el de terror, desde luego no es nada tópica, es arriesgada, amoral, delirante a veces, el paso definitivo de FX a la televisión de calidad.
Sturm und Drang para la posdata, finlandeses, jovencitos, de momento no dejan de ser una banda dirigida a los y sobre todo las adolescentes, pero, rara es la cosa su segundo disco superó en calidad al primero, cosa que normalmente nunca ocurre porque ese segundo trabajo suele ser fruto del apresuramiento provocado por la discográfica, la cosa es que así se quedaron, desde 2008 no han publicado nada y nos quedamos sin ver si evolucionan hacia algo serio o no, porque maneras apuntan, de ellos este «Break Away»