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Mi solución a la educación infantil, «Os voy a soltar una hostia bien dada».
A cuentas del detonante de todas las tramas de esa serie de la que hace nada te hablé, «The Slap», he reparado en la falta que hay de métodos educativos en condiciones, los padres se encuentran solos ante sus retoños sin un manual que les guíe. Cierto es que el padre ya sabe algo de eso de manejar seres humanos complicados sin manual, porque tiene eso, a la madre de la criatura, que ojo a quien entienda a una mujer, si hablan casi en taquigrafía las jodidas.
Pero no nos desviemos del tema, como digo, tienes hijos, ni puta idea de qué hacer con ellos para enderezarlos, seguramente alguien ahora diría, «yo sí yo sí, yo soy un/una padre/madre de puta madre y mis hijos son seres angelicales cuya mayor travesura y/o hijoputada realizada ha sido echarle un grano de azúcar más a su hermanito en el colacao. Venga, permíteme que me descojone anda, reconoced que vuestra vida como padres es un infierno, que suplicáis por un método infalible para enderezar a esos diablos que tenéis como hijos. Pues aquí lo tenéis, «Os voy a soltar una hostia bien dada».
Cancellara,gracias tío.
Dicen que el segundo es el primero de los perdedores, en fin, hay maneras y maneras de ser segundo, hay circunstancias, te voy a hablar del Tour de Flandes, segundo de los llamados «monumentos del ciclismo», esta, junto a la París-Roubaix del próximo domingo, conforma el oficioso campeonato del mundo de ciclismo en pavé, en adoquines, ¿cuál es mejor?, pues cuestión de gustos, a mí me gusta más Roubaix, pero es como compararme a mí y a Brad Pitt, ambos tenemos argumentos de sobra para enamorar mujeres, él es guapo, rico, atlético y sexy y yo juego de cojones al mus, ¿con quién te quedarías?, mejor no contestes.
Antes pequeño resumen de la actualidad ciclista desde San Remo, Volta a Catalunya, gana Daniel Martin en plan valiente, por lo demás nada, Criterium, Froome y el Sky dan miedo, y en las carreras flamencas previas a Flandes pues tanto Cancellara como Peter Sagan ganando en plan campeones y Boonen, el tercero en discordia, con problemas de todo tipo, así pues esto del Tour de Flandes se antojaba a priori como un duelo épico entre el suizo Cancellara y el eslovaco Sagan, dos portentos físicos, dos irrepetibles.
Las cosas de Atila, los hunos y los otros.
Pues en su momento, tampoco hace tanto, te hablé de Atila, de Aecio, de la Batalla de los Campos Cataláunicos, pero se quedaron muchas cosas en el tintero, así que nada, vuelta al tema, tampoco es que tuviera en mente nada brillante que ofrecerte, o sea que nueva chapa histórica al canto.
Antes de nada contarte cómo acabó la historia, tras la derrota de Atila ante Aecio, te conté que Honoria, la hermana del emperador Valentiniano III, le había hecho entender que quería bodorrio, así que Atila fue a por su prometida, como todo prometido tenía sus nervios, la mayoría se limitan a ahogarlos en borracheras con los colegas, pero Atila no, Atila se dedicaba a sembrar el pánico por donde pasaba, no entregando invitaciones de boda a los lugareños, que también es de una crueldad extrema, sino arrasando pueblos y ciudades, de hecho hizo huir al emperador, muchos historiadores han elucubrado sobre los actos de Atila previos a ese posible matrimonio, que si iba probando menús y al no acabarle de convencer destrozaba los restaurantes y alrededores, que si entraba en cólera al ver los precios de los trajes de novio y complementos, a saber. Tenemos a Atila arrasándolo todo y al imperio acojonado, sin embargo llega un día en el que Atila, sin casarse siquiera, sin tener que aguantar todavía a la suegra, se retira, sin más.
¿Qué pasó?, pues nadie lo sabe exactamente, se dice, se comenta, que si enfermedades en sus tropas, que si hambrunas, que si amenazas en su retaguardia, que si miedos religiosos, supersticiones, múltiples teorías, sin que se sepa cuál es la buena, su final llegaría pronto, en otra boda, con una goda llamada Ildico, desde luego a este hombre el matrimonio sólo le traía dificultades, hemorragia nasal dice la historia, (aunque hay versiones que hablan de asesinato) yo prefiero pensar que murió como todos ansiamos, echando polvos, la leyenda dice que sus soldados al verle muerto se hartaron a autolesionarse, el más grande de todos los guerreros no había de ser llorado con lamentos de mujer ni con lágrimas, sino con sangre de hombres”.
Muere el hombre y nace el mito, pero, ¿cómo era realmente Atila?, ¿cómo era ese pueblo tan mítico y desconocido como son los hunos?, bien, Atila desde luego no parece que fuera tal y como el cine nos ha mostrado, alto, fornido y en algún caso hasta guapo, más bien era como yo, feo, bajito, regordete, cabezón, su apariencia debes imaginártela más como un mongol que como un europeo, siempre se habla de Atila como ejemplo de barbarie absoluta, mas debía de ser un tipo bastante culto, dominador del latín, del griego (del idioma hablo, ojo), aparte de otros idiomas, sabía desde luego leer y escribir, sinónimo en aquellos tiempos de atesar cierta educación y cultura, muchas fuentes hablan de él como un líder noble, educado, gran culpa de la fama que acarreó la tiene el término «bárbaro», asociado siempre a eso, a barbarie, a destrucción, cuando en realidad los romanos llamaban bárbaros a todos aquellos que no formaban parte de su imperio, extranjero al fin y al cabo.
Hay que decir que al igual que Aecio convivió con los hunos durante un tiempo, Atila también vivió en el Imperio Romano durante su juventud, era por lo tanto muy conocedor de la cultura occidental, sus costumbres, fue rehén en la corte del emperador Honorio, pero no pensemos en rehén como mero prisionero encarcelado en unas mazmorras, no, convivió como uno más prácticamente, estudió, se relacionó con los miembros de la corte, se empapó de todo lo necesario para ser el gran líder que luego fue, hábil negociante y genio militar. (Y yo de líderes se, que para algo lo soy, aunque sea de opinión).
Vamos con su pueblo, los hunos, ciertamente no es que fueran hermanitas de la caridad, pero vuelta a lo mismo, la mayor fuente de información sobre ellos viene de sus enemigos, enemigos que desde luego no es que fueran medianamente objetivos, nómadas, excelentes cazadores, excelentes guerreros, pero también comerciantes, también impulsores de la tecnología más útil, ellos trajeron a Europa por ejemplo el uso de los estribos.
Volvamos al mito de que por donde pasaban no crecía ni la hierba, pura leyenda, eran conquistadores, cierto, pero una vez que se hacían con el territorio dejaban autogestionarse a estos, no se involucraban ni en su gobierno ni en sus costumbres, las naciones conquistadas gozaban casi de una plena autonomía, los hunos sólo entraban cuando su dominio pudiera quedar en entredicho, ¿qué les impulsó a avanzar hacia el oeste?, pues posiblemente un cambio climático, sí, ya por entonces al parecer sufrían de efectos invernaderos, de centrales térmicas, coches expulsando CO2 y demás, eran nómadas, pastores mayormente, vivían de lo que encontraban en la tierra, al no encontrar gran cosa la necesidad obligó, claro, en la época la emigración suponía eso, invasiones, pero en principio no eran ansias de conquista, sino mera supervivencia.
¿Qué pasó con ellos?, pues que Atila muere, con él se va el último gran caudillo huno, ninguno de sus sucesores logra mantener su poder, los territorios bajo el control huno se van sublevando y poco a poco van perdiendo poder, conquistas, hasta que su dominio y su nombre se quedan reducidas a la nada, pero para la historia queda la imagen de esos temibles guerreros a caballo, sus arcos y sus flechas, sinónimos del miedo, durante siglos a los niños se les obligaba a comer amenazándolos con la llegada de los hunos, pusieron en jaque a un imperio y al final cayeron sí, pero sólo pudo con ellos esa maldición llamada «matrimonio».
Bueno, lo principal, la historia la cuenta quienes tenían facultad para hacerlo, los hunos apenas dejaron nada escrito, de su versión de los hechos poco o nada tenemos, tampoco yo quiero juzgarlos, tan sólo pasar el rato contándote estas pequeñas historias.
Metallica para la posdata, uno de sus temas más emotivos, «Until It Sleeps»
El fin de la Comancheria.
Pues ante la abrumadora avalancha popular de peticiones sufrida por mi persona (entre una y ninguna, pero por la puta Ley D´Hont) para ampliar sus conocimientos sobre el lejano oeste americano dispóngome a satisfaceros. ¿Para qué vive uno si no?, voy a hablarte de comanches, de cómo eran y de cómo encontraron su fin.
Los comanches, qué pedazo de tribu, en realidad poco sabemos de ellos, quitando lo que el cine nos ha mostrado, pero claro, siempre se dice que el cine histórico recrea la historia menos cuando ese cine es western, ahí no la recrea, sino que la crea, pasa de un extremo a otro, de considerarlos salvajes asesinos, sanguinarios, a pobres cazadores exterminados sin más por los cabrones de los colonos, como casi siempre ni tanto ni tan Dessjuest (nótese el sutil y maravilloso juego de palabras, porque soy calvo).
Pues sí, pedazo de tribu, nunca sobrepasaron los 10 o 15.000 miembros, sin embargo dominaban un extenso territorio, más o menos tenían medio Tejas, el sur de Kansas, todo lo que es hoy Oklahoma y gran parte de Nuevo Méjico, considerados como los indígenas americanos que mejor montaban a caballo, una de las tribus más guerreras y expeditivas con el enemigo, primero las tribus vecinas y luego los colonos, estos son los auténticos pieles rojas, ya que además de su color natural de piel solían pintársela de rojo, para acojonar a los rivales y quien sabe si para pasar inadvertidos ante los búfalos, que no dejan de ser primos de los toros y la tradición nos dice que no distingue ese color (de ahí que tras la Guerra Civil española no se ajusticiara a los republicanos como en los circos romanos cambiando los leones por toros, no encontraban nunca a quien cornear).
Decir que esta gente, los comanches, funcionaban a su bola, nada de como tribu, iban siempre en pequeños grupos, así no tenían la necesidad de repartirse los recursos, como además su territorio era amplio pues todo les iba a las mil maravillas, de vez en cuando se juntaban para zurrar a las tribus rivales y ampliar o mantener su pequeño imperio, estas tribus rivales realmente temían a los comanches, ya te digo que era gente verdaderamente feroz, además de diestros guerreros, así que cuando empezaron a asomar los primeros colonos pues como que se la soplaba bastante, no les veían como una amenaza, alguna escaramuza tuvieron claro, los comanches descubrieron que si iban donde los colonos, se cepillaban a los hombres (matándoles) y se cepillaban a sus mujeres (pero ya sin matarlas) y retenían a estas como prisioneras luego hasta podían pedir rescates.
Pero, primero, Texas se independiza de Méjico (acuérdate de «El Álamo«), eso conlleva la masiva presencia de colonos, ahora sí ya comprometiendo la forma de vida comanche, y segundo, en el este comienzan a preocupar los ataques y secuestros de los indios, la prensa amarilla de la época además no hace sino exagerar las cosas y lo que eran pequeñas refriegas y cepilladas a pequeña escala se convierten en una verdadera guerra entre el ejército tejano (y luego el norteamericano al anexionarse Tejas) y las tribus comanches, guerra en la que estos se defendían más bien que mal, por cierto, en esa época, y para luchar contra los cabrones indios fue cuando se creó el cuerpo de los Rangers de Texas, tipos duros y rudos, aunque claro, nada comparable a Chuck Norris, a pesar de la manipulación histórica parece ser que tanto por un lado, como por el otro, las tácticas usadas distaban mucho de ser éticas, asesinatos, secuestros, violaciones, pactos rotos, emboscadas, mandar al enemigo a las suegras para que les cocinaran… así, por resumir, podemos decir que estuvieron años.
¿Qué pasó?, pues lo que no pudo la fuerza humana lo logró la enfermedad, la viruela y demás plagas, enfermedades que diezmaron a los comanches hasta el punto de hacerles ceder e ingresar en las famosas reservas, ¿todos?, no, porque sí, no estaba Asterix, pero sí Quanah Parker. Cynthia Ann Parker, su madre, ¿que qué pinta?, pues pinta que esta fue una de las niñas secuestradas y cepilladas por los comanches, muchas fueron entregadas de nuevo a sus familias a cambio de la recompensa, pero esta no, esta se quedó como la niña de «Centauros del Desierto», al principio como prisionera, pero luego ya como una miembra (sí, miembra, qué pasa) más de la tribu, y tú observador que eres, al ver la coincidencia de apellidos habrás llegado a la conclusión que esta Cynthia era la madre del gran Quanah.
Pues sí, cuando todos se rindieron va el Quanah este y dice que por sus huevos, que él y otros miles de guerreros, junto con sus familias, se van a dedicar a luchar por sus tierras y tal, ¿lo hizo así sin más?, pues hombre, tampoco se sabe, tuvo que ver que su madre fuera «rescatada» por el hombre blanco, sin duda, pero vamos, que sin entrar en los motivos la cosa es que lo hizo, se levantó contra el imperialismo blanco, por cierto, que he dicho que su madre fue devuelta a su familia blanca, familia que en un principio la recibió con los brazos abiertos, pero que luego la encerró incluso, por lo que la mujer esta fue secuestrada por sus dos familias, curioso record, la leyenda dijo que ante su nuevo encierro se negó a comer muriéndose de hambre (que es lo que suele suceder cuando no comes claro), pero dejamos a la dama y nos centramos en su retoño.
Contarte que en realidad los comanches nunca tuvieron la figura del gran jefe, eran como una amplía confederación de pequeñas aldeitas móviles, quizá el primero de todos fuera precisamente él, el que reunió bajo su mandato a los pocos que se sentían con ganas de mantener sus costumbres y su libertad, lograron hacerlo años, muchos, porque aunque se mandó a regimientos enteros para aniquilarlos lograron enfrentarse a estos con bastante éxito, no como en las pelis claro, siempre en plan guerrillas, sobre todo de noche, que eran indios, no gilipollas, también recibieron alguna que otra zurra de los soldados y los colonos, la más famosa en un sitio llamado Adobe Walls, donde se toparon con una nueva especie de colonos que a la postre causarían su derrota, los cazadores de búfalos.
Estos cazadores, con sus potentes rifles de gran calibre no sólo dieron sopas a los de Quano en Adobe Walls, sino que al cazar indiscriminadamente a los búfalos, a centenares por persona y día, lo que hicieron fue acabar con el principal sustento comanche, obligando a retirarse a un cañón cuya existencia desconocían los militares yankis, Palo Duro, sitio donde tuvo lugar la última batalla de Quanoh, la Batalla de Red River.
Su rival, el Teniente coronel Ranald Mackenzie, este durante un par de años había estado hostigando a las huestes comanches, logrando buenos resultados, tío bastante inteligente al parecer, la cosa es que no se sabe el por qué, ni quién (hay múltiples teorías al respecto) le llega la información de la localización del cañón, usando las mismas tácticas sorpresa de los comanches usa la noche para aproximarse al campamento y aplasta literalmente a lo que quedaba de los comanches, dispersando a los supervivientes y acabando con todos los caballos, se calcula que unos 1.500, este acto, en un principio cruel sin más, tenía su justificación, sin búfalos aun, pero sin búfalos y sin sus caballos Mackenzie sabía que el fin de los rebeldes comanches estaba cerca, razón no le faltó, no duraron más que unos meses.
Decir, para acabar, que tras la rendición se reunió con la familia blanca de su madre, que le acogió de buenas formas, se perdonaron mutuamente y tal, esto es por poner un final feliz al asunto, porque la posdata muy alegre no es que sea, Metallica, «The Unforgiven», qué gran tema, sí señor.
JAU¡¡¡ Donde estar gran jefe
Gran jefe estar en gran cascada
Y donde estar gran cascada
No saber, cada día cascársela en lugar diferente
JAU, pues a ver si llega para el día 19:
«El sentido de tu blog»
«The Shield», delicadeza policial.
Escucha, te propongo algo, si no tienes nada mejor que hacer deja que te hable un poco de «The Shield», «Al Margen de la Ley» traducida al cristianés, sí, una traducción cojonuda, eso sí, si tienes posibilidades de echar un cohete, de echar un mus o de apretarte unas cigalas pues nada, corre.
Siete temporadas nada menos lleva emitidas esta serie creada por Shawn Ryan para el canal FX, responsable de «Hijos de la Anarquía», el canal pertenece a la FOX, usándolo esta como una especie de «canal macho», ¿de qué va?, pues del día a día de una comisaría de policía de Los Ángeles, en los Estados Juntitos, el reparto lo encabeza Michael Chiklis («No Ordinary Family»), este también figura como productor en los créditos y es protagonista involuntario de algo que comentaré luego, cuenta con gente tan conocida como Glenn Close o Forest Whitaker, amás amás de por ejemplo CCH Pounder («Bagdad Café»), Catherine Dent (secundaria habitual, apareció por ejemplo en «Los Soprano»). Walton Goggins («Justified»), Jay Karnes y Kenneth Johnson (ambos salen en «Hijos de la Anarquía») o Benito Martinez (este saldrá en la cuarta temporada de «Sons of Anarchy»), obviamente el reparto es inmenso, pero ya me he hecho bastante el listillo como para quedar bien.
Una vez visto el piloto te queda la sensación de ver una mezcla entre «The Wire» y «CSI», tiene la estética de la primera (salvo por los movimientos de cámara, ciertamente mareantes en ocasiones), los personajes parecen reales, hablan como esperas que hable la gente real y se comportan como puedes suponer que se comportan en una comisaría con tanto trabajo, pero la manera en la que van resolviendo los casos te recuerda más a la otra, a la de Horatio y colegas, todo les sale a la primera, los acusados cantan y las nubes se levantan.
La cosa efectivamente va un poco por ahí, en cada capítulo aparecen casos nuevos, la mayoría de poca monta, siempre resueltos en base a interrogatorios donde el acusado o testigo de turno se derrumba siempre, aparte tenemos digamos la historia troncal, con los recurrentes polis corruptos, jefes trepas, asesinatos, drogas, rencillas entre compañeros etc etc, la cosa va entreteniéndote, sin más, los diálogos en ocasiones están bastante currados y conseguidos, acción tiene de sobra, tiene situaciones que no te crees, como que unos polis retengan contra su voluntad a una estrella de la NBA y no pase nada, en general toda la impunidad con la que vive el grupo de asalto te resulta demasiada, no te la acabas de creer, una cagada se puede tapar, dos vale, tres ya es demasiado, un par de ellas por capítulo… pues eso.
La manera de resolver los casos mediante los interrogatorios pues también chirría un poco, quizá se explique conque la comisaría se estableció en una antigua iglesia y los acusados sientan la llamada del señor para confesar los pecados y delitos, eso sí, hay que reconocer una cosa, los delitos y delincuentes que pasan por las salas de interrogatorios pues son bastante atípicos, interesantes en muchos casos.
Luego está el tema de que a medida que avanza la serie aparte de las andaduras del grupo de asalto (que tiene sus momentos realmente chulos) y de la labor meramente policial, de las corruptelas varias y tal, comienzan a perfilar los personajes, metiendo tramas paralelas en las que vamos conociendo sus vidas, sus familias, sus sentimientos, haciéndolo de una manera que no aburre, como suele pasar en otros casos, léase «Mad Men».
Hay que tomar esta serie como lo que es, entretenimiento puro y duro, revestido de cierta denuncia social, pero ante todo es eso, entretenimiento, ritmo, ritmo que va a más a medida que avanzan los episodios de cada temporada, donde se cierra digamos la trama principal manteniendo alguna secundaria, quedándote ganas de seguir con más episodios, cierto es que con el paso de las temporadas se nota un poco más de acidez y realismo en los argumentos, pero vamos, que no parece que sea esto su objetivo.
Eso sí, la serie es muy sincera para el espectador, no usa artificios tipo «sustos fin de episodios» estilo «True Blood», no los necesita para engancharte, tampoco es de esas que funcionan temporada a temporada, dejando todo para los últimos capítulos de cada una estilo «Dexter», no hay episodios de relleno, no hay momento para el aburrimiento, creo que los responsables han tenido muy claro lo que querían ofrecer y al contrario de lo que pasa en otras series no se traicionan a sí mismos, no buscan imitar a nadie sino que otros les imiten.
También está el tema de que en sus siete temporadas desfilan toda una serie de personajes a cada cuál más variopinto, en papeles más o menos importantes, alguno famoso, como los citados antes Glenn Close (que está realmente bien) y Forest Whitaker, también Kurt Sutter, productor también de la serie y que hace un personaje de esos golosos golosos, sin apenas escenas pero con una presencia en la trama similar al Keyser Soze de «Sospechosos Habituales», las historias van ampliándose y complicándose, unas aparecen, se van y vuelven dando esa sensación de «Guadiana» que no es que le haga mucho bien a la serie, en fin, lo dicho, no pasará a la historia pero desde luego las hay mucho peores.
Retomemos para acabar a Michael Chiklis, de él no voy a comentar mucho, pero sí del actor que le dobla al cristianés, esta serie me la he visto mitad y mitad en VOS y doblada, normalmente suelo alabar el trabajo de los actores que doblan las voces, en esta serie hacen un gran trabajo, casi casi ni te fijas si la ves de una manera u otra, pero cuando doblan al personaje de Chiklis, el jefe del grupo de asalto, la cosa cambia, el actor, Chiklis, tiene una voz muy muy peculiar, yo no entiendo mucho de voces, pero te diré que suena casi a susurro, ronca, nada estridente, todo lo contrario a cómo suena la voz del actor que le dobla al castellano, alguien se equivocó aquí, porque ya digo que en el resto de personajes la cosa está bastante bien, pero vamos, mera anécdota.
Para la posdata Metallica, con uno de sus temas más conocidos, más interpretados en sus conciertos y más versionados, «Nothing Else Matters»
La gran guerra en el cine.
Dentro de los géneros cinematográficos está el llamado bélico, «las de guerra» de toda la vida, es curioso, porque si la guerra en cuestión es del Siglo XIX «patrás» pues ya hablamos del cine histórico, dentro del género bélico sin duda es la II Guerra Mundial la que se lleva la palma, normal, la industria del cine tiene como referencia Hollywood, y esa guerra fue de claro protagonismo americano, además la Alemania Nazi siempre ha tenido el «encanto del horror», el perfecto papel del malo, Vietnam también es claro recurrente del género, si hiciéramos una lista con 10 pelis de guerra posiblemente las diez serían de una de ambas contiendas.
De «la gran guerra» también hay pelis claro, muchas, dentro de nada se estrena una que toca el tema aunque sea de refilón, «War Horse» de Steven Spielberg, pero porcentualmente la I Guerra Mundial está claramente olvidada respecto al resto de grandes conflictos del Siglo XX, evidentemente una de las razones principales es que los Estados Juntitos tuvieron un papel bastante más irrelevante que en la segunda, llegaron tarde y apenas tuvieron tiempo para grandes batallas ni heroísmos, aunque alguno que otro llevaron a la pantalla claro, aun así, hay como digo muchas pelis, demasiadas, por lo que me detendré sólo en alguna de ellas, no necesariamente las mejores, y posiblemente olvide varias, pero valga como simple muestra.
Empezamos con «Los Ángeles del Infierno«, «Hell’s Angels«, peli de 1930, apuesta personal de Howard Hughes, considerada como la primera gran superproducción del cine americano, cuadruplicó el bueno de Howard el mayor presupuesto visto hasta la fecha, de uno a cuatro millones de dólares, evidentemente la trama de la peli es la contienda aérea sobre los cielos de Europa, más de tres años costó rodar la peli, rodaje que sale, por cierto, en el film de Scorsese «El Aviador«, que narra la vida de este excéntrico millonario.
De los combates aéreos en la I Guerra Mundial hay más pelis por supuesto, del Barón Rojo, «El Barón Rojo» (1971) o incluso la más moderna «Flyboys«, que aunque no se base en las batallas del mítico aviador alemán sí que el personaje del malo (siempre son los malos los alemanes) está pensado en él y el del «bueno» en Roy Brown, piloto que se supone que lo abatió en combate, Ernst Udet participó en hasta cuatro pelis de la Riefenstahl, «Wings«, por supuesto, la primera peli ganadora de un oscar a la mejor película, también basada en combates aéreos de la I Guerra Mundial.
Más de combates aéreos, «La Escuadrilla del Amanecer«, de 1930, con los ingleses de protas, «Aguilas Azules«, de 1966 nos da el contrapunto, aquí se viven los combates del lado alemán.
«Gallipoli» (1981) de Peter Weir es quizá la más famosa película sobre el desembarco aliado en la península de Dardanellos, gran fracaso inglés, aunque se centra en la actuación de Australia en dichos combates, sobre todo en esa carga contra ametralladoras donde se falsea un poco la historia, pero en fin, la peli es entretenida, pero si hablamos de una peli famosa de entre todas las que muestran las batallas entre británicos y turcos esta es sin duda alguna «Lawrence de Arabia«.
Peter O’Toole, Omar Sharif, Anthony Quinn, Alec Guinness… inolvidable reparto el de la peli de David Lean, tampoco es que sea un ejemplo de rigor histórico, pero poco malo se puede decir de esta también oscarizada peli, una de las pocas en las que no está acreditada ni una sola mujer en el reparto.
También en esos lares tenemos «La Patrulla Perdida«, de 1934, una historia de esas en las que un grupo de soldados va cayendo uno tras otro en pleno desierto a manos del oculto enemigo, el responsable es nada menos que John Ford.
Curiosamente también, no recuerdo yo peli alguna, me refiero al cine que comercialmente nos llega a nuestras pantallas, que se refiera al genocidio armenio, gran injusticia la del cine que ha abordado el genocidio perpetrado por los nazis 20 años después y olvidado este.
Olvidado sin duda también Von Lettow y lo que en África sucedió en esta guerra, tan sólo «La Reina de África» (1951) puede considerarse que retrata la I Guerra Mundial en ese continente, aunque sea una peli más de aventuras que bélica.
Pero sin duda alguna, cuando hablamos de cine y hablamos de la I Guerra Mundial nos viene a la cabeza «Senderos de Gloria«. (1957)
Las trincheras, la crueldad de las trincheras, de la «tierra de nadie», de las alambradas y ametralladoras asesinas y del generalato más cruel y asesino si cabe, esta es la más famosa, pero si en algo tenemos donde elegir es aquí, aparte de la de Stanley Kubrick y «hoyuelos» Douglas pues sin duda «Largo Domingo de Noviazgo» (2004), que si bien no toca demasiado el tema bélico sí que muestra la crueldad de la trinchera en apenas tres o cuatro secuencias.
Cómo no, «Feliz Navidad«, peli del 2005, que narra un suceso real de comienzos del conflicto, pero sin duda, mi preferida sobre la causa «trincheril» es «Sin Novedad en el Frente«, parece mentira que Lewis Milestone nos contara allá por 1930 una historia tan real, cruda y apabullante sobre la vida de los soldados alemanes en el frente occidental, ciertamente la fotografía, los efectos especiales, las escenas de batalla, decorados y tal se han quedado desfasados, pero la peli es muy muy grande y recomendable aún hoy en día.
««Deathwatch»» , de 2002, también transcurre en las trincheras, pero se trata más de una peli de suspense y hasta terror que de guerra, eso sí, es de las que mejor trasladan la vida en esos nidos de muerte que fueron las citadas trincheras.
También hay cabida a las pelis biográficas, de héroes como Alvin York, el más concedorado militar norteamericano en la guerra, “El Sargento York”, del año 1941 y estrenada curiosamente el año en el que su país entro en la II Guerra Mundial, decir que a Alvin no le hizo mucha gracia, al menos al principio, que se rodara la peli, de las andanzas yankis en la I Guerra Mundial tenemos «El Batallón Perdido«, de 2001, de sus vecinos del norte la pesada superproducción «La Batalla de Passchendaele«, de 2008, de las pocas en los que los canadienses son los protas.
De la guerra en Italia pues las dos «Adiós a las Armas«, de 1932 y 1957, mas de amoríos que bélica, seguimos con escenarios atípicos en el cine de la gran guerra y vamos a los campos de concentración, que los hubo, «La gran ilusión» es una peli francesa de 1937, censurada y prohibida por el régimen nazi, «Capitán Conan«, de las pocas pelis que muestran el frente oriental, de 1996, «Zeppelin» es de las pocas que nos muestra el mundo del espionaje en la guerra, es del 71, «El Almirante«, de 2008, nos pone el punto de vista ruso sobre el asunto, encima el punto de vista de los rusos perdedores, no la de los de Lenin.
Acabamos con «Johnny Cogió su Fusil»«, peli antibelicista donde las haya esta de Dalton Trumbo, estrenada en 1971 inspiró años después a Metallica para rodar su video «One».
Como ves, aunque hay pelis de sobra, hay muchos frentes, acontecimientos, desastres y detalles sobre los que el cine nos debe una gran peli, Von Lettow, Spee, Jutlandia, el genocidio armenio, los Balcanes, la Batalla de Tannenberg… esperemos que el tiempo haga justicia.
Abandonamos la guerra entonces con la posdata, evidentemente «One», de Metallica, no sin antes añadir que también la tele se ha asomado al asunto de la gran guerra, con títulos como “Downton Abbey”, de la que hablaremos en su momento, por cierto, como sé de uno que no va a faltar, como buen amante del cine, a esta entrada, aprovecho Plared, me gustaría que te pasaras por aquí, me gustaría saber tu opinión sobre el tema.
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