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Una de gangsters irlandeses.
Tiene peligro esto de acercarse a series de mafiosos, gangsters y demás, tiene peligro porque tienes vistas alguna muy grandes, hace poco te hablaba de «Boardwalk Empire», qué decir de la gran «The Sopranos», o incluso de la italiana «Roma Criminal», hay que tener las pelotas muy gordas para, después de ver esas, atreverte con otra, pero, si te digo que es una serie que quizá sea el mayor fracaso del canal NBC en toda su historia ya es la cosa de tener las pelotas que no te encajan ni en una plaza de toros.
Porque sí, una sola temporada y cancelada, pero es que fue cancelada incluso antes de acabar, la mitad de capítulos se emitieron solo «on-line», ¿Por qué verla?, varios motivos, el principal, me gustan las pelis y series de mafiosos, no me gusta que me rompan las piernas, pero verlo me apasiona, me va la violencia, si es gratuita más, que soy pobre, tiros, palizas, «Hell´s Kitchen»… Además, el responsable del asunto es un tal Paul Haggis, que sí, no te sonará, es lo que tiene no tener ni puta idea de estas cosas, a mí al conocer a gente de Hollywood y al follar no me gana nadie, este es guionista, director y productor, colaborador, por ejemplo, de Clint «tevoyadardoshostias» Eastwood, «Million Dollar Baby» o las dos pelis de Iwo Jima, es además responsable del guión de «Crash», esa peli a la que la peña pone verde y que a mí me encantó.
Llegados a este punto habrás reparado que ni siquiera te he hablado de qué serie es la que ocupa estas liderianas palabras, «The Black Donnellys», «Los Hermanos Donnelly» en cristianés, «pero black no es hermanos», te dirás, razón tienes, pero ojo, que no son tampoco negros, ni oscurillos, son irlandeses, de esos que se dice que fueron descendientes de emigrantes españoles, pero irlandeses.
«Hannibal» en la tele.
Pues ante la falta de ideas de las teles generalistas poco podía extrañar que NBC rescatara para una de sus nuevas series la figura de Hannibal lecter, al menos han tenido la decencia de adaptar al personaje original y no hacer un personaje nuevo, vendiéndole como eso, original, siendo una copia burda, como son por ejemplo todas esas series con pareja de detectives, chico-chica, guapos ambos, listos ambos y con ganas terribles de follarse, ambos, aquí no, aquí directamente beben de los libros que inspiraron las famosas pelis, sobre todo «El Silencio de los Corderos», aunque esta primera temporada sería, más menos, equiparable a «Red Dragon».
Bryan Fuller es el responsable, creador, showrunner o como coño quieras llamarle, Hugh Dancy es el cazador de asesinos en serie, Mads Mikkelsen («El Rey Arturo») es Hannibal, Caroline Dhavernas (que tuvo un papelillo en «The Pacific» y bueno, como caras conocidas pues citar a Laurence Fishburne o a Gina Torres, que formó parte de esa maravilla de serie que es «Firefly», decir que las críticas que leí antes de empezar a verla tampoco es que hablaran de la quintaesencia de la polla en verso, pero vaya, que para lo que se acostumbra a ver en esos canales no pintaba mal la cosa, siendo sinceros, el motivo, aparte del tirón del personaje, para verla, era más que nada la próxima jubilación de mi asesino en serie predilecto, «Dexter».
Vaya pandero Diana.
Primera mitad de la década de los ochenta, la NBC estrena una serie que cuando llegó a España creó un fenómeno sin parangón, la teleindiscreta se agotaba en los kioskos porque regalaban una pistolita de cartón como las de rayos de unos lagartos, millones de adolescentes nos pajeábamos ensoñando con lagartas, «V», una letra, una letra que pasó a la historia, pocas series más míticas hay, de ella me dedicaré a hablar en los próximos minutos.
Kenneth Johnson es su creador, pocos éxitos más tuvo, de hecho sigue empeñado en retomar la serie y hasta tiene guión al respecto, el reparto, pues mítico, actores y actrices que en su mayoría han pasado por más pena que gloria en sus carreras, pero que resultan inolvidables: Marc Singer, Jane Badler, June Chadwick, Faye Grant, Michael Ironside, Frank Ashmore y «Freddy» Robert Englund.
El Gran Tim.
Tú vas viendo series y más series, unas te gustan más que otras, resulta que en esas que te gustan vas viendo los títulos de crédito y al final te das cuenta que muchos nombres se repiten, y te das cuenta que unos se repiten más que otros, y coño, al final resulta que muchos de los capítulos que más te gustan tienen un tío detrás de las cámaras en común, un tío como Tim Van Patten, un gran infravalorado, así que al menos yo pienso hacer un poco de justicia a su persona.
Nuestro protagonista es neoyorkino, de Brooklin, nacido un 10 de junio de 1959, casado y padre de dos hijos, compañero de colegio mayor de Jerry Seinfeld y miembro de una familia dedicada a la pantalla, hermanastro de Dick Van Patten («Con Ocho Basta») y Joyce Van Patten (veterana del cine y participante de esa mítica «Infelices para Siempre») y tío de Vincent Van Patten, ex-tenista, actor y director que ahora mismo presenta el «World Poker Tour», también es sobrina suya Talia Balsam, actriz que sale por ejemplo en «Mad Men».
Hablamos de un tipo que ha hecho de casi todo, actor en sus comienzos, guionista, director y productor, estando sus mayores logros unidos a la HBO, para ellos ha hecho de director en series como «Los Soprano», serie por la que fue galardonado, «The Wire», «Deadwood», «Boardwalk Empire», «Roma», «The Pacific», «Juego de Tronos» o «Sexo en Nueva York», desde 2005 ha trabajado exclusivamente con ellos, antes lo hizo para gente como Spielberg en «Into the West», para la FOX («Keen Eddie», «Pasadena», «New York Undercover «), NBC («Ed», «Homicide: Life on the Street «) o CBS («Touched by an Angel», «Promised Land», «Now and Again»), todo un curriculum en condiciones, a esto hay que añadir que hizo sus pinitos como compositor, aunque esto data de sus primeros años y no debió de quedar muy contento del resultado puesto que no ha vuelto a repetir.
En los últimos años se ha metido también en el oficio de producir series, siendo «Boardwalk Empire» y «The Pacific» sus dos primeras apuestas, también en esto va de la mano de HBO, con la que vive en permanente idilio, no es de extrañar, ya que la productora americana ha encontrado en él a su más rentable trabajador, mas él también ha mostrado respeto y admiración por varios de sus compañeros de viaje en HBO, como David Chase, David Simon o Terence Winter, se puede hablar pues de un idilio completo.
Su principal seña de identidad es elegir con gusto la puesta en escena, mostrándonos los hechos sobre todo a través de los personajes, sobre los que presta especial atención, si hay un asesinato nos lo muestra desde la óptica de alguien relacionado estrechamente con el acto, lo cual nos hace llegar sensaciones, sutiles en ocasiones, que nos hace percibir las emociones del personaje llevándonos un paso más allá de la simple acción, es de los directores que más jugo sacan de los personajes que le marca el guión, de los que te hace meterte en su piel, es sin duda un director de personajes, de actores, en una entrevista dijo: «Creo que sé cómo poner un actor a gusto, no sé el idioma, si hay un lenguaje, pero creo que cada actor viene al rodaje con sus propias necesidades y luego tienes que manejar en consecuencia».
Aunque evidentemente no es sólo eso, ejemplo claro uno de los episodios que rodó para «The Pacific», quizá el mejor, «Okinawa», mostrando toda la crudeza de la guerra, de forma espectacular y a la vez íntima, pero incluso este capítulo es una prueba más de la importancia que para él tiene la perspectiva, las miradas, no le hacen falta diálogos para mostrarnos el horror, la angustia que sienten esos soldados que están viviendo algo realmente impactante ante ellos.
A partir de ahora, si no has reparado antes, que sería extraño, cada vez que empieces a ver un episodio de la serie que sea (este no trabaja en malas) y veas su nombre durante el intro presta atención, serás testigo de un cineasta (sí, cineasta, porque ahora mismo él hace más cine en la tele que la mayoría en la gran pantalla) fuera de lo común, alguien con verdadera clase, con gusto y con criterio, y que sea por muchos años.
Allen y Lande para la posdata, Magnus Karlsson (Primal Fear) es el responsable de este proyecto (y autor de todas las canciones) que no es otra cosa que un duelo vocal en tres entregas entre dos de las grandes voces del metal, Jorn Lande y Rusell Allen, el resultado es una música en la que la melodía y las voces son las grandes protagonistas, del LP «The Revenge» este tema, quizá el mejor, «The revenge» (premio, se llama igual que el disco, sí).
«Kings», todo un bodrio.
Hay veces en las que una historia en principio original se convierte en un truño en toda regla, este es sin duda el caso de la serie de la NBC «Kings»
Michael Green, creador del producto, nos presentaba a priori algo sumamente interesante, una Monarquía en los tiempos actuales, pero no esas a las que vemos en bodorrios, en el «Hola», «Hola Corazones» y demás, no, un Rey del estilo «época medieval», en un país ficticio llamado Giboa, enfrentado a una dictadura vecina, Gath, obviamente no dejas de decirte que se trata de los Estados Unidos y Canadá actuales, pero vamos, esto es simplemente personal.
Encima tenemos al frente del reparto al gran Ian McShane ( «Deadwood» o “Los Pilares de la Tierra”), secundarios como Wes Studi («El Último Mohicano), Eamonn Walker ( «OZ» ), Dylan Baker o incluso el presumible retorno a la gloria del otrora insufrible niño Macaulay Culkin, con todo eso era obligado darle una oportunidad, grave error.
Bien, la cosa al menos no engaña, ya desde el principio te echas unas risas con el sinsentido de serie que es, como digo están en guerra Giboa y Gath, guerra cuyo referente en todo caso debiera ser alguna de las actuales, aviación, carros de combate, ejércitos modernos vaya, pues nada, ahí tenemos el frente con los soldados parapetados unos frente a otros estilo guerra de secesión, secuestran al hijo del Rey, interpretado por Sebastian Stan (para mí de los pocos personajes salvables de la quema) y el prota guapo, al que da vida Christopher Egan, va a rescatarle, obviamente el enemigo es tan gilipollas que teniendo al hijo del Rey rival lo tiene preso en una tienda de campaña a la vista de las líneas enemigas, sin apenas soldados vigilando y va el guaperas y con un par cruza el campo de batalla, se cepilla un tanque y rescata al príncipe.
El Egan este merece capítulo aparte, el tío tiene un registro, imaginaos una cara de chico haciendo pucheritos, enfurruñado, pues esa se gasta ya sea en la batalla, cuando le dicen que le ascienden, cuando le putean, cuando folla o cuando caga, tremendo el registro del mozo, bueno, resulta que el tío va y es invitado al palacio real, allí se encuentra con la princesita, claro, tú la ves ahí guapita y te dices, «no tendrán cojones a ser tan poco originales de liarlos», cómo que no, con un par, el personaje de la princesita tiene tela también, en general todos.
Luego la cosa ya pues nada, entre que el Rey pasa de querer matar al soldadito valiente a querer adoptarlo constantemente y sin aparentes razones, que las tramas e intrigas palaciegas no te las crees, que todo lo que pasa suena a forzado, que incluso el reino en sí mismo suena falso como el beso de una suegra, que todo, en definitiva, es un cagarro de cuidado, pues la terminas porque hasta esto es mejor que la «Hispania» de turno.
Para que veáis cómo es la cosa la serie aguantó tan sólo cuatro capítulos, en los que la audiencia cayó en picado, la cancelaron, dieron el resto de lo grabado en verano y tras la primera temporada fue cancelada, merecidamente sin duda.
Magnum son todos unos veteranos, estamos ya en la postdata dichosa, a pesar de su agresivo nombre son un grupo muy melódico, su seña de identidad es el hard, como dije antes con la melodía como acompañante, su existencia data ya de la década de los 70, por lo que poca duda cabe de la excepcional trayectoria de los británicos, un porrón de discos, recopilatorios, DVDs y demás, «Your Lies» es un ejemplo válido de su música: