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«Last Resort» ¿tan mala como aparenta?.
Dicen, los más sabios del lugar, que si huele a mierda y tiene pinta de mierda es más que probable que si la pruebas te sepa a mierda porque mierda será, estando tan claro el tema pues hay ocasiones en la vida en las que uno arriesga, como es el caso, tras ver la tercera temporada de «Game ot Thrones» me encuentro conque no tengo completas las series que quería ver, «House of Cards», «Hannibal» y «Los Hermanos Donnelly», así que le eché un ojo a «Last Resort», «Último destino» en cristianés, serie de ABC, ¿por qué?, porque está creada por Karl Gajdusek y Shawn Ryan, y este último es también el padre de una pedazo serie, «The Shield».
Va de submarinos, o eso parece al menos, primera cosa que me toca los witos, no me atrae, encima ves el cartelito y ves las caras de los protas y ya flipas, esos gestos forzados… en fin, que hay que hacer el esfuerzo, es, hablando de mierda, como el cagar, sin esfuerzo no hay recompensa y sí estreñimiento, ¿quiénes son los protas?, Andre Braugher, Scott Speedman, Daisy Betts, Camille de Pazzis, Dichen Lachman (que sale en una que tengo apuntada para ver, «Dollhouse») o Jessy Schram, que es una de las del reparto de ese engendro llamado «Falling Skies». La verdad es que repasas las filmografías de los protas y ves tanta basura en ellas reflejada que hay que tener fe de la buena para empezar a ver esta.
Generosidad incomprendida.
Gonzalo Moliner, presidente del CGPJ (una cosa de jueces), «Viajar en turista no da una buena imagen», cuando dijo esas palabras no recibió más que críticas, uno está un poco hasta los huevos ya de la gente, ¿acaso se paga así la generosidad en este país?, si por el fuera viajaba en burra, pero no, se sacrifica, prefiere viajar en primera, con comodidades que le asquean, ojo, por la buena imagen del país.
Pero la gente no es agradecida, ya puedes pasarte la vida dándolo todo por los demás que está más que comprobado que al final lo que triunfa es el egoísmo, y de eso irá esta entrada de hoy, mas no de estos maravillosos seres que nos juzgan, gobiernan y demás, no, es más cosa de andar por casa, aplicar el mismo concepto a la vida doméstica.
El dibujo de Pgatina.
Hace tiempo que uno frecuenta el blog de Pgatina, incluso la dediqué una entrada, dibuja, adorna sus dibujos con unas letras, a mí, aparte de intentar saber qué pensaba ella al dibujar me sirve también para ver qué me dicen a mí esos dibujos, cosas guarras la mayoría de veces, algo similar hace también Elsa e incluso Silvia, ya dibujar es complicado, mis hijas lo hacen mejor que yo, pero hacerlo ya expresando algo.. pues eso.
La cosa es que Pgatina y yo hace tiempo teníamos algo pendiente, el que ella me diera un dibujo «virgen» y fuera yo directamente el que pusiera las letras, pues de eso irá esta entrada, pondré un dibujo y luego lo miraré, lo remiraré y lo que este me diga lo pondré negro sobre blanco, sin que esto de «negro sobre blanco» tenga connotación sexual alguna.
Azules y Grises.
Quiero hablarte de dos pelis, dos pelis que si las ves seguidas te da para dejar a las gallinas sin maíz de tanto zampar palomitas, son de esas de tropecientos minutos, una 262 minutos, la otra 214, ambas están basadas en sendas novelas de un tal Michael Shaara y su hijo, Jeff Shaara y ambas tratan sobre la Guerra de Secesión norteamericana, esa en la que los Estados del sur intentaron, sin éxito, separarse de los Estados Unidos de América, bien, vamos con la primera.
1993, Ronald F. Maxwell dirige «Gettysburg»
Si hablamos de cine bélico (aunque a las guerras antiguas las solemos meter, no sé bien por qué en «cine histórico«) hablamos sin duda alguna de la peli más bélica de la historia, pocas o ninguna verás en la que una batalla es 100 % protagonista, entre los prolegómenos y la batalla en sí no deja lugar a nada más, si te gustan los tiros y tal pues tienes varias raciones, si te gusta la táctica militar pues tienes quizá la obra maestra que buscabas, casi te parece estar viendo un documental, contada desde ambos lados, el del norte y el del sur, nos muestra una Batalla de Gettysburg tal y como sucedió, hay algún episodio, como la responsabilidad de la carga final de los confederados, que aun hoy en día se sigue discutiendo, pero a grandes rasgos la fidelidad histórica es enorme.
El reparto es sin duda también de campanillas, Tom Berenger, Jeff Daniels y Martin Sheen son quizá las estrellas más destacadas, Maxwell Caulfield (presente en esos dos culebrones llamados «Dinastía» y «Los Colby»), Kevin Conway (con un papel secundario en «OZ»), C. Thomas Howell (uno de los actores con menos suerte de «Rebeldes»), Richard Jordan (muerto justo el año del estreno) o Stephen Lang («Terra Nova») son alguno del resto del reparto, este Lang además curiosamente protagoniza también la otra peli de la que hablaré después, pero cambiando el personaje.
En un principio estuvo pensada como miniserie, pero Ted Turner, que se hizo cargo del proyecto, se empeñó en estrenarla como película, el fracaso comercial fue bastante gordo, pero en cambio fue considerada con los años como una obra casi didáctica, mostrada en muchas escuelas incluso, y cuando TNT la estrenó en televisión lo hizo con 23 millones de espectadores, un record para la tele por cable por aquel entonces, tienes, por si te interesa, otra versión, con material eliminado, que alcanza los 270 minutos.
Bien, hay que quedarse con lo que la peli tiene de interesante, la recreación de quizá la más importante batalla librada durante la Guerra de Secesión, el verla desde diversos puntos de vista, estilo «El Día Más Largo» o «Un Puente Lejano», escenas de batalla pues eso, muy logradas, con centenares de extras, pero si no eres muy aficionado a temas de estos militares pues mejor olvídate, porque de tensión dramática lo mismo que tensión sexual en «Dora la Exploradora», no hay más argumento casi que la propia batalla.
Pasan 10 años y el mismo equipo rueda «Dioses y Generales», «Gods and Generals» en guiri.
Estamos ante una precuela, los hechos narrados son los que suceden antes de la Batalla de Gettysburg y realmente estamos ante algo bastante distinto a la peli anterior, distinto para bien y para mal, pero por partes.
Esta se centra más que nada en la figura de Thomas «Stonewall» Jackson, interpretado por Stephen Lang, que si has estado atento, que seguro que no porque te la sopla, estuvo en la otra peli, pero interpretando un papel distinto, si allí hacía del general que mandó la carga cuasi suicida de los de Lee, Pickett aquí interpreta al General de cuya ausencia muchos historiadores dicen fue la causa principal de la derrota del sur en Gettysburg, el citado «muro de piedra», aquí, al contrario que en la otra, sí que hay cierta historia paralela a la guerra, sobre todo la de Jackson.
Hay cambios importantes en el reparto, Robert Duvall y Bruce Boxleitner reemplazan a Sheen y Berenger, el papel de Lang como General Picket lo hace Billy Campbell («The Killing»), Mira Sorvino y Kali Rocha son dos de las actrices que ponen el punto femenino del que «Gettysburg» carecía y entre los secundarios encontramos a William Sanderson («True Blood» o «Deadwood»).
En esta hay cosas buenas, pero a grandes rasgos podríamos decir que es una bazofia en comparación con su antecesora, prácticamente todas las escenas que no son bélicas dan asco, no he leído la novela homónima en la que se basa, así que no sé de quién es la culpa de esos diálogos insulsos, cogidos por los pelos, totalmente increíbles y hasta tendenciosos, hay una escena en la que el General Jackson y un esclavo suyo empiezan a hablar de la esclavitud y mientras miran al cielo para dirigirse a Dios parece poco menos que eran los del norte los esclavistas y los sureños sus libertadores, no es que fuera al revés la cosa tampoco vamos, pero que da vergüenza ajena la parcialidad de la peli es algo que te aseguro.
Mantiene la cosa de ver la acción desde el punto de vista del norte y del sur, pero se le nota a la peli que toma partido, además, mientras que «Gettysburg» era prácticamente coral «Dioses y Generales» bien podría pasar por una biografía de «Stonewall» en sus últimos momentos, ¿significa esto que no debes verla?, pues no, significa que debes verla pero pasando todas las partes estas «de relleno».
Porque amigo mío, «Dioses y Generales» nos muestra tres batallas, Bull Run (la primera gran batalla de la guerra), Fredericksburg y Chancellorsville, y lo hace magistralmente, dando en pantalla detalles que al menos yo nunca había visto, como que en Bull Run y en general en los primeros meses de guerra muchos soldados del sur y sus oficiales aún lucían el uniforme azul y no el gris, entre ellos el propio Jackson, por cierto, en la peli se explica el por qué de su apodo, ganado en esta batalla, esta, Bull Run , y Fredericksburg son quizá en la película en la que más fielmente han sido llevadas a la pantalla y con gran lujo de medios, resumiendo, cuando los personajes estén hablando pasa las escenas, cuando empiecen los tiros recréate, y eso que en la versión digamos previa a la estrenada estaba también la de Antietam, que te quedan ganas de ver cómo esta gente iba a mostrar esa carnicería, también se cortaron escenas que hacían que la duración total rondara las seis horas.
Comentar que Ted Turner hace sendos papelitos en las dos pelis, que el actor en el que se pensó para el papel de Jackson en un principio fue Russel Crowe y que también aquí tenemos «montaje del director», que alcanza 280 minutos, decir que el fracaso de «Dioses y Generales» fue tremendo entre la crítica, que la tachó de demasiado partidista, hasta el autor de la novela en la que se basa, Jeff Shaara, acabó decepcionado con el resultado, acusando al director de cambiar la historia y personajes de su novela.
The Poodles para la posdata, estos suecos hardrockeros y ochenteros, de su album debut este «Metal Will Stand Tall», con la colaboración de Therese Merkel, que la leche, como se conserva la jodida.
De conspiraciones internacionales.
Pues sí, mira, tenía una entrada preparada para ser publicada, pero lo dejaré para mañana, hoy quiero hablarte de nuevo del «Caso Contador», aunque no sea directamente de él, quisiera hablarte primero de un ciclista, ya retirado, Jan Ullrich.
Jan Ullrich es uno de los ciclistas que más juego han dado en los corrillos ciclistas desde que tengo uso de razón, con una clase impresionante, una planta imponente, surgió justo después de retirarse Indurain, ganó un Tour y parecía que iba a ser el referente de su época, luego surgió Armstrong y se quedó como una especie de moderno Poulidor, si a esto unimos su relajada vida privada, sus coqueteos con las drogas y el alcohol (le supuso incluso una sanción de seis meses), su pertenencia a un equipo de esos en los que el dopaje formaba parte del día a día (osea como casi todos) y su aparición en la «Operación Puerto» tenemos una figura capaz de llenar horas de conversaciones.
La cosa es que ayer hubo sentencia del TAS, sí, como pasó con Contador hace unos días, sancionado con dos años, y este estaba retirado, por su relación con Eufeniano Fuentes y la «OP», como está retirado se le sanciona los dos años previos a su retirada, retirándole títulos que logró antes de que estallara el escándalo, pero he aquí que como no es español la prensa no ha hecho campaña alguna para comerle el ciruelo como lo han hecho con el de Pinto, me imagino qué hubiera pasado si Contador se hubiera retirado tras el positivo y le retiran todo lo ganado dos años antes de esto, escándalo mayúsculo.
Y yo claro, me pregunto, ¿no era lo de Contador una conspiración internacional para desprestigiar nuestra gran figura cuyo único delito es ser majo y ganarle el Tour a los envidiosos franceses?, es curioso, en esa trama de dopaje masivo, en el que la gran mayoría de implicados, médicos, directores y ciclistas, eran españoles, sólo se ha sancionado a seis ciclistas, todos ellos en el extranjero, sólo uno nacional, Alejandro Valverde, al que no se sabe por qué ni se le incluyó en el sumario, este también, evidentemente, sancionado fuera, en Italia, aquí todos inocentes y víctimas de los extranjeros envidiosos, idolatrados, protegidos, quizá eso explique la opinión que fuera se tiene acerca de nuestra postura, como país, ante el dopaje, que señores, es una puta trampa.
Quiero hablarte también de un modesto carnicero, Javier Zabaleta, de Irún, hasta donde yo sé Irún pertenece a España, ya, dejemos fuera un rato nacionalismos y tal, vamos a lo práctico, políticamente forma parte de España, por lo tanto Javier Zabaleta es español, este tipo es el que supuestamente vendió el solomillo contaminado que luego se zampó Contador en el día previo a los Pirineos del Tour de Francia 2010, este es el tipo al que, al dar todos por cierto (sin prueba alguna claro) la teoría de Alberto, han dejado a la altura del barro, citado en el proceso acudió a declarar, los abogados de Contador le intentaron pasar toda la responsabilidad a él, sin poder probar en ningún momento que en su carnicería se vendía carne contaminada, de hecho no pudieron probar que se vendiera carne con clembuterol en toda España.
Bien, como este no es una figura internacional a la prensa se la suda bastante, nadie se preocupa por su buen nombre ni su inocencia, metido en un jaleo en el que no tiene nada que ver, con un ciclista y su entorno capaces de echarle mierda sólo por intentar tapar sus vergüenzas, hasta Patxi López, lehendakari de todos los vascos, incluido Zabaleta el carnicero, apoyó la teoría de Contador sin que le importara gran cosa que eso hiciera que se pusiera en entredicho la profesionalidad de un ciudadano suyo e incluso la de todo un sector, lo que sea para salvar el culo a la estrella, para eso hay clases y clases, ¿alguien de todos aquellos que al dar por cierta la teoría del solomillo sin prueba alguna se ha disculpado públicamente con el carnicero de Irún?, no, ni lo harán, están demasiado ocupados en la «falacia ad hominem», atacando la credibilidad de AMA, UCI y todo lo que se ponga delante, algo muy del periodismo, algo similar a lo de «Inside Job», los banqueros se van de putas recordad.
Pero no pasa nada, lo importante ahora es involucrarse, hasta el ministro de asuntos exteriores lo hecho, en los guiñoles franceses, un ataque impermitible a la honorabilidad de nuestro deporte, porque lo que importa es eso, que nuestros éxitos deportivos queden sin mancha alguna, estos son famosos y nos dan pan y circo, el carnicero sólo carne, a él le podemos crucificar tranquilos, por cierto, muchos de los títulos y puestos que le han quitado por su sanción a Ullrich han pasado a ciclistas que aparecen en la «Operación Puerto», que debían de haber sido sancionados, pero nada, no pasa nada, eso es algo que digo yo, que soy un mal ciudadano que no hace más que sembrar duda de nuestros honorables y grandiosos deportistas.
Y por cierto, yo, curioso, me pregunto, ¿qué hubiera pasado si el que da positivo es un francés y echa la culpa a un solomillo comprado en España?.
Acabamos, posdata, The Poodles, temazo, «Shadows»
El mejor ciclista de la historia.
Si a ti, despistado lector, te preguntan quién ha sido bajo tus entendederas el mejor ciclista de la historia te vendrán dos cosas a la cabeza, la primera Eddie Merckx, la segunda el agradecer al encuestador esa pregunta tan original que llevabas tiempo queriendo responder y no encontrabas el sitio.
Claro, tu ves el palmarés de Eddie y la cosa parece clara, como mucho habría quien sacara a Coppi por aquello de la Guerra y tal, pero sí, Merckx parece claro, lo malo del tema es que no te han preguntado por el ciclista con mejor palmarés de la historia, te han preguntado por el mejor ciclista de la historia, ¿y no es lo mismo, acaso no se demuestra lo buen o mal ciclista que eres ganando carreras?, pues sí, pero todo es relativo.
Imagínate mi querido y despistado lector que montamos un deporte nuevo tú y yo, el clinclin, que ni puta idea de lo que es, pero como sólo lo practicamos tú y yo da lo mismo, oye, campeones del barrio, del regional, del nacional, europeos y mundiales, y por parejas arrasamos, pasan las décadas y en clinclin se populariza, entra en otros países, nos cuesta más ganar, pero seguimos ahí en la brecha, pasan más años y nuestro barrio, otrora gran potencia mundial de clinclin no se come ni los mocos, entre los americanos, los alemanes y los rusos nos machacan.
A continuación ejemplo de un partido de clinclin:
¿Quiere eso decir que nuestro barrio ha bajado de nivel?, no necesariamente, más bien lo que ha podido pasar es que a mayor nivel y variedad de competencia la exigencia es mayor, y es más que posible que Olegna Tetonova, que ha ganado el Mundial por los pelos sea mejor que nosotros cuando competíamos solos.
Pues eso, no tan exagerado pasa en el ciclismo, y sin embargo nadie lo tiene en cuenta, el ciclismo como todo en esta vida no surge de repente en todo el mundo, no, surge en Europa, como deporte de competición en carretera, tal y como lo entendemos (aclaro eso para evitar que alguien salga conque el ciclismo lo inventaron los churristanies en el siglo IV) Francia, Bélgica, Luxemburgo, Italia… poco más, se van sumando países, Alemania, España, Holanda… pero poco más, tú repasas los palmarés de las pruebas de hasta los años 60-70 y pocos ciclistas verás tú que no sean de alguno de esos países.
Poco a poco van incorporándose nuevos países, países que además resultan tener cosas que decir, países tan diversos como los de la Europa del este, los sudamericanos, con los escarabajos a la cabeza, Estados Unidos, Australia…
La competencia es mayor, eso, como en el clinclin aumenta el nivel colectivo, la exigencia para ganar, pero al igual que eso en el clinclin nadie lo discute, y reto a quien piense lo contrario lo demuestre con artículos de prensa 😀 en el ciclismo no se tiene en cuenta, ¿por qué no pudo en la época de Coppi o Merckx de haber tenido estos paises el nivel actual, existir un rival a la altura de ellos que bien pudiera haber mermado considerablemente sus palmarés?
Y si eso hubiera pasado, ¿Merckx y Coppi hubieran sido peores?, no, ellos serían los mismos, igual de buenos, ¿acaso algún ciclista de hoy sin ciclistas australianos, ingleses, yankis, kazajos y demás no pudiera llegar más fácilmente a labrarse un palmarés semejante a aquellos?.
Vamos ya con lo realmente serio, la postdata, «The Poodles», suecos, pintas ochenteras, debutaron en 2006 con un pedazo de disco, «Metal Will Stand Tall», parecían llamados para la gloria, luego pues como tantos otros, las ideas se van agotando, pero de ese primer LP podremos siempre disfrutar, grandes canciones, hard rock muy melódico, potente, sencillo pero efectivo.
Uno de los temas de ese disco de debut es «Lie to Me»