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De cómo Flanagan ayudó a Flácido a entender a las mujeres.
Quisiera presentaros a dos personajes, Flanagan, un atractivo madurito, rondando la cuarentena, alto y bien formado. Flácido, conocido por saludar siempre dando la mano flácidamente. Bien, una vez hecha la conveniente presentación pasaré a contaros una bonita historia, una conversación que ambos mantuvieron y que pretende daros de pensar. Pretende que veamos de una vez la incoherencia del sexo femenino a la vez de la incoherencia propia del ser humano.
Tres situaciones, distintas pero en el fondo la misma, muy diferentes resultados, es eso, para que veáis que es imposible acertar de ninguna de las maneras, obviamente es la hostia de graciosa la historia, pero eso tratándose de mí es de perogrullo, ¿quién era Perogrullo? Un invento del genial Francisco de Quevedo, en su libro Los sueños (1622). Bien, vamos con la historia esta de Flanagan y Flácido.
A falta de inspiración buenas son tonterías.
Sí, como no tengo ni puta idea de sobre qué escribir habrás reparado que las últimas entradas son bastante… ¿Cómo lo diría?, ¿deslucidas? Como todas las demás te dirás, más. ¿Que para qué sigo escribiendo? Pues porque la única manera de hacer realidad ser el blog más prescindible de la red es precisamente abandonarse a la tontería, si tuviera algo en el cerebro aprovechable y el don de la escritura estaría firmando libros por ahí en alguna feria, pero en las ferias sólo me quieren para hacer de payaso que se cae cuando dan a la diana con la bolita.
Boticaria Querida tiene curiosidad sobre lo que pensamos los hombres, sobre lo que pensamos cuando ellas nos preguntan que en qué pensamos, si nos pasa algo y todas esas cosas, a que tiene huevos la preguntita, sí, estás tú ahí a tu rollo y viene la moza y te pregunta si te pasa algo, que en qué piensas.
La cosa es que es tan sencilla que duele hasta decirlo, hay dos posibilidades, una, que no nos pase nada, que estemos callados simplemente porque sí, dos, que no nos dé la gana de contestar, porque si quisiéramos contarlo ya lo habríamos hecho.
Sobrevive al matrimonio, cuidadín que tienen mala baba.
No falla, es salir un sábado de fiesta, entrar en cualquier discoteca, pub, bingo o putetxe y siempre pasa lo mismo, la música cesa, las bolas cesan de dar vueltas y los palos de empujar y todos y todas se abalanzan sobre mí suplicando una nueva y sabia lección sobre el matrimonio y la convivencia en pareja, sí, es duro ser un referente intelectual y moral, encima que no lo pedí, el día que se repartían virtudes en el óvulo yo pedí ser un superdotado, pero coño, de nabo, no de lidereza de opinión.
Mas uno no puede luchar contra su destino por lo que dispóngome en los siguientes minutos a dar algún consejillo a los mozuelos en edad casadera y/o tengan pensado malvivir en pareja, con su novia digo, vivir con tu madre es otra cosa, un chollo además, algo que no agradeces hasta que lo pierdes.
El diario de Merikeit.
Buenas, soy Merikeit, este es mi más íntimo diario, una es muy de seguir los buenos manuales y de ignorar los deficientes, es por ello por lo que me fijo en cosas como esta y sin embargo cosas como esta otra las dejo arrinconadas en mi mente, porque una lo que quiere es ser feliz en esta vida, tú te dirás que como todos, pues parece que no, gracias a los consejos de mi inmenso y nunca suficientemente venerado ni vanagloriado líder pude cambiar mis actitudes ante la vida de pareja, buff, qué te diré, jamás he sido tan feliz, para que veas lo feliz que soy he decidido pillar una página cualquiera de mi más íntimo diario y dar fe.
Ayer a la mañana, me despierto, noto a mi macho al lado, oliendo como tienen que oler los machos, a hombre viril, nada de a perfumes ni a polladas, a sudor revenido, me desnudo y le despierto rozando mis pechos contra su espalda, cuando se despierta amablemente le sugiero la posibilidad de follar, él me mira sorprendido y me dice que si tengo fiebre, sí, en el coño, le respondo, me arde en deseos, ante sus dudas le ofrezco ir a prepararle el desayuno antes para que pille fuerzas, siempre y cuando me prometa no cepillarse los dientes porque el aliento de un macho tiene que tener su personalidad.
Mi lado femenino tomó el control.
Soy el lado femenino de Dessjuest, todos los hombres tienen alguno, qué hombre no ha hecho alguna vez cosas habituales de mujeres como hacer más de dos maniobras para aparcar el coche o bajar la tapa del váter cuando acabas de mear. Normalmente es difícil asomar la cabeza de entre la cantidad de cosas que pueblan la cabeza de este señor, pero a veces no puedo resistirme.
Ojo con el notas, dice que de joven le compra un regalo a la novia, según él algo «para que esté más guapa», y tras tenerla varios días en vilo pensando en qué será, si una cadenita, una pulsera, un anillo con un pedruscazo va y le suelta una depiladora. Pilla ella, a quien no conozco pues por entonces aun no tenía lado femenino el orangután este y se lo tira a la cabeza. ¿Qué sociedad estamos montando?, es escandaloso, a que sí, a que no hace falta pensar mucho para darse cuenta de que en esa situación alguien no actuó como debería haber actuado.
El hombre que le daba a los poemas flácidamente, pero con amor propio.
«Querida, tú, para mí, fuiste un puerto en el que cobijarme, tus ojos los faros que me mostraron el camino, tus pechos los amarres donde asegurar mi estancia, tu sexo el lugar ideal para encallarme». «Querida, al igual que una tormenta hizo que llegara a ti, otra hizo que recalara en esta espectacular rubia que tiene no dos, sino cuatro faros, pues tales pezones iluminan mi vista como frágiles luciérnagas en el caminar de la vida.» «¿No es, acaso, cierto que ayer la tempestad llegó a nuestro matrimonio?, ¿es mentira que palabras gruesas separaron tu gruesa existencia de mi vida?».
Merikeit tardó en reponerse, del susto e impresión, la imagen de su querido Manolo en brazos de una exuberante rubia vestida sucintamente estuvo cerca de desesperarla y provocar que salieran de su boca improperios, mas tras contar hasta 9, que hasta 10 no pudo, logró articular un par de frases cuidadas a la par que respetuosas.
Un mal ejemplo.
Tócate los huevos colega, domingo, te levantas a sacar a la perra, esa misma que iban a sacar la parienta y las crías, llegas a casa, te pones tu colacao, preparas la cafetera, la dejas sólo para darle al botoncito, te sientas a ver la tele, tres horas después se levanta la moza, te mira, te pregunta, «¿me has puesto el café?», «sí doña baronesa, a su servicio doña baronesa, lo tiene presto a la espera de darle al botoncito», ¿tú crees que te agradece el detalle?, «pues Asier le lleva el desayuno a la cama a Nekane».
Claro, puto Asier de los huevos, ahí dando ideas no te jode, tú la miras, «a ver, que a lo mejor no te entendí bien, ¿tú quieres que te de la leche en la cama?, pues tira, que tengo aquí la reserva láctea a rebosar, que a este paso en vez de leche va a salir queso curado». Y ya por culpa del Asier de las pelotas el domingo estropeado.
¿No tienes planes para hoy?
Normalmente el fin de semana es el momento elegido para descargar tensiones, echar un polvo, irte al cine, a bailar, a acuchillar ancianitas en los pasos de cebra, cosas normales que todos hacemos en un sábado normal y corriente, bueno, evidentemente, habrás reparado que hay una cosa que sobra, que ni por el forro hacemos, cierto, me he colado, echar un polvo sobra.
Pero, es probable que tú seas de esos tipos tristes que se dicen, «para qué salir si nadie me hace caso, prefiero quedarme en casa leyendo un libro y decir que soy superior al resto y bla bla bla.», ya ya, si nos conocemos, o puede que seas de esas tipas que prefieren quedarse en casa los sábados esperando que llegue tu príncipe azul y llame a la puerta, coño, si no me das la dirección mal vamos.
Da igual, si por lo que sea no piensas salir de casa en todo el fin de semana te propongo un plan alternativo, pero debes tener un blog, eso sí, límite 24 horas, no hay más tiempo.
Generosidad incomprendida.
Gonzalo Moliner, presidente del CGPJ (una cosa de jueces), «Viajar en turista no da una buena imagen», cuando dijo esas palabras no recibió más que críticas, uno está un poco hasta los huevos ya de la gente, ¿acaso se paga así la generosidad en este país?, si por el fuera viajaba en burra, pero no, se sacrifica, prefiere viajar en primera, con comodidades que le asquean, ojo, por la buena imagen del país.
Pero la gente no es agradecida, ya puedes pasarte la vida dándolo todo por los demás que está más que comprobado que al final lo que triunfa es el egoísmo, y de eso irá esta entrada de hoy, mas no de estos maravillosos seres que nos juzgan, gobiernan y demás, no, es más cosa de andar por casa, aplicar el mismo concepto a la vida doméstica.
Parienteitor 3000.
Querido lector, ¿harto de ser el hazmerreír de tus amigos?, ¿harto que tras despertar de una ligera siesta de 5 horas la parienta te mande penosas y esclavistas tareas como calentarte tu mismo tu café en el microondas o mirar por la ventana a ver si llueve y así decidir qué ropa ponerse?, estás de enhorabuena, tu líder de opinión predilecto tiene la solución, el «parienteitor 3000». No aceptes imitaciones, el «parienteitor 2999» está desfasado, su software es de la semana pasada.
Con el «parienteitor 3000» jamás volverás a escuchar frases como «mira que eres vago, todo el día en el sofá», o » a ver si recoges de una puta vez los calcetines del cuarto de baño», no, al contrario, se ofenderá si los recoges tú mismo, si tras levantarte de esa siesta de 5 horas te notas tan cansado que decides darte una cabezadita vendrá y te arropará, no sin antes traerte el orinal para que no tengas que realizar ese largo y dificultoso trayecto hasta el baño.