Hay que ver lo que hemos cambiado cariño.

Bueno, esto lo escribo ahora, claro, cuando escribes algo siempre lo haces en ese momento, pero me refiero a que cuando escribo esto es justo tras publicar la entrada de la previa a la Vuelta a España , de lo que ha pasado meses, la cosa es que en los comentarios no sé por qué, porque nunca me pasa, la cosa degeneró un poquito hacia el tema parejas y hubo ciertos comentarios de mi querida Luisa Angela que me dieron por pensar y ponerme a lo que mejor se me da, meterme con las mujeres como género.

Sí, si eres mujer como siempre, si no te interesan las verdades mejor no leas más, si eres hombre sí, porque te hartarás a decir «qué razón tienes cojones», la cosa se reduce a dos grandes mentiras que por repetidas acaban convirtiéndose en «sus verdades». Dos mentiras, una, «has cambiado, no eres como antes», dos, «es que tienes que trabajarte el tema, que os abandonáis y nos abandonáis», que se resumen en pérdida, presuntamente claro, del romanticismo y demás pijadas varias.

Ains, me estoy frotando las manos del desahogo que me voy a dar, a ver, pe-que-ñas, a ver…..

Que cambiamos decís…. Vale, poneros en situación, domingo a la mañana, te despiertas y vas a desayunar, está ahí ella con el amoniaco ya, es enfermedad, para mí que se colocan con el amoniaco o algo, tienen el mono, te despiertas a mear a las tres de la mañana y ya están con el amoniaco de los huevos, tú ni ganas de desayunar, dices algo y es como despertar a la bestia: «Encima, que nos va a comer la mierda», «claro, tú tócate los cojones, como siempre», «el día que me harte a limpiar nos va a comer la mierda».

Niñas, en serio, miraros, viajar en el tiempo, cuando éramos novios, ¿qué hacíamos?, sí, follar, como descosidos, cualquier sitio y lugar era adecuado, hasta la cama de tu madre era buen sitio, que mira que era incómodo ver ahí la foto de la boda de la suegra mirando. ¿Quién ha cambiado?, yo sigo siendo igual, me interesa follar, no limpiar la cocina, que para todo hay tiempo coño, un domingo a la mañana lo que presta es aprovechar en la cama hasta que se despierten las fieras para echar uno mañanero, no para esas cosas.

Cambiáis, y queréis que nosotros cambiemos, eso es imposible, yo te veo ahí agachándote para coger la lejía y no me vienen ganas de limpiar los armarios, me dan ganas de amorrarme al culo, pero es que ya me conocías así, tú eres la que nunca te puedes quejar, era un salido, soy un salido y seguiré siendo un salido siempre, ahora, si me llegan a avisar…… Encima eso, hay que aguantar la frasecita, «es que has cambiado», tócate los huevos, si hemos pasado de estar todo el día echando polvos a estar todo el día quitando el polvo.

«Tienes que trabajarte el tema», claro, lo mismo, dos cosas, piensa lo que hacía falta entonces trabajarte el tema, estábamos en el centro comercial, te miraba y te decía, sutilmente claro, «¿vamos a follar?», y sí, me llamabas salido, pero en media hora estábamos en el picadero, ¿por qué si entonces no hacía falta que trabajara tema alguno ahora si?, ¿quién es la que ha cambiado OTRA VEZ?.

Claro, pasan los años, tú ves como paulatinamente tu vida sexual se degrada, como te preocupas de cualquier cosa menos de lo que nos preocupaba antes, ves cómo cambia el tema, y todavía te tachan de no trabajarte la cosa, joder, si es pedirnos cualquier cosa con cara de salida y hacemos lo que sea solo por el polvo sugerido, «¿me llevas a Burgos a comprar el pan?» y ya estás arrancando el coche, hacemos todo lo que queráis por dios, lo que sea, es la desesperación, pero es que no vale con eso, tiene que salir de ti, manda huevos, para echar un cohete hoy en día tienes que pasarte el día sin abrir la boca más allá de lo necesario, dándoles la razón en todo, haciendo todo lo que ellas quieran, y aun así lo dicho, como se te escape un pedo ya la cagaste.

«Te abandonas», claro, tú no, no te jode, tú estás igual que hace 20 años, la diferencia es que a mi me la suda que hayas ganado unos kilitos, sigo quieríendote echar un polvo, es más, no pienso en otra cosa, si no me afeito es para darme ese aire malote que tanto mola en el cine, pero tu madre tampoco se afeita y bien que la quieres y no le niegas nada, un poco de igualdad por favor.

Bueno, ya está, me desahogué, para la posdata Apocalyptica. «I’m Not Jesus».