Las chocolatinas no salvaron al Alexia.
Uno puede esperar que el deporte profesional, el deporte de élite, significa dinero a espuertas, grandes medios a disposición de los deportistas, pero a veces resulta que tras una bella y pulcra cortina se esconden la vergüenza de tener que competir con lo puesto, casos hay bastantes, en fútbol hemos tenido encierros por no cobrar, pero suele darse en equipos de segunda división o categorías inferiores a esta, hoy te contaré un caso bastante curioso que se dio en un equipo ciclista, modesto eso sí, uno de tantos, pero que llegó a triunfar en el Giro de Italia, carrera que es en su país algo bastante importante por no decir todo un acontecimiento, y para el resto del mundo ciclista toda una referencia a seguir.
Nos ponemos en situación, año 2002, tras un par de años nefastos Paolo Savoldelli recala en el Index-Alexia (no confundir con el Alessio), llega Mayo y llega el Giro.
Un Giro con grandes nombres, en la salida estaba por ejemplo Simoni, ganador vigente que había dejado el Lampre para correr en Saeco, su ex-equipo llevaba a Pavel Tonkov, Garzelli lideraba al Mapei donde militaba un jovencito Evans, otro jovencito, Popovych lideraba el Landbouwkrediet-Colnago, Hamilton llegaba como jefe del CSC, Caucchioli y Gotti partían con la maglia del Alessio, Frigo con el del Tacconi, Escartin por parte de Coast, Aitor González defendiendo al Kelme, Honchar, Belli y Casagrande en el Fassa… es decir una pléyade de estrellas que preveía un Giro espectacular.
He aquí que al final del Giro el nombre del ganador se correspondió con el del «halcón», gran sorpresa y enorme triunfo para su equipo, un modesto Alexia que ni se creía lo que una apuesta sin demasiada fe les acababa de dar.
Porque es que además las circunstancias tampoco es que animaran al equipo a darlo todo, cuando comenzó el Giro tan solo habían cobrado una mensualidad, y la cobraron porque se plantaron negándose a acudir a la corsa rosa si no les daban al menos eso.
Eso, cobrar una mensualidad puede parecer un mínimo, pero tristemente fue lo único que acabaron cobrando en toda la temporada, al patrón una vez acabado el Giro y conseguido el triunfo se la trajo floja lo que a los ciclistas y sus familias les pudiera pasar económicamente, no pagó ni una mensualidad más.
Tiempo después muchos nos preguntamos el por qué si no cobraban siguieron compitiendo, fácil, primero porque si denunciaban el tema iban al paro y segundo porque era la única manera de poder llevar dinero a casa, ¿cómo era posible eso si no les pagaban?, pues ahí empieza la gracia de la situación, el cómo de la necesidad se hace virtud.
Primero se conjuraron para lograr resultados, ganar el mayor número de carreras posibles, disputaban hasta los avituallamientos, toda aquella pancarta susceptible de dar un premio en metálico era disputada con ahínco por un Alexia, el dinero que iban cobrando se repartía a escote entre la plantilla, no daba para mucho claro, porque Alexia no era equipo ganador y su líder tenía su cabeza más puesta en su próximo contrato que en ayudar a la causa común, pero ayudaba a pagarse el pan sin duda.
Index-Alexia tenía, como es habitual en los equipos italianos, multitud de pequeños patrocinadores, alguno de los cuales ni siquiera aportaba dinero, sino que pagaba en especies, eso fue lo que en cierta forma salvó a los ciclistas, dos de esas firmas eran Mars y Pepsi cola, pues bien, ni cortos ni perezosos los ciclistas se encargaron de colocar los productos que ambas marcas les daban, refrescos y chocolatinas en diversos comercios, sobre todo de conocidos y así, con el dinero que sacaban y lo conseguido en premios iban tirando.
Pero el esfuerzo de los ciclistas tuvo un final triste, al año siguiente la UCI negó la licencia al equipo, este presentó un documento en el que los ciclistas firmaban haber cobrado hasta el último duro, cosa que era incierta, pero la UCI no creyó ni una palabra, encargó a la empresa suiza Ernst una auditoría y la verdad saltó a la luz.
Los ciclistas del Alexia habían cobrado tan sólo un mes, habían subsistido a base de chocolatinas y pepsis, y en 2003 no pudieron salir como grupo a las carreteras, teniéndose que buscar la vida de nuevo.
Valgan estas líneas como pequeño reconocimiento a la profesionalidad de un grupo, que contaba entre otros con gente cuyo nombre aun nos es conocido, léase Di Grande, Elli, Hamburguer, Lanfranchi, Quaranta o Serri, y un grande del ciclismo moderno, «Il falco» Savoldelli dándoles la repercusión que un caso tan triste sin duda merece, aunque sea para aprender de ello y que no se vuelva a repetir.
Para la postdata trallazo, quizá el tema más rápido que Helloween ha dado en su carrera, al menos en la etapa de Deris, «Push»
Esto del ciclismo, todo un mundo. Se nota que te gusta este deporte…Cuidate y feliz año
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Igualmente maestro, nos leemos.
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