No tienes corazón, Merikeit.
Juzgado de lo extremadamente penal del Reino de Albacete, día del juicio a la multipolidelincuente Merikeit, el fiscal, un hombre que siempre daba la mano flácidamente pero que era de los que ganaban todos los casos por narices, no extrañaba su nombre, Porco Jones, manda subir al estrado a la acusada, esta, exhalando una bocanada de su pitillo (venga, no me jodas que no es un recurso literario molón lo de la bocanada) se levanta del banquillo, se ajusta la faja y se dirige… pues eso, se dirige al estrado.
Una vez sentada cruza las piernas para poner cachondo a todo el personal, pero como tenía una mesa delante nadie se percató, para romper el hielo contó el chiste del negro que se tira del avión, pedazo de chiste que te contaría, pero que escrito pierde mucho, Porco Jones se ajustó la corbata, paseó a lo largo de los asientos de los 12 testigos, exhalando una bocanada de humo de su pitillo, de repente gira y se enfrenta a Merikeit, «Srta. Merileit, repita ante el tribunal la declaración que hizo cuando fue detenida por la policía por manifestarse a favor de los derechos de los topillos, CONFIESE¡»
«Pues sí, lo reconozco soy culpable, de eso, de atropellar a una ancianita bondadosa, me pidió la hora, se la dí, al no devolvérmela me cabreé y la atropellé, luego me bajé del coche y sin miramiento alguno le clavé el tacón en los ojos, tres veces en cada uno, pedazo gorrona, luego fui donde un ciego y le robé un euro del cepillo donde pedía limosna, porque no tenía más, al no tener más me cabreé y le arranqué las orejas, fui al colegio público y les quité el bocadillo a todos los niños en el recreo y los vendí en el concertado de enfrente.»
«Empecé a robar a todos los pobres, que se jodan, iba a las tiendas de ropa, me ponía al lado de los probadores y a cada una que se probaba cualquier cosa les decía que les quedaba de pena, las llamaba focas y me tiraba a sus parientes delante de ellas, para hacer daño. Me colaba en las colas para renovar el DNI y hacía el paripé hasta que llegaba la hora de cerrar para que no atendieran a nadie, encima miraba atrás y me descojonaba a su cara, gilipollas, otro día más a perder toda la mañana, luego iba a la oficina del paro y gritaba en alto que tenía un trabajo fijo, que si estaban interesados, qué caras ponían cuando les llamaba ingenuotes y me reía».
«Robaba farmacias y luego iba a las residencias a gritar a los putos viejos que a ellos no les llegaba para las pastillas y sin embargo yo las tiraba por la taza del váter, mirad mirad vejestorios de mierda, ójala os de un infarto de la mala hostia. Iba a guarderías, machacaba el cráneo del bebé más mono, luego avisaba a los padres, íbamos al hospital y cuando estaba a punto de recuperarse después de siete operaciones cogía y lo remataba delante de sus narices añadiendo un par de jo jo jo que me consta que todavía les hacía más daño. He robado, he asesinado niños, bebés, mujeres, ancianitos, sindicalistas honrados, siempre a lo más débil y desprotegido de la sociedad, luego me tiraba a sus cadáveres, o me los comía, o me los comía, los vomitaba y luego me los follaba».
El jurado permanecía atónito, Porco Jones se frotaba las manos, el caso más fácil de su carrera, miró a Merikeit y le espetó (ojo qué verbo, pude decir «le dijo», pero ir a lo sencillo es de poco líder de opinión) «Merikeit, usted no tiene corazón».
«Cierto, es que me lo robó Flanagan, un tipo guapo y varonil, atlético y apuesto como pocos, vino, me enamoró y luego me robó el corazón» y empezó a llorar desconsoladamente, evidentemente el juez y todo el grupo de jurados fue a consolar a la pobre Merikeit, Porco flipando, «señores señores, que es una asesina, ladrona, encima con los más desfavorecidos y sin ninguna humanidad en sus métodos, coño, si lo ha confesado».
El juez, mientras acariciaba la dulce cabecita de Merikeit, «tranquila bonita, no pasa nada, pobrecita que le han robado el corazón, malo malo Flanagan, tas tas en el culo le vamos a dar como le pillemos, ¿un colacaito?» miró con los ojos enrojecidos de furia al fiscal, «señor Porco Jones, parece mentira, a la pobre le roban el corazón y usted haciendo sangre, haciendo de la víctima un verdugo, qué poca vergüenza, anda anda, salga de aquí que me está poniendo de los nervios» y dirigiéndose otra vez a la vilipendiada Merikeit, «ya ya, ya pasó ya, ya se va el hombre malo, no te preocupes que no pararemos hasta encontrar tu corazón, ahora llamamos a un dibujante, que haga un retrato robot y pondremos fotos en todos los periódicos».
Pero la incompetencia del sistema hizo imposible que Merikeit encontrara su corazón, así que continuó robando, mutilando y asesinando a todo lo más desfavorecido de la sociedad, se cuenta que mientras machacaba el cráneo de una viejecita por no cederle el asiento en el autobús la venerable anciana le decía «pobrecita, tan joven y sin corazón, malo malo el flanagan, menudo sinvergüenza» y así acaba la historia de la mujer sin corazón, en la banda sonora Héroes del Silencio, con «Deshacer el Mundo»
A ver si el desquiciamiento de la boticaria va a ser porque fue víctima de alguno de los robos de Marikeit. La verdad es que la pobre chica tenía para todo. No se puede ir por la vida sin corazón.
Un abrazo.
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Es una mártir, menos mal que al ser ficción se la comprende y apoya como se debe, pobrecita, nada más que para sufrir.
Abrazos.
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Lo que no ha comentado Marikeit (porque a pesar de todo, ella es muy discreta) es que yo le surtía de medicamentos caducados para repartir en las residencias cuando los viejos se ponían mu pesaos al verla tirar sus medicinas por el váter, así mataba dos pájaros de un tiro. Ah! Y además, cuando venía Flanagan a pedirme viagra se la cambiaba por laxantes, para que fuera aprendiendo el muy cabrón. Es que si las mujeres no nos ayudamos, no sé quién va a hacerlo.
Un besico.
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A Flanagan hasta le cambiaba la cadena de radio cuando le pillaba el coche, era una maldad continua la Merikeit 🙂
Qué mala idea tienes mona 😀
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lo de la faja tambien es recurso literario?
seguro que hacía todo eso por el puñetero flanagan que la dejó sin corazon.. ambos capullos.. a lo que vamos.. ni pobre merikeit ni hostias!
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De todas formas, ¿tu no tenías un blog en wordpress que no usabas?
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Lo del blog debía de ir en la otra entrada 😀
Sí, es otra genialidad de los grandes escritores, vosotros los mortales no precisais de grandes lindezas literarias, pero yo debo dar ejemplo y ofrecer una calidad en la escritura fuera de lo común
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ya tienes un email chavalote! 🙂
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Ok, he visto en algún blog de blogger que páginas si se pueden hacer, por lo que no hay problema, mira a ver si tienes la opcion de ponerlas privadas, osea, que solo las puedas ver tu 🙂
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No quiero empezar tan temprano a reírme, Pero…como se me ocurre a mi, entrar en este blog a estas horas?¡ Que no¡ Que no¡ .Me siento en mi ordenador arreglándome la melena jaajjaa ,para centrarme en tu post. Lo primero que llama mi atención es el corazón, buaaa buaaaa, jajajaa, la foto no me gusta, es un corazón en crisis …yo creo que esa pobre Meriket debía agradecer todo lo que escribes de ella, menos que el juicio se ha realizado en Albacete jajaja ,ya empieza mal la cosa . El corazón, cuando se sentó en el estrado, has dado claras muestras ,que lo tenía puesto, pues…esa coquetería ,ese modo de cruzar las piernas…esos detalles…jajajaa ,ademas los delitos que cometía no eran contra la realeza, eso significa que el corazón que perdió era de oro y al verse así, sin la vena aorta, sus delitos bajaron de categoría y estatus. Mira…sinceramente …que no me gusta Meriket jajajaaa.jajajaaa. Si tengo que aplaudir una de las acusaciones que se le hicieron, Me quedo con …fui al colegio publico ,les robe el bocadillo a todos los niños ,y los vendí en el concertado de enfrente y esto es…muuuuuyy triste buaaa buaaa ,jajajajaa . Maestro, me marcho que a los vecinos,los están despertando mis risas…Ademas si sigo escribiendo ,me alargo tanto ,que me tienes que poner aquí un blog, para mi solita jajajajaa. Y eso perjudicaría seriamente tu sorteo jajajaa . Feliz lunes. Besos .Elssa Ana
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Era un cúmulo de maldades la Merikeit, a cada perrería más gorda que la anterior, pero es lo que pasa cuando no tienes corazón, ella no tiene la culpa de que se lo robaran, es Flanagan quien indirectamente es el causante de tanto mal 🙂
Besotes querida.
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La Merikeit jajajaa. Te animo a seguir con la segunda parte, cuando le devuelven el corazón de melón jajajaja. Besos guapo. Elssa Ana
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Con el corazón era un ángel hazme caso, cariñosa y buena hasta decir basta, bastante menos interesante 😀
Besotes.
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Verdad es que a cuando uno le roban el corazón, se queda malito, malito y la vida le importa un carajo. Comprendo a Merikeit pero… ¿Un tanto brusca con sus sentimientos?😁
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Es que es gente sin corazón, capaz de hacer lo peor de lo peor, y cosas que me he ahorrado, que se dice que se colaba en la panadería y todo 🙂
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¡Sí, sí, por supuesto que es un recurso literario de la hostia lo de la bocanada, ¡pero ampliamente superado por lo de la faja!!!
Sigo leyendo 😉
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Es que los referentes mediáticos es lo que tenemos, de genialidad en genialidad
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Y tú bates todos los records 😉
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De verdad, eh… espero que le hagan un trasplante o a las malas un injerto para que pueda celebrar el día de los enamorados, que está a la vuelta la esquina 😦
Muchos besitos guapísimo, que tengas un gran día 😛
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Deberían ajusticiar a Flanagan que, bien mirado, es el auténtico responsable de este cúmulo de despropósitos. Por cierto, lo de alegar en su defensa que le robaron el corazón a lo mejor le sirve a más de un «ilustre» personaje de nuestra sociedad a la hora de enfrentarse al banquillo. Si no lo utilizan es que no te leen y entonces merecen que todo el peso de la ley caiga sobre ellos. Besotes!!!
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Es lo mismo, se la acusa de estar enamorada ¿ves?, también le robaron el corazón 🙂
Besotes querida.
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lo tengo dess!!!!!!! si es que con el sol todo se ve mejor!!!!!!!!!!!
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Vale, no te preocupes que mañana empezamos 🙂
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Y yo que pensé que estabas haciendo una analogía de la Infanta…jajajaja
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No por dios, como sois ¿eh? buscando siempre hacer el daño 😦
Besotes.
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La fuerza de tu relato tiene tintes cómicos por lo exagerado y lo he visto realmente así, como una tira del cómic: Otra aventura de Merikeit/Flanagan. Autor: El Rey del Cómic, Dess.
La frase que de verdad me ha llegado y que instnitivamente he limpiado mi mano en el jersey es la de «un hombre que siempre daba la mano flácidamente» esta frase sólo la puede escribir alguien que alguna vez ha sentido esa flacidez asquerosa. A mí me pasó una vez y todavía me produce repugnancia.
Besos Dess
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A mí la verdad es que me gustan mucho las historietas así entre lo exagerado y lo absurdo, sobre la flacided de las manos… reconozco que tiene mucho de autobiográfico 😀 ahora entiendo el por qué se cruza todo el mundo de acera al verme.
Besotes.
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WOW QUE COINCIDENCIAS… HOY HE PUESTO LA TERCERA PARTE DE MEMORIA CON UN CORAZON DE FOTOGRAFIA…
TU HISTORIA ES DIVERTIDA, LOS NOMBRES MARAVILLOSOS, PERO LO TRISTE ES QUE ESTA TAN CERCA DE LA REALIDAD…
ABRAZOS
CARLOS
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Sí, realmente hay excusas muy curiosas para justificar lo injustificable, que no se trata de ampliar miradas para juzgar a la gente, pero con sus límites, y no solo por Merikeit, cuántas veces se comenta una infancia dura para intentar justificar maltratos de adultos por ejemplo.
Abrazos mozo.
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El Flanagan debe seguir con su tarea de roba corazones…porque te deja muchos recursos literarios con los que puedes jugar
Lo cierto compadre es que la leyenda debe decir de ahora en adelante:
«Por cada nueve comentarios entrarás en un sorteo para pasar una noche de amor con el autor.»
si checas las estadísticas o mejor dicho los comentarios notaras que tus oportunidades se multiplicaran
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Para poder tener éxito debería sortear el tema entre cualquiera que entre al blog aunque sea buscando algo muy distinto a lo que buscaba y aun así mal lo veo 🙂
Recuerda, hoy primeras instrucciones compadre.
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Desde luego como eximente no la hay mejor, voy a empezar a utilizarla para justificar alguna locura que se me ocurra. Lo único que no hace creible tu relato es lo de exhalar una bocanada del pitillo, ahí te has pasao, eso si es un crimen actualmente, y por ello hubiera terminado la pobre Merikeit en el cadalso.
Besos, querido
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Es que con la ley antitabaco nos han jodido bien a los líderes de opinión que gustamos de los recursos literarios originales 😀
Besotes guapa.-
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Aquí el culpable de todo es Flanagan, la pobre chica es totalmente inocente ¿Qué queremos que haga sin corazón?, pues eso lo que hace ¡¡pobrecita nuestra, Dios mío!!.
Por mi que mate libremente todo lo que quiera, incluso a mi mismo.
Hoy he llorado desconsoladamente Maestro.
Un Abrazo Dess….. 😦 .
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Es que en el fondo es un drama, un dramón de los gordos, la desgracia de una muchacha víctima del amor 🙂
Abrazos mozo.
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¿Qué te costaba ponerle un final feliz?? que la chica se había regenrado
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No, mientras no recupere el corazón es imposible volver a ser alguien normal, pero al menos el resto del mundo se ha dado cuenta de que la culpa no es de ella 😀
Besotes.
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