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Cosas que me tocan los cojones.
En sentido figurado claro, cosas que hacen los demás, claro. No sé si has reparado alguna vez en que somos perfectos todos de narices, cuando hablamos de estos temas, de defectillos, siempre son de los demás, ¿vecinos tocapelotas? Todos tenemos, pero nadie se reconocerá como un vecino tocapelotas, ansioso espero que alguien, en este mundillo internetero, haga una entrada de blog tipo «hola, soy el típico vecino tocahuevos que pone la música alta y se pasa por el forro del anteprepucio las quejas de los demás, subiendo incluso el volumen».
En el tema de la pareja es igual, si reconocemos alguna manía será de esas que en el fondo son chorraditas, «tengo la manía de tenerlo todo superlimpio», es el otro el que tiene la manía de tirarse pedos en la ducha o mearse en la cama, o al revés, que es también habitual. Siempre es el otro, eso me toca los cojones ¿ves? En mi caso debo decir que no es así ni de lejos, yo también tengo manías, y gordas, me gusta tenerlo todo superlimpio por ejemplo, ¿ella? Alguna tiene, pero menos graves.
No tienes corazón, Merikeit.
Juzgado de lo extremadamente penal del Reino de Albacete, día del juicio a la multipolidelincuente Merikeit, el fiscal, un hombre que siempre daba la mano flácidamente pero que era de los que ganaban todos los casos por narices, no extrañaba su nombre, Porco Jones, manda subir al estrado a la acusada, esta, exhalando una bocanada de su pitillo (venga, no me jodas que no es un recurso literario molón lo de la bocanada) se levanta del banquillo, se ajusta la faja y se dirige… pues eso, se dirige al estrado.
Una vez sentada cruza las piernas para poner cachondo a todo el personal, pero como tenía una mesa delante nadie se percató, para romper el hielo contó el chiste del negro que se tira del avión, pedazo de chiste que te contaría, pero que escrito pierde mucho, Porco Jones se ajustó la corbata, paseó a lo largo de los asientos de los 12 testigos, exhalando una bocanada de humo de su pitillo, de repente gira y se enfrenta a Merikeit, «Srta. Merileit, repita ante el tribunal la declaración que hizo cuando fue detenida por la policía por manifestarse a favor de los derechos de los topillos, CONFIESE¡»