El insultante asunto de los partos.
De todos es conocido el tema de la diferente resistencia al dolor entre hombres y mujeres, no es que lo diga yo, es algo como impepinable. Viene la cosa de la falta de práctica, ellas sangran todos los meses, nosotros ni aunque nos den con un hacha en las costillas, toca mucho los huevos entonces que para una vez que te pones malo, que pillas una enfermedad mortal, un catarro por ejemplo, te vengan con la cantinela de que no es para tanto, que si la regla la quisiera para tí, que si nenaza y sí queridos amigos, lo adivináis, «ya me gustaría verte pariendo».
Es lo que necesitamos claro, yo no sé que parte de «prometes amarle, respetarle, cuidarle en la enfermedad y servirle fielmente» no le escuchan al cura cuando nos encadenan, en vez de darte mimitos, hacerte sopitas, qué se yo, atenuar un poco el sufrimiento atroz de ese infernal catarro, con mocos ojo, nada de los de tosecitas de nada, se dedican a tocarte los huevos con idioteces, es insultante.
Como si el parto fuera cosa de ella sola, encima nosotros con dos cojones, voluntarios, porque ella por narices tiene que estar, pero ¿nosotros?, estamos porque queremos, bueno, porque quieren, «¿no lo metiste?, pues estate cuando sale», ¿acaso yo deseo que pilles mi catarro?, a que no, qué ganas de fastidiar, para todo lo demás bien buena es su madre, pero para eso no, para eso es imprescindible tu presencia, ¿para que me asome y le llame a silbidos?, ya me dirás qué coño pinto ahí si hay más gente que en un dibujo de dónde está Wally.
Y te llaman cuando está preparado, según te acercas a la habitación vas con la enfermera y tal, escuchas gritos, casi aullidos, ella, la enfermera digo, te intenta tranquilizar, «no te preocupes nena, cuando encargamos al chaval gritaba mucho más», le dices mientras guiñas un ojo al más puro estilo Calendaria Torrados, eso es temple, un momento crítico y tú mantienes aun el sentido del humor.
Ella, la parturienta, cómoda ahí en su camita, con todo el mundo pendiente de sus necesidades, tú ahí sufriendo sin que nadie te haga ni puto caso, «¿ponemos la epidural?» pregunta otra enfermera, «pues no sé, de momento aguanto, pero vete preparándola si eso», respondes, hostia que te calza la parienta, joder, para darte hostias no le duele nada no, y entra la matrona…
Coño, la imagen que tiene uno de una matrona es la de una señora mayor, fea, pero fea de cojones, entra una jambona de esas dignas de que les pidan la receta a sus padres, pivonazo, se pone enfrente de la moza, tú, superando el tremendo dolor del parto y siempre disimuladamente le echas un sutil vistazo a ese par de jugosos melocotoncetes que luchan por no saltar de ese escote que más que escote es balconada en la plaza mayor, otra hostia, «pero mira que eres cerdo, ¿quieres estar a lo que hay que estar?».
Coño, pues pare ya joder, que mira que se hacen de rogar, y ahí que se pone la matrona y sí, lo típico, empieza a gritar «empuja, empuja»…. A ver, ahí agachada, con ese par de garbancillos hipnotizándote y ¿pidiendo que empujes?, coño, no me digas que no es cruel, durante unos momentos estás ahí deseoso de ponerte tras ella a hacerle caso, con la excusa de ver si el chaval sale de una puta vez, que mira que es plasta, nueve meses para salir y lo deja todo para el último momento, ese nos sale vago fijo, no se va de casa hasta los 70 años.
«Cógele la mano hombre», te dicen, vas tú y le pillas la mano a la matrona, no sabes para qué coño servirá eso pero si lo dicen será por algo, que son médicos, «a ella no cojones, a tu mujer», joder, para pillar la mano de mi mujer tengo toda la vida, seguro que se la zumba el médico, hay que aguantar los celos, estás tú al pie de la cama y hostia, tú te preguntarás si desde donde está la parienta llega, ya te digo yo que sí, llega de sobra. Pues coño, que concreten, que parece que les cobran por palabra, «cógele la mano a tu mujer», así queda clarito y no hay margen al error, es como cuando en la boda me dijo el cura que podía besar a la novia y yo me fui a morrearme con la novia de mi hermano, que estaba que se salía, si total, a la mía la iba a tener a la noche.
Osea, ella acaba la cosa sin levantarse de la cama, joder, que la llevan a la habitación y todo en la cama, a ti ni en una mísera silla de ruedas, a ella le ponen anestesia y venga atenciones, a ver si le sale o no la leche, a ti que te jodan, ya te la puedes sacar tú solito, tienes que dormir en una mierda de silla y encima no puedes ver la tele que molestas, claro, los niños, el tuyo y el de la cama de al lado berreando no molestan, encima la parienta diciendo que si no oyes al niño, estoy sordo no te jode, dale teta y si no ya voy yo, que desperdiciar la comida es pecado.
¿Y tienen los santos huevos de decirnos que no sabemos lo que es un parto?, insultante, ya te digo. House of Lords para la posdata, creo que hasta te podría gustar este «One Man Down»
Me dijeron que el dolor de la perforación de estómago es peor que el del parto, o sea que yo ya sé lo que es parir. Y me porté como un hombre.
Un abrazo.
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Bueno, yo he pasado una conjuntivitis, que tiene su aquel también no te creas, de hecho me sorprendí cuando fui a la farmacia y no me pidieron una ambulancia.
Abrazos.
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Pobrecillooooo mi Dess…pobrecin….que desazón que momento tan malo….y encima ahora te pilla el catarro con mocazos y a la prienta ya se le olvidó todo lo que hiciste por ella verdad?? que injusta es la vida..
Y a todo esto…te voy a confesar algo siempre respetando que cada cual hace lo que le viene en gana y punto pelota, pero a mí eso de que graben el glorioso momento….¿es necesario?? gusta verlo?? a quién?? a mí con una cámara delante en esos momentos me cierro en banda ( y nunca mejor dicho ) meto al niño padentro y me voy a casa..
Besos de esos que luego hay que barrer
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Nada más que para sufrir en esta vida, no te quepa duda 😦
Sobre lo de grabar pues de hecho ni se me pasó por la cabeza, bastante tenía con mantenerme en pie en el parto, ojo, que yo iluso de mí el día antes estaba preparando la maleta porque pensaba que me iban a dar otra cama a mí 😀 😀
Sois egoístas, ni siquiera se levanto una horita para que me echara la siesta.
Besotes.
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No tenéis ni idea, a lo que más se parece es a una operación de fístula anal
Ala a preguntar e informaros
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Hombre, yo lo que si puedo decir por experiencia es que me dolió bastante más la conjuntivtis que el parto 🙂
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Lo del catarro, lo hacemos por vuestro bien, porque a los virus se les mata de hambre y aburriéndoles, que si se les presta atención se acomodan y no se marchan
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Si al que hay que prestar atención es al agonizante enfermo, pero nada, ni lo más esencial ni bañarnos, tenemos que masticar la comida incluso, eso es denunciable.
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De verdad, es que la sociedad ha ido a peor y con mucho, donde están aquellos tiempos en que la mujer se adentraba en el bosque con un machete para parir y el marido era atendido por el resto de mujeres de la aldea para superar el trance.
Pobres
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Sí, esos tiempos eran buenos, yo diría que envidiables 🙂
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creo que a lo mas fuerte que he llegado es a un dolor de riñon y un dolor de muela. LA verdad que ustedes tienen un buen umbral del dolor, nosotros somos unos chillones. Amen
Carlos (el innombrable)
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No no, nada de chillones, tenemos el umbral del dolor bien alto, se aprovechan de que como no sabemos del dolor del parto lo exageran y nos tenemos que callar.
Abrazos.
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De todos es sabido que un catarro en un miembro del género masculino es una enfermedad de las más graves, por encima incluso de las hemorroides, que ya es decir.
Cuídate, maestro, que veo que la parienta no te hace ni caso.
Un abrazo.
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No, no tiene sensibilidad alguna, que ojo, hay catarros y catarros a mí a los catarros y al follar no me gana nadie ojo, es una pasada lo malo que me pongo, alguna vez hasta con una décima de fiebre.
Encima vas a la farmacia y te dicen que exageras, yo es que flipo con la poca profesionalidad de las farmacéuticas, estás ahí más en el otro mundo que en este, que ni disfrutar del cigarro puedes, y te dan un catarrol sin más, sin un chequeo, sin tomarte una vía…
Besotes querida.
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¿Pero no quedamos en que los virus no se te acercaban?
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En realidad es mentira 😀 pero había que buscar una enfermedad grave, si hablamos del recurrente dolor de huevos no nos toman en serio.
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¡Qué incomprendidos que somos, oiga ud.! Bueno, querido Dess. Después de esta entrada te cerrarán el blog y te correrán a gorrazos por machista impenitente pero antes, permíteme que te diga que gracias por hacerme reir a pesar del catarro que sufro con paciencia sin que ninguna me ponga una leve mano en la frente para consolarme.
Salu2
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Si, si lo estoy viendo, «machista, nenaza», no pueden contra los datos objetivos y se dejan llevar por la descalificación gratuita.
Abrazos y gracias mozo.
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Hola Dess,
primero de todo agradecerte que te pasaras por mi blog y que me dejaras tu comentario. Ahora mismo lo constestaré. Puedo asegurarte que he disfrutado con tu post de hoy. Lo he encontrado divertidísimo y real como la vida misma. ¡Ja, ja, ja!
Antes de continuar he de reconocerte una cosita, soy médico ginecólogo y he asistido a muchos partos, aunque desde el otro lado del que has descrito. ¡Ja, ja. ja! Pero también he sido padre en tres ocasiones y creo que puedo hablar desde el punto de vista paterno.
Te voy a contar una anécdota que me pasó en mi primer año de residencia de la especialidad: una compañera residente de ginecología, embarazada, se puso de parto un día que estaba de guardia en el hospital. Como había confianza, y viéndola que se retorcía de dolor maldiciendo a todos cada vez que tenía una contracción, se me ocurrió hacerle la «bromita» de decirle «que no había para tanto». Ella, mirándome muy seria, me miró y me gritó: si te dieran una patada en los huevos cada diez minutos, ¿tampoco habría para tanto?. Por supuesto, me callé y me aseguré que le pusieran la anestesia peridural lo más rápidamente posible. ¡Ja, ja, ja!
Un saludo.
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¿Ves?, ¿saben ellas lo que dele una patada en los huevos?, no, pero osan comparar, es su constitución, no disfrutan del momento, que no duele tanto, tú lo sabes bien que has tenido tres partos, ¿cogiste acaso la baja?, no, eso es valentía 🙂
No des muchos datos que como nos pillen nos ahostian fijo.
Abrazos mozo.
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Pues sí que eres todo un santo querido Líder, después a lidiar con la insultante cuenta del hospital, que a veces es lo mas doloroso del asunto; pero eso sí: tendrás que mantener tu sonrisa de oreja a oreja al entregar puros o chocolates según el caso a tus amigos y familiares que irán a visitar a tu mujer y al precioso bebe.
Un fuerte abrazo ¡valiente! 🙂
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Bueno, ahora no sé, de aquellas era gratis el asunto del hospital, eso si, puros no te dejaban ya fumar, que es malo para los bebés dicen, qué sabrán ellos 😀
Reconozco que si, que un santo pero de los de varias canonizaciones, mártir más bien, besotes reina.
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Jajaja la primer risa con la imagen y luego con el escrito jaja muy bueno dessjuest
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Gracias mozo 😀
Abrazos.
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Creo que las comparaciones son odiosas ; y que asistir a un parto de acompañante ,se debe ir por propia voluntad. Otra cosa es…que los hijos vienen al mundo, y los padres deben cooperar en su crianza y educación ,apoyándose mutuamente ,en todo el esfuerzo y responsabilidad.Pero no puedo entrar a tu blog, sin reír , he estado intentando mantenerme seria pero…que no ,que no puedo contigo, jajajaja jajajaa ,el chistecito jajaja .Besos guapo. Elssa Ana
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En realidad poco de lo escrito corresponde con la realidad, es por picar un poco ya sabes 😀
Besotes.
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Ahora si que me parto de la risa, que pillin que eres,jajajaa jajaja ,imaginativo también. Besos .Elssa Ana
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Si ese día estamos ahí acojonados y sin movernos siquiera, como para hacer tonterías 😀
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jajajaa no sigas…no sigas…jajajaa .Que despierto a los vecinos jajaja. Feliz día. Besos. Elssa
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Feliz día hermosa mía 🙂
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qué gran caricatura! me he reído mucho.
yo como vividora de la experiencia he de decir que con anestesia la historia es bastante liviana. el posparto, que dura el resto de la vida, es más cansado 😉
en cuanto al mito del hombre fuerte, todopoderoso y protector, que se desmonta ante el primer catarro, la culpa la tiene el cine. ¿leíste aquello de bruce willis del insomne? pues eso.
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Lo leí lo leí, y eso que Bruce es calvo, que todo el mundo sabe que nos da un plus de resistencia ante el dolor que raya lo increíble 🙂
Yo ya le dije a la mujer que parir con anestesia no es parir, ni se siente ni nada, pero me soltó un guantazo, tiene mal carácter.
Besos hermosa.
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¡Hostia! Y yo que venía dispuesto a hablar de guerras entre romanos y partos…
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Bueno, que siempre se puede ojo, los partos han dado mucho juego siempre 🙂
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Jajajaja. Pues yo nunca he pasado por un parto pero sí que digo siempre que el tema del dolor es algo muy subjetivo. Nadie puede saber cuánto le duele algo a otra persona. Me fastidia un montón cuando osas decir que te duele la cabeza y siempre hay alguien que dice. «Uyyyy, para dolores de cabeza, los míos, que me dejan doblado/a». O si dices que te pica un ojo «Uyyyy, para picores de ojo, los míos, que una vez hasta me arranqué uno rascándome y me lo tuvieron que volver a colocar». Sabrán ellos lo que me duele o lo que me pica a mí, hombre ya. Ay, que a gussssto me he quedado. Besotes!!!
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Eso digo yo, que cada uno tiene un umbral del dolor distinto, ahora, ya te puedo asegurar que mis catarros son mucho más graves que los demás, es algo objetivo del todo 🙂
Besotes Alterita.
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Jajajajajajajaja, por suerte sé que hablas en coña pero…. deja que te diga una cosa y luego la borras, si quieres:
CAPULLO!!!!
😆 😆 😆
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Ains, has ido a nombrar una de las partes más queridas de mi cuerpo, siempre detallista 🙂
Besotes reina.
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Ejjjjjque, en el fondo (o no tanto?), te tengo adoración 😆
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Siempre debemos procurar reír por lo menos una vez al día, yo ya lo he hecho por hoy y con ganas.
Gracias.
Un Abrazo Maestro Dess… 🙂 .
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Gracias a ti mozo, un honor.
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Yo no sé si es lo mismo, pero yo he parido varias piedras de riñon y duele lo suyo.
En mi experiencia en el Paritorio, las matronas que me tocarón en el lance no eran como las que tú describes, pero una de las Neonatologas era guapisima, pelo morenisimo y ensortijado, ojos claros y bella piel. Cuando una de las veces me vino a dar el parte médico, seguro que tenía cara de idiota escuchándola… ja, ja.
Un abrazo.
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Es que tienen su morbillo ya de por sí, por eso se juega a los médicos y no a las cajeras de supermercados 🙂
Abrazos mozo.
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Jajaja… mire señor D, yo vi un video de parto cuando tenía 12 años (y uno en el que no había epidural). Me traumaticé.
Los niños que los traiga la cigueña.
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Acojona, pero como digo en la entrada cuando los encargo chillan más y no es por tirarme el moco 😀
A sus pies hermosura.
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Bueno… eso depende del encargador 😉
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A mí ya sabes, a encargar y al follar no me gana nadie 😀
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Señor D, ya usted no está muy viejo para esos trotes?
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Si, pero esto va asi, cuanto menos aguantas más exageras, cuanto peor es el caballo más tienes que exagerar sus virtudes porque si no no lo vendes 🙂
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Ahhh, ya entendí… tenía que habérmelo dicho antes. Es que soy rubia y medio tonta.
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Me da que de tonta tienes lo que yo de guapo y melenudo 🙂
Y recuerda que eso es lo que te quedará, el no ser nada tonta, que la belleza pasa, siempre acaba marchitándose, la inteligencia al contrario siempre puede ir a más, esa será tu gran virtud cuando seas una ancianita y yo lleve años en cenizas.
A tus pies niña.
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Con ese comentario me ha cerrado la boquita. Un beso lleno de cariño para usted :*
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Y con asterisco incluido, de lujo 🙂
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Pobres hombres, es que las mujeres somos tan desconsideradas!!
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Sí, un poco quejicas y nada comprensivas con el dolor ajeno, está bien que se vaya reconociendo, besotes 🙂
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¿Se supone que es gracioso? Me parece una auténtica tontería
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Si a ambas cosas, lo pretendía al menos y si te fijas está en la categoría de «tonterías».
Saludos.
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Jodo si me he podido reír!!!!!!!!!!!! Con el post y los comentarios… y por supuesto de tu catarro con mocos!!
Muchas gracias dess!!! Es usted tan valiente!!!
*algún día nos contaras los de verdad??
😉
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No creo, aparte que no tiene mucho que contar, supongo que como todos, nervios, acojone, lloros, es además un momento que es muy complicado de contar, lo que sientes es incomparable, cuando me pusieron a las niñas en brazos, a las dos, fue una sensación flipante, inigualable 🙂
Besotes.
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Después de mucho meditar sobre el asunto, creo que he llegado a una sabia conclusión.
Solo a nosotras se nos ocurre con el paso de los años ir a parir a un hospital, e incluso abortar, pues va a ser, que como todo se privatiza, que cantidad de dinero se van a ahorrar en cuanto volvamos a parir en casa, bueno eso si no te expropia el banco, por si acaso voy a guardar el hacha de hacer leña para mi hija, porque como a partir de los 26 no entran en el seguro de los padres y trabajo no se si tendrá, pues en caso de apremio, ala al monte.
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Tampoco te dejarán vivir en el monte por antiecológico, lo suyo es que vayamos viendo puentes que luego se masifican.
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Oye yo creo que ya tengo los diez comentarios , ya me pasas sieso las bases del sorteo
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Esta noche toca sorteo 🙂
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¿Qué nervios? jajajajaj
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¿Tenías el 17?, si es así premio¡¡¡
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Por cierto, hoy, hablando del tema, me han contado un chiste, le dice ella a él, «oye, ¿aguantas mucho follando?» y él responde «la verdad es que aguanto más sin follar»
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Voy a empezar a contar los comentarios… no sea que me vea de parto…
Compañeros, yo creo que no es cuestión de sexos, sino más bien como lo feo y lo bonito, que depende de los ojos que lo miran, pues en lugar de quien lo mira, quien lo siente.
Salu2
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Mujer, ya no hay problemas por esa parte, que uno no engorda en absoluto 🙂
Besotes.
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He vivido engañada, ahora acabo de recibir la iluminación…
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Esa es mi obligación en la vida, ir abriendo los ojos a la realidad, que cuesta admitirla, pero es así, resumiendo, un parto no es más doloroso que un catarro, al menos en mi caso 🙂
Besos ojto.
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Cumples con creces tu obligación, te lo digo. En mi caso, el parto fue un pelín más doloroso que el catarro, pero hace tanto que ya casi lo olvido.
=)
Besos
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Pero poco más a que si 😀
De todas maneras repito, no conviene comparar un catarro normal, una pulmonía de nada, con un catarro de los míos, que son bestiales, que ya te digo que una vez hasta tosí.
Hablando de toser un chiste malo, un señor medio sordo va al médico con su hija, que tiene algún mal, el médico le pregunta al padre si su hija esputa y escrementa y el padre responde, «no, mi hija es puta pero no escarmienta».
Malo malo.
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Muy malo pero me hizo reír!!
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Gracias querida, besotes.
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Y luego que como estamos, que su fue muy duro y que blabla, y el pobre hombre ahí relegado sin que nadie le haga caso. Que injusto Dess!
A ver para cuando cambiamos papeles y os ponéis de parto vosotros para que por fin sepamos lo mal que se pasa siendo padre, nos lo merecemos.
Besos, querido
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Ojala, dios te oiga querida, mira, te contaré algo, eso de parir y la parafernalia que conlleva es algo que todos quiséramos para nosotros, me acuerdo cuando nació la peque, de los nervios no cagaba, yo para eso soy como regular, de ir a la mañana y café y cigarro cagarro, pero no había manera.
Cuando por fin parecía que ta, después de dos días, estaba yo ahí en la taza gritando «empuja empuja» y pidiendo a gritos la epidural, coño, si le puse un pañal y todo al zurullo 🙂
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Jajaja. Hala! Arreglándolo!
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Es que mi lado femenino me robó el teclado 🙂
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Pues yo, por suerte, y porque fueron por cesárea, no entré a ninguno de los tres. Y como ya estoy retirado de la búsqueda de infantes (además como si el mundo necesitara eso: más niños) pues voy a morir en paz, sin haber tenido que pasar por la traumática situación que describes.
Me alegro por mí.
Abrazo y para la próxima lleva dos cámaras. Queremos ver la filmación de tu cara durante el proceso.
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Acabaría con toda la reputación de tipo duro que me ido labrando
La verdad es que es un trance por el que no quisiera pasar, el parir digo, tiene pinta de ser chungo.
Abrazos.
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¡ay poooobre! Bueno, también yo estoy muy acatarrada, así que entiendo tu padecer. Anda, ven y apoya tu calenturienta frente en mi hombro amigo. Nada, ni caso de las habladurias: un parto es mejor que un dolor de muelas, que yo he pasado por las dos cosas. Mira te contaré un pequeña anécdota: me hallaba yo en la ardua tarea de traer a mi primogénita cuando en el box de al lado hallábase a su vez una loca esquizofrénica, que más que sufrir los dolores parecía que estaba protagonizando la niña del exorcista, tiraba cosas al suelo, gritaba, echaba espumarajos por la boca…, yo estaba a lo mio, pero sin descuidar la cortina por la tipa se lanzaba a por mi para sorberme las vísceras o algo así. Me tenía acojonada, bueno a mi y al resto de los congregados al evento. En fin, pues nada, guapete, que te recuperes. Un beso cargadito de gérmenes.
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Pues si se ponía así por el parto no me quiero ni imaginar cómo se podrá poner por cosas más graves como un resfriado 😀
Besotes hermosa.
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Como ves aquí estoy puntual, donde recojo el premio
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Como dice el refranero popular.
Deja el vicio un mes y el te dejara tres
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Jajaja. La historia de nuestra vida. Jajaja.
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Lamentablemente 😀
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Y de la nuestras tambien
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Dess, ignoro en qué hospital habrá dado tu mujer a luz a tus churumbelas, pero en donde yo hago las prácticas los pijamas del personal llegan hasta el cuello, o sea que, a no ser que la matrona sexy tenga las bufardas en la garganta, no sé qué escote le podrás haber visto.
Hay que ver lo mucho que te sacrificas y lo poco que recibes a cambio. Y acerca del dolor, tengo entendido que una rotura de aorta duele cosa mala, que sientes que te mueres y todo… Bueno, que de hecho te mueres.
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Mujer, algo exagerado está todo, en realidad la matrona era fea, pero diciendo que es fea y que no se le ve nada la cosa me pierde mucha gracia para mí mismo y no da pie al chiste facilón que es de lo que vivimos 😀
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Esos catarros de hombre, tan duros y los pasáis sin epidural… 😉
Un beso
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Y casi sin quejarnos ojo, que llamas al cura para la extremaunción solo cuando se complica la cosa y llegas a 37 de fiebre 😀
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Jajajaja. Vale la pena hacerle un quiebro a la muerte (o ir saliendo de una gastroenteritis, que viene a ser lo mismo) para «jartarse» de reír con esta entrada.
Un abrazo, crack. (y lo de crack nunca ha sido a humo de pajas) 😛
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Otra enfermedad sumamente grave si se trata de hombres, también peor que un parto porque estás más tiempo sacando cosas 😀
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jajaja, como siempre, en tu línea. Yo al mío lo tengo con un orzuelo y bueno, hasta que ha salido el tema casi ha pensado en un tumor y todo…jajajaja.
Si, ya os vale, os daba un buen parto, o bien una de esas ciáticas que me dan a mí de vez en cuando, que también tiene lo suyo…
Anda, besos!
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Ciática he tenido yo, sé lo que es y te doy la razón, me dolió también bastante más que el parto 🙂 pero ni comparación además.
Besotes reina.
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¡Pobrecitos! Con lo mal que se pasa con el catarro, que en el cuerpo masculino se convierte en un virus mutante y amenaza la vida y hacienda (bueno no, que la hacienda nos la quedamos nosotras si el virus gana) del sufrido machote.
Los partos no son nada del otro mundo, es cierto. Es parecido a un cólico de riñón. Tengo entendido que te encanta la carne, sí esa también pero yo me refiero a la de los chuletones, que tienen bastante ácido úrico que genera unos preciosos cristalitos que se te quedan en la uretra y ha base de empujar tienes que echarlos por el pito, despacito, despacito y cada tramito es un dolorcito…
Tú sigue menospreciando el traer vida a este mundo que ya verás cuando el Karma te prepare dos cólicos de riñón. Uno por cada niña… ¡He dicho!
Besazo Maestro
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Uff, dan ganas de no volver a comer carne 😀
Aunque yo he de confesar que a echar cosas por el nabo y al follar no me gana nadie 🙂
Besos querida.
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Hostias, Dess…Cuidado con Dolega que ya sabes cómo se las gasta con sus visiones y previsiones…jajaja
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Hechizos, se llama hechizos 🙂 pobre consorte 😦
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Hay mucha incomprensión hacia el sexo masculino, eso es lo que pasa. Genial entrada, de esas para imprimir y releer en horas bajas. Estás en plena forma, joder.
Un abrazo.
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No te creas, esto está escrito hace tiempo, de hecho hace mucho que no escribo nada, porque luego las paso putas para publicar las entradas y me da pereza, lo bueno es que como tenía mucho escrito pues me da para un par de meses aun 😀
Abrazos melenitas.
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Pobrecito. Pero este señor no logró por lo menos que la parienta le diera el pecho a él también? eso debería figurar en el contrato de matrimonio…
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De hecho se rumorea que cada vez que el bebé se hacía el remolón se acercaba el padre con unas galletas, pero son meros rumores 😀
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