Solo quedó Tanya.
Esta entrada va a ser larga, encima la alargo más por un prólogo, una recomendación, «Sinsuenyo» lo dice y lo que diga para mí va a misa, además, «me suena» 😀 en realidad lo conozco y le mando un abrazo de los gordos, «Balongo», no te pierdas el apartado de los oscar, acojonante.
«The Walking Dead», dos hombres huyen de los zombis, uno, en un acto reprochable, dispara al otro dejándolo a expensas de ser devorado vivo, con el objetivo de entretenerlos lo suficiente para salvar él el pellejo, hijoputismo, pero también instinto de supervivencia.
No te voy a hablar de series de televisión, voy a hablarte de uno de los capítulos más vergonzosos que la humanidad ha vivido en su extensa historia, el llamado «Sitio de Leningrado», 900 días y alrededor de un millón de personas muertas, dicen que el ser humano aprende de sus errores, que patatín y patatán, jamás antes, nunca, y mira que han pasado siglos, imperios, guerras y destrucción, se alcanzaron las cotas de inmoralidad y vergüenza que vivimos en el Siglo XX, este es un más que claro ejemplo, nunca antes, jamás, la población civil sufrió tanto las consecuencias de una guerra, y si alguien tiene experiencia de cómo es peor el remedio que la enfermedad ese fue el pueblo soviético en la segunda guerra mundial.
Septiembre de 1941, Hitler en plena invasión de la URSS, sus ejércitos penetran como un cuchillo en la mantequilla, llegan a Leningrado, actual e histórica San Petersburgo, las huestes de Stalin habían preparado el ataque en la ciudad, no caería en manos nazis, o era defendida o era destruida, el que dentro hubieran millones de civiles era lo de menos, mas los nazis, viendo la costosidad de tomar la plaza tomaron una decisión, sitiarla, menos costoso, el resultado, el que todos sabemos, 900 días de horror.
Aunque la historia es conocida en ocasiones uno lee cosas, sencillas, artículos, que te hacen mirar con otros ojos los acontecimientos, Tanya Sávicheva, once añitos cuando comenzó el sitio, durante el mismo escribió un sencillo diario, sencillo pero que pone los pelos como escarpias: « 1) Zhenia murió el 28 de diciembre de 1941, a las 12.30 horas. 2) La abuelita murió el 25 de enero de 1942, a las 3:00 p.m. 3) Leka murió el 17 de marzo de 1942, a las 5.00 a.m. 4) El tío Vasia murió el 13 de abril de 1942, dos horas después de la medianoche. 5) El tío Lesha, el 10 de mayo de 1942 a las 4.00 p.m. 6) La mamá, el 13 de mayo de 1942 a las 7.30 a.m. 7) Los Sávichev murieron. 8) Murieron todos. 9) Solo quedó Tanya». Ni siquiera, Tanya también murió, de hambre y de frío.
Uno de los inviernos más duros del Siglo XX, temperaturas de hasta 50 grados bajo cero, raciones cada vez más racionadas, cuando se acabaron estas empezaron a cazar a los perros, a los gatos, a los pájaros, luego ya les tocó el turno a los topos, a los gusanos, a las ratas, a todo insecto que pudiera aportar proteínas, cuando ya ni estos estaban disponibles comenzaron las sopas, sopas con huesos, con cola de engomar libros, con cortezas de árboles, con papel, cuero, serrín, tierra incluso, cuando esto también escaseó comenzó la barbarie.
No era la primera vez que en territorio de la Unión Soviética, en esos años, se practicó el canibalismo, muchos fueron los casos en Ucrania, durante la hambruna provocada por sus propios dirigentes, la isla de Nazino es otro ejemplo, a saber cuántos episodios de antropofagia se produjeron en esos años, como ganaron la guerra las vergüenzas del régimen stalinista quedaron ocultas, en Leningrado también, hubo canibalismo, hubo tráfico de cadáveres, hubo asesinatos para lograr mercancía, todo esto bajo una situación realmente acojonante, los nazis insensibles, sin dejar entrar un trozo de pan y haciéndoles llegar el olor de sus guisos, y las tropas soviéticas negándose a rendirse a pesar de ver a su pueblo llegando a estos extremos.
Instinto de supervivencia te decía al principio, bien, es a donde quería llegar, llegó un momento en el que los enfermos dejaron de ser atendidos, a posta, hablamos de gente que dejaba morir a sus familiares y amigos, para comérselos, crueldad, sí, pero instinto de supervivencia, también, ahora vamos con un caso aun más extremo, que la verdad, acojona solo pensarlo.
Cuando la situación era ya desesperante en muchas familias se tomó una decisión, una decisión que lo dicho, solo de ponerte a pensar en qué harías tú te revuelve las tripas, dejar morir a alguno de los hijos, al más débil, al que menos posibilidades tendría de salir, al más joven, ¿por qué no sacrificarse los padres?, es la pregunta obvia, todos lo haríamos, pero ningún vecino cuidaría de tu prole, porque bastante tendían con la suya, el razonamiento era tan cruel como lógico, las condiciones de vida eran tan duras que ninguna familia sobrevivía sin la presencia de algún mayor que se ocupara de ellos, la esperanza de vida sin los padres no pasaba de unos días, ante eso, se tomó en muchos casos una decisión tan dura, dejar morir a tu propio hijo para poder sobrevivir el resto de la familia.
Llegó un punto en el cual se produjo una terrible paradoja, cuantos más morían en el sitio más posibilidades de subsistir tenía el resto de la población, así de duro, así de real, Tanya, la niña del diario, bien pudo sobrevivir gracias a estas prácticas, de hecho fue de las pocas que logró escapar de la ciudad, no le sirvió de mucho porque estaba tan débil y enferma que sólo duró un año lejos del infierno, más de un millón murieron, más de la tercera parte de los habitantes de Leningrado, pero hay quienes consideran que los que salieron con vida del desastre llegaron a mirar con envidia las tumbas de los caídos, al menos estos no arrastraron los problemas psicológicos que ellos sufrieron toda su vida.
Como te decía, uno de los episodios más vergonzosos de nuestra historia reciente, pocas veces el ser humano estuvo tan al límite, evidentemente hubo episodios en la ciudad que he omitido por no alargarme y que añadirían más vergüenza al asunto, pero esas cosas, asesinatos, vandalismo, violaciones, ejecuciones de la población civil por parte de sus propios soldados, el hostigamiento continuo de los nazis y un largo etcétera.
Angra para la posdata, bonito tema este «Bleeding Heart».
Tremendo lo que los seres humanos podemos hacer para joderle la vida a otros. Tremenda también la fuerza interna de otros, capaces de aguantar hasta lo indecible y luego remontar. En fin, es un tema muy duro.
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Una historia dura y ejemplo de que la gran mayoría de veces las guerras no se hacen por y para el pueblo sino contra él, pero no deja de ser una más, de las muchas historis tristes que se vivieron por esos lares y en esos años.
Besos ojito.
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Nadie me había hablado nunca de Tanya, mil gracias por la entrada. Lamentablemente es predecible que el ser humano vuelva a superarse en el s.XXI (lo difícil de predecir es si llegará al s.XXII). Un saludo.
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Tanya fue la excusa que me hizo escribir esto, tampoco la conocía yo, si el sitio de Leningrado claro, algún día encontraré la excusa para hablar de Ucrania.
Sí, tambien pienso que lejos de aprender errores cada vez los cometemos más gordos, en fin, gracias mozo.
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Hombre de palabra. Collonut. 🙂
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Qué menos 🙂 hay que agradecer los detalles y más si no se pide para uno, tiene buen amigo en tí.
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Cuando le ponemos nombre a lo que usualmente es tratado como cifras, la cosa cambia.
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Sí, y cuando piensas que al hablar de tantos millones de victimas en la segunda guerra mundial todos tenían su nombre y su historia pues los pelos como escarpias.
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Tan duro como interesante. Ni mucho menos se ha hecho lo largo que decías.
Un abrazo.
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Es que es una historia complicada de resumir, se intenta pero lo dicho, es difícil, tampoco es plan de contar detalles escabrosos, pero algunos hay que contarlos porque solo así nos hacemos una idea.
Gracias mozo.
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Sí. Es más duro si piensas con honestidad qué harías tú en una situación así. Tampoco había oído hablar de Tanya.
Un abrazo, crack.
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Mejor ni pensarlo, son de esas situaciones en las que ni volverte loco es solución, realmente no creo que podamos decidir ahora qué haríamos entonces, pero sinceramente no creo que hiciéramos algo muy distinto.
Abrazos.
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Me dejas con la boca abierta.. y me doy cuenta de lo poco que sé de historia. Menos mal que cuento contigo, querido Dess, que eres un ratoncillo que recopilas y compilas información, para después, compartirla con tu toque, que es lo mejor de tus post sobre historia. Un besazo, 🙂
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Yo prefiero irme a contar cosas menos trágicas, pero en fin, que hay historias que merecen ser contadas porque no se conocen lo suficiente.
Besos guapa 🙂
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Es bueno abrir los ojos y ver las cosas.. el conocimiento, nos hace criticos, y nos hace no volver a andar sendas caminadas. Un besazo Dess 🙂
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Lo peor, para mí, es que lejos de lograr eso parece que nos empeñamos en ir un paso adelante, nunca en la historia se vivieron los horrores del siglo XX y me da que volveremos a batir records.
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Sabes Dess… quiero ser positiva.. y confío en esa sociedad oculta, con valores, inteligente, con corazón, y con razón, que de un momento eclosionará, y … hará que el mundo que conocemos hoy en día, deje de ser, para pasar a otro mundo, donde el bien, no sea el propio, sino el mutuo, donde los valores, emergan. Confío… necesito confiar. Pero por eso.. hay que mirar hacia atrás.. y mirar la senda por donde andamos para llegar aquí. Besos. 🙂
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Yo es que lo que veo es justo lo contrario, que cada siglo supera en horrores al anterior, la URSS mismamente, hasta hace nada no hemos sabido de muchas de las cosas que pasaron por ahí, y cada cosa que se va sabiendo horroriza más que la anterior.
Ahora quizá sea a menor escala, pero muy repetido, hay «pequeñas» matanzas, no muy famosas, pero a diario, en fin, lo dicho, poca fe 😀
Tú es que eres todo buenos sentimientos 🙂
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Hay un estudio de sociología, sobre la violencia, el altruismo y demás.. a través de números, que a veces según los mires, es cierto que te pueden decir unas cosas u otras; pero bueno, yo me quedo con lo positivo de ese estudio, de que comparativa a número de habitantes, y violencia.. ha disminuido a lo largo de la historia de los hombres. Necesito pensar que somos buenos por naturaleza… lo necesito.
:), los buenos sentimientos, aflorecen cuando veo almas nobles. Besos.
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Bueno, no conozco el estudio, pero en principio no estoy muy de acuerdo con eso, o quizá sea percepción personal, que todo puede ser 😀
Besos reina.
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Besos 🙂
p.d. si lo encuentro te lo mando… estará en alguna parte de mi pc.
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Buf! Me has puesto los pelos de punta Dess. Una de mis pesadillas más extremas es precisamente ésta, las situaciones límite donde hay que tomar decisiones que no es justo que ningún ser humano tenga que llegar a tomar, situaciones fuera de cualquier parámetro donde ya no sirven las normas ni los principios que nos hemos autoimpuesto como sociedad y como seres humanos, dónde llegas a perder esa condición. Cuando llegan a mi mente tengo que echarlas corriendo porque la angustia me supera, sólo espero que no tengamos que vivirlas nunca.
Besos querido, mal cuerpo me dejas.
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Estoy de acuerdo en todo, una situación extrema donde ponerte en situación es complicado, de nada sirve pensarlo en nuestra posición, yo también espero no tener que vivirla.
Besos guapa.
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Acojonante lo que aprendo contigo, y no lo digo con sarcasmo, es totalmente en serio.
Gracias.
Un abrazo.
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Bueno, de eso se trata, no ya de conocer por la cosa de atesorar conocimientos, sino por descubrir cositas, me alegro de que te interesara la cosa.
Abrazos.
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La historia de los humanos es la historia de las guerras con sus crímenes y torturas, la historia de ésas locuras no consiguen hacernos cambiar.
Gracias por éste post, es bueno no olvidar.
Un Abrazo 😦 .
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No nos cambian mucho, pero es probable que al menos en cuanto a número de personas no lleguemos nunca a los millones de civiles que murieron en la segunda guerra mundial, más allá de los seis millones de judios que murieron a manos de los nazis hubo otros millones que murieron también a manos de los mismos nazis y resto de potencias en liza, ojo, todas, que realmente no se salvó ninguna, aunque cierto es que Japón, Alemania y la URSS se llevaron la palma.
Abrazos.
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Es verdad Dess… nunca anteriormente murieron tantos millones de personas…….
😦 .
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Y ojo, que la forma de matarlos también fue de traca, no hay que pensar mucho para acordarnos de ciertos hornos y ciertas duchas.
Abrazos.
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Estremecedor fue ese sitio. Y mas la forma de defenderlo, por un lado los comisarios políticos que si retrocedían las levas les pegaban un tiro. De frente los alemanes, gastando munición en un tiro al blanco……
En fin, patético fue la forma de luchar rusas. La doctrina de masas, en estrategia se basa en la superioridad aplastante en números de un bando. Da igual las bajas, son reponibles y eso fue lo que utilizo Rusia. Que fuera efectivo o no, me la pela, mayor salvajada no se puede hacer…..
Y en cuanto a los nazis, hay sumar a las e la ciudad …. La multitud de bajas que tuvieron, ,no en el sitio. En la retirada que fue un total y absoluto desastre estratégico….Cuidate
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En cierto modo y salvando las distancias la estrategia rusa me recordó siempre a la de Grant en la guerra de secesión, aunque estos, los rusos, tuvieron otro aliado, el tiempo, al que estaban mejor aclimatados, de cualquier manera más que el transcurso de la guerra y las bajas militares, que son asumibles, lo jodido del tema es que Leningrado fue claro ejemplo de que la población civil se la sudaba a ambos bandos, como ahora se la suda a muchos que los usan como escudos humanos y vehículos de propaganda, Hamás por ejemplo.
Abrazos maestro.
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Mas que el tiempo. La falta de previson del ejercito aleman, que fue un sesastre en cuanto a logistica y aprovisionamiento…..
No estaban preparados para una guerra de invierno que durara. Ni tenían lineas de suministros adecuadas ni equipo para el frió y el que llego, lo hizo muy tarde.
En fin, si en buena medida perdieron al guerra, fue por su desastrosa inteligencia y fallos de logística. Todavía se deben estar riendo algunos ya que los informes en la invasión de Rusia decían que disponían los bolcheviques de 15000, tanques y una capacidad de 30.000 como máximo…Creo que al final de la guerra tenían como 100.000…En fin….
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Y que al final era más de lo mismo, muchos hombres, trabajando casi como esclavos, un país repleto de recursos naturales, tuvieron el ojo de trasladar todas las fábricas al este de Moscú y no pararon de producir y producir, al final eran como las pelis de indios, que por más que mataras siempre hay más y más 😀
Lo del tiempo me refería a eso precisamente, a que los alemanes no fueron convenientemente equipados, Stalin aprendió de Finlandia, Hitler precisamente se confió por aquella guerra.
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Desde hoy, comienzo oficialmente a seguirte. Había husmeado un par de veces a tu blog, siguiendo las huellas que se va dejando el Insomne (sí, soy su personal stalker) pero por un motivo o por otro no me había decidido a dar el mal paso. Lo doy finalmente por una serie de motivos pero voy a citar dos: el primero y más cínico es porque acabo de terminar una comilona espeluznante junto a tres amigos que andan desperdigados por casa, mal digiriendo todo lo que nos hemos podido zampar; la segunda porque el abuelo de un querido amigo, tenía catorce años cuando comenzó el asedio de la ciudad e historias atroces respecto a ese episodio de la SGM (una tragedia en sí misma) he escuchado cantidad, contadas en primera persona. Nuestra duda hamletiana del día de hoy consistió en decidir si íbamos a terminar con todo lo que había en la mesa y volver a cocinar esta noche o más bien complementar las sobras de nuestra opípara comida. Es difícil, muy difícil no caer en la fácil trampa de la abstracción numérica. Los miles, los millones de muertos raramente sacuden la consciencia… en cambio una historia, la de Tanya en este caso, nos hace atisbar el horror que fue aquello. Gracias por el recuerdo, por hacerlo de manera tan acertada y tan sensible. Hoy has ganado un lector. Y a propósito de lecturas: un libro que seguramente conoces pero va como punto de reflexión para aquello que tiene dudas sobre la intrínseca bondad de la natura humana «el paraíso de la crueldad» de Wolfgang Sofksy. Un libro para no dormir.
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Bueno, al menos veo que eres consciente de haber dado un mal paso, aunque agradecido quedo de la visita y el comentario.
Yo desde luego estoy de acuerdo que poniendo nombres propios se entiende mejor la cosa, al final cuando se discute por el número de asesinados en los campos de concentración y exterminio, por ejemplo, estamos quedándonos con lo menos importante, dí que en ese apartado tenemos ejemplos de sobra para poner caras y nombres a los que murieron, en cambio más al este pues no, ahora, el objetivo era interesar lo suficiente como para que quien lo lea intente luego saber más, en tu caso eso ya no es necesario porque contabas con información de primera mano.
Me apunto el libro aunque soy poco de leer libros.
Abrazos.
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Como siempre digo, los humanos somos capaces de lo mas sublime y lo mas horrible. Las guerras son una muestra de ello, no existen los hermanos, ni los semejantes, ni nada, sólo el subsistir y a veces ni eso, y aprovechar esa vergüenza de la guerra para cometer los actos mas espantosos que se puedan cometer. Horrible de verdad.. Hay tantas Tanyas en las guerras del mundo, que se podría otra vez poblar el planeta con ellas. Besos
Ana
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Lo curioso de este caso es que Tanya se encontró en un situación en la que no sabía quién era peor, si el enemigo o el «amigo», cosa que no fue novedad, pero que quizá aquí encontró su momento álgido, estas cosas siempre se dieron, pero no durante tanto tiempo.
Besos.
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Hasta que no te ves en una situación límite no sabes de lo que res capaz. Creo que ya lo hablamos en otra ocasión, en todo caso lejana, pero los principios de uno sólo valen si, llegado el caso, te causa trastorno defenderlos. Salvando las distancias, pues ni por asomo pueden compararse el jugarse la vida con el perder un trabajo, mi último despido –el que afortunadamente me llevó a poner en práctica mi propia empresa– fue a causa de negarme a aceptar, para mi redacción, una carga de trabajo desproporcionada. Se buscaron a alguien con las tragaderas más anchas…
Un abrazo, ilustre.
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Me acuerdo, de hecho me acordaba de eso al escribir, me voví a acordar hace poco cuando ví la segunda temporada de «Black Mirror».
Yo creo que en situaciones límite no vale nada de lo que pienses antes, que el instinto juega su papel, la supervivencia pura y dura.
Sobre lo otro pues ya sí, ahí los principios juegan un papel importante, complicado mantenerlos en plena crisis, yo sinceramente no sé si podria,soy muy amarretas en todo 😀
Abrazos mozo.
Pon al menos el me gusta cojones.
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Pero si está puesto. Te lo juro. Es que no consigo que aparezca. Pero cada entrada tiene marcada la crucecita de ‘Mostrar likes’…
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Te mando un correo.
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Vale
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¡Qué puñeta!
Ya te digo que yo no le ‘capé’ lo de los ‘Me gusta’. Si de hecho, sigo teniendo entre 15 y 20 en cada entrada. Pero no aparecen más que en el gestor de contenidos; no son visibles, digamos…
Un abrazo, y gracias por el intento.
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Pues a mí no me aparece el botón para darle…
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…Pues hay gente a la que sí…
;D
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Pues yo he probado con firefox y explorer y nada, y es el único en el que me pasa, bueno, miento, hay otro 🙂
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Pues no te mando el correo porque he mirado y ni puñetera idea de cómo se hace 🙂
Si lo averiguo te cuento.
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¿Quién es «balongo»? familiar mío, no, eso seguro…¿me lo aclaras sino es mucha molestia?
Un saludo, a veces te visito y me río mucho, hoy no, claro…
Asun
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Es un blog de poesía, fotografía y cine, en la entrada de los premios que hice uno de los premiados me pidió que quitara el suyo e incluyera este, «Balongo», el hecho de que alguien pida reconocimiento para un blog que no es suyo me parece motivo suficiente para hacerle caso 😀
Besos y sea usted bienvenida.
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si no…separado, si no…es mucha molestia…es que estoy un poco aturdida, este «balongo» me ha desconcertado.
Gracias
A
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No es molestia, salvo cenar no tengo proyectos cercanos que requieran tiempo 😀
Por cierto, tienes mal enlazado el blog tuyo en el nick, que lo sepas.
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La verdad es que me he quedado sin palabras. Me ha gustado la entrada porque desconocía la historia y me han entrado más ganas de bucear en la misma, pero se me ha quedado un cuerpo que no sé si podré remontarlo durante la tarde. Es bueno que el cuerpo se nos quede así, es bueno conocer la realidad, aunque a veces nos dé de bofetadas. Me gustaría pensar como Inspiración y creer en la bondad natural del hombre, pero yo soy más como tú…he perdido toda esperanza.
Bueno, a partir de ahora además de filósofo te nombro mi historiador de cabecera. Muxus a tutiplén!!!
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Al final es todo lo mismo querida, creo que el pesimismo está muy vilipendiado, yo soy bastante pesimista con el mundo, con los hombres, no creo en bondades y frases hechas tipo «intentarlo es el primer paso para conseguirlo», de hecho mira, aunque sea de coña me has dado una idea para una entrada 🙂
Y ese mismo pesimismo es el que me hace pensar que estas cosas se repetirán siempre, como pasa en países lejanos pues no les damos importancia, pero en Africa, Asia y demás subsitir es mera quimera, y por mucho que ayudemos con ONGs no solucionamos nada, porque el principal problema, como entonces en Leningrado, lo tienen con sus propios gobernantes, dictadorzuelos a quienes les importa una puta mierda el pueblo.
Ahm, que historiador no soy que te conste 😀 me gusta leer de historia y lo que considero digno de contar lo cuento, sin más.
Besotes reina.
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¡¡¡Ya lo he descubierto solita!!!…qué pena creí que tenía un hermanito bastardito, pero Google me dice que es una especie de poeta de Torrelavega…¡jo, que decepción!
Bueno, así me he leído casi entero tu blog, excepto la entrada de los merovingios, bien, muy bien, yo es que soy más de los visigodos y el Liber Iudiciorum…la verdad…
Bueno , muchas gracias y un placer…¡Ah!, hace años, había una peli que titularon «Tarzan contra los Walonga» fue molona, molona…
Muy cordialmente
Asun
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Alguna de ciclismo te puedes saltar que conste 😀
Gracias a tí por leer lo escrito, tiene mérito no te creas, porque algún peñazo ya hay.
Besotes.
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Creo, señor D, que este es uno de los post más tristes que tiene en su blog.
Y lo leo, y me lo imagino abrazando a sus niñas después de haberlo escrito. Un post sensible señor D…
La historia, ya se lo he dicho, debería ser enseñada por maestros como usted.
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Bueno, es probable, este, el de Nazino, el del genocidio armenio, el de Rabe y claro, el de mi novieta, creo que no llegan a media docena, entre más de 300 está bien ¿no?.
Mañana por contra rescato a Flanagan en una de esas historias llenas de tacos y palabras soeces, hay que dar contraste a la vida 😀
Besos preciosa.
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Ostras Dess, ¡que fuerte, y decir que casi me pierdo esta!!!
Creo que esta frase: «los que salieron con vida del desastre llegaron a mirar con envidia las tumbas de los caídos» lo resume todo.
Cierto es que no podemos decir «yo haría esto o aquello» si no estamos en la situación… pero creo que antes de alimentarme de un ser querido, nos iríamos todos cuanto antes (creo que se me entiende) a esas tumbas que después causaron envidia.
Muchos besitos!!
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El problema es que no cabía la idea del suicidio, matándote conseguías tan solo sentenciar a muerte a tu familia, sobre todo a los niños, a ver, existía la opción del suicidio masivo, pero es curioso que el sitio de Leningrado no fue famoso por el alto número de suicidios, alguno habría cierto, pero nada generalizado, creo que el instinto de spervivencia al final prima.
Ahora, coincido en que no vale nada que pensemos ahora, las situaciones extremas hay que vivirlas para saber cómo vamos a actuar.
Besos reina.
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Supongo que Alterfines y tú ya lo habréis resuelto… pero por si las moscas, os lo cuento 😉
Cuando recibo su entrada en mi correo (yo las miro siempre desde el correo), le doy a: Leer más de este artículo. Después de haber leído su post, como siempre suelen gustarme todos los que pone (obvio, por eso lo leo), vuelvo a mi correo, y desde allí tengo la opción de darle a «me gusta».
Espero haber sido de ayuda 🙂
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Pues sí, me sirve, supongo que desde ahí es donde lo hace el resto 😀
Gracias querida.
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Gran entrada. Sobrecogedora pero muy buena. Instruitva, clarificadora…
Ahora que vengan los del Aquarius a decir que el ser humano es extraordinario.
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Sí por los cojones, hay gente extraordinaria, pero la misma palabra lo dice, «extraordinario», se escapa de lo «ordinario», esto es la norma, en cualquier guerra por cada héroe encuentras miles de hijoputas, y ojo, que hay que meterse en la piel de todo el mundo, que para juzgar valemos todos.
Abrazos.
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