Flanagan y las pelis de guerra.

Bien, hace mucho dediqué una entrada a alguno de los tópicos del cine, en plan así a suegra modo, «grosso» para los cultos, pero me apetece volver al tema, eso sí, centrándome en un género tan solo, el bélico, esas pelis de guerra de toda la vida, ya sabes, podría coger google y recopilarlos, pero para qué, prefiero vivir de mis recuerdos al respecto, usar la falacia, si recuerdo alguna escena pues la pongo, aunque no sean muchas las pelis en las que sale algo parecido, qué más da.

Y para conducir la historia pues Flanagan, que en toda peli de guerra hay un Flanagan, ya, tú me dirás, «pues no he visto ninguna peli en la que salga un Flanagan», ¿y?, te callas, si digo que sale en todas pues sale en todas, es como el Bobby de las pelis de terror de adolescentes, no es lo mismo la cosa sin el Flanagan de marras.

Las pelis de guerra son todas protagonizadas por los yankis, las demás son prescindibles, estas son las buenas, esas en las que van a la batalla, se encuentran al enemigo, va el coronel y pregunta: «A ver Flanagan (¿ves como siempre hay un Flanagan?), ¿cuántos son el enemigo?», «4.000 señor, sí señor», «¿y nosotros?», «un huevo señor, como medio millón de patriotas americanos», «pues que se vayan todos menos 150, menuda mierda de peli sale si somos más, un americano vale más que 50 chinos», «son negros señor», «Flanagan, me está tocando los huevos, si digo que son chinos son chinos, aunque sean negros».

Y ahí van a la batalla, pero de repente aparecen otros dos millones de enemigos, y a pesar de tener la situación controlada el coronel, que también se llama Flanagan, decide huir, «a ver, teniente, opciones», «pues tenemos a la derecha una autopista flanqueada por nuestra artillería, con vehículos a nuestra disposición, y dan puntos de la travel señor, y a la izquierda un pantano asqueroso, lleno de bichos, con enemigos infiltrados entre los bichos y que encima da rodeo», «bah, sencillo, venga todos al pantano, con dos cojones, que somos la élite coño,»

Sí, siempre por el peor camino, el más difícil, la cosa es que ganen al final, pero pasándolas putas, si no no tiene mérito, ah, siempre hay uno que se ofrece a entretener al enemigo para facilitar la tarea, el sargento Flanagan, «señor, permítame quedarme para entretener a los chinos negros», «cojonudo hijo, deme la chapa que se la entrego a la viuda, qué pedazo de cojones tienes sargento Flanagan», y ahí queda el tipo entreteniéndolos un rato, les cuenta el monólogo del gimnasio y tal, pero claro, está muy visto, y cuando llega a lo del pedo haciendo la sentadilla pues se lo cepillan, a cámara lenta y con todo lujo de detalles.

Tiroteos, huida, más tiroteos, quedan cercados, ahí otro momento cumbre, el recuento de munición, no hay peli de guerra que se precie en la que no se haga recuento de munición, ahí el coronel » a ver Wilkins, recuento de municiones», «me queda un cargador señor sí señor», «Guliani ¡»(el italiano, que tiene todas las papeletas junto con el negro en ser el próximo en caer), «me quedan siete balas señor, y dos piedras para el tirachinas», «bien hijo, demuestre valor, hágalo por su familia», «soy hijo único y soltero señor sí señor», «pues por las putas que se cepilla coño, échele valor».

Y sigue con el recuento claro, «Flanagan….. FLANAGAN¡¡¡……..SOLDADO DE PRIMERA JAMES J. FLANAGAAAAAN¡¡¡¡¡¡¡» y asoma el soldado Flanagan, «señor, perdone, a mí me quedan todas las balas, que llevo toda la peli escaqueado meneándomela con la foto de la parienta del soldado Waitermayer».

Porque sí, otra cosa que no puede faltar es la foto de la novia de uno rulando de manos en manos, nunca mejor dicho lo de las manos, y qué decir tiene de esos dos que se llevan a matar, que uno se cepilla a la moza del otro, que ha pegado a su padre, estafado a su madre, le hace trampas en el poker, le roba cigarros y demás, da igual, cuando está ahí a punto de morir, con los malos tirando balas como si no costaran, va el otro y pone la peli en cámara lenta, «oh Jason Patrick, da igual lo que haya pasado, como soy gilipollas del culo voy a dejarme matar para salvar tu vida, orgulloso además» y mientras suena la musiquita trágica va el tipo y se pone delante comiéndose las balas, todas, eso sí, hasta que no le da la 354 no acaba de morir, venga a manar sangre, luego le pillan los malos y 200 bayonetazos.

Y el cabrón que vuelve luego al lugar de los hechos a robarle el tabaco, «mira que eres tonto macho, normal, llamándote Flanagan», y coge la chapita, porque dejar el cuerpo da lo mismo, lo importante es la chapita, luego para dársela a la viuda, «¿y mi marido?», «pudriéndose en la selva señora, pero mire que chapa más cojonuda le traemos».

En fin, ya veremos si volvemos al tema, cambiamos de género o de sexo, Delain para la posdata, tras un primer álbum realmente brillante sacaron un segundo la verdad, bastante mediocre, con el tercero, «We Are The Others» pues parece que han retomado un poco el buen camino, al menos dejan lugar
a la esperanza, «I Want You» es un bonito tema de este LP, tema que puedes escuchar tranquilamente porque lo dicho, es tranquilo, baladita.