Unas innecesarias consideraciones previas.

Bien, a partir de ya mismo dispóngome a empezar una serie de entradas, no sé cuántas, depende del material existente, sobre alguno de los métodos de dopaje, en el ciclismo, que es el deporte en el que más o menos me puedo navegar con cierta destreza, digo que no se cuántas porque tampoco es plan de aburrir sin más, si veo que dos casos son muy similares pues te contaré uno tan solo, para repetir siempre lo mismo ya tengo a la parienta, «no me toques el culo, eres un vago, ya me lo decía mi madre» y esas cosas.

Hace unos días, aunque hayan pasado meses, cosas de que desde que escribo esto hasta que lo leerás pasarán eso, unos meses, en la entrada sobre la Vuelta le prometí a Alterfines contarle sobre los trejemanejes del doping en el ciclismo, pero antes debo hacer esas consideraciones del título, y te diré el por qué.

Uno es calvo, lo es desde hace tiempo, eso quiere decir entre otras cosas, como que tengo una potencia sexual descomunal, que uno va para viejo, no es la primera vez que hablo de estas cosas, por lo que suelo olerme ya las respuestas, no las espero aquí, pero por si acaso, a todas esas cosas que se suelen decir cuando debates sobre doping en ciclismo las daré respuesta antes, así cuando surja, si surge, el tema, en vez de decir veinte veces lo mismo remitiré a esta entrada y ahorro tiempo y repetirme como el ajo.

Posiblemente me dirá alguien, » a ti no te gusta el ciclismo, si te gustara no echarías mierda sobre él», bien, si surgiera ese comentario podría simplemente decir que me suda la polla bastante lo que piense la gente al respecto, no sabes cuánto, pero en fin, supongo que si me trago todas las carreras que me trago es porque me gusta el ciclismo, en cuanto a lo de echar mierda pues como mucho ayudar a airearla, porque no soy yo quien se dopa, ni soy yo quien en primera instancia dijo las cosas que diré, porque nada me voy a inventar, todo está en la red.

En todo caso mi intención no es ni mucho menos «echar mierda», sino ayudar a que se comprendan las cosas, ayudar a que de una santa vez vosotros, que entiendo que no tenéis ni idea del asunto, veáis lo que realmente se mueve y entendáis luego ciertas cosas que suelo decir, que te plantees el papel de la prensa, que abras los ojos en definitiva.

Porque esto va para ti, no para el que ya lo conoce, obvio, no es para el forero ciclista, que todo esto lo sabe de sobra, nada de lo que te cuente como te he dicho es novedad, pero a pesar de eso seguramente lo desconozcas, ese es el problema, como no interesa que llegue al gran público luego pueden vendernos la moto con «inocencias» risibles, puede Perico Delgado meter su chapa de media hora en plena retransmisión haciendo una vergonzosa defensa del tramposo de turno con mentiras que el señor De Andrés vergonzosamente permite, opinar es libre y deseable, mentir no.

Otra cosa, todo lo que te voy a contar, o prácticamente todo, viene de confesiones, declaraciones y demás de exciclistas profesionales, ahí entra otro tema, el negar su veracidad con argumentos como que «es un traidor», «lo hace por dinero» y demás, bien, falacia, en el sentido literal del término «falacia», el que alguien sea un hijoputa quiere decir eso, que es un hijoputa, no por ello debe ser un mentiroso, si un ciclista denuncia temas de estos por dinero podremos acusarle de mil cosas, pero no de mentir mientras no se demuestre que mintió, ¿se entiende?.

¿Cómo se sabe si es mentira?, pues cuando alguien es acusado de doparse, y sabe que es mentira, o puede demostrar que es mentira o al menos sabe que el que le acusa no puede demostrar que es verdad, denuncia, ya lo hizo Lefevere (ya te dije que saldría), director del más potente equipo belga de los últimos años, Quick Step, que lleva muchos muchos años en el ciclismo y que ganó una demanda a unos periodistas que le acusaron de dopaje organizado en su equipo.

Ojo, demandas, no amagos ni amenazas de demandas, que es lo habitual, Oscar Pereiro, el ganador por descalificación del Tour de Francia que en la carretera ganó Floyd Landis, amenazó con una demanda a un medio italiano que le acusó de ser «Urko» en la «Operación Puerto«, nada se ha sabido de dicha demanda y han pasado muchos años, o Valverde, que tras ver como Manzano le acusaba directamente de doparse en pleno juicio ante el TAS también anunció una demanda que vaya, lo mismo.

Volviendo a Lefevere, ¿quiere eso decir que Lefevere era inocente?, pues no necesariamente, porque han sido varios sus exciclistas que han reconocido a título personal doparse, entre ellos el más grande clasicómano de los últimos años con permiso de su actual pupilo Tom Boonen, Johan Museuuw, lo que debe quedar de todo esto es que descalificar personalmente a quien denuncia dopaje, a quien confiesa el cómo se hacían las cosas, no hace menos ciertas las confesiones, incluso aunque el que las haga sea eso, un vendido, un traidor o lo haga por dinero, que ya me dirás quién coño no hace a diario cosas por dinero.

Bien, pues lo dicho, no voy a meter todas las chapas de seguido, las iré salteando, pero que sepas que te esperan historias vergonzosas, métodos peculiares, el lado más oscuro del ciclismo, ah, que se me olvidaba, podrás pensar que por qué no hablar del dopaje en otros deportes, que lo hay, porque me la suda también, me importa el ciclismo, si en el fútbol por ejemplo, quieren montar manifestaciones de apoyo a jugadores dopados o les convierten en ídolos allá ellos, que cada perro se lama su rabo que se suele decir.

Eh, pedazo tema, pedazo balada, si esta canción la graba un triunfito la tenemos hasta cuando echas gasolina, «ha elegido gasolina super 98 plus y si amaneciera», pero lo grabó Saratoga, ahí está el problema, eso, «Si amaneciera»: