Detectives, hay miradas….

Pues nada, nueva vuelta al juego detectivesco, ¿de qué se trata?, si ya lo sabes, te cuento una historia, pero parte de ella, el tema es descubrir el resto, para descubrir el resto debes preguntar, pero haciendo las preguntas de forma que estas se puedan responder con un «Sí», un «No» o un «nos la pela».

En principio creo que esta es de las facilitas, pero vaya, que al final lo fácil se complica, en todo caso como siempre te digo los detalles son fundamentales, pueden ser pistas o estar ahí para despistar, lo importante es no dar nada por sentado.

Dess y Juest estaban hasta los huevos ya, trabajaban en el caso de la desaparición de Merikeit, sin pista alguna llegaron a la puerta de la casa de Flanagan.

Flanagan, al oír el timbre acudió a abrirles la puerta soportando como podía las nauseas, abrió y tras un tiempo, y ante Dess y Juest volvió a ver esa mirada, esa mirada que le acabó por delatar.

Pues nada, a la tarea, a ver si lo resolvemos pronto, mientras piensas pues dale una escucha a Edguy y su «Vain Glory Opera».

LA SOLUCIÓN:

Flanagan y Merikeit estaban superenamorados, daban asquito y todo, se pasaban el día follando y follando, pero con amor, diciéndose frases chorras del tipo «a que te como a que te como» y claro, Flanagan se la comió.

Luego vendrán los metetes a buscar herencias, seguros de vida, cuernos y demás motivos para que en vez de un acto de amor la cosa se torne en asesinato, pero la verdad es la que es.

Denuncia su desaparición y claro, la poli no la encuentra, justo vuelven a interrogarle y Flanagan no puede reprimir sus náuseas ante los detectives, así que vomita, y vomita, entre otras cosas, los ojos de Merikeit, que claro, le vuelven a mirar, de paso delatándole definitivamente.