El Barón Rojo, el mito de la gran guerra.
¡Barón! héroe de cuento, amo de las nubes, señor del viento. ¡Barón! vive su
sueño, triste y solitario, surcando el cielo.
Así habla de él la banda heavy española Barón Rojo, mítica donde las haya, de él cogieron el nombre para la banda y para él compusieron este tema, «El Barón vuela sobre Inglaterra», la Primera Guerra Mundial ha aparecido en este blog en muchas ocasiones, pero hacía tiempo desde la última vez que hablé de ella sin que fuera de refilón en alguna peli o algo, aquel día final de la guerra, entrada gloriosa por otra parte, como todas las mías claro.
No te voy a cansar introduciendo el tema, no suelo andarme con muchos rodeos para meter nada en la vida, en una guerra que trajo escaso o nulo heroísmo quizá el nombre de Manfred von Richthofen es de los pocos que han pasado a la historia, aunque toda figura histórica siempre genera su controversia esta, la del «Barón Rojo», quizá no demasiada, la imagen que se nos ha trasladado es la de un héroe de la aviación, uno de los mejores pilotos de combate de la historia, si no el mejor, ahora, ¿fue realmente un héroe?.
Decir, lo primero, que como en otras tantas cosas esta guerra fue pionera también en el uso militar de la aviación, primero como meros objetos de observación, luego ya como armas, aunque, hay que decir que su importancia en el desarrollo de la contienda no es que fuera vital precisamente.
Manfred nació en el seno de una familia aristócrata, en general la gran mayoría de pilotos de combate, sobre todo en Alemania, eran niños bien de familias pudientes, a las clases más bajas las mandaban a las trincheras, hasta en la guerra había clases sociales, cuentan su biografía que fue un crío travieso y que desde joven ya era como yo, todo un líder, él en sus cosas y yo de opinión, que es más importante, su madre lejos de ser la típica mamá protectora le dejaba a su bola, su padre le inculcó la pasión por la caza, este tipo de cosas explican luego el quehacer de Manfred en la guerra.
Formado como mandaba la época en una academia militar se alistó cuando comenzó la guerra en la aviación, la caballería, otrora destino de las clases pudientes, estaba en decadencia y los aviones de combate eran como ahora los móviles de última generación, todo un caramelo, los pilotos se sentían seres superiores, no sufrían como la infantería las calamidades del día a día, lo suyo era más como los combates de caballeros de la Edad Media, mucho glamour y ánimo de caza, era como un deporte, de ahí la pasión que todos ponían en el ir contando derribos y muertos, eran sus credenciales.
Y eso que durante los combates, casi siempre en solitario y contra un único rival con el que te topabas casi de chorra, veías escenas dantescas, porque esos aviones eran casi puro papel, ardían fácil y se consumían con similar rapidez al sueldo de servidor, cuando un avión era alcanzado el piloto solo rezaba porque se estrellara antes de que él se quemara vivo, no existían aun los paracaídas, se usaron justo al final de la guerra, por lo que no había esperanza ni escapatoria alguna.
La esperanza de vida de esos pilotos era de unos meses tan solo, esto, las escenas de sus enemigos quemándose vivos, estrellándose, poco a poco hicieron que el «Barón Rojo» cambiara su forma de ser, pasó de ser un tipo dicharachero y algo fanfarrón a ser tímido, reservado y propenso a la depresión, los rivales eran rivales, pero entre ellos surgían lazos casi de amistad, los pilotos no se sentían en guerra, veían eso como una competición deportiva, sentían gran respeto por muchos de los abatidos.
¿Por qué «El Barón rojo»?, porque su afán de notoriedad hizo que así, de ese color, hiciera pintar su avión, esto le causó problemas, era blanco de todos los colegas ingleses, todos querían derribar al mejor piloto enemigo, cambió de color volviendo al gris, hizo después que toda la flota alemana luciera de rojo, era una manera de hacerles sentir el miedo escénico a los británicos, cuya aviación, en número, era tremendamente superior a la alemana.
Manfred fue tomado como ejemplo, convertido en héroe, aclamado por su país, los soldados de los diversos frentes le tenían como un semidiós, les subía la moral saber de los triunfos del barón, él mientras tanto, siguió cada vez más presa de sus remordimientos, se sentía un asesino, dejó de creer en la guerra, dejó de creer en sus gobernantes, tras sufrir una herida en la cabeza, que estuvo cerca de costarle la vida, se mostró tremendamente crítico con todo lo que suponía esa carnicería.
Pero.. calló, solo a sus más allegados, a su familia, les trasladó sus pensamientos, él siguió haciendo lo suyo, batallar en los cielos franceses, sobrevolando el frente mientras sus compatriotas agitaban sus ajadas guerreras saludándole, asi siguió hasta que la mañana del 21 de abril de 1918 cayó abatido, ¿por un avión enemigo?, ¿desde tierra?, múltiples versiones pululan, ¿qué más da?.
Bueno, este es un pequeño resumen de las andanzas de este controvertido piloto alemán, orgulloso, imprudente, temerario incluso, un genio en lo suyo, piadoso con sus rivales, se dice que si el enemigo lograba salir del avión con vida después de ser derribado nunca les ajusticiaba, o era cogido prisionero o simplemente le dejaba ir.
Tú te dirás, para la posdata pondrá el tema que abre entrada, pues no, así de chulo soy, para la posdata Winterstorm, alemanes, entre el folk y el power metal, pero vaya, de estribillos pegadizos, muestra valga este «Stronger».
Mira esto me ha gustado.
Suele ocurrir que cuando uno es lo mejor del momento, se siente Dios, baja la guardia, desciende el miedo, y se convierte en un suicida
Me gustaMe gusta
Sí, de hecho su nombre quizá no hubiera pasado a la historia con la importancia con la que pasó de no haber caído en combate.
Quizá no fuera ni el mejor, quizá fuera el que mejor se vendiese, eso del «don de gentes» que se llama, pero sin duda si hablas de esa guerra y buscas un héroe sale su nombre fijo.
Besos querida.
Me gustaMe gusta
Don de gentes tienes tu.
No bajes la guardia
Me gustaMe gusta
como siempre querido Dess, es una entrada gloriosa como todas las anteriores pues…
Me gustaMe gusta
Y curiosamente me doy cuenta de que en las únicas entradas sobre historia en las que reniego casi totalmente del cachondeo son de esta guerra, quizá por el pavor que me produce, que también es fascinación.
Abrazos compadre.
Me gustaMe gusta
abrazos y feliz domingo
Me gustaMe gusta
Según tengo entendido, a los aviadores en la gran guerra. Si eran derribados, les hacían prisioneros de lujo. Vamos que estaban en franca camaradería con sus tocayos enemigos hasta que les devolvían a casa.
Y si, de todos los aviadores de esa guerra. ESsel que paso a la historia como símbolo de una manera de luchar perdida en el tiempo. Imagino que por algo seria, Cuidate figura
Me gustaMe gusta
Sí, de hecho es algo que sale en muchas pelis antiguas, «La Gran Ilusión» por ejemplo, eran aristócratas en su gran mayoría, otra casta, se les solía tratar bien, dí que en el frente occidental tampoco es que los prisioneros pasaran muchas más calamidades de las que pasaban en combate, en el oriental ya el tema cambiaba, como pasó en la siguiente guerra también.
Abrazos maestro.
Me gustaMe gusta
Todos los personajes que pasan a la historia tienen su parte….escondida ¿no? Un beso en tonos rojizos para ti querido Dess
Me gustaMe gusta
Supongo, pero vaya, que hay que quedarse con lo bueno sabiendo que hay sus grises, mas hay gente que no es tan famosa y a la que es complicado encontrar pegas, Albert Richter por ejemplo, para mí el mejor ejemplo de heroísmo.
Pero vaya, que sí, pero hay que entenderlos, ponernos en su piel, más cuando tu familia forma parte de todo eso que empiezas a replantearte, en fin, nos quedamos con su lado heróico 😀
Besos.
Me gustaMe gusta
Que digo yo que si la esperanza de vida de los pilotos de combate «era de unos meses tan solo», puede que fueran hijos de papá, pero había que echarle un par de dídimos a la cosa. Yo que no tengo papá conocido, no me subo a uno de esos ni atado.
Un abrazo, crack.
Me gustaMe gusta
Bueno, es que la alternativa eran las trincheras, donde la esperanza de vida era igual o menor y las condiciones de la misma mucho peores 😀
Era elegir entre lo malo y lo pésimo, encima el volar te daba prestigio, fama, ser presa de las ametralladoras y quedarte malherido en tierra de nadie no te daba nada bueno 😀
Lo mejor es no vivir una guerra, creo que estaremos de acuerdo.
Abrazos crack.
Me gustaMe gusta
Querido … el Barón Rojo es mi personaje.. «fetiche». Me he deleitado DOS VECES con la lectura del post… y me gusta que mi personaje, se haya ajustado en tu descripción a lo que yo pensaba…. Gracias Dess. Besitos. 🙂
Me gustaMe gusta
Es un gran personaje, a mí también me gustó mucho, por eso intenté no idealizarlo demasiado, aunque creo que sería difícil encontrar maldad en este hombre, otros defectos puede, pero siempre pensé que era buena persona, alocado, fanfarrón, como todos los chavales, que es al final lo que era, un chaval.
Besos reina.
Me gustaMe gusta
¡¡Querido Dessjuest!! ¡que bien cuentas la historia!! ¿de verdad que no estabas allí? :-))
Me gustaMe gusta
Me pilló joven para que me enrolaran 😀
No, no estuve, pero ya sabes que si hay un episodio de la historia que me encanta es la primera guerra mundial, y modestia aparte he leído mucho al respecto, visto pelis y documentales a patadas, me fascina, me asusta, es quizá lo que nunca quisiera haber vivido, pero lo dicho, no puedo resistirme a ella.
Gracias querida.
Me gustaMe gusta
¡Pues no te resistas, no!! ¡Que se te da de maravilla!
🙂
Me gustaMe gusta
Pues yo he leído que era un ser sumamente infantil y egocéntrico que mandaba construir un trofeo de plata por cada derribo y luego se lo adjudicaba, sin que le importase nada más… Por lo visto su hermano Lothar, que también era piloto, era un músico excelente… Lo cierto es que cuando hizo que cada avión de su escuadrilla fuera cada uno de un color, para demostrar que no querían esconderse entre el color del cielo y el de la campiña, muchos de sus hombres murieron por eso.
Dicen que el Rata lo derribó por suerte, porque su avión tomo altura después de parecer derribado y le quedó justo en la cola.
Me gustaMe gusta
Sobre su muerte hay tantas versiones que la verdad, no sé con qué quedarme, quizá al final fuera algo poco glorioso, que le derribaran desde tierra es la opción que más me convence de todas las leídas.
Sí que el tipo era chulo desde pequeño, era pijo, encima su educación fue como fue, le dejaron siempre hacer lo que quisiera, supongo que eso luego se reflejó en su hacer como piloto.
Sobre el color de los aviones también he leído muchas versiones, desde el afán de notoriedad hasta confundir al enemigo y sobre todo acojonarlos. No creo que tuviera mucho que ver eso en las pérdidas alemanas, o al menos tuvo que ver, en mi opinión, menos que la tremenda inferioridad respecto sobre todo a los ingleses, que eran muchos más y con aviones igual o incluso más modernos.
Cosa que a medida que avanzaba la guerra fué agudizándose, los alemanes apenas tenían ya para balas y los ingleses seguían produciendo aviones en grandes cantidades.
Pero vaya, que seguramente tuviera que ver, del hermano no sabía nada mira, de lo que era músico, gracias por el apunte.
Menudo crack estás hecho 😀 un abrazo mozo.
Me gustaMe gusta
Socio, este tema me apasiona; herencia austera de mi padre:
Él solía contarme (en vez de cuentos) que eran aviones sin radar y tenían que localizar a los enemigos con la vista, por eso la panza era del color del cielo (gris imitando el clima nublado) y la parte de arriba era del color del suelo… para que desde abajo lo confundieras con las nubes y desde arriba con la campiña inglesa, de color verde…
Por lo visto dijo: Esconderse en las nubes, o en el sol, es de cobardes. A nosotros han de vernos en todo momento…
En muchas ocasiones, le pidieron que ayudase desde el cielo a la infantería y siempre se negó porque opinaba que el cielo era sólo para la guerra entre caballeros.
Su hermano se incorporó a filas después por petición suya, dicen que envidiaba su habilidad musical y su éxito con las mujeres, así que lo arrastró a un terreno de competencia que le fue fatal, pues Lothar fue derribado en dos ocasiones y murió antes que Manfred.
El derribo de Manfred lo hizo un piloto novato al que llamaban el rata, así cuenta en los registros de RAF antes de ser la RAF, nunca desmentidos por la Luftwaffe
Buen Post!
Me gustaMe gusta
Acojonante, sin palabras quedo 🙂
Si lo sé te dejo escribir a tí la historia, nada, no queda más que descubrirse, sin mariconeos ojo.
Lo dicho, un par de cañas tomábamos para hablar del tema, eso fijo, cuidate.
Me gustaMe gusta
Dios Baron rojo, cómo queme el casette de ‘Metalmorfosis’ cuando era pequeño.
Roger Corman le hizo una peli (una de las dos únicas con las que perdería dinero), la tengo por ahí en lista de espera, ya te contaré.
Me gustaMe gusta
Yo ví una en la que el prota era nada menos que Hannibal Smith 🙂 curiosamente las pelis de combates aéreos me aburren un poquito, pero en fin, esperaremos.
Cuidate chavalón.
Me gustaMe gusta
No, no digo que sea la versión verdadera, después de todo yo no estuve allí y los registros de la Historia no siempre son sinceros, pero sí es la que más me gusta…
Roald Dahl, el escritor galés de La venganza es nuestra S.A. (libro que recomiendo por lo divertido que es) casi se queda ciego volando en un gloster gladiator mientras luchaba contra un messersmith alemán, sus historias como piloto son apasionantes y sin embargo nunca escribió una línea sobre ello. Lo mismo le pasó a Saint-Exupéry, autor de El principito, que murió acribillado por dos messersmiths mientras volaba en un P-38 lighthing; que aunque es mucho más moderno y maniobrable, él había ordenado desmontar sus ametralladoras para poder llevar más correo… Saburo Sakai, el as japonés, etc lo quiero decir es que soy un friki de estas historias, quizá porque son parte importante de mi infancia, y que conste en acta que las cervezas las pagaría yo encantado si no estuviéramos tan lejos…
Me gustaMe gusta
Eso se daba por hecho, no hay año en el que no se reinterprete un poco lo sucedido, esta entrada me vino a la mente precisamente viendo un documental sobre cartas que Manfred y su familia se escribieron y que salieron a la luz muchos años después.
Por cierto, que como apasionado ciclista debo añadir a la lista de combatientes en el aire de la primera guerra mundial a Octave Lapize, curioso, otro campeón del Tour murió también en combate en esa guerra, pero en las trincheras, con menos glamour, cosa de ser luxemburgués y desarrapado 😀
Me gustaMe gusta
La paroidia de Hanna Babera con Pier no Doy una como Braon Rojo es cojonuda.
Me gustaMe gusta
Qué cabrón el risitas
Cierto, ni me acordaba yo de estos.
Me gustaMe gusta
madre miaaaaaaa!!! ahora no puedo con el señor baron que si su hermano musico que si hay una peli qeu si no te rodeas para meter nada…
esto no iba de bicis???????????
😉
Me gustaMe gusta
Buff, esto va de demasiadas cosas, abarco mucho para poco apretar 😀 en realidad va sobre las cosas que me interesan o gustan, como creo que van todos los blogs un poquito.
Besos preciosa 😀
Me gustaMe gusta
jajajja.. me encantas… con el lío de la limpieza-mudanza… los ratines que tengo un placer pasearse por aquí.. que tengas buen dia!!
Me gustaMe gusta
Dos mudanzas he vivido y ambas fueron experiencias traumáticas 😀 sobre todo la segunda, algún día te contaré al respecto, parece que no tienes una mierda en casa y te salen cajas como para llenar un trailer.
Suerte y besos, voy a quitarme un peso de encima, que es como llamamos los cultos a echar una pesa o plantar un pino, que se note que estudié enfrente de un colegio de pago.
Lo dicho, besotes querida.
Me gustaMe gusta
Eso del heroísmo en la guerra… no me lo trago. aunque hay que reconocer que eran otra épocas, donde algo de caballerosidad había; aun así… me cuesta usar el término «heroísmo» en esas circunstancias.
Sin duda que el mito del Barón Rojo excede la verdad histórica. Quizá sea mejor así. ¿Qué importa lo que él era realmente? Una canallada o una bajeza más o menos en medio de una guerra mundial no significa nada.
Excelente texto, como siempre que tocas estos temas.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
El adjetivo «temerario» quizá le vaya mejor, que era un tipo valiente no me cabe duda, fue herido de gravedad y volvió a subirse a su avión, sobre el heroísmo pues cierto, poco heroísmo hay en la guerra y en esa menos, alguno hay pero por parte de civiles sobre todo, gente que arriesgó todo para salvar vidas, muchas, o gente que perdió la suya por no ceder y traicionar a los suyos.
Gracias mozo, abrazos.
Me gustaMe gusta
A eso quería hacer referencia Dess, un acto heroico puede ser llevado a cabo por un militar si, como bien dices, deja de lado el valor de su vida para salvar la de otros, pero nunca porque mató a tantos y tantos por más enemigos que fueran. De todos modos, vamos a dejar que el buen Barón goce de su merecida fama. Quedémonos con el término «temerario» que es más adecuado.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Has puesto en práctica el «deleitar aprovechando» que preconizaba Horacio. Nos has entretenido (y mucho) culturizándonos al mismo tiempo.
Gracias.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Pues mira tú que esta entrada en particular pensaba yo que era un peñazo mayúsculo, apto para frikis solamente 😀
En fin, que gracias por los halagos mozo.
Me gustaMe gusta
Pues estabas equivocado.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Lejos de ser un friki, la entrada me ha gustado por acercarme a un personaje que sólo conocía de oídas. Luego me ha hecho reflexionar sobre la posibilidad de la nobleza y el espíritu deportivo incluso dentro de un contexto tan absurdo y exento de corazón como es la guerra, cualquier guerra. Una paradoja más de la historia.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Digamos que a esta gente la guerra en sí se la pelaba bastante, o esa sensación me dio siempre a mí, era como lo que puse en la entrada, los típicos duelos medievales, con otros medios y en otro escenario, contaban derribos en plan como contábamos tú y yo de jóvenes doncellas desfloradas 😀
Aunque nunca nos alcanzarían claro.
De todas formas debo decir que la nobleza entre los soldados rasos no era infrecuente, donde escaseó y de lo lindo fue en el generalato.
Abrazos melenitas.
Me gustaMe gusta
Te faltó mencionar una magnífica versión de Los Mustangs titulada «Snoopy vs El Barón Rojo». Seguro es una versión, como el 99% de sus canciones
Me gustaMe gusta
Me faltó me faltó, entre otras cosas porque reconozco que desconocía su existencia, como desconozco tantas cosas 😀
Abrazos.
Me gustaMe gusta
Hasta en la guerra hay clases… que pena damos. No me extraña que se deprimiera con una vida dedicada a la muerte, tu como lo ves?
Interesante historia que termina como ha de terminar una buena historia, con el heroe muerto! 🙂
Besos posesos QD
Me gustaMe gusta
Siemrpe las hubo, los ricos de oficiales y/o puestos apetecibles, los pobres al fragor de la batalla, pero tiene hasta su lógica, una familia pobre no podía permitirse pagar una educación avanzada a sus hijos, que era la que luego ponía o quitaba de primera línea a los soldados, un tipo de familia rica lo tiene más fácil.
Es la vida, es la muerte, y encima los que pasan a la historia son los que mueven los soldados como peones en el ajedrez, una hijoputada sin duda.
Besos querida.
Me gustaMe gusta
Chulo chulo que eres…. pero interesante a la hora de escribir historia 🙂
Me gustaMe gusta
Es mera fachada, en realidad soy un tipo timidín 🙂
Me gustaMe gusta
Todos los paises y todas las guerras tienen sus héroes. Quizás sea para aentar a las masas, para que se sientan protegidas por alguien, pensar que su guerra tiene sentido. Le tocó al BArón Rojo aunque supongo que hubo otros mas valientes que él. De todos modos son historias que al cabo de los años apetece saberlas. Los chicos de ahora deberían saberlas, no saben nada de historia.
Besos
Ana
Me gustaMe gusta
Este fue claro ejemplo de como usar una persona para arengar a las masas, a la soldadesca más que nada, cierto es que nadie habla nunca de los sanitarios que salvaron vidas arriesgando las suyas, por poner un ejemplo, pero fabricar héroes siempre fue necesario.
Y Manfred, con sus defectos, la verdad que tenía un buen par.
Ahora la historia en los colegios es prescindible, no sé, quizá eso les haga acercarse a ella de motu propio, sin aborrecerla por tener que estudiarla, yo dedicaría una hora a la semana a la historia incluso en primaria, «Erase una vez el hombre» serviría de perlas, les pones dibujos, se entretienen y aprenden.
Besos.
Me gustaMe gusta
A mí sí me daban clase de historia, pero nada de anécdotas interesantes como esta que acabas de contarnos, creo que de haber podido estudiarla con buenos profesores, me hubiese podido llegar a gustar… Empollaba para los exámenes, y creo que al terminar de hacerlos, se me olvidaba todo.
Lo que sé de historia, lo he aprendido por películas y por una personita muy cercana que la adora (ha tenido más suerte que yo con sus profes, y también ha leído lo suyo por cuenta propia), le encanta contarme episodios que, como a ti, le fascinan.
Muchos besitos guapetón!!
Me gustaMe gusta
A mí me gustaban los libros de historia del cole, no me gustaba tampoco el cómo te los explicaban, en plan de estudiar listas y fechas, realmente no considero importante saber en qué año empezó la Edad Media, al fin y al cabo de un año a otro no hay diferencia, sí cómo se vivía, eso nunca te lo enseñan, te enseñan fechas y reyes, se acabó 😀
Lo malo de las pelis es que como aproximación sirve, pero todo parecido es mera casualidad, los documentales son buena opción, pero reconozco que si no te llaman son también un poco peñazo, en fin, que no hay solución.
Besos hermosa.
Me gustaMe gusta
No tenía ni idea de que no existiesen los paracaídas hasta el final de la guerra…vaya gracia para los del principio ¿no?
Al final va a ser verdad todo lo que aprendemos contigo querido!
Besos
Me gustaMe gusta
Tú piensa que yo hasta que me veo algún documental o lo leo tampoco tengo ni pajolera idea del asunto 😀
Debía ser una putada sí, el volar debía dar sensación de libertad y eso, pero al final era como volar en un ataud.
Besos guapa.
Me gustaMe gusta
Juer, muy didáctico, como todas las andanzas que cuentas. Este hombre quizás hubiera sido más feliz haciendo la 2ª GM, que los aviones eran mejores. Aún así, el tío hizo lo suyo. Dejó escrito su nombre en la historia (y en el heavy).
Beso rojos.
Me gustaMe gusta
Bueno, pero ya en la segunda guerra estas cosas no eran lo mismo, no había ese espíritu pionero qué se yo, siempre me dio más la sensación de que luego se trata de llegar al objetivo, soltar bombas y a casa, yo le vería más pilotando helicópteros o asi 😀
Gracias querida.
Me gustaMe gusta
Por cierto te dejo el blog de un recién estrenado bloggero, amigo mío, que hace sus pinitos en el mundo de la Historia, por si quieres echar un vistazo.
Un beso.
http://andaquepaque.blogspot.com.es/
Me gustaMe gusta
Ahora mismo boy, aunque ver blogs de historia me suele bajar la moral, me ponen en mi verdadero sitio, que no es muy alto 😀
Me gustaMe gusta
Pues yo disfruto mucho leyendo tus cosas históricas, así que de nivel bajo nada… Al revés! Y dejemos ya de recibir halagos que esto parece una ciberorgía…jaja
Me gustaMe gusta
Uf, qué va, no es ni comparable, el tipo se ve que entiende mucho de lo que habla, este chaval sería el que haría los documentales que luego yo vería, me quedaría con cuatro cosas y haría una entrada chorra 😀
Gran recomendación sin duda.
Me gustaMe gusta
Buen post.
Me gustaMe gusta
Gracias hombre, saludos.
Me gustaMe gusta
Como siempre viene usted y me da las clases de historia que omitieron en mi escuela. Cosas que pasan. Aunque, esta vez no estaba en cero… hace poco vi una peli que trataba del tipejo, «El barón rojo»… en mi modesta opinión no era nada del otro mundo la película, pero si quiere recrear la historia ahí la tiene.
Un beso inmenso para usted por la reseña.
Me gustaMe gusta
Yo ví una que el prota era el Hannibal Smith del Equipo A, no sé si será esa la que viste, en todo caso ya sabes, el cine pues eso, es cine.
Besotes mi reina, y a tus pies.
Me gustaMe gusta