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Posts Tagged ‘William Sanderson’

Azules y Grises.

Quiero hablarte de dos pelis, dos pelis que si las ves seguidas te da para dejar a las gallinas sin maíz de tanto zampar palomitas, son de esas de tropecientos minutos, una 262 minutos, la otra 214, ambas están basadas en sendas novelas de un tal Michael Shaara y su hijo, Jeff Shaara y ambas tratan sobre la Guerra de Secesión norteamericana, esa en la que los Estados del sur intentaron, sin éxito, separarse de los Estados Unidos de América, bien, vamos con la primera.

1993, Ronald F. Maxwell dirige «Gettysburg»

Gettysburg

Si hablamos de cine bélico (aunque a las guerras antiguas las solemos meter, no sé bien por qué en «cine histórico«) hablamos sin duda alguna de la peli más bélica de la historia, pocas o ninguna verás en la que una batalla es 100 % protagonista, entre los prolegómenos y la batalla en sí no deja lugar a nada más, si te gustan los tiros y tal pues tienes varias raciones, si te gusta la táctica militar pues tienes quizá la obra maestra que buscabas, casi te parece estar viendo un documental, contada desde ambos lados, el del norte y el del sur, nos muestra una Batalla de Gettysburg tal y como sucedió, hay algún episodio, como la responsabilidad de la carga final de los confederados, que aun hoy en día se sigue discutiendo, pero a grandes rasgos la fidelidad histórica es enorme.

El reparto es sin duda también de campanillas, Tom Berenger, Jeff Daniels y Martin Sheen son quizá las estrellas más destacadas, Maxwell Caulfield (presente en esos dos culebrones llamados «Dinastía» y «Los Colby»), Kevin Conway (con un papel secundario en «OZ»), C. Thomas Howell (uno de los actores con menos suerte de «Rebeldes»), Richard Jordan (muerto justo el año del estreno) o Stephen Lang («Terra Nova») son alguno del resto del reparto, este Lang además curiosamente protagoniza también la otra peli de la que hablaré después, pero cambiando el personaje.

En un principio estuvo pensada como miniserie, pero Ted Turner, que se hizo cargo del proyecto, se empeñó en estrenarla como película, el fracaso comercial fue bastante gordo, pero en cambio fue considerada con los años como una obra casi didáctica, mostrada en muchas escuelas incluso, y cuando TNT la estrenó en televisión lo hizo con 23 millones de espectadores, un record para la tele por cable por aquel entonces, tienes, por si te interesa, otra versión, con material eliminado, que alcanza los 270 minutos.

Bien, hay que quedarse con lo que la peli tiene de interesante, la recreación de quizá la más importante batalla librada durante la Guerra de Secesión, el verla desde diversos puntos de vista, estilo «El Día Más Largo» o «Un Puente Lejano», escenas de batalla pues eso, muy logradas, con centenares de extras, pero si no eres muy aficionado a temas de estos militares pues mejor olvídate, porque de tensión dramática lo mismo que tensión sexual en «Dora la Exploradora», no hay más argumento casi que la propia batalla.

Pasan 10 años y el mismo equipo rueda «Dioses y Generales», «Gods and Generals» en guiri.

Estamos ante una precuela, los hechos narrados son los que suceden antes de la Batalla de Gettysburg y realmente estamos ante algo bastante distinto a la peli anterior, distinto para bien y para mal, pero por partes.Dioses y Generales

Esta se centra más que nada en la figura de Thomas «Stonewall» Jackson, interpretado por Stephen Lang, que si has estado atento, que seguro que no porque te la sopla, estuvo en la otra peli, pero interpretando un papel distinto, si allí hacía del general que mandó la carga cuasi suicida de los de Lee, Pickett aquí interpreta al General de cuya ausencia muchos historiadores dicen fue la causa principal de la derrota del sur en Gettysburg, el citado «muro de piedra», aquí, al contrario que en la otra, sí que hay cierta historia paralela a la guerra, sobre todo la de Jackson.

Hay cambios importantes en el reparto, Robert Duvall y Bruce Boxleitner reemplazan a Sheen y Berenger, el papel de Lang como General Picket lo hace Billy Campbell («The Killing»), Mira Sorvino y Kali Rocha son dos de las actrices que ponen el punto femenino del que «Gettysburg» carecía y entre los secundarios encontramos a William Sanderson («True Blood» o «Deadwood»).

En esta hay cosas buenas, pero a grandes rasgos podríamos decir que es una bazofia en comparación con su antecesora, prácticamente todas las escenas que no son bélicas dan asco, no he leído la novela homónima en la que se basa, así que no sé de quién es la culpa de esos diálogos insulsos, cogidos por los pelos, totalmente increíbles y hasta tendenciosos, hay una escena en la que el General Jackson y un esclavo suyo empiezan a hablar de la esclavitud y mientras miran al cielo para dirigirse a Dios parece poco menos que eran los del norte los esclavistas y los sureños sus libertadores, no es que fuera al revés la cosa tampoco vamos, pero que da vergüenza ajena la parcialidad de la peli es algo que te aseguro.

Mantiene la cosa de ver la acción desde el punto de vista del norte y del sur, pero se le nota a la peli que toma partido, además, mientras que «Gettysburg» era prácticamente coral «Dioses y Generales» bien podría pasar por una biografía de «Stonewall» en sus últimos momentos, ¿significa esto que no debes verla?, pues no, significa que debes verla pero pasando todas las partes estas «de relleno».

Porque amigo mío, «Dioses y Generales» nos muestra tres batallas, Bull Run (la primera gran batalla de la guerra), Fredericksburg y Chancellorsville, y lo hace magistralmente, dando en pantalla detalles que al menos yo nunca había visto, como que en Bull Run y en general en los primeros meses de guerra muchos soldados del sur y sus oficiales aún lucían el uniforme azul y no el gris, entre ellos el propio Jackson, por cierto, en la peli se explica el por qué de su apodo, ganado en esta batalla, esta, Bull Run , y Fredericksburg son quizá en la película en la que más fielmente han sido llevadas a la pantalla y con gran lujo de medios, resumiendo, cuando los personajes estén hablando pasa las escenas, cuando empiecen los tiros recréate, y eso que en la versión digamos previa a la estrenada estaba también la de Antietam, que te quedan ganas de ver cómo esta gente iba a mostrar esa carnicería, también se cortaron escenas que hacían que la duración total rondara las seis horas.

Comentar que Ted Turner hace sendos papelitos en las dos pelis, que el actor en el que se pensó para el papel de Jackson en un principio fue Russel Crowe y que también aquí tenemos «montaje del director», que alcanza 280 minutos, decir que el fracaso de «Dioses y Generales» fue tremendo entre la crítica, que la tachó de demasiado partidista, hasta el autor de la novela en la que se basa, Jeff Shaara, acabó decepcionado con el resultado, acusando al director de cambiar la historia y personajes de su novela.

The Poodles para la posdata, estos suecos hardrockeros y ochenteros, de su album debut este «Metal Will Stand Tall», con la colaboración de Therese Merkel, que la leche, como se conserva la jodida.

«Deadwood», Swearengen y compañía.

Bienvenidos a la frontera, a la fiebre del oro, bienvenidos a Deadwood, tiene ley, pero eso sí, peculiar.

Deadwood

«Deadwood» es otra de las pequeñas joyas que la HBO ha dejado para la televisión, creada por David Milch se emitió entre los años 2004 y 2006, tres temporadas, los costes de producción y las bajas audiencias le dieron finiquito, por lo que es otra de las muchas series acabadas prematuramente, sin un final acorde a su calidad.

La serie narra las aventuras y desventuras de Deadwood, ciudad real, durante la época de la fiebre del oro, cuando aun no era siquiera parte de los Estados Unidos, estamos pues ante un western, como Deadwood es una ciudad real hay imágenes de la época, hay que decir que los productores de la serie clavaron con todo lujo de detalles la ambientación, aquí las calles tienen barro, el caos es total, la gente luce ropas desgarradas, raídas, están sucios, pisan mierda de caballo, es el primer punto a favor de «Deadwood», el apartado técnico, de vestuario, de ambientación, es sobresaliente.

La historia como tal no existe, más bien la idea es revivir ciertos hechos históricos, mezclándolos con otros muchos inventados, mezclar personajes reales con otros inventados y contarnos sus vidas, su día a día, claro que como siempre pasa hay unos más protagonistas que otros, Seth Bullock (Timothy Olyphant «Justified»), Al Swearengen (Ian McShane «Kings»), Wild Bill Hickok (Keith Carradine «Dexter»), Sol Star (John Hawkes), Calamity Jane (Robin Weigert), Wyatt Earp (Gale Harold), EB Farnum (William Sanderson «True Blood»), Charlie Utter (Dayton Callie «Sons of Anarchy»), y George Hearst (Gerald McRaney «Jericho») son algunos de los personajes basados en gente que realmente vivió en algún momento en la ciudad, algunos tienen una presencia breve, otros están a lo largo de toda la serie, entre los acontecimientos históricos está por ejemplo la muerte de Hickok, perfectamente recreada, casi al detalle.

Junto a ellos personajes que o bien no se tiene constancia que existieran o están basados en gente que existió pero ya sin mantener su nombre, por lo que se varía bastante su personalidad, el reparto como suele pasar en estas series HBO es extenso y por citar a algunos tenemos por ejemplo a Molly Parker, joven veterana de la tele, Powers Boothe, Paula Malcomson (otra habitual de las series americanas), Kim Dickens («Treme») o Anna Gunn («Breaking Bad»), hay muchos más y casi todos perfectos, sin duda el casting es otro acierto.

La serie es, como acostumbra su canal padre, violenta, no apta para menores, no escatima ni sangre, ni podredumbre, ni palabras malsonantes, ni sexo, no es desde luego el tipo de serie que Spielberg enseñaría a sus nietos, si los tiene, los personajes mean, follan, hacen y reciben mamadas, pegan tiros, se ahostian, se emborrachan, se vuelven a pegar de hostias y hacen las paces yendo al putetxe, los hay más y menos cabrones, quizá sea esa, el de esteriotipar demasiado a algunos, una de las pegas, de las pocas pegas, los hay rectos, caballeros hasta el final y los hay hijosdeputa de cuidado, aquí el papel de George Hearst quizá sea el ejemplo más indicado.

El ritmo tampoco es que sea su fuerte, se toman tiempo para contarnos las historias, a veces se te hace pesada, a personajes como el de Juanita Calamidad hasta le pegarías un tiro, hablamos de cualquier manera de una serie premiada tanto en «aldabas de oro» como en los «emmys», durante un tiempo se especuló con la posibilidad de acabar la serie con un par de telefilmes, estilo a lo que sucedió con «Firefly», pero tal idea tampoco llegó a buen puerto.

«Deadwood» es una serie coral, muy coral, pero sin embargo cualquiera que la haya visto y piense en ella tiene un nombre en la memoria, Al Swearengen, pocas veces un personaje y el actor que le da vida, McShane, se come la pantalla tanto que oscurece al resto del reparto, Swearengen existió realmente y tuvo su «Gem», su saloon puticlub, él es quien realmente manda en la ciudad, aunque no tenga puesto alguno, él es quien decide quién y cómo muere, él y sus secuaces, un cabrón de tomo y lomo, pero acabas adorándole, es ver cualquier escena suya y te pegas a la pantalla, ya ni decir cuando coincide en pantalla con Mr. Wu (Keone Young), te descojonas.

Fue tanto su peso que cuando le buscaron un malvado que hiciera el rol de rival no pudo mantener el tipo y tuvieron que echar mano del anteriormente citado Hearst, ese al menos aguanta el tipo, su lenguaje soez acaba por ganarte por entero, sólo por él ya merece la pena ver la serie.

En definitiva, a pesar de ser una serie inacabada merece mucho la pena verla, pasarás buen rato sin duda, eso sí, quítate prejuicios, no tiene nada que ver con cualquier serie o peli del género que hayas visto, es más cruda, más real, más sincera, en definitiva las señas de identidad de HBO.

Postdata, Lacuna Coil, italianos, de ellos simplemente decir que cuentan con la bella Cristina Scabbia a las voces, bella no, preciosa, me pone todo lleno de amor cada vez que la veo, veteranitos ya, de ellos este «Our Truth»

«True Blood», sí, pero no.

«True Blood», o «Sangre Fresca», como se ha llamado en cristianés, es otra de las series de esa fábrica de talento que es la HBO, una revisión más al tema vampírico, con su punto de originalidad, en su planteamiento me refiero, los vampiros salen a la luz, solo a la pública, la otra, la del sol, les sigue matando, tratándose de integrar entre el resto de seres más o menos mortales.

True Blood

Es curioso, por lo que he podido leer debe de ser de las series de la HBO con mejores audiencias, cuando de todas las que he visto, que son bastantes, es sin duda de las más flojas, eso sí, me puedo explicar el por qué de semejante éxito, al contrario de otras series en esta abundan los tíos y las tías buenas, con lo que las recurrentes escenas de folleteo ganan bastante, sobre todo los que están más buenos son ellos, con lo que imagino a miles de jovencitas ovulando en cada episodio deseando ser clavadas por los dientes o vete tú a saber qué parte del vampiro macizo de turno, en definitiva, me da que el espectador medio de esta serie, sobre todo al principio, es parecido al de Crepúsculo.

Eso sí, los títulos de crédito curraditos, esta serie es obra de Allan Ball, creador de «Six Feet Under», con lo que te descolocas bastante, ya que si esperas algo parecido a aquella vas apañao, eso sí, el guión está escrito en base a las novelas de Charlaine Harris.

Una de las grandes pegas que le veo yo a True Blood son los personajes, no sé si es que están mal perfilados o mal interpretados, y sobre todo los dos protagonistas, la camarera Sookie Stackhouse y el vampiro Bill Compton (Stephen Moyer), y eso que Sookie está interpretada por nada más y nada menos que Anna Paquin, ganadora de un oscar por El Piano, claro que esto es igual a cuando un colega en mis años mozos presumía de salir con una modelo, sí, modelo fue, pero de patucos, cuando era cría, cuando salió con mi colega era más fea que mandar a la abuelita a por drogas, en este caso me da que sucede algo parecido, a la niña Paquin le dan el oscar y luego todo lo hace bien, pues no, para mí es una bastante mala actriz.

La historia en su arranque se basa mucho en la relación de amor de la camarera y el vampiro, con lo cual flojea, porque además no hay química entre ellos, curiosamente deben de ser pareja, luego, a medida que avanza la cosa, mejora, pero mejora porque se le va dando más importancia a otros personajes, a otras tramas, haciéndola más coral, te sigues quedando con las ganas de ahostiar a más de un personaje, por gilipollas, pero en fin, que se deja ver y entretiene.

Vamos con los personajes, tenemos al hermano follarín de la Sookie, Ryan Kwanten, tenemos a la amiga negra, Rutina Wesley, al sheriff local de los vampiros, por supuesto también como un queso (Alexander Skarsgård, visto en «Generation Kill»), Sam Trammell interpreta a Merlotte, dueño del bareto, curioso tipo, «cambiante», se convierte en animalillos varios, osea que ya no es el único que sale del armario el vampiro, en realidad al final resulta que en ese pequeño pueblo de Louisiana donde transcurre la historia han ido a parar vampiros, cambiantes, brujas malas, hombres lobo, hombres pantera, ninfas, pitufos, suegras con thermomix.. Qué curioso, todos en el mismo pueblo.

Sigamos, tenemos al sheriff de verdad, el no vampiro, comienza William Sanderson ( «Deadwood» ) en el puesto y se lo pasa luego a su ayudante, Chris Bauer ( «The Wire» ), no son ambos ejemplo de efectividad y como no están buenos tampoco acaparan escenas, tenemos al homosexual que por contrato aparece en toda serie HBO, interpretado por Nelsan Ellis, este al menos sí es un personaje interesante, tenemos al «maestro» de los vampiros, Željko Ivanek («OZ»), a la vampira novel cachondona, Deborah Ann Woll, a la vampira (perdón coño, vampiresa) más vieja pero como no envejecen igual de follable, Kristin Bauer, o a Joe Manganiello, qué raro, también guaperas, como hombre lobo que le va oliendo el ojal a la Sookie.

Hay decenas de personajes más claro, algunos con más peso que otro, la mayoría sacados de un casting de modelos, gente rara en su mayoría, es una serie fantástica 100 %, quizá la pega sea que con HBO detrás y el Ball como responsable te esperabas algo que partiendo, eso sí, de una premisa tan increíble como los vampiros, tuviera un tratamiento realista, verosímil. Yo me he visto las tres primeras temporadas, la cuarta ya está en emisión y hay una quinta ya encargada, por lo tanto tenemos colmillos como para parar un tren y para rato.

Lo bueno que tiene el asunto es que para disfrutar de esta serie te hacen falta bastantes menos neuronas que para hacerlo de «The Wire» , recomendable sería hacerte con un resumen de la primera temporada y empezar a verla desde la segunda, pero vamos, que seguramente las habrá peores.

Stravaganzza para la posdata, adecuado porque estos suelen ser bastante del rollo gótico, madrileños ellos llevan poco más de un lustro como banda y ya se han asentado entre los grupos españoles más punteros, tienen clase, como lo demuestran en esta «Máscara de Seducción»:

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