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La mejor entrada del universo y parte del extranjero.
Aunque no siempre sea lo mejor seamos sinceros ahora, el ser humano es exagerado por naturaleza, nos gusta destacar, no ser del montón, eso nos hace exagerar, no siempre para bien, todo depende de cómo se desarrolle la conversación.
Y exageramos desde pequeños, esas tiernas conversaciones entre infantes, esa figura tan venerada como es la del padre, nadie admira más a nadie que un hijo pequeño a su padre, son Dioses, «mi papá ayer clavó una punta de dos martillazos», dice Pepín, «bah, eso no es nada, mi padre se sacó el nabo y clavó la punta sin esfuerzo alguno», contestó Juanín, a esto que Manolín, hasta entonces atento a la conversación sentenció, «vaya birria de padres, el mío se sacó el nabo y la punta se acojonó tanto que se clavó sola».
Es lo que tiene la niñez, todos los profesores lo dicen, a esa edad somos como esponjas, asimilamos todo, lo bueno y lo malo, claro, tú oyes constantemente frases como «te voy a dar una hostia que te arranco la cabeza», ejem, piénsalo, ¿a cuántos has visto arrancar cabezas a base de hostias?, pero da igual, la cosa es ir inculcándonos desde críos que las hostias como panes, los cojones como sartenes, hay que ser chulos, si hace falta juntarse todo el pueblo para hacer la mayor paella del universo se hace, así hasta salimos en la tele, y ese hablar que tenemos, que los críos se enteran de todo, como cuando oyes a tu padre que su suegra cuando va a cagar al monte caga fuera, o que tú andabas ya a los cuatro meses porque eras tan feo que nadie te quería coger en brazos, pasa luego lo que pasa claro.
Y así comenzamos ya desde pequeños a intentar que lo nuestro sea siempre lo más destacado, evidentemente la cosa sigue, quién haya ido a la mili podrá dar fe, cuando se juntan dos que la han hecho y sale a relucir el tema de «pues en mi cuartel pues en el mío» comienza una competición a ver quién se tocaba más los huevos, si uno no hacía guardias el otro comía mejor que en El Bulli, con servicio de camareros y todo, al final acaba ganando el que hacía las guardias en un cine privado y con el capitán amorrado a su paquete, o con cuatro o cinco hijas de este a cada cuál más buena.
Lo triste del tema es que piénsalo, esto es real como la vida misma, estás tú ahí hablando con un colega, yo que sé, de un control de alcoholemia, y se acerca el plasta de turno, «pues a mí me han parado sólo una vez, iba a 545 por hora, salté por encima del control y todo, pero como soy así de chulo no sólo no me multaron sino que encima me pidieron perdón por entretenerme y pusieron mi nombre en la comisaría», a todo esto claro, tú y tu colega mirándoos y preguntándoos quién coño le ha dado vela en el entierro, este es el mismo que va de Valencia a Madrid en coche en hora y media parando para comer y para irse de putas, putas a las que por supuesto le invitaron los policías del control.
Si miramos los hobbys ya es de flipar, «asín de grande» dicen los pescadores, como el del chiste, el fantasma ese al que le faltaban brazos para mostrar cómo eran de grandes sus capturas y a quien sus amigos le esposaron las manos para que no pudiera exagerar tanto, al preguntarle cómo era la merluza que pescó ayer este intentaba abrir los brazos, haciendo un esfuerzo encomiable, «arffff» «arffffff», logró abrir varios centímetros las manos y dijo: «así tenía los ojos, así».
Suele dar la casualidad además de que ese pescador exagerado coincida con esa impagable figura que es la del cuñado, «el cuñao» de toda la vida, tipo curioso este, capaz de echar avispas a las gildas para que piquen más que las tuyas, este suele protagonizar algo que seguro que has vivido en alguna ocasión, cambias las ruedas del coche, te pregunta el precio y le digas lo que le digas te dirá: «Qué caro, yo tengo un amigo que por la mitad te las hubiera cambiado y encima hubiera venido el capitán a amorrarse a tu paquete», esto claro, te lo dicen siempre a posteriori, tú comentas que vas a comprar una tele, pero hasta que no la compras no te dice «pues qué cara, por la mitad sé dónde venden una mucho más grande, con disco duro, blando y de chocolate, y encima viene..», «sí, el capitán a comerte la polla» le dices, «no no, las hijas macho, las hijas.»
Podríamos pensar que a medida que nos hacemos mayores esta costumbre va decayendo, no no, quién no ha escuchado a sus abuelos o padres decir eso de que con dos pesetas en sus tiempos se iban al cine, compraban pipas, cromos, tabaco y si les apuras un poco hasta les daba para irse de putas y tomarse unos cubatas, pero aquí quizá entra un factor nuevo, la exageración negativa, tú entra en cualquier ambulatorio, hospital o similar y verás decenas de ancianitas aquejadas de los más diversos males, ahí contándose sus operaciones, alguna tiene operadas hasta siete caderas y cinco rodillas, ahí no se farda ya de cuál es la mejor no, ahí de lo que se trata es de quién está más grave, se cuenta que un día una señora le preguntó a otra que qué tal estaba su marido, «pues el pobre pilló cáncer, le atropelló un camión y luego le remató una jauría de lobos», a lo que la venerable señora contestó: «Ay hija, pues yo estoy peor…»
No te exagero, o quizá si, si te digo que DarkSun es una banda que merece la pena, Víctor García colabora con ellos en este «Anima» que ocupa la posdata, perteneciente al LP «Tocar el Sol», de 2010. Esta es de las que servidor canta a todo volumen con sus hijas los domingos a la hora del baño.
Estúpido «K-Muchacho».
Tu parienta te dijo un día que jamás te sería infiel y le pillas con el butanero en la piltra, te dijo que te querría siempre y se te divorcia, te dijo que nunca usaría a los niños como arma y te prohibe verlos tras la separación, si en estos triviales casos te ha mentido, cuando se trata de algo realmente importante, como cuando te asegura que no hay cervezas frias porque se le olvidó meterlas en la nevera, ¿por qué creerla?, ¿acaso no se trata de eso?, ¿de ir ganándose la credibilidad poco a poco con todos tus actos?.
La cosa viene por las incompetencias, estaba viendo la serie «OZ», a partir de la cuarta temporada sólo está disponible en VO, para más cojones los subtítulos son en eso que en internet se llama “latino”, y sí, es molesto que cada vez que dicen un taco lo subtitulen con un “carajo”, será cosa de culturas, tampoco coger es lo mismo allá que por aquí, pero eso de “carajo” me convence más en boca de mi abuela que en la de rudos presos que se están acuchillando o reventándose la crisma, aun siendo molesto es comprensible, ahora, cuando leí en un subtítulo “K-muchacho” no pude más que rebobinar a ver qué coño habían dicho, “cowboy”, claro, suena a “keyboy”, ¿qué lumbreras hizo los subtítulos de los cojones?, perdón, ¿del carajo?. (El término «coño» también debe cambiarse por «carajo»).
A continuación ejemplo de lo que se subtitularía como «carajo»:
Poca profesionalidad, pero es que está a la orden del día, en el periodismo mismamente, estoy hasta los carajos de que el presentador de noticias de turno, cuando sucede un atentado con una bomba o simplemente una explosión, solo por hacerse el culto suelte lo de “en la deflagración murió Fulanito Gómez y tal….”, (por cierto, no me extraña que nadie llame Fulanito a su hijo, tendría una esperanza de vida del carajo), es que claro, explosión lo usa todo pichichi, pero mola más deflagración, que para eso soy presentador estrella, fijaros, vereis como cada vez que hay una cosa de estas sueltan lo de la pura deflagración, ni siquiera antes se molestan en saber qué coño significa, y que una bomba en la puta vida puede deflagrar,sino detonar, deflagra la pólvora de una mecha, un mechero, cualquier combustión por debajo de la velocidad del sonido, es decir, cualquier combustión que no sea precisamente explosión o detonación.
Que alguien de la calle no sepa esto es entendible, lo que me jode es que esa gente que está para contarnos las cosas, cobrando un pastón, no tenga ni puta idea, es más, que no tengan el interés siquiera en hacer bien las cosas, otro ejemplo es cuando meten a alguien a cubrir algo de lo que no tienen ni idea, bien, el profesional se interesa en conocer, al listillo se la suda, hace una semana o así “El Mundo Deportivo” publica que Omega Pharma y Quick Step se fusionan, y que Gilbert tendrá un equipazo a su disposición, bien, obviamente para alguien normal es bastante lógico que no sepa que Omega Pharma y Quick Step sean dos firmas que han patrocinado a dos escuadras ciclistas belgas y que Gilbert es un ciclista del primero, belga él y una verdadera máquina, menos aun que en realidad más que una fusión de lo que se trata es que Omega deja a Lotto, que era el otro patrocinador del equipo, y se vaya con el máximo rival, cosa que ya hizo a la inversa en su momento, cuando era “Davitamon” sy apuesta comercial, pero ni de lejos quiere decir que Lotto y sus ciclistas vayan a acompañarles en el camino, de hecho gente como Van der Broeck se queda, de hecho la mayoría, la inmensa mayoría de ciclistas del Lotto actual renuevan, de hecho Omega Pharma lo único que se lleva del equipo es la pasta, de hecho ni siquiera Gilbert estba claro cuando se escribió el artículo que fuera a irse a Quick, al final no se va claro, como digo eso no tiene por qué saberlo el que lee el periódico, pero sí el que escribe, porque no es ya que estés dando tu opinión, es que estás desinformando, mintiendo, diciendo cosas que no son verdad.
Y yo me digo, si en estos temas en los que por suerte o por desgracia tú controlas algo ves que los que cuantan las noticias tienen muchas y grandes carencias, algunas recurrentes y que parece que nadie les corrige, ¿qué no pasará cuando nos cuentan que no hay cervezas frias porque se les olvidó meterlas en la nevera?.
La postdata de hoy no nos lleva lejos, Avalanch es una banda española que además suele usar el cristianés en sus letras, tuvo sus polémicas, no sé si las sigue teniendo, con Warcry, grupo en el que recaló su primer vocalista, Victor García, sustituido por Ramón Lage, a mí es un grupo este que me gusta bastante, me parece de lo más potable del panorama nacional, de su último disco, «El Ladrón de Sueños» este tema llamado «El Ladrón de Sueños», los más observadores repararán que los nombres coinciden, qué carajo.