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Esos jodidos pesimistas.
Dicen que un pesimista es un optimista bien informado, que si la botella medio llena, medio vacía, ¿cómo la ves?, pues si la estás llenando medio llena, si la estás vaciando medio vacía, yo siempre pensé que el ser humano tiene algo de exceso de dramatizar, que nos mola dar pena vaya, qué vieja y ruin táctica la de dar pena, «es que ayer se me murió la abuela», para ligar en la disco, que te abracen y consuelen y tú ya aprovechas y pillas cacho, yo jamás usaría una táctica tan sucia, bueno, alguna vez pero ya en plan último recurso, mas no me funcionaba demasiado, «hermosa damisela, ayer se me acabó el colacao y tuve que desayunar leche sola, déjame abrazarte para que me consueles y así apoyarme en ese par de melones que están pidiendo a gritos ser devorados», y no te jode que la tipa me soltó una hostia.
Pero sí, a la peña le mola dar pena, somos de contarnos desgracias, que si tengo piedras en el riñón, que si me han echado del trabajo, que si mañana me caso, si te fijas nadie cuenta en el bar que a la noche echó un polvazo de campeonato, no, lo bueno se calla, se cuenta lo malo, nos mola deprimirnos y entristecernos, pensar que nos va todo fatal, ser pesimistas en definitiva.
De doblajes con el nabo.
Vamos a hablar de «Malditos Bastardos» o «Inglourious Basterds», la peli de Quentin Tarantino de 2009, bien, sobre la peli, su calidad, hablaremos poco, simplemente decir que a mi me encantó, es quizá la última peli que he visto y que me ha convencido totalmente, la tachan de larga pero se me hizo corta, dicen que le sobran escenas, para mí incluso le faltan, pero como digo no hablaremos de la peli en sí, sino del doblaje.
Sí, sé que es un tema trillado, hay que ver las pelis en VOS, mirad, yo creo que el trabajo de los actores españoles de doblaje es, suele ser, excelente, yo al menos entiendo mejor a estos que a los actores y actrices españoles cuando salen en la tele o en el cine, no es cuestión pues de que hay que verlas en versión original porque sí, yo suelo ver bastantes pelis o series en VO, pero más por intentar convencerme de que jamás entenderé ese idioma en mi vida que por otra cosa, ya digo que salvo excepciones los profesionales del doblaje, al menos los que conozco, los españoles, son bastante buenos, este caso lo saco porque la chapuza que hicieron fue descomunal, y ojo, no por los actores que doblaron las voces, sino por la falta de criterio de los responsables de decir qué se subtitula y qué se dobla.
Primera escena, Hans Landa (Christoph Waltz, impresionante)y la familia del granjero que esconde judíos, hablan en francés, se subtitula, en un momento dado el coronel le dice que ha agotado sus conocimientos de francés, comienzan a hablar pues en inglés, ahora ya doblado, es decir, lo escuchamos en castellano.
Siguiente escena, el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) habla con sus soldados, son americanos, por lo que se supone que hablan en inglés, a estas alturas tenemos claro pues que de los idiomas que se hablan en la peli es el inglés el principal y el que será doblado, el resto se darán en el idioma original, nunca mejor dicho, y con subtítulos.
Siguiente escena, corrobora lo anteriormente dicho, salen unos oficiales alemanes y sale Hitler, hablan en alemán, oímos el alemán y se subtitula.
Pasamos, los bastardos en plena acción, unos prisioneros alemanes, cogen a uno que se supone que es el que sabe hablar inglés, a los bastardos les oímos en castellano, doblado, a él también, con acento alemán, pero en cristiano, va quedando meridianamente claro que el idioma doblado es el ingles y que cuando alguien que no es inglés lo habla lo escuchamos con el acento correspondiente. la cosa queda clara cuando interrogan a otro prisionero, que no sabe inglés y cuando el bastardo de turno le traduce del inglés al alemán lo hace de español a alemán (ya que esta claro que es el inglés el único idioma doblado), el soldado habla alemán y suena alemán.
En la siguiente escena ya la cosa no esta tan clara, estamos con el héroe alemán Fredrick Zoller (Daniel Brühl) y la dueña del cine, Emanuelle Mimieux (Mélanie Laurent), hablan francés, ya no es el inglés el único idioma que oímos doblado. Se encuentran en un bar, un restaurante, vuelven a hablar en francés y lo oímos doblado, en medio de la conversación sale un oficial alemán que efusivamente saluda al héroe, hablan en alemán, suena alemán. En la siguiente escena llegan al cine un oficial alemán y su chófer, entre ellos hablan en alemán y a la chica en francés, el chófer, el oficial se supone que no sabe francés al menos de manera lo suficientemente holgada como para cruzar dos frases, la llevan a un restaurante donde le espera su héroe particular y Goebbels, el héroe habla con la chica en francés, sonándonos a nosotros en español, o sea doblado, y traduce al alemán sus palabras a sus acompañantes alemanes.
La cosa sigue ahí hasta que la acción pasa a Inglaterra, el oficial inglés controletas del cine alemán (Michael Fassbender) y sus superiores, obviamente hablan entre ellos en inglés, pero lo oímos doblado.
Ahora vamos con el despiporre padre, estamos en el bar, un grupo de soldados alemanes juega con la actriz que es doble agente (Diane Kruger) y espera allí al oficial inglés y a los bastardos, la actriz es alemana, los soldados alemanes, es más que obvio que hablan alemán, pero curiosamente ahora lo oímos doblado, es decir, tal y como pasó con el francés hemos pasado de oírlo en su sonido correspondiente a escucharlo doblado al castellano y sin subtitular.
Llegan los bastardos y el oficial, disfrazados de oficiales alemanes, con soldados alemanes cerca y ellos haciéndose pasar por alemanes, hablan en alemán obviamente, pero les seguimos oyendo en castellano, curiosamente cuando hablan con la camarera lo hacen en francés y coño, ahora si suena el francés, menudo jaleo. Sale el oficial alemán que fue a buscar a la chica del cine, hablan en alemán, es más, el les medio descubre por los acentos, los reconoce todos menos uno, sigue doblado, toda la escena se dobla.
Después de la carnicería solo quedan vivos la actriz y un soldado alemán, llegan el resto de los bastardos, el teniente Rein habla con el soldado, suena castellano, pero a estas alturas vete tú a saber que coño de idioma hablan, se supone que alemán no, porque Rein no estaba en el grupo de infiltrados precisamente por no conocer dicho idioma, por lo que suponemos que hablan en inglés, en todo caso esta doblado ese inglés, tócate los huevos. Cuando Rein habla con la actriz hablan en inglés y vuelve a sonarnos doblado, a estas alturas al menos tenemos claro que el único idioma que siempre esta doblado es ese, el inglés.
Sale de nuevo Hitler, hablando alemán, de repente ya no se dobla, vuelve a sonar alemán, cuando Landa va al lugar de la matanza y habla con los soldados también, hablan en alemán y suena alemán, el mismo escenario, el mismo idioma y sin embargo una vez se dobla y en la otra no.
Vamos ya con las escenas finales, volvemos al cine, la chica habla con su novio y ayudante, en francés, doblado, lo que en el bar se nos ofrecía en versión original aquí ya no vale, nueva vuelta de tuerca, ¿acaban ahí los líos? no, que va, en la fiesta previa al estreno Landa se encuentra con la actriz (recordemos alemana) y los bastardos, que se hacen pasar por italianos, Landa y la actriz hablan en alemán, pero por arte de magia se vuelve a escuchar doblado, menos mal que cuando hablan italiano se escucha en versión original subtitulado.
Volvemos a escuchar a la chica del cine y al noviete en castellano, o sea doblado, cuando hablan francés, pero lo curioso es que cuando Landa habla con Goebbels, en alemán, vuelve a sonar el alemán y se subtitula, todo esto en el mismo escenario, el teatro.
A partir de ahí volvemos a escuchar hablar en inglés y francés doblado, indistintamente, o sea, en definitiva, salvo el inglés, que siempre lo escuchamos doblado, el resto de idiomas utilizados, francés y alemán, lo oiremos en versión original subtitulado y doblado según le salga de los cojones a quien hizo el doblaje en la versión en castellano de la peli.
Debo advertir, por cierto, que este artículo contiene muchos de esos llamados «spoilers», o sea que no es conveniente que lo leas si no has visto la peli y tienes pensado hacerlo, sí, sé que sería mejor haberlo avisado al comienzo y no ahora, pero qué le vamos a hacer, así soy de cabrón.
Timo Tolkki para la postdata, tío inquieto este ex-Stratovarius, de uno de sus discos en solitario y nuevamente con Michael Kiske este «Key To The Universe»
¿Por qué me gusta el ciclismo?
Realmente mirando la cosa objetivamente pocos argumentos hay, se trata de un montón de tíos dando pedales durante un montonazo de kilómetros, la mayoría en los puros huesos, enclenques, feos, pedalean y pedalean hasta la meta y sólo ahí hay emoción.
Da la sensación de que además el ciclismo es un deporte donde la ingeniería médica en forma de dopaje está plenamente integrada, cuando ves a un ciclista meando en una cuneta si te fijas casi puedes ver que mea algo verde, alguno puede que al final en el último kilómetro comience a ponerse cachas, más feo aun y verde del todo y en plan «El increible Hulk» tire la bici sobre el público y se encabrone de lo lindo.
Y a pesar de esto, a pesar de no ser un deporte espectacular, a pesar de los casos de dopaje, que por cierto, si los hay es porque se buscan, resulta que el ciclismo me gusta, me ocupa y me preocupa, alguna razón habrá.
Y por supuesto que las hay, empezando por la variedad, poco o nada tiene que ver una clásica del norte, con una italiana, con una ronda por etapas de una semana o con una de tres, poco o nada tiene que ver subir el Tourmalet con la crono de París, poco o nada el treno de Cipollini con el US Postal en la CRE, bueno sí, tiene que ver que todo es ciclismo, y en ruta, pero los que pueden ganar en unas y son favoritos para ello en otras no se comen un colín, y viceversa, Boonen es un monstruo, Armstrong también, pero uno tiene imposible ganar el Tour y el otro lo mismo con la París-Roubaix
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En fútbol por ejemplo el equipo que es bueno en la Copa es bueno para la Liga o para la Champions, podrá o no ganar luego, pero las condiciones de juego son siempre similares, en ciclismo no, el terreno de juego condiciona las condiciones y carencias, me diréis, «coño, pero el Madrid en fútbol sala no se comería una mierda», vale, pero es otro deporte, es fútbol, pero sala, como el ciclismo tiene el ciclocross o la BTT, pero hablamos de que sólo en ruta la variedad de carreras y ciclistas es tremenda.
Mirad cómo es la cosa que eso de que «el todo es más grande que las partes» en el ciclismo es una mentira, tanto como que dejé de ser veinteañero hace semanas, ejemplo, cuando existía la Copa del Mundo era más importante ganar «Tour de Flandes» o Roubaix que la propia general, con el Pro Tour lo mismo, cualquier ciclista cambiaba ganar la general de esa clasificación por ganar alguna de las carreras que la integraban, léase por ejemplo el Tour.
Luego está la cosa de la incertidumbre, del no saber cómo y cuando se decidirá la carrera, puede ser en el último kilómetro, pero puede ser antes, puede haber sprint, pero.. ¿y si llegan los fugados?, y claro, si llega, ¿ganará como siempre el italiano?, ¿esperarán al último puerto?, ¿al Poggio?, ¿al último tramo de pavés?
«Emboscada en el bosque de Aremberg», no jodas, si acojona y todo, puede ser el título de una peli de la II Guerra Mundial,
«Ataque en el Kopenberg», «La batalla de los Alpes», épica pura señores, luego no están ahí dándose de tiros no con la lanza en ristre, pero la magia de los escenarios, su misticismo en ocasiones presta a enamorarse de este deporte, ¿quién no recuerda alguna etapa sobre la nieve, la lluvia o el calor extremo?
Me gusta el ciclismo, porque además, como en alguna ocasión hemos tratado es un adelantado a su tiempo, nunca tuvo fronteras, ni problemas de cupos de extracomunitarios, tú puedes montar un equipo en Suiza y llenarlo de ciclistas de 20 países que nadie se extrañará, como nadie se extrañará de que ciclistas de equipos rivales sean solidarios cuando la situación lo requiere, «toma Gino, bebe».
Recuerdo mis primeras carreras con Arroyo en el Tour en el que hizo podium, vagamente eso sí, porque soy bastante joven aunque parezca lo contrario, gloriosos años los ochenta, los bares se abarrotaban viendo las desventuras de Ángel Arroyo, Perico Delgado o Marino Lejarreta, los críos jugábamos a «ciclistadas» con chapas, las radios competían a ver quién cubría mejor y durante más tiempo las carreras, salías de clase a toda leche para poder llegar a ver el fin de las etapas, jovenzuelos de hoy ni se pueden imaginar que hubo una época en la que el ciclismo rivalizaba seriamente con el fútbol, y no exagero, durante el tour o la Vuelta el Marca por ejemplo dedicaba 12 o 14 páginas a la carrera, la gente por la calle hablaba de ciclismo, podías apuntarte a varias porras con amigos…
Ahora sólo gracias a internet podemos charlar sobre esto, somos menos, pero fieles, vemos imágenes como esta….
….y nos ponemos casi cachondos, para la inmensa mayoría les hablas del Tour de Flandes y te dicen «bah, si esa es llana y no la conoce ni Dios», les hablas de la «Flecha Valona» y te sueltan, «sí, esa peli ya la he visto, de las mejores de Robin Hood», aficionarse ahora a la Fórmula 1 es sencillo, al tenis igual, al ciclismo no, porque pagamos el ir de cara, aquí a los tramposos les cazan y son sancionados, pero porque son buscados, no hay más.
Salvo excepciones, como pueda ser por ejemplo Euskaltel no hay esa identificación tan estrecha con un equipo como lo hay por ejemplo en fútbol o basket, que te impide incluso disfrutar de las virtudes del rival, en ciclismo incluso los del Euskaltel-Euskadi disfrutan de una llegada como la de Ballan en el Mundial, el cambio continuo de equipos y patrocinadores quizá propicie eso, pensad el mero hecho de que todos suben juntos un gran puerto del Giro o el Tour y muy muy muy y mil veces más «muy» rara vez un aficionado de un ciclista intenta hacer el mínimo daño conscientemente a un rival, ¿os imagináis a Etoo metiendo goles al Madrid en el Bernabeu con centenares de hinchas rivales a su lado?, ¿o a Figo lanzando corners en el Camp Nou con la camiseta blanca con los Boixox nois a su nuca y sin valla o protección alguna?.
La afición ciclista comparte bocatas y cervezas en las cunetas de la carretera mientras esperan pacientes e ilusionados a sus ídolos, se mezclan, se intercambian números de teléfono, direcciones de correo y si hace falta a las parientas, animan codo con codo a los suyos sin agredir al rival, eso mis queridos amigos es la esencia del deporte, de la deportividad, del respeto, y eso en pocos deportes de élite se da, hay piques claro, pero lo dicho, mientras un forofo del fútbol ve al Cristiano Ronaldo rival a tiro y le pega un botellazo en ciclismo no me cabe duda que si lo ve pasar a su lado incluso le aplaude, esa grandeza y no quiero ser pesado, sólo está en el ciclismo.
Revolution Renaissance ocupa la postdata, estos fineses fueron un invento de Timo Tolkki, un proyecto acabado, comenzaron sin demasiada chicha, hicieron un segundo disco bastante bueno y acabaron con otro que lanzaron sólo por compromisos con la discográfica, del primer LP, «New Era» este «I Did It My Way», con Michael Kiske a las voces: