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Mi reino por un parche en el ojo.
Tenemos un particular sentido de la justicia. Todos, tendemos a ver la viga en ojo ajeno y no la paja en el nuestro, así es, va esto hoy de piratería informática, ya sabes, la cosa de bajarse pelis, música, series, libros y demás de internet, por mucho que se luche contra la piratería informática es algo que me da que tiene difícil solución, a ver, «solución» para ellos, para las industrias y comercios que ganan dinero con esas cosas, para quienes nos bajamos las pelis la «solución» sería una putada con todas las letras.
Porque sí, mira, para qué vamos a negar lo evidente, me bajo muchas cosas, menos bajar bragas, que es lo que me gustaría bajar de verdad, me bajo de todo, hasta libros, «pero si no lees», ya, es puro vicio, por tenerlos, me bajo discos a patadas, todos los días me escucho dos o tres, al menos un par de canciones, luego si veo que no me gusta pues tate, por el precio tampoco te tiras de los pelos, quien los tenga, pelis pocas, ahí sí que me cuido de no petar el disco duro, esto te lo explico.
Os presento a mi amante.
Tú te preguntarás, ¿por qué veo tantas series?, bien, durante un tiempo mi trabajo me obligaba a viajar, ciudades diversas, pero yo como suelen decir los futbolistas, de esas ciudades sólo veía los hoteles, tú te volverás a preguntar, ¿por qué atlética y varonil persona?, pues a eso no te voy a responder, debería para ello dar datos de mi trabajo que no estoy por la labor, nunca se sabe quién te lee y desde luego no quiero ir al paro, la cosa es que mi sentido de la profesionalidad me impedía salir a la calle, entonces, tenemos noches de hotel, algunas compartidas (sin sexo lamentablemente), otras solitarias, otras en las que desearía estar solo por quien tenía al lado, en la tele nada más que mierda, el cine siempre es una opción, de hecho es a lo que me daba, portátil y peli antes de dormir, hasta que un día alguien me dijo, «¿por qué no te ves una serie?, te enganchas y tienes garantizadas unas horas de cierta diversión», ahí nació mi pasión por esas pequeñas joyas televisivas, un mero pasatiempo hasta que me topé con mi amante, quien más me ha hecho gozar de la noche, te he hablado de ella bastantes veces, la muy puta se llama HBO.
No te voy a hablar de los orígenes del canal, de su historia, para qué, os voy a hablar de sus polvazos, polvazos que en la mayoría de los casos me han dejado satisfecho, variados, intensos, algún gatillazo tuvimos, cierto, nadie es perfecto, pero por lo general siempre han sido de recordar, y como quisiera que tú también goces pues nada, te contaré esos polvos, porque además, para qué andarnos con rodeos, no soy celoso, te puedes tirar a la HBO las veces que quieras, sin problema. Dices tú de orden, qué se yo, podría hacerlo por orden alfabético, sí, podría hacerlo por lo que más me ha gustado, pero sería complicado, al final decidí preguntar a mi hermoso par de testículos cómo lo harían ellos, y lo que han decidido mis pelotas es esto:
«The Wire»: Te he hablado mucho de ella, es complicado que te encuentres con alguien que la haya visto y no te diga que es la mejor serie que ha visto en su vida, compleja, un desnudo integral de la sociedad actual, serie de ficción que te crees más que viendo cualquier documental, completa, distinta, maravillosa, una joya cuyos seguidores adoran y que sin embargo ha permanecido oculta para el gran público, en cualquier otro canal se hubiera cancelado, fue un fracaso de audiencias, pero HBO la mantuvo, la mantuvo además sin presionar a los creadores para cambiar nada, gracias a esa paciencia tenemos la que sí, sin duda alguna es la mejor serie de televisión de la historia, sin más, no hay discusión, perfecta.
«OZ»: Tú te dirás qué hago viendo yo cuentos infantiles, no, nada de eso, es más, «OZ» puede que sea la menos indicada de todas para un niño, rodada prácticamente en interiores, en una cárcel, es la serie que más me impresionó, por lo arriesgada, un drama carcelario crudo y duro, con escenas que te impresionan, no es, ciertamente, la más realista visión de una prisión, pero sí la más explícita, pobres actores, muchos de ellos los hemos vuelto a ver, esta serie fue la pionera, la primera que rodó HBO, ya ahí dejó a las claras su intención de pasarse por el forro de los cojones el puritanismo, si echamos desnudo al preso dentro del agujero se ve al preso desnudo, si se viola se viola, si se mata se mata, moralidad cero, la que cada uno tenga.
«Los Soprano»: Quizá la que menos presentación necesite, un homenaje al cine gangsteril, a «El Padrino», a «Goodfellas», es la de más éxito del canal hasta la llegada de los Stark, sigue la senda de sinceridad de todas las anteriores, el gusto por rodar escenas como se deben rodar, poco de decir de ella, que es todo un mito televisivo, repleta de grandes momentos, repleta de grises, muy de personajes, los llegas a adorar, aunque la mayoría sean unos hijosdeputa, da igual, geniales.
«Roma»: Viajar al mundo antiguo, si encima la época, la antigua Roma, te apasiona, pues miel sobre hojuelas, pero es que «Roma» tiene calidad, mucha, claro ejemplo de cómo se puede ser fiel a una época, a unos hechos, a unos personajes y a una ciudad cambiando mucho de lo que pasó, es, como todas, dura, la visión más realista de la grandeza y miseria de una época, pero además entretenida, impecable en todos los aspectos, disfrutable de todas todas, como suele pasar, está tan bien hecha que no pudo seguir adelante, requería de demasiado presupuesto, aun así, dos temporadas imprescindibles.
«Deadwood»: Un viaje al lejano oeste, a la frontera, estás viéndola, pasa al galope un caballo por la calle y te tapas la cara, no sea que te salpique de mierda, quizá la mejor ambientada de todas (y esto es decir mucho), quizás la menos densa, la que explota el lado más de comedia, sin serlo, quizá la que tenga el personaje que más se te queda grabado a fuego, Al Swearengen, otra de las canceladas, por los mismos motivos que prácticamente todas, serie cara, demasiado cara, pero es que la calidad tiene su precio, desde luego es algo que debería ver todo amante del género, con escenas donde te ríes, donde te emocionas y donde llegas a mirar hacia otro lado, por la crudeza extrema y la escasa moralidad.
«Boardwalk Empire»: Años 20, ley seca, mafia, si te hablo de ambientación me repetiría como el ajo, es algo que ya debemos dar por supuesto en toda serie del canal, he de decir que su primera temporada me dejó más bien frío, veía reflejadas en la serie todas las señas de identidad de HBO, pero faltaba algo, faltaba el segundo acto, el que te deja con la sensación de haber vivido una grandísima historia, es quizá la mejor escrita de todas, realmente adictiva, sorprendente, nada de lo que pasa pasa como tú esperabas, esta es de las que están en curso, por lo que es previsible que a pesar de su precio se mantenga, ojala, porque lleva camino de convertirse en una serie mítica.
«Juego de Tronos»: La que más me sorprendió, uno no es mucho de historias de esas tipo medieval, con sus dragones y tal, pero viendo el sello había que verla, acojonante, acojonantes sus diálogos, impagables, acojonantes sus personajes, perfectos, acojonantes los actores, la perfección hecha televisión, es más, ha roto todos los récords de venta en DVD de HBO, por algo será, claro ejemplo de cómo hacer creíble una historia tan fantasiosa, quizá la novela perfecta para el canal, por su falta de moral, siempre es complicado llevar libros a la pantalla, pero esta es la prueba de que cuando hay gente capaz se puede hacer más que dignamente, como la anterior esta es de las que aun está en emisión, esperemos que por muchos años.
«Hermanos de Sangre»: La serie bélica por excelencia, una sola temporada, rodada magistralmente, siguiendo todos los pasos necesarios para que te creas parte de la compañía “Easy”, puro espectáculo, se nota la mano de Spielberg en ello, rodada con menos medios que la fallida «The Pacific», pero en ningún caso notas nada cutre, tiene tiempos para todo, evidentemente los combates, pero también el amor (creo que pocas veces veremos metida una historia de amor de manera tan perfecta en medio de una batalla), el drama más duro de los campos de concentración, compañerismo, le falta algo de realismo, cierto es, pero con todo lo que te digo, se antoja complicado que una serie del género supere a esta algún día.
«Carnivále»: La más extraña, con diferencia, el bien y el mal, repleta de momentos escalofriantes, de situaciones que no te explicas, lenta, extremadamente lenta en ocasiones, embrujadora, se te mete dentro, te gana sin reservas, además está muy bien cerrada la trama, a pesar de ser una de las canceladas antes de tiempo, por los mismos motivos de siempre, el alto presupuesto, no es esta la serie que recomendaría a cualquiera, eso por supuesto, es más, es de las series que ni recomendaría, creo que está hecha para quien se tope con ella como quien se topa con un carromato abandonado por un circo ambulante, hay que estar destinado a verla.
«A 2 Metros Bajo Tierra»: Si «The Wire» cambió mi forma de ver el mundo podríamos decir que «Six Feet Under» cambió la manera de verme a mí mismo, nunca antes una serie de televisión me había hecho plantearme mi propia vida, la serie más cabrona de todas, con diferencia, la que más te hace pensar, la que más habla de la propia vida, a pesar de tener a sus personajes rodeados permanentemente de la muerte, nunca antes habías vivido en una funeraria, tras ver la serie puedes decirte que ahora sí, ¿drama?, ¿comedia?, no sé, ¿realismo?, tampoco lo sé, una ve leí que ver esto es como leer un libro, quizá sea la más literaria de todas, la más filosófica, la más engañosa sin duda, parece que no te ofrece nada, que es un pasar de escenas con algún que otro diálogo brillante, pero lo dicho, tiene un peligro dentro, algo que hoy en día no se lleva en absoluto, te hace pensar.
Quedarían otras, pero tampoco es cuestión de cansarte, posdata entonces, Harmony, suecos, metal cristiano, con sus toques progresivos, de los que de entender la letra posiblemente no escucharía, de su último álbum este «Inner peace», en el que tienen como colaboración a Daniel Heiman, toda una gran voz.
«Los Soprano», Tony y su banda.
Estamos desde luego ante la serie más famosa de la HBO, puede que «Juego de Tronos» acabe quitándole el puesto, pero de momento si ponemos todos los títulos de las series del canal americano de pago y preguntamos a la gente cuál conoce sin duda la respuesta sería «The Sopranos», «Los Soprano» en cristianés.
David Chase es el responsable de la serie, emitida a partir de 1999 y hasta 2007, seis temporadas, la última con un añadido de ocho capítulos, como todas o prácticamente todas las series los directores varían, pero los más recurrentes fueron Tim Van Patten, John Patterson, Allen Coulter y Alan Taylor, eso sí, los capítulos claves para el gran Van Patten.
El reparto, amplísimo, encabezado por James Gandolfini, auténtico eje sobre el que gira todo, junto a él pues por destacar tan sólo a los más importantes Lorraine Bracco, Edie Falco, Michael Imperioli, Dominic Chianese, Steven Van Zandt, Tony Sirico o Drea de Matteo, pero el reparto es como digo colosal, tanto en tamaño como en resultado, destacar por ejemplo que Steve Buscemi hace aquí de director y actor, otro ejemplo, sólo mirando quienes actuaron en algún momento en la serie y anteriormente en la peli «Uno de los Nuestros» la cifra se pone en 27.
Esa peli es una de las grandes referencias de «Los Soprano», «El Padrino» también claro, son varios los guiños a ambas, es hasta lógico puesto que al final no dejan de compartir temática, mafia, contada de forma distinta está claro, pero al final se trata de eso, de gangsters.
La historia pues en realidad como suele pasar en series tan largas son varias entremezcladas y que se van sumando y restando a lo largo de las temporadas, Tony Soprano, el jefe, es sobre el que se vertebra todo, sus visitas a la psicóloga, su familia, su «familia», la policía intentando darle caza, las familias rivales, sus capos y soldados, sus folleteos con camiseta (esto te recuerda a Esteso y Pajares 😀 )…
No es una serie que me entrara pronto, los primeros capítulos se me hacían pesados, le di la oportunidad al haber leído tantas y tan buenas críticas, realmente merece la pena dársela, una vez que coges el ritmo de la serie, que empiezan a resultarte entrañables esos cabrones de la mafia de Nueva Jersey, te lo pasas bien, aun así hay episodios realmente soporíferos mezclados con otros en los que la acción no te deja moverte del sofá y otros con momentos en los que te descojonas de la risa.
Hay personajes que independientemente de su catadura moral te acaban cayendo genial, como el presumido Paulie Gualtieri y otros a los que ahostiarías tú mismo, como al hijo o el cocinillas, sus escenarios también acaban resultándote familiares, el restaurante, el club de putas, la casa Soprano, la de su madre, esta fue la primera serie de HBO en usar tomas exteriores, anteriormente a «Los Soprano» tan sólo habían rodado «OZ» y esta transcurría casi en su totalidad dentro de las paredes de la cárcel, en «Los Soprano» pasan con nota, rodando incluso en el mar alguna de las escenas más inolvidables de la saga.
Otro acierto es que a pesar de que como digo casi todo gire alrededor de Tony Soprano, se tocan diversos temas que hasta entonces eran tabú, como la homosexualidad en la mafia, trágicamente resuelta, más cosas buenas, muestra las vidas de los protagonistas de forma absolutamente creíble, si pegan tiros los pegan, si mean mean y si follan follan, aquí no se tapan con la sábana al acabar, detalles como estos hacen que la cosa gane en verosimilitud.
Cosas malas, pues el ritmo de algunos episodios, como en los que Tony se pasa drogado por la medicación o le da por soñar, y claro, hay algo que no es que sea bueno ni malo, para gustos, su final, para mí directamente no es un final, a algunos les resulta uno de los mejores de la historia, a estos les recomendaría ver los de «The Wire» o «Six Feet Under», yo creo que es el resultado de la incapacidad de encontrar un final digno a tan excelente serie, si no puedes dárselo te inventas una cosa rara que al menos te conceda la polémica necesaria para que tu serie pase definitivamente a la historia.
En fin, no es la mejor serie que he visto, pero está cerca, absolutamente recomendable, claro, en España no acabó de cuajar, aquí mola más otras cosas, gran serie y auténtico fenómeno social, con grupos de facebook, foros y demás dedicados a estos entrañables matones.
Kamelot ya ha aparecido en las postdatas dessjuestcianas, están de actualidad porque su vocalista Roy Khan deja la banda, sin que haya aun sustituto, estos yankis llevan ofreciéndonos su música desde hace 20 años, han ido cambiando de estilo con los años, más que de estilo lo que han hecho es ir metiendo matices, de ellos toca este «Across The Highlands»