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Niza y Tirreno, la cosa, Wiggins y Nibali.
Pues se han disputado ya las dos primeras vueltas por etapas realmente importantes del calendario, la París – Niza y la Tirreno – Adriático, en Francia el triunfo ha correspondido a un británico, Bradley Wiggins, un tipo realmente curioso.
Wiggins es británico sí, pero nació en Gante, en tierra ciclista por antonomasia, en plenos Flandes, sin embargo nunca ha destacado en el pavé, más bien en la pista, donde ha sido toda una estrella, campeón del mundo y olímpico, pasó a la ruta en un equipo patrocinado por el ex-Beattle Paul McCartney, Linda McCartney se llamaba, equipo donde todos eran vegetarianos y que no pasó de ser mera anécdota, luego recaló en el ciclismo francés y ahí no pasó de ser uno más, compaginaba ruta y pista sin mayor brillo en las carreteras, pero he aquí que de repente va el mozo al ciclismo anglosajón, Columbia primero y Garmin después, y ahí, en el Garmin, en el equipo que más presume de limpieza del universo universal se destapa como todo un vueltómano, cuarto puesto incluido en el Tour de Francia.
La cosa es que entonces, 2009, a más de uno se le antojó ese puesto como algo más casual que otra cosa, todos tenemos en mente ciclistas que un año puntual se sueltan una gran actuación en el Tour y luego no vuelven a dar ese nivel, pero Wiggins parece que sí, no ha tenido mucha suerte con las lesiones, pero cada vez parece más claro que sí, que es un tipo capaz de atacar el reto del amarillo de París, cosa histórica sería además, porque desde el año pasado milita en el Sky Team, el gran equipo británico, pedazo equipo por cierto, más de uno en las islas se pone cachondo ante la idea de un Wiggins en lo más alto del podium parisino y con Cavendish habiendo arrasado en los sprints.
La cosa es que tú frecuentas diversos foros y medios españoles y coño, resulta que el Wiggins este es como ese tipo de las pelis de asesinatos al que sitúas como culpable nada más verle, pocos se creen su transformación, claro, es extranjero, si fuera español sería una muestra más del poderío patrio, pero este es guiri, por lo tanto si nos hace sombra hay que sospechar cuando menos, esto es algo similar a cuando el presidente de la Federación de atletismo española echó pestes acerca de las y los atletas rusas/os o rus@s, incluidos ahí las diferentes sensibilidades sexuales, gays, lesbianas, lesbianos y gaysas, claro, como la Operación Galgo no trajo sanción alguna nos crecemos y no pasa nada, del resto valen las meras sospechas, especulaciones y demás, los nuestros incluso condenados son inocentes, ahí tenemos en la foto a Valverde, que parece que haya estado un tiempo en la playa de vacaciones porque nadie le cuestiona.
La cosa (sí, tres párrafos empezando por «la cosa») es que no es sólo Wiggins, no es sólo Sky, el ciclismo anglosajón pisa fuerte, pisa fuerte de cojones, si hace años teníamos al US Postal o al Motorola como únicos referentes ahora tenemos al BMC, al Garmin, al GreenEdge, RadioShack y a los del Sky, en las filas de estos equipos figuran muchas, muchísimas de las grandes estrellas del momento, es parte de la internacionalización del ciclismo, algo de lo que intenté dar fe en su momento, porque no sólo están estos, Rusia también tiene su superequipo, Katusha, hasta Kazajistán lo tiene, el Astana del que Contador guarda tan buenos recuerdos, esto contrasta con la situación por ejemplo de Alemania, prácticamente un solar, España, donde sacar un equipo cada vez es más raro y espera que la crisis acabe con el dinero público de una vez o Suiza, solar sin el prácticamente, de los países digamos «tradicionales» aguantan el tirón Italia, Bélgica, Holanda y Francia, quizá deberíamos aprender de ellos un poco, pero qué va, si somos la polla, la culpa es de la UCI.
La cosa es que sí, se ha disputado la París-Niza, cada año más descafeinada, Westra y Valverde acompañando al inglés de Gante, curiosamente en la medida que ASO ha ido suavizando los recorridos de su carrera RCS ha ido endureciendo el de la suya, la que comparte fechas con Niza, la Tirreno-Adríatico, «la carrera de los dos mares» como se la conoce, carrera que hace no muchos años era tan suavecita que hasta Freire tiene una general en su palmarés, palmarés que en las últimas décadas asusta por la cantidad de bomberetes que lo pueblan, pero, como digo estos han ido cambiando la fisonomía de la prueba hasta encontrar un equilibrio capaz de separar el grano de la paja, no es que se suban puertacos de impresión, pero tiene la suficiente dureza como para ver espectáculo del bueno.
Pues sí, «la cosa» es que también ha acabado la Tirreno-Adriático, ahí ha ganado el mejor, pocas veces está más clara la justicia de una victoria, Vicenzo Nibali, «el tiburón», valiente en la montaña, con más voluntad que fuerza eso sí, y resolutivo en la crono final donde remontó a un Horner que en teoría era superior, pero ya en la etapa anterior se vio que el americano no estaba del todo fino, bastante más entretenida esta carrera que la francesa, al menos ya tenemos a los gallos empezando a cacarear, no todos claro, nada, la siguiente chapa dentro de nada, porque se acerca la Milán-San Remo, el primer gran monumento del año.
Posdata, perdón, la cosa de la posdata, Amaranthe, «Call Out My Name»