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Culpable¡¡¡ qué mala pécora Isabel.
Tócame el turno de dejar clara la culpabilidad de Isabel Báthory, cosa sencilla, porque mientras que la defensa se basa en sembrar la duda razonable la acusación solo debe recoger hechos, usar cierta lógica y utilizar la leyenda para vilipendiarla y predisponer al mundo para que la condene. La mayor asesina en serie de la historia, ahí es nada, ¿cómo va a ser inocente alguien que mata a más de 600 personas?, por mucho que en su época la violencia estuviera a la orden del día, una cosa es pasarte a la hora de castigar a un sirviente y dejarlo palmera y otra bien distinta planificar más de 600 asesinatos.
Decir que el proceso que sufrió se hizo para juzgar una decena de casos, los referentes a muchachas de la nobleza, las pobres no importaban más que para agrandar la leyenda, los testimonios fueron concluyentes, cierto, algo de tortura se usó, pero también es cierto que en el castillo de Báthory se encontraron supervivientes, que vivieron en primera persona las andanzas de la condesa.
Juicio a Báthory, turno del abogado defensor.
Hace tiempo que quería dedicar unas líneas a Erzsébet, Elizabeth, Isabel, Alžbeta Báthory, Isabel en adelante, si pones en duda esta decisión coméntalo y hago otra entrada al respecto. Si Vlad Tepes podría ser el padre de todos los vampiros esta Báthory bien podría ser la madre, aunque no fueron coetáneos, por poco, Isabel nació en el siglo XVI, como por mucho que quieras el hacer una entrada sobre esta moza lleva tiempo he decidido hacer dos, buscando en esta primera una aproximación general al personaje y luego mantener la teoría de que en realidad de todo lo que se la acusó y la fama de primera asesina en serie de la historia, es falsa, digo ligera aproximación porque doy por hecho que todos la conocemos.
No fue reina, pero sí formó parte de la más alta aristocracia de la época, una tipa adinerada y poderosa vamos, en 1611 se inició un proceso en el que fue acusada de dar muerte a innumerables doncellas, asesinándolas para poder bañarse en su sangre, convencida de que asín (es asín y no así) mantendría siempre un cuerpo lozano y copulable. Se le acusó de brujería y de actos diabólicos, hallada culpable fue poco menos que emparedada muriendo apenas tres años después, de lo que se le acusó, entrando más en detalles, nos ocuparemos en la siguiente entrada, porque hoy la labor, encomiable labor, es la de limpiar su nombre o al menos sembrar la razonable duda que la absuelva de las acusaciones. Te preguntarás que para qué, para nada, está muerta, también están muertos los Romanov y anda que no siguen dando por saco con los cuerpos desaparecidos.