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Si el termómetro nos da fiebre, cambiamos el termómetro.
Recuperamos la apasionante actualidad ciclista, disimulas pero sé de sobra que te mola, Milán-San Remo, el primero de los monumentos, la primera de las grandes clásicas ciclistas, gana Alexander Kristoff, noruego, un ciclista de segundo nivel, la frase: «¿dónde están los corredores con cojones?» su autor, Vicenzo Nibali, un tipo irrepetible.
No te voy a cansar, esto es así, la Milán-San Remo es el termómetro fiel del nivel de valentía del pelotón, un recorrido mucho más sencillo que el resto de grandes clásicas pero con la dificultad suficiente como para romper la carrera, si se le echan huevos, sin huevos no hay tortilla, como no hay huevos los organizadores cambiarán (ya lo tenían previsto este año pero no pudo ser) el recorrido, si lo que marca el termómetro (exceso de conformismo) no nos gusta lo cambiamos, metemos más muritos, da igual que una carrera centenaria pierda sus señas de identidad, nos la pela, todo en pos de vete a saber qué, encima gente como Carlos Arribas aplaude el despropósito, los nuevos tiempos.
Más ciclistas comportándose en carrera como Nibali y no haría falta cambiar lo que no ha hecho falta cambiar en un siglo, luego me preguntan que por qué soy de Nibali si Purito gana más, lo que hay que oír, él fue el único que le echó huevos, el único en intentarlo.
Testiculinas, ausencias y exhibiciones.
Pues esta semana recién acabada estuvo uno entretenido con dos carreras ciclistas, hubo más, lo sé, sé también que tú eso ya lo sabes, que estás muy pendiente de la actualidad pedalera, pero a mí me entretuvieron estas dos, la Vuelta al País Vasco y la París-Roubaix, de ambas te voy a hablar, primero y de pasada te diré una frase: ‘I have not seen men with balls’, traduce si quieres pero se entiende, no la he dicho yo, y eso que sé inglés, sino Lefevere, el madamás del equipo belga Quick Step, dirigida a sus propios ciclistas por su labor en una carrera de las previas a Roubaix, el GP Scheldeprijs, viene a cuento de algo que se lleva viendo en el ciclismo desde hace años y que en esta semana también.
Pero nada, empecemos por Euskadi, tiempo de perros, lluvia, granizo, viento y hasta nieve, un recorrido similar al de los últimos años pero que eso, debido al mal tiempo se hizo duro como un nabo enviagrado, para que te hagas una idea, la mitad del pelotón ni acabó la carrera. Sky sigue dando miedo, el equipo británico salía con dos ciclistas menos que el resto, pero se la suda, controlaron la carrera como quisieron, humillando casi, joder, Kyrienka se pasó una etapa entera tirando del pelotón, y eso que faltaban los en teoría hombres fuerte, que qué será la cosa cuando estén estos, aun así no ganaron.