Archivo
Un hombre sencillo.
Oswaldo María de Medeiros de casi todos los Santos Flanagan McGunnarsson era, como su nombre bien indica, un tipo sencillo y modesto, cuando iba con dos amigos por la calle nunca se ponía en mitad, «en el medio está la virtud y no soy merecedor, vosotros sí», decía. Al hacer albóndigas y al follar no le ganaba nunca nadie, tenía campeonatos ganados, él, sin embargo, siempre rechazaba medallas, «yo, con haberlas producido diecisiete orgasmos ya me doy por pagado».
Quería ser el hombre más modesto del mundo, asín que cuando ganó el campeonato del mundo de modestos se le presentó una curiosa circunstancia, la vio: «hala, qué curiosa eres, eres la circunstancia más curiosa que he visto en mi modesta vida», la circunstancia le preguntó: «¿Qué vas a hacer? si realmente eres el más modesto del mundo deberías coger el premio, pero un tipo realmente modesto jamás aceptaría premio alguno».