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El Giro de Italia, qué bonita (y sosa) carrera.

chica giro
Bueno, pues como sabes, que seguro que no, pero bueno, estos días hemos tenido ciclismo del bueno, el Giro de Italia, la primera de las tres grandes vueltas por etapas, aunque esto, cada año, es más discutible, hay una gran vuelta por etapas, el Tour de Francia, y hay dos vueltas de tres semanas que en participación ni se acercan a la francesa, esta, el Giro, y la Vuelta a España.

Bien, este año además había cambios, el bohemio Zomegnan dejaba paso al burócrata Michele Acquarone como máximo responsable de la carrera, nótese aqui este sutil ejercicio de manipulación, realmente no sé si Zomegnan es bohemio y Acquarone burócrata, ni siquiera lo que significan exactamente «bohemio» y «burócrata», pero como uno suena chulo y el otro a cabrón pues los uso para que en la medida de lo posible Zomegnan te caiga bien y el otro mal.

Zomegnan es el tipo que nos ha ofrecido unos Giros, los de los últimos años, realmente atractivos, por lo salvajes de sus recorridos, él fue quien metió etapas con tramos de tierra, dejándonos imágenes como las de 2009, Sterrato realmente acojonantes, recordando los primeros tiempos ciclistas, se sacó de la manga recorridos suicidas, subidas imposibles, realmente no sé los motivos exactos por los que dejó de ser la cabeza visible del Giro, pero mucho me temo que esto tuvo mucho que ver, en unos tiempos en los que el nivel de nenazas del pelotón avanza a niveles sonrojantes parecía claro que esto no, que no se podía permitir, encima tuvo la mala suerte de tener muertos en carrera, Wouter Weylandt, evidentemente no era el primero, sino el cuarto en la historia del Giro, evidentemente no es la primera carrera, ni mucho menos, que sufre estas cosas, la tragedia, pero lo que a los demás parece permitírseles a él no.

En fin, pues ya sin Angelo Zomegnan comienza el Giro 2012, lo hace con el recuerdo del caso Contador, otro palo para la carrera, lo hace con un recorrido suavizado, pero que sigue siendo el más duro con diferencia de las tres vueltas llamadas «grandes» y lo hace sin apenas estrellas en su nómina, Scarponi, Basso, Joaquín Rodríguez y Frank Schleck (este además obligado a última hora por su equipo), muchos nombres de esos con objetivos distintos a la general, Cavendish, Hushovd, Ballan, Cunego.. y varios ciclistas de ese segundo nivel con la oportunidad de dar el salto, Kreuziger, por ejemplo, pero ya te digo, ausencias muy notables comenzando por una de las grandes estrellas locales, Vicenzo Nibali.

Empezó la cosa por Holanda, cosas del ciclismo moderno, comienzo accidentado, con alguna polémica en los sprints, jugadas sucias y demás donde como casi siempre el que más se queja es el de los antecedentes más dudosos, luego para Italia, en un recorrido de menos a más, pero con algún final, como el de Asís (la ciudad de San Francisco), realmente espectacular y bonito, ¿bonito?, no, precioso, complicado, duro, pero precioso, ahí se vistió con la túnica rosa «Purito».

El tema es que mucha dureza, mucho de todo y pasamos la casi totalidad de la carrera aburridos, con el grupeto de favoritos llegando a la meta en plan «Verano Azul», a veces da la sensación de que incluso se esperan en las curvas, dándose la mano para no caerse, ahí estaba Joaquim Rodríguez más pendiente de Ivan Basso que de otra cosa, pero estas carreras todos los años deparan sorpresas, este año sin duda en forma de canadiense, Ryder Hesjedal. Las dos últimas etapas pues vaya, al menos al final de cada una algo de zurra hubo, nada que dignifique ese escenario mítico, los Dolomitas, pero al final el Giro consiguió lo que buscaba, una crono final con dos hombres en segundos, Hesjedal y «Purito» Rodríguez.

Ryder Hesjedal

Ganó Hesjedal, ganó un tío que vale, no es que fuera un Don Nadie, pero que vaya, 31 tacos adornan al mozo, no es que sea una promesa precisamente, tampoco es que Rodríguez se haya destacado nunca como aspirante a grandes vueltas, para mí, con perdón para esta gran carrera esto es síntoma del escaso nivel del Giro.

Michele Acquarone se ha salido con la suya, quería emoción hasta el último día, a costa de ofrecernos 18 días de auténtico bochorno, había recorrido claro, pero se lo han fumado, tú te dirás, ¿qué culpa tiene el hombre este de que se lo fumen?, pues diseñar el recorrido propicio para ello, con una crono larga al principio, una etapa de sterrato, algo, no se hubieran dejado pasar tantas oportunidades como se han dejado pasar.

Rodríguez perdiendo la gran oportunidad de su vida, Basso para el arrastre, pero ojo, Thomas De Gendt, apuntad ese nombre, tercero, autor de una de las escasas gestas del Giro, en la etapa reina además, ganándola a lo campeón, aun así al día siguiente logra su acceso al cajón, 25 años, en teoría ahora debe comenzar a dar lo mejor de sí, de lo poco salvable de un Giro pues eso, sosete.

No me enrollo más, pero antes una pincelada, se disputó también el domingo la París-Roubaix sub-23, Bob Jungels el ganador, ojo ojo, este luxemburgués está llamado a ser una estrella de las gordas, atentos.

Posdata, Dark Moor y su versión del «Lago de los Cisnes», «Swan Lake»:

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