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Las cosas del padrino.
Es, probablemente, la mejor peli de la historia del cine, «El Padrino», «The Godfather» en guiri, quizá muchos tengamos alguna que nos guste más, pero suele encabezar las listas de las mejores pelis, la primera parte al menos, la segunda, para mí superior, también le anda cerca, la tercera pues eso, quien más quien menos todos coinciden en que bajó el nivel, aunque para mí tiene una escena, en la que Michael Corleone recuerda cosas mientras su hijo canta que es la mejor de la trilogía. Hubo una cuarta parte, al menos en guión, que es más que probable que nunca llegue a puerto.
Sobre su argumento pues poco que contar, aunque seas el raro ese que no la ha visto sabrás de sobra que va de bautizos, videos caseros y eso con la cuñada cayéndose mientras baila «Paquito Chocolatero» y el resto ahí aprovechando para verle el tanguilla, algo debe de haber de tiros y mafiosos, pero en plan subtrama secundaria, mas no te voy a hablar de su trama, sus fotogramas, guión, montaje, vestuario, música y demás, te hablaré de cotilleos, curiosidades y cosas de esas, lo de las naranjas vamos.
«Roma Criminal», casting de enfurruñaos.
He visto «Roma Criminal», «Romanzo criminale» originalmente, serie de dos temporadas y 22 capítulos en total producida por el canal italiano SKY Cinema.
Data la cosa ya del 2008, su creador es un tal Giancarlo De Cataldo, guionista, y Stefano Sollima a la dirección, De Cataldo es el autor de la novela homónima en la que se basa la serie, las andanzas de la banda «della Magliana», llamada así por la procedencia de muchos de sus miembros de ese barrio de Roma, la acción comienza en los años 70 y va caminando en el tiempo.
La verdad, el casting tuvo que ser unas risas, ahí los actores pendientes de su audición y los responsables pidiéndoles que pongan cara de malo, «mira mira, mira que cara de malo» diría uno, «mira qué bien hago yo de enfurruñao», «pues yo de ambas mira», y ese debió de ser el que se adjudicó el puesto de líder de la banda, dando vida a «el libanés», un tal Francesco Montanari, junto a él, como cabecillas están «el dandi» (Alessandro Roja) y «el frío» (Vinicio Marchioni), junto a ellos destacar al poli honesto y currante (Marco Bocci), la puta de lujo (Daniela Virgilio) y la preciosa Alessandra Mastronardi.
Obviamente está el resto de la banda, igual de enfurruñaos que su jefe, el resto de los polis, la mayoría unos corruptos de cojones y las bandas rivales y tal, pero la verdad, para lo que nos suenan los nombres mejor pasamos página.
La ambientación, estamos en los 70, abusan de los filtros sepia en la fotografía para envejecerla, da el cante, no obstante hace su función, los peinados y las vestimentas también, algún secundario se les escapa, pero en general la cosa es creíble, da un poco a la nariz eso sí la cosa de ver las calles de Roma apenas sin coches, pero es que tampoco debe de haber tantos coches de la época disponibles.
La primera temporada comienza presentándonos a la banda de chorizos, porque eso son al principio, y su fulgurante ascensión, tras acabar con toda competencia, a la cima del control del tráfico de droga de la ciudad, a ver, se supone que esto está basado en la novela del citado De Cataldo, juez para más señas, por lo que la historia debió de ser bastante parecida en realidad a como nos la muestra la serie, sin embargo al verla te da la sensación de que todo es más bien exagerado, la ascensión de la banda al poder se hace así como si nada, de ser unos pandilleros de barrio pasan a ser los putos amos así casi por las buenas, punto en contra que suene todo tan artificial y poco creíble tratándose en teoría de una historia rival.
Pues ahí tenemos a la banda, con «el libanés» cada capítulo añadiendo matices de desquiciado a su cara, nos quejamos en España pero lo de este tío es de cadena perpetua, suben de nivel, se añaden intrigas políticas, conexiones entre la policía secreta y los mafiosos, la banda una vez en la cima va teniendo también su historia de traiciones, infidelidades y tal, acabando la temporada pues eso, como el rosario de la aurora casi.
A veces te lías, porque hay demasiada trama y los nombres no ayudan a identificar quién es quién, menos mal que la mayoría de los fuera de la ley son nombrados por sus apodos, pero en general la historia está bien, cruda, violenta, vas metiéndote en el argumento y al final consigue entretenerte.
La segunda temporada nos traslada ya a los años 80, visualmente se nota, cambian los atuendos, peinados y apariencia de los personajes, quizá se abuse menos de los filtros sepia, cambia la década y es como si cambiara la serie, lo que en la primera eran amagos aquí son golpes, la serie entra en una espiral de sangre y destrucción, intrigas, venganzas, ajustes de cuentas, la única aparición destacable es la de Giovanna Di Rauso, en un papel de esos que te dejan huella, sin duda alguna esta segunda entrega es muy superior a la primera en todos los aspectos, más ágil, con menos relleno, más espectacular, pero también más creíble, con los personajes ya tratados con sus matices, ahora sí que realmente nos los da a conocer, los nueve primeros capítulos de esta temporada son sin duda de lo mejor que se puede haber visto en la tele.
Dejo para el final el décimo, que cierra la serie, aquí la trama da un salto temporal para acabar la historia, vemos la huella de las heridas sin cicatrizar y cómo afectan estas a la banda, el capítulo sigue la senda de la violencia y crudeza, pero impregnándolo de melancolía, el final claro, dignísimo, con una escena que echa el cierre realmente conmovedora.
Y un detalle, la banda sonora está compuesta en gran parte por éxitos de la época, lo cual, para los que contamos algunos años, es todo un detalle, reconoces muchos de los temas, eso también ayuda a marcar la época, porque ahí también pasan de los temas de los 70 a los de la década del naranjito.
Para la posdata Parabellum con el tema quizá más comercial de su carrera, más pegadizo, «La Locura»
«Los Soprano», Tony y su banda.
Estamos desde luego ante la serie más famosa de la HBO, puede que «Juego de Tronos» acabe quitándole el puesto, pero de momento si ponemos todos los títulos de las series del canal americano de pago y preguntamos a la gente cuál conoce sin duda la respuesta sería «The Sopranos», «Los Soprano» en cristianés.
David Chase es el responsable de la serie, emitida a partir de 1999 y hasta 2007, seis temporadas, la última con un añadido de ocho capítulos, como todas o prácticamente todas las series los directores varían, pero los más recurrentes fueron Tim Van Patten, John Patterson, Allen Coulter y Alan Taylor, eso sí, los capítulos claves para el gran Van Patten.
El reparto, amplísimo, encabezado por James Gandolfini, auténtico eje sobre el que gira todo, junto a él pues por destacar tan sólo a los más importantes Lorraine Bracco, Edie Falco, Michael Imperioli, Dominic Chianese, Steven Van Zandt, Tony Sirico o Drea de Matteo, pero el reparto es como digo colosal, tanto en tamaño como en resultado, destacar por ejemplo que Steve Buscemi hace aquí de director y actor, otro ejemplo, sólo mirando quienes actuaron en algún momento en la serie y anteriormente en la peli «Uno de los Nuestros» la cifra se pone en 27.
Esa peli es una de las grandes referencias de «Los Soprano», «El Padrino» también claro, son varios los guiños a ambas, es hasta lógico puesto que al final no dejan de compartir temática, mafia, contada de forma distinta está claro, pero al final se trata de eso, de gangsters.
La historia pues en realidad como suele pasar en series tan largas son varias entremezcladas y que se van sumando y restando a lo largo de las temporadas, Tony Soprano, el jefe, es sobre el que se vertebra todo, sus visitas a la psicóloga, su familia, su «familia», la policía intentando darle caza, las familias rivales, sus capos y soldados, sus folleteos con camiseta (esto te recuerda a Esteso y Pajares 😀 )…
No es una serie que me entrara pronto, los primeros capítulos se me hacían pesados, le di la oportunidad al haber leído tantas y tan buenas críticas, realmente merece la pena dársela, una vez que coges el ritmo de la serie, que empiezan a resultarte entrañables esos cabrones de la mafia de Nueva Jersey, te lo pasas bien, aun así hay episodios realmente soporíferos mezclados con otros en los que la acción no te deja moverte del sofá y otros con momentos en los que te descojonas de la risa.
Hay personajes que independientemente de su catadura moral te acaban cayendo genial, como el presumido Paulie Gualtieri y otros a los que ahostiarías tú mismo, como al hijo o el cocinillas, sus escenarios también acaban resultándote familiares, el restaurante, el club de putas, la casa Soprano, la de su madre, esta fue la primera serie de HBO en usar tomas exteriores, anteriormente a «Los Soprano» tan sólo habían rodado «OZ» y esta transcurría casi en su totalidad dentro de las paredes de la cárcel, en «Los Soprano» pasan con nota, rodando incluso en el mar alguna de las escenas más inolvidables de la saga.
Otro acierto es que a pesar de que como digo casi todo gire alrededor de Tony Soprano, se tocan diversos temas que hasta entonces eran tabú, como la homosexualidad en la mafia, trágicamente resuelta, más cosas buenas, muestra las vidas de los protagonistas de forma absolutamente creíble, si pegan tiros los pegan, si mean mean y si follan follan, aquí no se tapan con la sábana al acabar, detalles como estos hacen que la cosa gane en verosimilitud.
Cosas malas, pues el ritmo de algunos episodios, como en los que Tony se pasa drogado por la medicación o le da por soñar, y claro, hay algo que no es que sea bueno ni malo, para gustos, su final, para mí directamente no es un final, a algunos les resulta uno de los mejores de la historia, a estos les recomendaría ver los de «The Wire» o «Six Feet Under», yo creo que es el resultado de la incapacidad de encontrar un final digno a tan excelente serie, si no puedes dárselo te inventas una cosa rara que al menos te conceda la polémica necesaria para que tu serie pase definitivamente a la historia.
En fin, no es la mejor serie que he visto, pero está cerca, absolutamente recomendable, claro, en España no acabó de cuajar, aquí mola más otras cosas, gran serie y auténtico fenómeno social, con grupos de facebook, foros y demás dedicados a estos entrañables matones.
Kamelot ya ha aparecido en las postdatas dessjuestcianas, están de actualidad porque su vocalista Roy Khan deja la banda, sin que haya aun sustituto, estos yankis llevan ofreciéndonos su música desde hace 20 años, han ido cambiando de estilo con los años, más que de estilo lo que han hecho es ir metiendo matices, de ellos toca este «Across The Highlands»