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«Prisioneros», justicia, venganza, sociedad incoherente.
Me vi «Prisioneros», peli de 2013 de la que no te hablaré demasiado, si quieres una buena crítica al respecto abulízate, contar tan solo que es probable que más de una la viera viendo que el prota es nada más y nada menos que el adefesio nenaza de Hugh Jackman, que hace de padre histérico y vengativo a quien acaban de secuestrar una hija.
Claro, qué padre al que le secuestran una hija no es histérico y vengativo, si pillas al que la secuestró le dejas la cara como…. como…. bueno, si ves la peli te haces una idea muy clara de «cómo» se deja la cara al secuestrador de tu hija, o «secuestrador», porque quizá sea inocente y sea tu histerismo y tus ganas de venganza las que se enfrenten a la realidad y al final estás inflando a hostias a un tipo cuya culpa fue estar en el lugar equivocado en mal momento, sin más.
Dessjuest te recomienda…. «The Reader».
Vaya, hay prólogo, debe haberlo, mira, la entrada de hoy no es gran cosa, va de una peli y no soy para nada buen crítico de cine, pero, te daré una alternativa, algo que sí debes de ver, Sin palabras, así te quedarás, es más, dudo que tras darle al enlace te queden ganas de volver y sí de coger un libro.
Y ahora vamos con la entrada en sí misma:
A nada que me hayas estado atento sabrás que soy más de tele que de cine, no es que no me guste el cine no, me gusta, pero si hay que decidir me quedo con el ritmo televisivo, historias narradas sin precipitación, varias tramas a seguir, muchos personajes, no sé, cuestión de gustos, la cosa es que de vez en cuando me recomiendan una peli, la mayoría de las veces ni he oído hablar de ella, «¿que no has oído hablar de esta?» me dicen, pues no coño, ¿has oído tú hablar de la teoría transaccional?, puta manía de creer que a todos nos tenga que interesar lo mismo, a que sí.
Pues es el caso de «The Reader», una peli que a lo que se ve ha tenido su cierto tirón, pero que cuando me puse a verla no tenía ni idea de su argumento, sus protagonistas, nada, ahí a lo bestia, sin prejuicio alguno. La cosa es que me gustó, bastante, hasta el punto de recomendártela, no esperes ver una gran peli tampoco, no nos volvamos locos.
«El Lector», así se ha traducido al cristianés, de Stephen Daldry, basada en una novela de Bernhard Schlink, el reparto, Kate Winslet, Ralph Fiennes y David Kross (este sale en «War Horse» ), entre los secundarios Bruno Ganz, el mejor Hitler de la historia en esa gran peli, «El Hundimiento», qué pedazo actor, la historia, un chaval en la Alemania de la postguerra se topa con una madura revisora de tranvía y entre ellos surge la pasión, lo que todos hubiéramos querido de jóvenes, una maestra en el arte amatorio (del follar, por si no lo entendiste), sólo esa historia de por sí ya me hubiera valido, pero claro, tiene su segunda lectura la peli. Resulta que la revisora educachavalines durante la guerra fue guardia de las SS en campos de concentración.
Ahí comienza lo que digamos es la verdadera peli, un juicio, reflexiones, culpabilidades, quién, excusas, algún que otro diálogo bastante currado, momentos que te hacen pensar. No es la primera vez que en el cine se nos plantea el por qué gran parte de un país participó en la orgía de destrucción nazi, quizá la gran peli sobre el tema sea «¿Vencedores o vencidos?», otra que te recomiendo, todo un clásico, evidentemente cada uno sacará su lectura al respecto, el tema se resume si el sentido del deber justifica todo, si no lo justifica, pero le da una mínima explicación, un mínimo sentido.
Sí, toda esa parte me gustó, gustándome todo esto sin embargo si con algo me quedo es con la amiga Kate, mira que le tenía manía a esta chica, pero he de decir que a medida que veo pelis de ella me va gustando más y más, es mujer, pero tiene un par de cojones como sartenes de grandes, sartenes tipo paelllera, por tres motivos, no elige los papeles más sencillos, este de «The Reader» no lo es en absoluto, luego cuando se pone a interpretar lo hace de una manera que hace que te la creas, al menos yo me la creo, aquí se sale, directamente, primero con ese papel de mujer solitaria, sin mayores pretensiones en la vida, sugiriendo un pasado oscuro, luego su parte «aventurilla con adolescente», que dejaré para el final, y por último en su juicio y condena, dándole los matices necesarios a su papel, esa inocencia que transmite, a la vez que esa falta absoluta de remordimientos, ese mostrarnos como el mal tiene rostros dulces, quizá en la parte final de la peli el exceso de maquillaje la oscurezca un poco.
Hay otra cosa que me apasiona de Kate, lo bien que sabe envejecer, ojo, que no es nada vieja, pero si de algo carece es de complejos, otras a su edad intentan de cualquier manera disimular los estragos del paso de los años, a ella se la suda, si tengo las tetas mucho más caídas y mi cuerpo no es ya el de la barbie me la suda, yo lo muestro, lo muestro tal y como es, y aun así, o quizá por eso, te sigue pareciendo bella, hermosa, radiante.
Buena peli, buena con sus pequeñas pegas, detalles, yo hay momentos que no me acabo de creer, como el que cargue con una culpa que no es suya sólo por no reconocer que es analfabeta, coño, yo sin duda prefiero quedar como tal a comerme el marrón de centenares de muertes, no sé. Luego el montaje, yo lo hubiera hecho de otra manera. La falta de un criterio claro, si te arriesgas te arriesgas, no puedes pasar de la amoralidad total a Sor Citroen, si muestras el sexo sin tapujos luego no saques a la novieta universitaria follando con el sujetador puesto, «me la estás metiendo hasta el zancarrón pero me da vergüenza que me veas las tetas», coño, si la actriz no quiere enseñarlas, que está en su derecho, juega con las cámaras de manera que no se la vean, pero detallitos de esos acaban por darte tufo, esa mojigatería sobra.
Y bueno, es una peli donde la literatura es superimportante, aparecen muchos libros, muchas palabras, siendo la acción en Alemania, pues eso, que todo lo que se vea escrito sea en inglés…
Lo dicho, no es que sea perfecta, es algo lenta en ocasiones, pero entretiene, te hace pensar, no deja la opción de decidir sobre lo que ves, que es lo más importante, a mí me gustó mucho, no es fácil de ver, pero cuando la terminas sí, te das cuenta de que lo que has visto ha merecido la pena.
Lacrimas Profundere para la posdate, «Side»:
Cuatro días….. «El sentido de tu blog»
Que estás a tiempo¡¡
La sensual voz de George Clooney.
Hace unos días mi admirada cibercolega Pgatina , me sugirió hacer una entrada dedicada a George Clooney, las sugerencias de ella son órdenes para mí, es evidente que tanto ella como yo pensábamos en una entrada falsa, que deja ver que va por un lado y en realidad va por otro, es más, de George Clooney ni voy a hablar, pero sí de una voz, de dos, la mía y la de una telefonista:
Riiing riing (los teléfonos ya no suenan así, pero uno es tradicional, polvos de a minuto, preliminares de hacer el limpiaparabrisas de pezón a pezón «mua mua» y llamada al «Marca» después para contar la hazaña)
–Buenos días, soy Petardita Gutiérrez, le llamo de Timofónica…
-Aqui Dessjuest, propietario de la hacienda y líder de opinión, no, no me interesa
-…Para ofrecerle nuestro nuevo plan de precios…
-Que no me interesa
-…..Podrá llamar, tener internet, televisión, le sacaremos a pasear a la perra….
-A ver niña, atiende, no me interesa, ya tengo compañía telefónica.
–Ya, pero debería tomar en consideración mi oferta, porque tenemos 20 nuevos canales de televisión, 35 de radio y cuatro programas nuevos para su lavadora..
-No, no me entiendes, a ver, escucha, shhh calla un poco y atiende, ¿te gustaría quedar conmigo un día y tener un breve, pero placentero encuentro sexual?
–Señor, se está equivocando conmigo, una es decente, además tengo novio ya.
-Y yo compañía de teléfono, pero deberías tomar en consideración mi oferta.
–Pero es que yo quiero a mi novio, le tengo entrenado ya, hasta le cae bien mi madre.
-Mira qué voz más sensual tengo, se parece a la de George Clooney.
–Calla idiota, si en el cine está doblado.
-Bueno, qué, ¿no te interesa entonces?, pues cuelga.
–No no, cuelga tú.
-No tú.
–No, la última vez colgué yo.
-Venga los dos a la vez, a la de tres, uno, dos…. tres.
–Ji ji ji, no has colgado.
-Eres una tramposilla.
–Venga, cuelga, la próxima cuelgo yo.
-Pues si vamos a estar así todo el día mejor ponme el hilo musical, así metemos la posdata.
–Vale, ¿qué tal Lacrimas Profundere?
-¿Tienes la de «The Shadow I Once Kissed»?
–Si esto te lo estás inventado tú, ¿cómo no voy a tenerla?, ahi va.
-Bueno Petardita, un placer.
–Eh, escucha, sabes de sobra que si esto no fuera una entrada estúpida de tu estúpido blog te hubieras cambiado de compañía, en el fondo eres un nenaza sin personalidad, que te han vendido hasta cremas suavizantes para el cabello.
-Es que eran buenas.
–Ya, pero eres calvo coño.
Fútbol y «Survivors», el apocalipsis a la británica.
Bueno, con todo lo que está pasando estos días en el deporte rey, el fin de la liga, la Champion, la UEFA (ya, ahora no se llama así, pero tampoco voy a poner a mirar la denominación correcta), la copa, la previa de la Eurocopa… pues uno, haciendo buena su faceta de líder de opinión, debe de dar su parecer respecto a estos acontecimientos, por lo que me senté a reflexionar, y tras largas horas por fin puedo dar mi reflexión, me la suda, y una vez plasmados mis jugosos comentarios al respecto vamos a lo que me interesa, que por supuesto se refiere a una serie que posiblemente no haya visto casi nadie.
Os voy a hablar de «Survivors», serie que comenzó a emitirse en 2008, producida por la BBC británica y creada por Adrian Hodges, no se trata esto de un remake de la serie del mismo nombre emitida en la década de los 70, aunque compartan padre, Terry Nation, autor de esta añeja serie y escritor de la novela sobre la que se basa esta que nos ocupa, novela que escribió después de emitirse aquella «Survivors», ambas temporadas constan de seis capítulos, o sea serie cortita, por cierto, en cristianés la titularon «Los Últimos Hombres» o «Los Supervivientes», ojo, encontrar la segunda temporada en castellano resulta complicadete, al menos cuando la busqué yo, o sea que prepárate a practicar el inglés si la ves, eso sí, la serie es inglesa, si eres de los que entienden mejor a los británicos que a los americanos estás de suerte.
El reparto, Julie Graham, Max Beesley, Paterson Joseph, Zoe Tapper, Phillip Rhys, Robyn Addison, Nikki Amuka-Bird (esta sale en «Luther», serie de la que me han hablado maravillas), Geraldine Somerville (la madre de Harry Petas) y Nicholas Gleaves entre otros, dos temporadas se emitieron, siendo cancelada por falta de audiencia, para más desgracia y quitarte ya del todo las ganas de verla te diré que la segunda temporada acaba con eso que los listillos llamamos un Cliffhanger, es decir, una escena de esas que te quedan con las ganas de ver la siguiente temporada, cosa que como digo no va a pasar.
La historia, se trata de una serie de esas apocalípticas, un virus, una gripe por más señas, arrasa con toda la población mundial, ¿toda?, no, una aldea poblada por irreductibles galos… perdón, no, con casi toda, quedan entre otros nuestros protagonistas, que tendrán que aprender a vivir y convivir en un escenario totalmente nuevo, como ves no es que la premisa argumental sea la polla de original, el cine y la tele nos han mostrado escenarios parecidos en multitud de ocasiones y por motivos varios, de hecho sólo hecho de menos una serie o peli que trate la destrucción de la humanidad (y esta vez sí que salvaría solo a los irreductibles galos) pero causada por suegras armadas con sus agujas de punto de cruz y sus estanterías de especias, ahí, lanzándose a por nosotros al grito de «inútil, que ya se lo dije a mi hija, inútil».
Bien, la cosa comienza con un piloto que dura prácticamente hora y media, se nos presentan los personajes con la epidemia en marcha pero en su fase incipiente, y resulta interesante el ver cómo esta epidemia va avanzando y cómo eso afecta a la población, que obviamente va enfermando, pero también a los diferentes servicios, averías, hospitales, gasolineras, suministros eléctricos, transporte y demás, que van dejando de funcionar por falta de personal, este proceso gradual normalmente se obvia en este género apocalíptico, véase por ejemplo «The Walking Dead», digo que es interesante porque aprovecha el tema para retratarnos como sociedad, una sociedad egoísta que mira sólo por sí mismos en vez de actuar como un todo ante un desastre tan obeso, de ahí al caos total un paso, eso sí, tampoco es que entre demasiado en detalles al respecto, porque lo que importa aquí, en la serie es el cómo sobreviven los escasos pobladores (en este caso ingleses) al desastre y cómo continúan sus vidas tras él.
Luego pues eso, los que sobrevivieron, nos muestra varios grupos, unos más organizados que otros, centrándose sobre todo en uno de ellos, en el que están los protas (evidente, si se centraran en otro de los grupos serían otros los protas), estéticamente la serie mezcla mucha escena grabada con cámara al hombro con mucha escena con amplios planos como queriendo evidenciar la pequeñez del ser humano respecto al mundo, la banda sonora es de esas de «tachán tachán», muy de crear tensión, omnipresente, resulta un poco cargante sin duda.
Seamos sinceros, la serie es bastante normalita tirando a aburridilla al principio, da la sensación de que no tiene un rumbo, un sentido, a medida que avanza van apareciendo personajes, cada vez más raretes, muchos incluso merecedores de un par de hostias, hay sitio para mucha moralina, el Hodges este parece que tiene algún abuelo en común con Spielberg, familia y fe, pero no, sólo resultan excusas para mostrar colgados que incrementen la media de colgaduras, en los primeros capítulos, casi de refilón, nos muestra lo que es, digamos, lo que queda de la ciencia, un grupo de médicos, científicos, quizá es porque salen poco por lo que te resulta lo más interesante y atractivo, luego está el grupo liderado por la exministra del Gobierno, intentando restablecer algo parecido a un estado, pero lo principal es eso, ir presentado más y más supervivientes, muchos de ellos carne de un único capítulo.
A medida que avanza pues eso, va mejorando, va tomando cuerpo, retomando el rumbo, nos empiezan a definir un poco los personajes, va perdiendo paja y va ganando en intensidad, tiene mucho momento de esos de «qué casualidad», eso sí, pero sobre todo en la segunda temporada los episodios están repletos de acción y entretenimiento, ahí es donde entra lo que para mí es la idea de los responsables de la serie, ¿sobreviven al virus todos los colgados e hijosdeputa del mundo?, ¿o es ese nuevo mundo el que nos convertiría en colgados e hijosdeputa?, ¿hay sitio para los viejos valores, para los viejos modos de vida?, eso sí, como nos han presentado tanto y tanto tarado y han abierto mucha trama no es ya que las cierren todas, es que muchas de ellas, alguna bastante interesante, se la fuman mucho antes de terminar la serie.
Pero en definitiva, no busques aquí mucho mensaje, es más de entretener, de acción, de personajes que bueno, cumplen, curiosamente a pesar de que en el Reino Unido las audiencias iban bien la BBC la canceló para meter nuevos productos, una pena, porque se nota que está bien hecha, y para acabar, dije al principio que acababa «Survivors» con un Cliffhanger, siendo cierto esto pues no deja de tener la historia su final, no es «V (2009)», sería más un «Carnivále».
Posdata, Lacrimas Profundere, «All Is Suffering»
«Carnivále», extraña seducción.
Ahora que se estrena «Luck», la nueva serie de HBO, con todo un Dustin Hoffman al frente del reparto me gustaría hablarte de una de las series más originales que he tenido ocasión de ver.
Una mujer agoniza, en mitad de la nada, en una casa cochambrosa, cerca de ella su hijo, la mujer sabiendo que se va a morir está más pendiente de que no se le acerque su hijo que de otra cosa, este solloza, la mira, intenta acudir junto a ella, pero la madre asustada le echa de su lado, ¿qué puede pasar a una madre por la cabeza para renegar de su propio hijo en su lecho de muerte?
Así comienza «Carnivále», una de las series más extrañas con las que me he topado, creada por Daniel Knauf para la HBO, antes de nada avisar, es una serie lenta, a veces extremadamente lenta, liosa, a veces extremadamente liosa, complicada de seguir, pero amigo mio, deja huella, si la ves entera, nada más acabarla, serás consciente de que acabas de ver algo muy grande.
Y eso que sólo dura dos temporadas, estaba pensada para seis, como una especie de tres temporadas dobles, con tramas nuevas en cada una de las tres entregas, manteniendo la línea principal, tan sólo la primera de esas tres entregas fue rodada, HBO la canceló por cara y porque las audiencias no acompañaron, se especuló con poder venderla a otra cadena, pero HBO tan sólo ofreció a Knauf hacer un par de telefilmes, este se negó y a día de hoy la única opción que se baraja para darle continuidad es en forma de cómic, siendo esta opción también bastante complicada de ver hecha realidad, aun así, como la idea era parejas de temporadas «Carnivále» tiene un final más o menos adecuado, sobre todo si no ves los últimos cinco minutos, donde se abre la historia de nuevo.
¿De qué va la serie?, pues son dos historias que se van alternando y que sólo al final de la segunda temporada se cruzan, estamos en los Estados Unidos de la gran depresión, época genialmente ambientada, por un lado tenemos al chico de la madre agonizante, Ben Hawkins (Nick Stahl, secundario bastante experto pese a su juventud, interviniendo en pelis como «Sin City» o «La delgada línea roja» y prota de «El Hombre sin Rostro»), El chico es recogido por un circo ambulante, ahogado por la sempiterna crisis y poblada por seres a cada cual más raro, desde el director, interpretado por Michael J. Anderson, un enano que recibe órdenes del «patrón», un ser al que nadie más puede ver o escuchar, el hombre serpiente, las siamesas, el mentalista, la mujer barbuda… dentro del circo tenemos también a la tarotista, Clea DuVall, una actriz asidua al cine alternativo, cuyo personaje se apoya en los poderes de su madre, postrada en cama, telepáticamente, tenemos a la familia de buscavidas que llevan el espectáculo de baile-erótico y tenemos al segundo de a bordo, un ex jugador de beisbol mutilado (Tim DeKay, un habitual en la tele americana).
Resulta que el chico este tiene poderes, poderes extraños, capaz de curar lesiones y enfermedades, pero con una pega, no puede curar sin causar daño en la misma medida, es recogido a instancias del extraño patrón, irá descubriendo a lo largo de la serie qué son sus poderes, quién es él y qué es lo que debe hacer, sus recurrentes pesadillas por fin tendrán su sentido.
Al otro lado tenemos a Justin Crowe, un sacerdote (increíble Clancy Brown), y a su hermana, recogidos por el padre Balthus (Ralph Waite) de niños, ambos se dedican a intentar ayudar a la gente sin recursos, sobre todo a los niños, no importando tanto los métodos, Crowe también tiene sus poderes, sus visiones mágicas de acerca de lo que tiene que hacer para lograr sus propósitos, desnudando las vergüenzas escondidas de sus superiores si hace falta.
Uno de ellos, Crowe o Hawkins representa el bien, el otro el mal, ese es al fin y al cabo el meollo de la serie, poco a poco descubriremos quién es el «bueno» y quién el «malo», el cómo sus respectivas historias, al madurar, se van aproximando hasta que casi al final se cruzan, atando todos los cabos que durante la serie no entendíamos.
Porque la serie está llena de momentos típicos de los comienzos de muchas pelis de terror y misterio, de esas que te dejan expectante esperando la explicación necesaria, está llena de magia, de escenas incomprensibles, de cosas que no sabes si son o no reales, es una serie sin duda buena, muy buena diría, no la recomendaría a todo el mundo, ni sería la primera serie de la HBO que vería, te hace pasar miedo, jamás un grupo de mineros por ejemplo me hicieron sentir tan intranquilo, te emociona, al final te cautiva.
Tiene pegas eso sí, a veces da la sensación de ver un remake de «Marco», el chaval se pasa media serie buscando por medio país a su padre, luego las historias paralelas a la principal, la vida cotidiana en el circo, te resultan a veces bastante prescindibles, algunos personajes están para hacer bulto, sin más, en la segunda temporada eliminan a alguno y no te das ni cuenta, pero son pegas bastante disculpables ante el resultado final.
Pocas veces me detengo en comentar los títulos de crédito, pero esta vez la cosa lo merece, pocas veces veremos una intro tan adecuada como la de «Carnivále»:
Con música de Jeff Beal ( «Rome» ) nos da pistas acerca de qué va la serie, técnicamente perfecta, en fin, triste destino el que sufrió «Carnivále», serie premiada por cierto, en sus aspectos técnicos, ese fue su gran problema, estaba tan bien hecha que resultaba demasiado cara, su cancelación provocó innumerables peticiones de los fans para que se retomara el proyecto, sin embargo, como comentábamos antes, no cuajó, de cualquier manera nos quedan esos 24 episodios que son sin duda alguna de lo mejor que podremos ver en nuestras vidas, algo totalmente imprescindible, sobre todo para aquellos que dice que en televisión sólo se hace mierda.
Lacrimas Profundere para la postdata, alemanes, comenzaron con el Doom, yendo suavizando su sonido hasta el gothic que más menos hacen ahora, de ellos este «And God’s Ocean»