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«Mad Men»… and boring.
A la hora de opinar sobre una serie los hay que piensan que es mejor esperar a terminar de verla entera, los hay a los que con dos o tres capítulos ya le vale, no suelo ser cerrado, pero para mí ni tanto ni tan calvo, con una temporada vale, porque sí, si la ves entera es muy difícil hacer algo medianamente objetivo, es como la parienta, le vas cogiendo cariño con el tiempo, te identificas tanto con los personajes que al final te parece estar viendo algo grande cuando en realidad no es para tanto.
He visto “Mad Men”, del canal AMC, responsable de otras series como “Breaking Bad”, la exitosa en España «The Walking Dead» o la última producción, el prometedor remake «The Killing», es una creación de Matthew Weiner, muy presente como guionista en las últimas temporadas de «Los Soprano», además “Mad Men” viene avalada por el éxito de crítica y con varios galardones tipo “Emmy” o “Aldabas de Oro” a sus espaldas, con semejantes referencias era difícil resistirse a su visionado.
La historia, en general trata de una agencia de publicidad en el Nueva York de los años sesenta, siendo el principal protagonista “Don” Draper, el jefe de los publicistas de la agencia, evidentemente no sólo en él se centra la historia, varios personajes, la gran mayoría trabajadores de Sterling Cooper, van entrecruzando sus caminos, el punto fuerte, sin duda, es la ambientación, uno no sabe, por fortuna, como era la vida por aquel entonces, pero todo lo que te muestran te lo crees, que es lo importante, ya saldrá alguno por ahí diciendo que sí, que en el capítulo nosecuantos mostraban una botella de vodka con una etiqueta que no se usó hasta dos años después, listos es lo que sobra en este mundo.
No sólo refleja la época perfectamente en cuanto a los decorados, vestuarios y tal, también en cuanto a los roles de las mujeres en la sociedad, el racismo que aun estaba en vigor y con vigor, la moralidad, todo muy sibilinamente, con verdadero gusto y acierto.
Pero ahí termina para mí lo bueno, porque la historia en sí es bastante aburridilla, avanza con demasiada lentitud, muchos personajes están, a mi gusto, bastante mal dibujados, desarrollados, el casting es otro error, no se entiende el por qué el prota busca desesperadamente mujeres teniendo la pedazo de jaca que tiene en casa, coño, si está mucho más buena que los líos a los que baja la bragafaja.
Decía al principio lo de opinar sobre una serie y en qué momento se haga por lo siguiente, «Mad Men» lleva cuatro temporadas, la quinta a la espera de estreno, aunque se hará esperar hasta 2012, bien, esta crítica está escrita al final de la primera, tras ver la serie entera diré que me quedo conque todo lo que pasa dentro de la agencia es interesante, ves un mundo que desconocias y en una época en la que no existías ni como proyecto, todo lo que pasa fuera es para mí y con todos los respetos un culebrón de los serios.
El reparto, Jon Hamm, prácticamente desconocido hasta que hizo esta serie, Elisabeth Moss, otra buscavidas sin suerte hasta que apareció aqui, Vincent Kartheiser, cuyo mayor éxito fue «Buffy Cazavampiros» (manda cojones), January Jones, exmodelo y quizá la que atesoraba mejor currículo («American Pie», «Love Actually», «Los tres entierros de Melquiades Estrada», Christina Hendricks (sale en «Firefly», una serie que tengo pendiente para ver) o John Slattery, secundario en «Mujeres Desesperadas», es decir, prácticamente un grupo desconocido.
Vamos con la postdata, Deathstars, suecos, tienen unas pintas que tiran para atrás, alguien les definió como una mezcla de Rammstein y Marilyn Manson, su etiqueta sería metal industrial su trayectoria musical es corta, pero ya se ven ciertos cambios, para mí han ido llenando sus temas de algo parecido a melodías, quizá suenan más comerciales ahora que en sus inicios.
De su último trabajo hasta la fecha, «Night Electric Night» este tema, «Chertograd»