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La casa de los jaleos.
Hace bien poco tuvimos «El Sentido de tu Blog», una iniciativa en la que cada uno, de variadísimas maneras, explicaba o motivaba el comienzo y el por qué de escribir una bitácora de estas que con el tiempo han perdido gran parte de lo que de bitácoras tenían. El tema es que entre todos los blogs había varias ideas comunes, una de ellas es esa que decía que al final uno escribe con la esperanza y el deseo de ser leído.
A ver, no digo que no, por supuesto, a todos nos mola que nos alaben, nos comenten, nos lean y nos sigan, pero no, dudo que ese sea el motivo, o al menos el principal, ¿la prueba?, pues que si quisiera tener muchas visitas, comentarios y tal evitaría como la autovía de Castilla en plena operación salida escribir entradas como la de hoy, de ciclismo. Y es que hay algo superior a la fama bloguera, superior a cualquier «me gusta», hablar, escribir en este caso, de lo que a uno le sale de las bolas, y mira, me gusta el ciclismo, pues de ciclismo hablaré, me parece curiosa la historia de desamor y jaleos del equipo RadioShack, pues de ella hablaré, sabiendo de antemano que tú de esto ni pajolera idea, pero es que por mucho que te aprecie o si eres Nergal incluso te quiera hay algo que quiero más, a mí mismo, uno es así de narcisista, y si quiero hacerme una macuca a gusto tengo que hacerme la pelota hablando de lo que a mí me interesa, porque si no al final siempre acabo poniéndome disculpas o incluso discutiéndome para dormir dándome el culo.
Empecemos pues, hablaremos de dos hermanos, Frank y Andy Schleck, luxemburgueses, de toda la vida en las faldas de Riis, actual director de Contador, primera curiosidad, cuando le quitaron el Tour a Contador estaba con Riis, y se lo dieron a Andy Schleck, pero, ese Tour pasa a formar parte del curriculum del director danés puesto que Andy era ciclista suyo cuando quedó segundo, bien, no has entendido una mierda, ok, sigamos.
2011, los hermanos dejan a Riis, que ficha para sustituirles a Contador, aparece la figura de Flavio Becca, un millonario luxemburgués que creó un equipo sólo para ellos, un gran equipo del gran ducado con un presupuesto acojonante y entre otros varias de las joyas de la corona de Riis, Cancellara o Fulgsang por ejemplo, Leopard-Treck se llamó el invento, una temporada grisota, Cancellara fracasó en las piedras (encima para más huevos a Riis se le apareció la virgen en Flandes y ganó con Nuyens, quien llevaba tiempo sin salir por las cámaras y apenas ha vuelto a salir), en el Tour a pesar de que Andy, por fin, estuvo valiente, les chupó Cadel Evans, a Becca el juguete no le hacia tanta gracia ya.
2012, por si has estado hibernando es este año, asoma Johan Bruyneel, exdirector entre otros de Lance Armstrong y Alberto Contador, este tenía un equipo relativamente reciente, desde 2010, RadioShack, un equipo que era una colección de «maduros», Horner, Leipheimer, Klöden… a Becca no le llegaba ningún patrocinador, a Bruyneel le hacían falta ciclistas capaces de atacar su objetivo favorito, el Tour de Francia, lo que tiene uno le falta al otro, al final acuerdo, fusión, pedazo equipazo, de ensueño…. de pesadilla.
Porque sí, nada ha salido bien en este equipo, Cancellara se ahostia y se pierde las piedras, los vejestorios van cumpliendo más o menos, pero claro, los resultados no eran los esperados, llega el Giro, Fulgsang era el líder previsto, se cae del cartel, Bruyneel llama a Frank Schleck, este va a regañadientes, resultado… el esperado, no acaba ni la carrera, Bruyneel, amante del método, se topa con la indolencia. ¿Es su único problema?, no qué va, Klöden y Horner también andan a la gresca, encima va Andy y se cae, adiós al Tour, pone un circo y en vez de crecerle los enanos le encogen los trapecistas, los leones se fugan con las tigresas y se comen a los domadores en pleno escape.
Fulgsang empieza a sonar fuerte para volver a las faldas de Riis, deseoso de puntos para mantener al equipo en la élite, Bruyneel, siempre justo, le margina, fuera del Tour, a correr carrerillas de medio pelo, los hermanos demandan por impago a Becca, es decir, al propietario del equipo, porque aunque hubo fusión lo que se heredó es la licencia luxemburguesa y no la americana de RadioShack, llega el Tour, no lo hacen mal, primeros por equipos, Zubeldia top-10 a pesar de correr solo, pero Frank en plan pasota, lo único que hace es criticar a los demás por no atacar y ponerse a llorar cual nenaza viendo por quincuagésima vez «Ghost» mientras él se toca los huevos a dos manos, poco podía ir a peor, pero con esta gente nunca se sabe, a tomar por culo, a Frank le pillan con un diurético, «resultado anómalo», eufemismo para decir que o explicas cómo te ha llegado eso a tu cuerpo o positivazo y dos años a la nevera.
Mirad, Frank y Andy, sobre todo este último, son de los ciclistas más talentosos del momento, quizá Andy sea junto a Contador lo mejor de lo mejor del pelotón, con permiso del ahora impresionante Froome, en cuanto a optar a un Tour se refiere, lo que se llama «vueltómanos», pero lo que tienen de buenos lo tienen de mimados, vagos y demás sinónimos, haraganes, indolentes, mi cuñado… ahm, otra cosa, antes, bastante antes del positivo, salen rumores acerca de una posible oferta de un nuevo equipo alemán a los hermanos para el año que viene, incluso del Astana kazajo, digo esto para que luego se entienda la teoría y tal. Volvemos, vagos, con clase pero vagos, pero además idiotas, esto ya es más apreciación personal, Frank da positivo, denuncia públicamente que ha sido envenenado, y no solo eso, encima se cabrea y dice que denunciará, eso si, a «desconocidos», imaginaros cuando vaya a poner la denuncia, «buenas, que vengo a denunciar a desconocido, que me ha envenenado», acojonante.
Veamos, si fuera cualquier otro, el que sea, el que tras dar positivo dice que él no tiene culpa alguna, que ha sido un error, un solomillo, un OVNI o cualquier cosa le diría esa bonita frase de mi colega forero pantani, «permíteme que me descojone», pero es que es tanto lo raro en este tema y tan peculiar este chaval que mira, hasta me lo creo, y te diré por qué.
A Bruyneel a esto de enchufar a sus ciclistas sin que piten en los controles no le gana nadie, es más es difícil que cualquier ciclista de ciertos equipos lo haga, que se lo pregunten a Contador, que después de estar con Sáiz, Bruyneel y Riis va a pitar justo en el único año en su carrera en la que no está con ninguno de los tres. No es que diga yo eso de Bruyneel porque me caiga mal o por malmeter, son varios los exciclistas que lo han manifestados, exciclistas suyos, incluso ahora mismo Armstrong y él mismo están inmersos en plena investigación al respecto, y no es la primera.
Con lo que me queda claro que su equipo desde luego no le dopó, o no le dopó cara a aumentar su rendimiento, ¿fue cosa de él?, puede, pero con lo vago que es y el Tour que se estaba cascando desde luego para optar a ganar una etapa, que es a lo máximo que podría optar, creo que un diurético no es lo más aconsejable, además, tengo serias dudas de que incluso pretendiera algo más que tocarse los huevos lo que quedaba de carrera.
¿Qué opciones quedan?, pues a saber, yo me quedo con la suposición más sucia y rastrera, la venganza, ¿que me denuncias?, ¿que quieres abandonar el barco?, pues te vas a cagar, ¿Becca?, ¿Bruyneel?, a saber, o puede que ninguno, o puede que sea un error, desde luego los médicos del equipo, que bien podrían haber buscado una coartada, que no es tan difícil, ya han dicho que ellos no, que se busque la vida, que él sabrá que hizo, y encima Bruyneel sale diciendo que cree en su inocencia, lo cual es lo mismo que cuando la suegra te dice que te quiere.
De cualquier manera me alegro si es sancionado, aunque pueda pensar que es inocente, ¿por qué?, te preguntas, claro, luego se alarga la entrada y me riñes, pues no preguntes, digo que me alegro porque en su día fue cazado y exonerado en la «Operación Puerto«, un cheque gordito enviado a Eufemiano Fuentes», médico que en teoría no estaba trabajando con ciclista alguno y acusado de dopaje masivo en la citada operación y en alguna otra posterior, nada, su federación imitó a la española y le salvó el culo. Justicia poética sería por lo tanto.
Acabo este chapón ciclista con un tema de esos que tampoco pones para ganar lectores en un blog, más bien al contrario, Soziedad Alkoholika, quizá la banda más polémica de la escena rockera metalera del País Vasco, vinculados en más de una ocasión a la izquierda abertzale, estos son de esos que usan la sutileza y la poesía en su música, música serena, romántica, ahí va una prueba, «SHAKTALE» en su letra dicen algo así:
«Hasta mi mandíbula desencajar… en tu puta cara voy a vomitar», como veis rima, pues bien, allá por finales de los 80 o primeros 90, que no recuerdo ya, antes del 92 fijo eso sí, que estas canciones las cantaba yo en la mili, compusieron un tema para dar su mesurada opinión sobre el conflicto de Israel, Palestina y demás, el título: «Nos Vimos en Berlín»
La carrera más grande del mundo.
Acabó el Tour de Francia, un Tour con una apuesta previa clara, buscar otros tiempos ciclistas, un recorrido propicio para los ataques suicidas, para la épica, para la batalla, para evitar espectáculos tan bochornosos como el Giro de este año, donde pasaban y pasaban los días sin que viéramos nada que sacara el tema de la monotonía, un Tour que como siempre comenzó con escándalos y rumores de doping, arrastrados del pasado, una presunta investigación del equipo francés Europcar, luego el asunto Armstrong y sus excompas presuntamente chivatos y con amaño de sanción a la carta incluido, Di Gregorio detenido en plena carrera por investigaciones relacionadas con su etapa en Astana (ese equipo en el que casualmente dio positivo Contador… No sorprende ya, aun con todo el Tour sale adelante.
Sale adelante porque es «la carrera», no hay más, el Tour sería duro con etapas de 10 kilómetros cuesta abajo, da igual el recorrido, prueba tenemos todos los años, este también, antes de la primera etapa con alguna dificultad las bajas eran sensibles, Hesjedal, Valverde, Samuel, Schleck, Gesink y todo su equipo (este hombre es gafe de cojones), decenas y decenas de ciclistas, muchos de ellos en teoría candidatos, besando el suelo, caídas, atropellos, más caídas, para cuando se quiso subir el primer puerto, de apenas seis kilómetros, la totalidad del pelotón prácticamente cayó como fruta madura, es tanta la presión por ir arriba que no hay día sin amasijos de bicis y ciclistas sobre el asfalto abrasador, para muestra las palabras de Horrach: «Creo que lo más utilizado hasta ahora en el Tour son las redes y el betadine, el ruido que hace una caída como la última de hoy es indescriptible, pone los pelos de punta. No sé aún cómo sale la gente de debajo las bicis y siguen hasta meta… ¡IMPRESIONANTE!»
Aun en la desgracia surgían nombres para la gloria, «En el futuro, podremos decir que hemos corrido con él«, estas palabras las dedicaba Samuel Sánchez, todo un campeón olímpico, a Peter Sagan, un bisoño de 22 añitos, que en su debut logró saborear la victoria hasta en tres etapas, mostrando un poderío que adivina un fuera de serie, uno de esos ciclistas que están destinados a marcar época, no fue el único imberbe en ganar, el mayor de ellos, el más joven del Tour, Thibaut Pinot, dio aire de nuevo a la esperanza francesa al ganar una de esas etapas que marcan una carrera, se antoja por fin la gra esperanza gala, Mark Cavendish, otro nombre, ganó sí, y repitió a lo grande, pero sin su treno acostumbrado dejaba lugar a la revancha, como la de Greipel, que tras quedarse a centímetros logró derrotarle, por fin, curiosa la rivalidad entre estos dos excompañeros, pero sin duda en esos días de sangre, fracturas y lágrimas de dolor el nombre que más impresionaba no era el de ningún ciclista, sino el de un equipo, el británico Sky.
Dave Brailsford fundó este equipo en 2010 para ganar el Tour con un ciclista británico en un equipo británico, una quimera, los cachondeos eran similares a los que causo yo en un congreso de peluquería, partían como claros candidatos, pero bastó una semana para que asustaran, bastó una subida de seis kilómetros para que su figura se asemejara al abusón del colegio que si no llegaba a tiempo de robarte el bocadillo te lo hacía vomitar aunque fuera por joder, bastó la primera crono para que directamente nos preguntáramos si quedaba carrera, si alguien podría hacerles frente, entre los retirados, los heridos y los que arrastraban minutadas por montoneras apenas quedaban candidatos para intentarlo.
Alpes, frases, Alejandro Valverde, «dan miedo, asustarían a Contador, asustarían hasta a Armstrong«, Sky ante su prueba de fuego, superada, no sin esfuerzos, no sin sus pequeñas debilidades, pero asustando a sus rivales, intentos, Van der Broeck, Nibali, Evans, la clase más elitista del pelotón con tiempo perdido, todos al ataque, con más voluntad que fuerza, Sky mantiene el tipo, de sobra, los franceses siguen reivindicándose, Europcar triplete, Voeckler el payaso alsaciano, Pierre Rolland, enterrado antes de tiempo en la carrera, Wiggins, el líder atípico, felicitando a quienes le pusieron en aprietos, más frases, «yo no hubiera tenido los cojones de hacer lo de Evans», (sic), aunque al final el esfuerzo sólo le sirviera para perder un poquito más el Tour. Una conclusión, tenemos estrella, Chris Froome, el lugarteniente, impresionante, el pinganillo le cortó las alas, pero evidenció que él es mucho mejor que su líder, quizá mejor que ninguno, memoria, Tour del 96, Riis y Ullrich
Avanza la carrera, Evans comprueba que no es su año, tres veces tres, tres pinchazos, pecado, el ciclismo es un deporte que tiene pegados a ídolos y admiradores, no es permisible tirar clavos al pelotón, no debe serlo, debe ser excepción. Pero sin duda el escándalo del año, por el momento, es Frank Schleck.
Sobre el caso no voy a detenerme siquiera, porque su historia, la de su hermano, su año, el de los dos, sus carreras, sus relaciones con su director, el equipo en sí, da para una entrada más que jugosa que volverá a retrasar las ya escritas. Pirineos, nuevamente se intenta, lo intenta Nibali, lo intenta Van der Broeck, Evans prueba la hiel de las cámaras grabando su desdicha, pero poco se puede hacer para desbancar al que va delante cuando tienes que conformarte y sentirte agraciado en poder seguir el bamboleo de sus posaderas. Wiggins y Froome, Froome y Wiggins, apenas sin esfuerzo sentencian el Tour, este año yo, el que viene ya veremos. En medio el espectáculo, Voeckler, odiado y venerado por igual, gesta, ávido el ciclismo de ellas, excesivo sí, pero grande, para él su segunda etapa, ambas de pedigrí, y el maillot de lunares, ese que tanto le gusta a Bypils.
Sólo queda la contrareloj final, mero trámite, mero trámite salvo para que ambos marquen territorio cara al futuro, dos estilos, uno perfecto sobre su bicicleta, con una postura heredada de sus tiempos de pistard, los pelos de las patillas perfectamente recortados para evitar que pierda aerodinámica, el otro pura fuerza bruta, bailando sobre su bicicleta, ahí Wiggins puso orden, empate técnico en el balance, el año que viene…. el año que viene veremos.
Conclusiones, muchas, nuevos valores, ciclistas que pasan a mejor vida deportivamente hablando, pocas gestas, recorrido atractivo, pero minimizado por el absoluto dominio inglés, muchas lecturas, demasiadas para esta entrada.
Perzonal War para la posdata, alemanes, cabalgando entre el power y el thrash, larga su trayectoria, «Dead Meaning»
Ya huele a Tour.
Pues sí, en estos días previos se han estado disputando dos carreras, en Francia el Critérium du Dauphiné, la Dauphiné Libéré de toda la vida, con el cambio de nombre por motivos de cambios de organizadores, ahora se encarga ASO, la empresa que organiza el Tour y que tiene la mitad de las acciones de nuestra Vuelta. En Suiza por su parte se ha disputado la Vuelta a Suiza, ambas carreras han servido tradicionalmente como el gran test previo a la disputa de la gran ronda por etapas del calendario ciclista, ahí se dividen en dos y más o menos se ve quien va bien, mal, regular o como Andy Schleck directamente ni va.
En Dauphiné hemos vivido la auténtica exhibición de Bradley Wiggins y su súper equipo, el Sky, Wiggins la verdad es que lleva un año impresionante, ganador en dos vueltas de las de similar nivel a esta, Niza y Romandía, vimos a un valiente Cadel Evans, curioso lo de este hombre, tradicionalmente un amarrategui de libro (le llamaban por algo «la garrapata») y de repente parece que ahora tiene huevos hasta para exportar, también a un voluntarioso Vicenzo Nibali, estos tres son de los que cuentan a priori para el Tour, también contaba Andy, pero este la verdad es que menos para hacer el ridículo no se dejó ni ver, da igual, este se pierde el Tour este año.
La cosa es que hace apenas un año o dos Andy Schleck aparecía como el único capaz de poner en entredicho a Alberto Contador, ese al que la conspiración internacional nos ha apartado de la lucha, este año nos quedaremos sin saber si pudiera haber lucchado con Wiggins y Evans, temeos eso sí, a su hermano Frank otros de los de correr una sola carrera al año, el Tour, por mucho que se empeñen en lo contrario, como su director, Bruyneel, al mandar al Frankicio al Giro, realmente es cabreante ver la indolencia de ambos, pueden pasarse el año tocándose los huevos a dos manos y llegar luego al Tour y rendir.
En Suiza pues más candidatos, el citado Frank, Gesink, Valverde, Leipheimer… y Peter Sagan, que si bien no creo que nadie vea optando a la general la verdad es que acojona, el tipo este gana etapas en línea, rinde en los monumentos y le gana una crono nada menos que a gente como Fabian Cancellara. Luego además otras tres etapas, impresionante sin duda el talento eslovaco.
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El triunfo en la general para un sorprendente Rui Alberto Costa Faria, no muy holgado pero en todo caso meritorio ya que en aprietos le pusieron en la última etapa Frank Schleck o los Rabobank, apunta maneras este portugués.
A ver, de esos nombres que han aparecido aquí debe salir quien gane el Tour, ya veremos, una cosa te digo, el recorrido de este año, aparentemente menos duro, va a propiciar batalla, debe hacerlo, no es un recorrido para exhibiciones de último puerto estilo Contador, o de último kilómetro, estilo Purito o Valverde, con lo fuerte que está Wiggins y el equipazo que tiene o le atacan desde muy lejos, y terreno hay, o se van a comer los mocos, se prevé pues una carrera entretenida, a ver si no defrauda.
Lo que no defrauda es la actualidad ciclista, a Bruyneel, director del RadioShack le llueven los problemas, Andy Schleck baja para el Tour como dijimos, eso en teoría es una gran noticia para la Vuelta a España , un duelo entre este y Contador, con «Purito» confirmado y alguno más, pero por no alargarnos, los problemas de los dos hermanos con su director son más que evidentes, Frank le dejó tirado en el Giro, Andy es la indolencia personificada, Horner, otra de sus bazas, no íba a ir al Tour, por lesión oficialmente, por no correr en Suiza como quería su director, al final ante la baja de Andy este tiene que ceder e incluir al más ilustre de los veteranos del pelotón.
Pero es que encima el pasado le vuelve, Armstrong va a ser investigado por la agencia yanki antidopaje, USADA, igualito que en España, donde las autoridades cierran casos que huelen peor que una letrina comunitaria, le investigan incluso por hechos acaecidos en sus primeros Tour, no es la primera vez, pero parece que van en serio, ojo, ya están saliendo informaciones de que podrían quitarle los títulos, ojo digo, pruebas, lo que se dicen pruebas, parece que sólo las tienen de su última etapa, en la que coincidió con Contador he hizo podium en el Tour.
Bien, hay que mojarse, luego no acertaré una pero da igual, en principio los favoritos claros son sobre todo Evans y Wiggins, vale, pues yo arriesgo y apuesto por Robert Gesink y Frank Schleck, a ver si atinamos.
Lunatica para la posdata, son veteranillos ya estos góticos suizos, cada vez más cercanos a lo comercial, pero vaya, con temas interesantes, como este «New Shores»