Archivo

Posts Tagged ‘Francia’

Una anécdota medieval, o no tan anécdota.

Año 1200, fácil de recordar, el papa, Inocencio III, actúa sobre Francia, les deja sin misas y sin relojes en los campanarios de las iglesias, hoy en día ambas cosas no pasarían de ser una nadería, pero en esa época la cosa era bastante grave, hasta el punto de que muy a su pesar el rey galo, Felipe Augusto, se divorció de su mujer, Inés de Méranie, no volviéndose a casar nunca más. Para muchos este asunto fue el detonante del gran poder que la iglesia católica llegó a alcanzar en siglos sucesivos.

Pero, ¿qué pasó? Pues lo dicho, un asunto que no pasaría de ser una anecdotilla hasta con cierta gracia de no ser por las repercusiones que tuvo, para explicar la cosa como se merece debemos irnos unos años atrás, hasta 1193. Tenemos a Felipe II «El Augusto», uno de los monarcas más famosos de la Edad Media, coetáneo de Ricardo Corazón de León, que no era de León por cierto, sino inglés, Felipe fue uno de esos reyes que fueron a las cruzadas y tal. Un tipo simpático y amable con su pueblo, vaya los judíos estaban supercontentos con él, su primera acción como gobernante fue echarlos a todos del país y quitarles todas sus posesiones para dárselos a sus leales nobles.

Leer más…

El origen de las palabras, «Bicoca».

Inauguramos aquí una nueva sección en este egregio blog, dar a conocer el origen de algunas palabras o expresiones de común uso, palabras o expresiones que utilizamos a menudo sin que sepamos de dónde vienen, como a mí a buscar cosas en internet y al follar no me gana nadie pues eso, presto estoy a descubrir esos orígenes, hoy, para estrenar esta bonita serie de entradas, «bicoca».

Todos sabemos qué es una bicoca, algo fácil y provechoso, algo en definitiva muy muy bueno, ejemplo, los sorteos de la champions del Real Madrid, si no eres de fútbol, pues es como si te roban el móvil y luego tienes la suerte de encontrar en el mercadillo uno parecidísimo, que hasta tiene en la agenda los contactos que tú usabas y la foto de tu niña como fondo de pantalla.

Pero, ¿de dónde viene «bicoca»?, pues es lo que me dispongo a contarte.

Leer más…

Amor y miserias, el contraste de «Largo Domingo de Noviazgo».

La verdad es que hay veces que te gustaría coger al que pone los títulos a las películas y ahostiarle hasta que te salgan los huesos de los nudillos de su sitio, claro ejemplo es la peli de la que os voy a comentar, te voy a comentar mejor, me pondré en plan íntimo, puesto que esta es una de esas cintas que, a pesar de su cierto éxito de taquilla, no es desde luego una de masas, da pie a esos momentos de intimidad, te suelto la chapa, tu escuchas con atención, al menos hasta el «sigue leyendo» y luego si eso ya me dices que la vas a ver aunque en realidad no tengas ni putas ganas.

«Un long dimanche de fiançailles» es como se llama en guiri vecinés la película, 2004 el año, con el título pues uno se puede esperar cualquier cosa, una moñada de cojones por ejemplo, y encima larga como una sobremesa de añonuevo, y sí, en el fondo no deja de ser una historia de amor, de una pareja de novios, separada y eso, no que se separaran así en plan divorcio ojo, separados en plan moñas, «amor, que separados estamos y no te puedo meter todo lo gordo». Pero es también una historia de perseverancia, de una chica que se sobrepone a todo y que tiene fe, que busca cuando todos le dicen que lo deje, y es, también, el más realista de los retratos que uno ha visto en pantalla de un escenario atroz y brutal sin parangón, las trincheras de la primera guerra mundial.

Leer más…

El auténtico «Último Mohicano»

Bien, como ya hicimos en su momento con pelis como «Templario», «300» o alguna de las de Gibson vamos a ver la fidelidad histórica de otra peli, esta archiconocida, «El Último Mohicano», me refiero a la peli de Michael Mann del año 92, la de Daniel Day-Lewis y Madeleine Stowe, quizá más conocida incluso por la música de Trevor Jones, quizá de las bandas sonoras de cine más populares de la historia, tan popular que hasta a Rajoy le han pillado tarareándola.

El ultimo mohicano, imagen

La película está basada en una novela de James Fenimore Cooper, autor de varias novelas ahora históricas, pero escritas cuando sucedieron los hechos, así pues, quisiera dejar a un lado el argumento principal de la peli, que es lo que voy a juzgar, no la novela, centrándome en un hecho concreto, importante eso sí, que sucede en la peli y realmente sucedió en la realidad, el asalto a Fort William Henry, dentro de la Guerra Franco-india.

¿Cómo se cuenta en la peli?, pues tenemos a los franceses atacando el fuerte con la ayuda de varias fuerzas nativas, con los indios malvados ayudándoles, (ese Wes Studi, qué bien hace de malo, de él hablamos en «Kings»), durante el asedio ofrecen a los británicos rendirse ya que las fuerzas de apoyo que estos esperaban ni iban a venir, vista la situación se acaban rindiendo, salen los soldados y civiles del fuerte y por el camino verde (no el que va a la ermita sino otro), van los indios malosos y les zumban de cojones, salvándose tan sólo los protas.

Bien, ahora vamos con la versión digamos «real», aunque hay que decir que ese episodio narrado en la película está bastante ajustado a la realidad, se nota que las fuentes consultadas y la novela en la que se basó eran francamente buenas, pero hay detalles falsos, justo los necesarios para hacer malos y buenos en la historia y así darnos la peli de aventuras perfecta, con héroes y villanos, mas como siempre pasa en la vida real no hay, o no suele haberlos, blancos y negros, sino escalas de grises.

Vale pues, tenemos al fuerte, dentro tenemos a los soldados del Imperio Británico, sus aliados nativos, civiles y soldados coloniales, que ya por entonces vestían de azul, usando los colores que luego, durante la Guerra de la Independencia usaron las tropas llamadas «continentales», todos bajo el mando de George Monro, en total unos 2.500 combatientes, enfrente las tropas francesas de Louis-Joseph de Montcalm, tropas regulares y nativas, iroqueses y hurones en su mayoría, en total unos 6.000 soldados y alrededor de 1.500 «indios», no hay constancia de la presencia de las hijas de Monro ni de mohicanos, sean primeros, segundos o últimos.

La escena de la oferta para que Monro se rindiera está bien, acertada, el francés le hace la oferta dándole la carta interceptada a un correo británico que advierte de la imposibilidad de mandar refuerzos, mas no parece que la oferta se hiciera tal y como pasa en la peli, sino dentro del fuerte y enviando al francés con los ojos vendados, este detalle era bastante común cuando dentro del terreno propio se metía un enemigo, para que no pudiera localizar el lugar exacto donde se encontraba el cuartel general o cualquier otra dependencia, tampoco fue la rendición tan rápida, Monro sabía que tenía que aceptar la oferta y Montcalm sabía que la iba a aceptar, pero ahí entraban las reglas de la guerra de entonces, que luego traerían más cola incluso, Monro no se podía rendir salvo que se abrieran brechas en las murallas que permitieran una rendición «honrosa».

Como la moral de sus tropas era más bien baja y con las opiniones de sus ingenieros a favor aprovechó la endebled de alguna de las zonas de la fortificación para después de algún que otro combate rendirse, los franceses permitieron que se retiraran todos a un fuerte cercano, unos 30 kilómetros, con sus enseres personales, armas y demás, los británicos, antes de irse agasajaron a los galos con una comida de oficiales realmente copiosa.

Ahí empiezan los problemas que luego propiciaron la masacre, tres factores la propiciaron, el primero, para los nativos aliados de los franceses sólo había una forma de acabar una batalla, muriendo o acabando con el enemigo, no entendían esas rendiciones pactadas donde los contendientes se sentaban a ponerse hasta el ojal de comida y vino, segundo, los franceses al parecer les habían prometido el poder saquear el fuerte tras la victoria, algo similar a lo que hacían las legiones romanas cuando conquistaban nuevas tierras, al permitir llevarse casi todo a los ingleses se sintieron engañados, el tercero, siendo parte importante del éxito francés vieron como se les excluía de la jamada, ignorados por los dos bandos en guerra, el sentimiento de ninguneo acabó por encender sus ánimos.

Bueno, vamos con la salida de los británicos y posterior masacre, hay que decir que junto a ellos iban cierto número de granaderos franceses como escolta, hablamos de una columna grande, larga, tropas francesas, las británicas, los civiles, los nativos aliados de la «Pérfida Albion», los civiles y los soldados coloniales, estos dos últimos grupos cerrando la marcha, en la peli las tropas sufren una emboscada, en realidad no fue exactamente así, sino que los nativos «franceses» salieron de los bosques a intentar cobrarse en utensilios y vestimentas su botín de guerra, dando Monro la orden de dejarles hacer, prácticamente desnudaron a la columna, pero sin apenas violencia, excepto claro, en la retaguardia.

Ahí, no se sabe el por qué, sí que se produjo una pequeña masacre, matando civiles y milicianos, todo esto sin que la vanguardia, que es donde iba el ejército regular, siquiera se enterara, cogieron prisioneros y asesinaron unas decenas de personas, hablamos en todo caso de menos de cien, o sea que si, masacre hubo, pero muy lejos de la aniquilación total que la peli narra, por supuesto Monro no muere en ese lugar, sino que lo hizo tres meses más tarde.

Como curiosidad decir que tras la batalla hubo una epidemia de viruela entre los nativos aliados de Francia, causada por la costumbre de estos de desenterrar a los británicos muertos para quitarles cosas de valor, como vemos aunque a grandes rasgos «El Último Mohicano» narra los acontecimientos con bastante rigor se le escapa algún que otro detalle importante, los justos para hacer de los colegas de Studi unos hijosdeputa, cuando hubo más choque de culturas que otra cosa.

Amaranthe, estamos en la posdata ojo, grupo nórdico que tiene en su música una mezcla curiosa, una especie de death muy muy melódico, con voces guturales, limpias y femeninas, todo ello acompañado de algo parecido al «casiotone» que suele acompañar a la cabra por los pueblos de España mientras sube la escalera, aun así no deja de tener su punto su música, eso sí, su mayor virtud es la presencia de Elize Ryd, acompañante habitual de Kamelot, la chavala pues eso, es de esas que está tan buena que la pondrías encima de la tele para poder mirarla todos los días, para más cojones encima es hasta guapa, de ellos este «Automatic»

En Tierra de Nadie.

«Estar en tierra de nadie» todos tenemos claro lo que significa, término muy usado en fútbol por ejemplo, cuando un equipo se queda sin posibilidades por arriba y lejos del descenso, o en ciclismo incluso, típica etapa donde hay un grupo de escapados con diez minutos, salta un espabilado y se mete un palizón para quedarse ahí en medio, sin salir siquiera en la tele, pero sin duda alguna cuando este término alcanzó su significado más trágico fue durante la I Guerra Mundial.

Durante casi cuatro años exactos millones de soldados vivieron y murieron en las trincheras del frente occidental, mientras que en otros frentes la guerra seguía unos parámetros más o menos tradicionales, con una guerra que salvo excepciones como Gallipoli se podía considerar «abierta», en este tras un primer avance rápido alemán los ejércitos se parapetaron en improvisadas trincheras, alcanzando la guerra el que ha sido quizá su punto más alto de crueldad y dureza en toda la historia, si hablamos de combatientes.

Verdum

¿Cómo se llegó a esa situación?, tras el comienzo de la guerra en occidente Alemania intentó lo que posteriormente logró en la II Guerra Mundial, un rápido avance de sus tropas para ocupar los países del Benelux, el norte de Francia y llegar a París, Plan Schlieffen se llamó la cosa, llamado así en honor de su padrino, Alfred von Schlieffen, que pensó en algo similar a lo que Aníbal logró en Cannas, mas este murió antes de que se llevara a cabo la cosa, sacrificaron tropas del frente oriental para disponer millón y medio de soldados dispuestos a invadir el oeste, en el este dejaron a medio millón para hacer frente a más de dos millones y medio de rusos (algún día hablaremos de una de las batallas más injustamente olvidadas de la historia y que se vivió en este frente), mientras que con ese millón y medio deberían derrotar a casi cuatro millones entre británicos y franceses.

Verdum
Invadieron Bélgica y Luxemburgo, entraron en Francia, derrotaron a los aliados en Lorena, Charleroi y Maubeuge, pero todo cambió cuando fueron derrotados en Primera Batalla del Marne, quizá la primera vez en la historia donde la aviación jugó un papel fundamental, aunque fuera como medio de observación del enemigo, tanto franceses como británicos movilizaron a todas sus fuerzas para parar a los alemanes, llegando a usar incluso a los taxis de la capital, París, para transportar de urgencia tropas al frente, los alemanes, más expuestos y en menor número se replegaron, llegaron a un punto, hicieron una cruz, excavaron y así nació la primera trinchera, al llegar los aliados frente a ellos no tuvieron más remedio que hacer lo mismo porque si no ahora los expuestos eran ellos, así poco a poco se crearon dos trincheras ininterrumpidamente desde el Mar del Norte hasta la frontera con Suiza.

No es asunto baladí este del origen de la cosa, porque se comprende ahora por qué aun siendo el sufrimiento grande en los dos bandos lo fue aun más en el de los aliados, los alemanes fueron los primeros en atrincherarse y por lo tanto fueron eligiendo el terreno más favorable, también dispusieron de más tiempo y sus posiciones siempre estuvieron algo más acondicionadas.

Verdum
En medio quedó esto, un espacio de tierra que oscilaba entre una veintena de metros y los casi trescientos, el infierno, quien haya visto por ejemplo «Largo Domingo de Noviazgo» podrá hacerse una idea de lo que significaba ese terreno, un grupo de soldados franceses es acusado de auto mutilarse y condenado no a muerte, sino a algo peor, a salir sin armas a tierra de nadie, un terreno asolado por los continuos bombardeos, donde salvo los agujeros de las bombas y los cadáveres putrefactos no había nada en lo que guarecerse del enemigo, cualquier intento de avance era fácilmente detenido por las ametralladoras enemigas, un terreno poblado de alambradas, restos de árboles destruidos, barro y vergüenza.

Pero, ¿cómo eran las trincheras?, como dijimos los alemanes llegaron primero, así que pudieron hacerlas algo mejores, más profundas, con más cemento y menos tierra, más impermeables, nunca eran rectas, sino en forma de dientes, para que fueran más eficientes contra los bombardeos, no era una sola línea, estaba la primera, ocupada sólo momentáneamente por observadores, una segunda con pequeñas guarniciones y que se usaba más como señuelo para atraer las bombas enemigas y una tercera, donde se apelotonaban en escasos metros regimientos enteros.

la ingeniería de la época se las ingenió para construir sin descanso trincheras y más trincheras a lo largo del frente para protegerse del enemigo y tener asegurada una segunda y tercera defensa caso de que cayera la trinchera más cercana al enemigo, Flandes, tierra ciclista donde las haya, fue el punto donde los aliados lo tuvieron peor, los alemanes allí eligieron el sitio más alto, los aliados a nada que cavaban encontraban agua, a pesar de que se intentaba acondicionar los suelos con planchas de madera los soldados que lucharon allí tuvieron más problemas con el agua que con la artillería, ametralladoras o francotiradores enemigos.

Verdum
¿Cómo era la vida en las trincheras?, pues un soldado medio iba turnando las diferentes trincheras, rara vez pasaba más de dos semanas en la misma, lo malo es que salvo cuando le tocaba descanso en retaguardia la cosa no variaba mucho, barro, humedad, enfermedades, piojos, además eran continuos los escarceos, las patrullas, no tanto las grandes batallas, aun así el índice de mortalidad de los soldados que se vieron en estas dobló por ejemplo al de los que lucharon 30 años más tarde en la II Guerra Mundial, la falta de medicamentos, sobre todo de antibióticos, hacía que una pequeña herida en un miembro derivase en gangrena y provocase la muerte, la higiene obviamente brillaba por su ausencia, así que las enfermedades y ratas campaban a sus anchas, la cercanía del enemigo implicaba que el peligro de caer bajo el disparo de un francotirador, del gas (usado también en esta contienda a nivel masivo por primera vez en la historia) o las bombas fuera grande.

Verdum
¿Todo era miseria en las trincheras?, no, las había tranquilas, sin prácticamente actividad durante toda la guerra, bien acondicionadas y que incluso se usaban como descanso de tropas de otros frentes, como las aliadas de la invasión de Dardanelos destinadas en Armentières, el cartel que acompaña este párrafo es el de la película «Feliz Navidad», que hace una versión libre de unos hechos sucedidos en la navidad de 1914, donde ocurrió una breve tregua navideña entre los combatientes, sin llegar a esos extremos durante toda la guerra se vivieron momentos de confraternización entre ambos bandos, intercambios de alimentos, medicinas, tabaco… esto claro no gustaba nada a los superiores, que solían mover constantemente de posición a sus soldados para evitar estas situaciones o los instaban a disparar a esos «casi amigos».

Pero lo habitual era el tifus, la disentería, el cólera, como dije al principio no había manera de recoger los cadáveres en tierra de nadie y estos eran focos de infecciones constantes, muchos de ellos no pudieron ser recogidos hasta acabada la guerra, con lo que quedaron prácticamente inidentificables, aun en estos días siguen apareciendo restos humanos en áreas donde se sucedieron grandes batallas como las del Somme o Verdún, en algunos lugares concretos el espíritu reflejado en «Feliz Navidad» permitía pequeñas treguas no firmadas para que se recogieran cadáveres, heridos e incluso se intercambiaran estos pero esto tenía sus problemas también, se aprovechaban estas treguas para efectuar pequeñas escaramuzas por sorpresa y esto cortaba la tregua constantemente, asimismo tampoco eran del agrado de muchos oficiales, con lo que rara vez pasaban de cortos espacios de tiempo.

11-11-1918, a las 11 horas de la mañana acababa la guerra, se sabía con antelación, tras cuatro años de lucha terminaba todo, lo lógico es pensar que después de tanto sufrimiento y ante la perspectiva de la ansiada paz esa mañana iba a ser tranquila, casi de despedirse de tus enemigos, así lo fue en algún caso, pero ese día también fue ejemplo de un dicho que se suele asociar a esta contienda, «leones dirigidos por borregos», en referencia al valor demostrado por las tropas y la escasa preparación y el escaso nivel que demostraron sus oficiales, muchos de estos, del lado aliado, ordenaron ese mismo día once de noviembre ataques masivos, que no podían lograr nada estratégicamente, ya que los términos de la paz estaban ya firmados, pero que causaron miles y miles de muertos y aun más heridos.

Verdum
Alemania estaba asfixiada económicamente, sus aliados se desplomaban, a pesar de su éxito en el frente oriental la entrada de Estados Unidos hizo que vieran imposible la victoria, así se explica que fueran derrotados cuando todas sus posiciones estaban todavía en territorio enemigo, los términos de la rendición fueron duros, tanto que dieron pie al auge del nazismo y la vuelta a la guerra años más tarde.

Esta lucha de trincheras hizo que se viera algo que entonces era desconocido, y que no se ha vuelto a dar en tal grado jamás, el daño psicológico que sufrieron los soldados, la gran mayoría de supervivientes los padecieron, algunos no se llegaron a recuperar jamás, fue tal el horror vivido que salir ileso y sano mentalmente era algo poco habitual, la tasa de suicidios entre excombatientes multiplicaba la general, en definitiva, pocas veces la guerra ha sido más cruel en la historia, por no decir ninguna.

Postdata, Freedom Call en su versión más pastelera, «Queen of my World»:

A %d blogueros les gusta esto: