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Posts Tagged ‘Fobias’

La serpiente comiéndose una araña en la trinchera.

Es curioso, de las formas más inesperadas uno se va descubriendo, esta es una entrada rara, de las de consumo propio, hablaré de cine, pero no va de cine, hablaré de guerra, pero no va de guerra, ni de historia, al final se trata de mí. Bien, al tema, cuando en su momento hablé del cine en la gran guerra cometí varios olvidos, algunos porque sinceramente, no sabía de su existencia, tal y como me pasó por ejemplo con «The Reader» llegó un día a mis manos una peli, «Regeneration».

Regeneration

Te seré sincero, como película no es gran cosa, trata de las heridas psíquicas que causó en los soldados (oficiales en este caso) la lucha en las trincheras durante la I Guerra Mundial, pocos conflictos bélicos en la historia, por no decir ninguno, han causado tantas secuelas tanto físicas, como sobre todo psicológicas que este frente occidental, esta es una cinta que por cierto podría llegar a interesar a estos poetas que de vez en cuando asoman por el blog, va mucho de eso, de poesía, hay mucha poesía en «Regeneration», mucho poeta, bien, también es cierto que sin tratarse de una gran película cuando los pacientes del centro donde están ingresados para superar sus problemas se ponen a recordar el frente, la guerra, hay pocas que le superen.

Narra con extrema dureza tanto las condiciones de vida, como lo absurdo de los combates y pone en tela de juicio la contienda, está basada en hechos reales, pero es lo de menos, aquí hay cuatro protagonistas, en la vida real hubo millones, como te digo tremendamente dura, pero una escena en particular, la escena que motivó esta entrada, un soldado sirviendo un té, en medio del caos, del barro, de la desolación, su teniente lo coge, comienza a beberlo, una bomba cae tras él, te lo juro, se me puso el corazón en un puño, es ficción sí, pero ver a los compañeros del soldado del té recogiendo su cuerpo a paladas, recogiendo incluso un ojo desprendido, y sobre todo, la cara de «una vez más» que tenían.. Sobrecogedor, y ahí, justo ahí, se me encendió la bombilla.

A nada que me hayas leído sabes de sobra que me gusta la historia, y particularmente esta guerra, «la grande», la cosa es, ¿por qué?, pues en ese momento, en el que los soldados van metiendo en un saco los restos de su compañero literalmente destrozado empecé a darme cuenta del por qué, piensa Dessjuest, ¿qué ves?, ¿qué ves?, pues por ejemplo, cuando veo documentales de animalitos, esos que todos decimos que vemos, siempre son de serpientes, de arañas, no de leones, no de cualquier otro animal, hay una razón, tengo pánico a las serpientes, y un tremendo asco a las arañas, un león es peligroso, sin duda, un tiburón, también, pero cada uno tiene sus fobias, no creo que jamás me tope con un león, ni con un tiburón, pero puede que sí con una víbora, en todo caso las temo, pero me apasiona conocer de ellas, me apasiona ir a los terrarios y observarlas.

Y justo ahí me dí cuenta, el destino, la casualidad, no me refiero a eso de «era nuestro destino encontrarnos», tan de enamorados, no, me refiero a que tú no eliges dónde ni
cuándo naces, tú puedes tener la suerte de nacer guapo, atlético, varonil, apuesto, como yo, o nacer hecho un adefesio. Rico, pobre. En Europa, en el cuerno de África, puedes vivir en una familia acomodada, en una familia pobre, incluso pudiste haber nacido cuando el hombre descubrió el fuego, o nacer dentro de mil años, ¿cuál es el problema entonces?, pues para mí a partir de ver esta peli está claro, mi mayor temor, mi mayor miedo, es haber nacido en esa época, haber tenido que estar en esas trincheras.

Supongo yo que habrá gente que por nada del mundo hubiera querido vivir en un campo de exterminio, o en un Gulag soviético, desastres, matanzas, indignidad, es lo que ha sobrado en este mundo, pero esto es como lo de los animales, subjetivo, para mí ya te digo, lo peor, con diferencia, que podría pasarme es eso, estar en medio del barro, con la vista plagada de cadáveres, de heridos suplicando, un día, otro, hasta alcanzar la locura, es por eso que me apasiona tanto, porque la idea me horroriza. Y sí, todo esto tras ver una escena de una película, sencillamente sorprendente, después de tantos años.

Nightwish para la posdata, típico tema para abrir conciertos, «Planet Hell».

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