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Coppi y la década de los 50.
Vamos con una nueva entrega de la historia del
doping en el ciclismo, sí, hacía tiempo, afortunadamente añadirías, vale, pues vuelve mañana qué sé yo, en realidad una vez dejado claro en anteriores entregas que esto del dopaje en el ciclismo es más viejo que mear de pie ahora voy a centrarme en exclusiva en los casos en los que no medió positivo alguno. Evidentemente los controles nacieron mucho después del doping y más evidentemente han ido también evolucionando, pero la cosa es demostrar que cuando alguien exculpa a un ciclista, en este caso o deportista en general, con la falacia de que «no ha dado nunca positivo» en realidad está haciendo un monólogo, por pequeño que sea, del humor más descacharrante que existe.
Uno de los grandes mitos del ciclismo, Fausto Coppi, «la bomba», así llamaba a lo que admitió en una entrevista en el año 49 que usaba recurrentemente, más bien «cuando era necesario», y hablo literalmente, a lo que añadió, «es decir, casi siempre», se refería a una mezcla de sustancias usada en la guerra, en las tripulaciones de los submarinos y que tras la contienda encontró clientela entre los deportistas profesionales.
Que no se puede, joder, no se puede!!!!
Voy a hablarte de ciclismo, te lo advierto, digo esto porque sé que si no eres el amigo pantani, gran forero y excelente persona, es probable que el tema te la sude bastante, además no voy a hablar de la actualidad del ciclismo, sino de uno de esos mitos que tan arraigados están entre el aficionado ciclista, un mito que ha dado para debates interminables, alguno de ellos, los menos importantes, protagonizados por mí y entre otros, el ínclito pantani (nótese que al no poner mayúsculas me vuelvo a referir al forero).
No es el único, hay otros, quizá el que más me toda el huevamen es ese que dice que el ciclista tal, póngase el nombre que se quiera, nunca ha dado positivo y que por lo tanto no se ha dopado, cada vez que alguien dice eso muere un bebé foca en Canadá, da igual que les des innumerables ejemplos de ciclistas que se han dopado a gusto sin dar positivo en su carrera, muchos casos incluso de ciclistas que lo han reconocido, pero no va de eso la cosa. ¿De qué va?, de otro gran mito, ese que dice que es imposible el doblete.
¿A qué se refieren con lo de doblete?, a ganar dos grandes vueltas, Giro y Tour, porque la Vuelta a España nunca ha estado, por mucho que nos empeñemos en este país en ser la referencia mundial de todo, a la altura de estas dos, no se puede dicen, imposible, ¿no ves que nadie lo intenta siquiera?.
En la foto Pantani (el ciclista, menos conocido que el forero cierto, pero mítico también), Marco Pantani, el último en lograrlo, su gesta data ya de 1998, o sea, unos cuántos años ya. Pantani es quizá uno de los ciclistas más míticos que este noble deporte nos ha dejado en las últimas décadas, daría para unas cuántas entradas de blog, un juguete roto, espectacular, ejemplo de lo mejor, pero ojo, también de lo peor, ese año ganó el Giro y luego, en el Tour, dio la campanada batiendo a Jan Ullrich, antes de él lograron esto del doblete Eddy Merckx (tres veces), Fausto Coppi, Bernard Hinault y Miguel Indurain (dos veces), Jacques Anquetil y Stephen Roche, nombres todos ellos presentes en el Olimpo ciclista.
No sé, siempre pongo el mismo ejemplo, ¿te acuerdas cariño mío de «Los Otros»?, la peli de Amenabar, la dueña de la casa, con dos críos que tenían alergia a la luz, siempre en penumbra, siempre con la cortina echada, la cosa es que no hacía ni puta falta, lo sé, están muertos (jódete anda, ahora vas y la alquilas 😀 ) pero incluso estando vivos, si nunca dejas que les de la luz, ¿cómo sabes que siguen enfermos?. Pues esto del doblete es algo parecido, ¿cómo sabes que es imposible si ni siquiera se intenta?.
Porque no, no se intenta, al menos no muy a menudo, 2006, Armstrong retirado, Basso dando lo mejor de sí mismo (y de Eufe) en el Giro, arrasa, ese año el Tour parece tener su nombre, sólo Jan Ullrich parece a su altura, al final ninguno llega a tomar la salida en Francia, la «Operación Tuerto» se lo impide, ese año por cierto nuevamente lo mejor y lo peor del ciclismo en el Tour, emoción y grandes gestas que acaban con uno de los positivos más famosos de la historia, el de Landis, el mismo Basso tomó la salida en el Tour 2010 tras ganar el Giro y tras volver de su sanción por dopaje (sin haber dado positivo por cierto, lo digo por el otro mito citado antes), pero en fin, que teniendo ahí lo que tenía nadie pensaba que pudiera ganarlo, así que en realidad el último, y el segundo en intentarlo tras Pantani, fue Alberto Contador el año pasado.
Y sí, no tuvo éxito, ganó el Giro ( luego se lo han quitado , pero ganar lo ganó él), pero en el Tour no estuvo fino, ahora, el oportunista dirá, «¿ves?, si haces el giro luego pagas el esfuerzo en el Tour», eso en sí mismo es una falacia de cojones, porque no está demostrado que así sea, Contador tuvo una caída en el Tour, ¿no pudo tener que ver eso?, o simplemente que su estado de forma no era el más adecuado, o qué coño, simplemente que hubo otros mejores, ¿quién puede asegurar que sin haber corrido el giro hubiera ganado el Tour?, especular sí, pero asegurar nadie.
A ver, es evidente, no es nada fácil, coño, pero es que hablamos de una gesta sólo al alcance de los más grandes, también es muy difícil batir el record del mundo de salto de longitud, o de altura, o del follar, y de vez en cuando se logra, y se logra de vez en cuando intentándose muy a menudo, parece claro que si esto del doblete no se intenta siquiera pasarán muchos muchos, pero muchos años, hasta que se vuelva a conseguir.
Y más aún en los tiempos que corren, donde el ciclista y su director planifican al milímetro el calendario para concentrar el esfuerzo, pocos y superelegidos objetivos, ¿quién hoy en día podría lograr el doblete?, pues Cadel Evans, Andy Schleck y muy pocos más, no les veo yo siquiera planteándose el reto, no sé, quizá con el tiempo nos encontremos un valiente, o las circunstancias lo propicien, lo cierto es que sí, está complicado, pero mucho más si ni siquiera se intenta.
Gamma Ray, otros mitos, para la posdata, «To the Metal!» el album, 2010 el año, «Rise» el tema, gran tema, rítmico, potente, guitarrero, cañero, me encanta.
Bueno, pues ya la próxima….. «El sentido de tu blog»
LLamando a las puertas del cielo.
En los últimos años nos han ido sorprendiendo las noticias de la muerte del joven Frederick Nolf en Qatar, de Wouter Weylandt en el Giro, de Xavier Tondo entrenando, de la de Nolf nunca sabremos las causas ya que los padres se negaron a la posibilidad de la autopsia, sin duda traumática fue también la muerte de Frank Vandenbroucke, uno de los juguetes rotos del ciclismo, gran promesa otrora y luego estrella entre fugaz e intermitente, pero siempre con la genialidad de su lado.
Evidentemente no han sido ni los primeros ni lamentablemente serán los últimos en fallecer sobre la bici, bien compitiendo, bien entrenando, la lista sería enorme, mas el objeto de esta entrada es recordar ciclistas que murieron en circunstancias digamos «anormales».
Sin duda una de las muertes en el ciclismo que más suele grabarse en la memoria es cuando sucede en carrera, la más famosa de la historia sin duda es la del británico Tom Simpson, subiendo Mont Ventoux, aunque no fue la primera del Tour, tal dudoso honor le corresponde a un español, Francisco Cepeda, bajando Galibier en 1935, pero después otros nombres se han sumado a la lista, quién no recuerda entre otros a Fabio Casartelli en el Tour del 95, a Manuel Sanroma en la Volta del 99 o a Andrei Kivilev en la París-Niza de 2003, incluso ruteros que hicieron sus pinos en pista, como Isaac Gálvez, no se libraron del maldito destino, muriendo en Gante en el 2006 en plena competición. Por cierto, el ciclista que involuntariamente causó la muerte de Gálvez, Dimitri de Fauw, se suicidó poco después incapaz de vivir con esa tragedia en la cabeza.
La de Simpson tiene doble lectura por supuesto, cierto es que murió en carrera, pero no fue por accidente alguno, sino por causa de las drogas, quizá fue el primer gran toque de atención sobre los peligros del doping, Jean-Pierre Monséré cierra este capítulo, no porque su muerte sea más importante, sino por la manera en la que sucedió, más bien por el maillot que llevaba en ese momento, el arcoiris, quizá con él comenzó eso que se llama «La maldición del maillot arcoíris» , apenas unos meses antes había ganado el Mundial de ruta, conmoción también tuvo la noticia porque el belga estaba considerado como una de las más firmes promesas del ciclismo de la época, promesa y realidad vamos.
Lo lógico y natural es que el ciclista muera en la vejez, de enfermedades varias, como Jaques Anquetil, muerto de cáncer de estómago en el 87, eso, la enfermedad, es lo que se supone que debe de acabar con nuestros días, aunque sea algo como la malaria en el caso de Fausto Coppi y circularan rumores acerca de un posible envenenamiento.
Los accidentes forman parte de nuestra vida con asiduidad, el tráfico siega muchas vidas año tras año, los ciclistas no pueden ser ajenos a esto, ya sea en plena flor de la vida, como Alberto Fernández o Ricardo Otxoa o ya retirados, como Jean Robic.
De accidente de tráfico murió también el campeón suizo Hugo koblet, aunque aquí se especula con la posibilidad de que no se tratara realmente de un accidente, sino de un suicidio, suicidio fue también el trágico final de otro gran campeón, Luis Ocaña.
Dos hombres y un mismo destino, trágico destino, Marco Pantani y José María Jiménez, ambos grandes escaladores, ambos murieron en circunstancias poco claras, no es vida fácil la del ciclista y eso en ocasiones conlleva una muerte temprana.
Los tiempos más remotos nos traen quizá la muerte del ciclismo más extraña, Ottavio Bottecchia, quien eso sí, sin plena confirmación, parece que murió a pedradas a manos de un agricultor francés.
Tampoco se han librado los sufridos corredores de la épica de la muerte en combate, François Faber, el luxemburgués que no quiso ser francés dio sin embargo su vida por el país galo, en 1915, al servicio en la legión extranjera, no fue el único, dos años después Octave Lapize se le unió en el dudoso honor, pero este tenía algo más de pedigrí, sirvió y murió en la aviación francesa.
Otros dos nombres más a sumar dentro de esas muertes de ciclistas que se alejan de lo «normal», Michel Bon y Jean-Pierre Ducasse, ambos franceses y compañeros en el equipo Sonolor-Lejeune de 1969, equipo en el que entre otros militaba un belga de nombre Lucien y apellido Van Impe
Ambos tenían 24 años cuando dejaron este mundo, un 18 de febrero de ese 1969, Ducasse era un ciclista de cierto nivel, había sido por ejemplo segundo en la Vuelta a España dos años atrás, por detrás de otro grande, Jan Janssen además de haber sido a su edad dos veces ya campeón nacional de ciclocross, Bon era más nuevo que su compañero en el campo profesional y apenas había hecho nada destacado.
Ese fatídico 18 de febrero ambos se encontraban en su habitación, dentro del hotel de concentración de su equipo, en Villeneuve-Loubet, por causa de una pérdida de gas por parte de un aparato calefactor.
Curiosamente uno de los mecánicos del equipo, de nombre Lucien Goudermon se había librado por los pelos de morir a causa de otra fuga de gas.
Acabamos con las faldas, que también han supuesto muertes en el ciclismo, 1935, Henri Pélissier muere disparado por su compañera sentimental, aunque para trágica, para romántica, la muerte de René Pottier, el primero de nuestros protagonistas en morir en 1907, ¿la razón?, suicidio, por amor, porque el amor mueve la vida, y en ocasiones, las menos afortunadamente, mueve la muerte.
Dragonland protagoniza la postdata, suecos ellos, veteranillos ya, no es que hayan conseguido gran repercusión, pero tienen su encanto, hacen un power bastante conseguido, elementos épicos, bastante melodía, rapidez en algunos momentos, de ellos este bonito tema: «Beethoven`s Nightmare»
El mejor ciclista de la historia.
Si a ti, despistado lector, te preguntan quién ha sido bajo tus entendederas el mejor ciclista de la historia te vendrán dos cosas a la cabeza, la primera Eddie Merckx, la segunda el agradecer al encuestador esa pregunta tan original que llevabas tiempo queriendo responder y no encontrabas el sitio.
Claro, tu ves el palmarés de Eddie y la cosa parece clara, como mucho habría quien sacara a Coppi por aquello de la Guerra y tal, pero sí, Merckx parece claro, lo malo del tema es que no te han preguntado por el ciclista con mejor palmarés de la historia, te han preguntado por el mejor ciclista de la historia, ¿y no es lo mismo, acaso no se demuestra lo buen o mal ciclista que eres ganando carreras?, pues sí, pero todo es relativo.
Imagínate mi querido y despistado lector que montamos un deporte nuevo tú y yo, el clinclin, que ni puta idea de lo que es, pero como sólo lo practicamos tú y yo da lo mismo, oye, campeones del barrio, del regional, del nacional, europeos y mundiales, y por parejas arrasamos, pasan las décadas y en clinclin se populariza, entra en otros países, nos cuesta más ganar, pero seguimos ahí en la brecha, pasan más años y nuestro barrio, otrora gran potencia mundial de clinclin no se come ni los mocos, entre los americanos, los alemanes y los rusos nos machacan.
A continuación ejemplo de un partido de clinclin:
¿Quiere eso decir que nuestro barrio ha bajado de nivel?, no necesariamente, más bien lo que ha podido pasar es que a mayor nivel y variedad de competencia la exigencia es mayor, y es más que posible que Olegna Tetonova, que ha ganado el Mundial por los pelos sea mejor que nosotros cuando competíamos solos.
Pues eso, no tan exagerado pasa en el ciclismo, y sin embargo nadie lo tiene en cuenta, el ciclismo como todo en esta vida no surge de repente en todo el mundo, no, surge en Europa, como deporte de competición en carretera, tal y como lo entendemos (aclaro eso para evitar que alguien salga conque el ciclismo lo inventaron los churristanies en el siglo IV) Francia, Bélgica, Luxemburgo, Italia… poco más, se van sumando países, Alemania, España, Holanda… pero poco más, tú repasas los palmarés de las pruebas de hasta los años 60-70 y pocos ciclistas verás tú que no sean de alguno de esos países.
Poco a poco van incorporándose nuevos países, países que además resultan tener cosas que decir, países tan diversos como los de la Europa del este, los sudamericanos, con los escarabajos a la cabeza, Estados Unidos, Australia…
La competencia es mayor, eso, como en el clinclin aumenta el nivel colectivo, la exigencia para ganar, pero al igual que eso en el clinclin nadie lo discute, y reto a quien piense lo contrario lo demuestre con artículos de prensa 😀 en el ciclismo no se tiene en cuenta, ¿por qué no pudo en la época de Coppi o Merckx de haber tenido estos paises el nivel actual, existir un rival a la altura de ellos que bien pudiera haber mermado considerablemente sus palmarés?
Y si eso hubiera pasado, ¿Merckx y Coppi hubieran sido peores?, no, ellos serían los mismos, igual de buenos, ¿acaso algún ciclista de hoy sin ciclistas australianos, ingleses, yankis, kazajos y demás no pudiera llegar más fácilmente a labrarse un palmarés semejante a aquellos?.
Vamos ya con lo realmente serio, la postdata, «The Poodles», suecos, pintas ochenteras, debutaron en 2006 con un pedazo de disco, «Metal Will Stand Tall», parecían llamados para la gloria, luego pues como tantos otros, las ideas se van agotando, pero de ese primer LP podremos siempre disfrutar, grandes canciones, hard rock muy melódico, potente, sencillo pero efectivo.
Uno de los temas de ese disco de debut es «Lie to Me»