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«War of the Damned», el final de Espartaco.
Pues tercera parte de la trilogía de la saga «Spartacus», después de «Sangre y Arena» y «Venganza» tenemos esta «Guerra de los Condenados», última además, ojo, hay que recordar que en medio metieron una precuela, «Dioses de la Arena», con lo cual es como si fuera la cuarta. Recordemos que es serie del canal Starz, con Steven S. DeKnight como máximo responsable y con Liam McIntyre, Manu Bennett y Dustin Clare encabezando el reparto.
Como esta es serie de extrema violencia hay muchos protas con la sana costumbre de caer en combate o asesinados, por lo que el casting se va renovando, en ese apartado de nuevos encontramos a Simon Merrells, que interpreta a Marco Licinio Craso y a Todd Lasance, que da vida nada menos que a Julio César. Esta temporada en teoría pues eso, va del final de la fuga de los esclavos gladiadores, desde su victoria en las faldas del Vesubio hasta la batalla del Río Silario, donde dice la historia que acabó la aventura de Espartaco y los suyos, pero claro, como el rigor histórico no es el fuerte de la serie pues uno tampoco espera que las cosas sean exactamente así.
La venganza de Espartaco.
Bueno bueno, segunda entrega, que es la tercera, de la saga «Spartacus», me explico, primero fue “Spartacus: Sangre y arena”, la primera temporada, brutal, como al prota, Andy Whitfield, se le encontró un linfoma no-Hodgkin esperaron a ver si se recuperara y en vez de continuar la saga hicieron una precuela: “Spartacus: Dioses de la Arena”, que vaya, estaba bien, pero no alcanzaba el salvajismo de la primera, como Andy, desgraciadamente dejó este mundo se pusieron a continuar la acción donde la dejaba la primera entrega, así tenemos pues explicado por qué esta es la segunda temporada siendo realmente la tercera, ¿el título?: «Spartacus: Vengeance».
Hablamos de la serie estrella del canal Starz, creada por Steven S. DeKnight, 10 capítulos, el motivo obvio, es una serie cara, el reparto, pues cuenta con nombres ya conocidos, de las anteriores entregas: Manu Bennett, Lucy Lawless, Dustin Clare (el prota de la precuela), Peter Mensah, Viva Bianca (el zorrón de la primera entrega) y Katrina Law, pero siendo estos importantes sin duda la novedad en este sentido es la presencia del nuevo Espartaco, Liam McIntyre. A este le tenía visto de “The Pacific”, aunque en un papel menor y lo cierto es que esta serie es su gran oportunidad para saltar a la fama. Leer más…
«Spartacus», Dioses del Fornicio.
En estos días, los que gozamos del espectáculo visual de la saga «Spartacus», recibimos una gran noticia, el esperado estreno a primeros de año de la segunda temporada de la serie, bien, aun no estrenada esta hay que decir que el canal Starz ya ha anunciado que habrá tercera parte, albricias, pero hoy toca hablar de una miniserie llamada «Spartacus: Gods of the Arena», titulada en cristianés «Spartacus: Dioses de la Arena»
La cosa es sencilla, al prota de la serie, Andy Whitfield, le diagnostican cáncer, esperando que su salud mejore caben tres alternativas, parar la serie, cosa que no es aconsejable dado el éxito que para Starz, la cadena propietaria del asunto, estaba teniendo, dos, cambiar el protagonista, cosa que han acabado haciendo cara a la segunda temporada, esto era sin embargo la solución menos querida y sólo se debía tomar si no quedaba otro remedio, la tercera, inventarse algo, dar tiempo a que Andy se recuperara, que es la que en principio se tomó, aunque desgraciadamente al final como digo se tuviera que recurrir a la segunda.
Se tomó pues la decisión de hacer una precuela de la historia, es decir, la vida en el ludus de Batiato antes de la llegada de Espartaco, el que no esté en la historia el célebre tracio se la debió de sudar a la cadena a la hora de bautizar también con el “Spartacus” a la movida esta, volvemos a ver a Batiato, a su impúdica mujer, a varios de los gladiadores que aparecían en la serie anterior y a Gannicus, que toma un poco el rol de Espartaco como protagonista.
A ver, imaginaros que tenéis 2.000 millones de euros, sois ricos, ¿no?, si tenéis 200.000 millones sois muy ricos, pero con 2.000 kilos también, pues algo parecido pasa aquí, sigue existiendo el sexo desenfrenado, la estética “300«, violencia a saco, pero algo menos, sigue siendo ultra violenta, pero sin llegar al extremo de la primera temporada, en cambio la cosa se centra más en las intrigas del “Domine” Batiato, todo lo que pierde en violencia y gana en intrigas es la tara de “Dioses de la Arena”, porque no nos engañemos, esta serie ofrece algo muy concreto, sexo y sangre, a raudales, entretenimiento puro y duro, espectáculo, aquí, al abundar menos, hay momentos en los que te aburres, o quizá sea que ya ha pasado el primer momento, con la anterior temporada, en el que te sorprendía la estética y la violencia de la trama.
Otra pega, Dustin Clare, el actor que interpreta a Gannicus, me recuerda a Collin Farrell pero exagerando aun esa cara de estreñido que el Collin usaba por ejemplo en “Alejandro”, por contra aparece Jaime Murray (la loca peligrosa de la segunda temporada de «Dexter«), tremendamente sensual la muchacha, el resto pues eso, la mayoría no están elegidos por sus capacidades interpretativas, sino por sus torsos, así que a recurrir a lo de las peras y los olmos.
De la serie original se mantienen John Hannah como dueño del ludus, su esposa, Lucy Lawless, el cimarrón de ébano Peter Mensah, Manu Bennett, como Crixo, que toma también un poco el rol de Espartaco, él es el que en esta ocasión llega a la academia de gladiadores y se convierte en el campeón tanto en la arena como en la monta de romana impúdica, Nick Tarabay o Antonio Te Maioha.
Aparecen nuevos personajes, los malos son Gareth Williams y Stephen Lovatt, y aparece el papá del jefe, interpretado por Jeffrey Thomas, también está la esclava mona que se verá metida en un triángulo amoroso, a la que da vida Marisa Ramirez.
En definitiva, entretiene sí, sigue la tónica de la saga, pero es quizá prescindible, la ves pero lo que quieres ver realmente es la continuación de la primera temporada, con los esclavos en fuga y todo eso, “Yo soy Espartaco”.
Amos con la postdata, Parabellum es una banda de Barakaldo, rock urbano, algunos les metían dentro del movimiento punk, pero yo nunca les llegué a ver así, forman parte del recuerdo personal, de una época en la que servidor le daba al kinito y al peta, con La Polla Records, Barricada, MCD, Reincidentes o Extremoduro como referencias musicales, poco a poco fui dejándolos a un lado, pero aun así hay ciertas canciones que me dejaron su huella, quizá la última de Parabellum que realmente me gustó fue este «Anoche Dije Adios», luego ya les perdí la pista del todo: