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Posts Tagged ‘Carnivale’

Os presento a mi amante.

HBO, logo Tú te preguntarás, ¿por qué veo tantas series?, bien, durante un tiempo mi trabajo me obligaba a viajar, ciudades diversas, pero yo como suelen decir los futbolistas, de esas ciudades sólo veía los hoteles, tú te volverás a preguntar, ¿por qué atlética y varonil persona?, pues a eso no te voy a responder, debería para ello dar datos de mi trabajo que no estoy por la labor, nunca se sabe quién te lee y desde luego no quiero ir al paro, la cosa es que mi sentido de la profesionalidad me impedía salir a la calle, entonces, tenemos noches de hotel, algunas compartidas (sin sexo lamentablemente), otras solitarias, otras en las que desearía estar solo por quien tenía al lado, en la tele nada más que mierda, el cine siempre es una opción, de hecho es a lo que me daba, portátil y peli antes de dormir, hasta que un día alguien me dijo, «¿por qué no te ves una serie?, te enganchas y tienes garantizadas unas horas de cierta diversión», ahí nació mi pasión por esas pequeñas joyas televisivas, un mero pasatiempo hasta que me topé con mi amante, quien más me ha hecho gozar de la noche, te he hablado de ella bastantes veces, la muy puta se llama HBO.

No te voy a hablar de los orígenes del canal, de su historia, para qué, os voy a hablar de sus polvazos, polvazos que en la mayoría de los casos me han dejado satisfecho, variados, intensos, algún gatillazo tuvimos, cierto, nadie es perfecto, pero por lo general siempre han sido de recordar, y como quisiera que tú también goces pues nada, te contaré esos polvos, porque además, para qué andarnos con rodeos, no soy celoso, te puedes tirar a la HBO las veces que quieras, sin problema. Dices tú de orden, qué se yo, podría hacerlo por orden alfabético, sí, podría hacerlo por lo que más me ha gustado, pero sería complicado, al final decidí preguntar a mi hermoso par de testículos cómo lo harían ellos, y lo que han decidido mis pelotas es esto:

«The Wire»: Te he hablado mucho de ella, es complicado que te encuentres con alguien que la haya visto y no te diga que es la mejor serie que ha visto en su vida, compleja, un desnudo integral de la sociedad actual, serie de ficción que te crees más que viendo cualquier documental, completa, distinta, maravillosa, una joya cuyos seguidores adoran y que sin embargo ha permanecido oculta para el gran público, en cualquier otro canal se hubiera cancelado, fue un fracaso de audiencias, pero HBO la mantuvo, la mantuvo además sin presionar a los creadores para cambiar nada, gracias a esa paciencia tenemos la que sí, sin duda alguna es la mejor serie de televisión de la historia, sin más, no hay discusión, perfecta.

«OZ»: Tú te dirás qué hago viendo yo cuentos infantiles, no, nada de eso, es más, «OZ» puede que sea la menos indicada de todas para un niño, rodada prácticamente en interiores, en una cárcel, es la serie que más me impresionó, por lo arriesgada, un drama carcelario crudo y duro, con escenas que te impresionan, no es, ciertamente, la más realista visión de una prisión, pero sí la más explícita, pobres actores, muchos de ellos los hemos vuelto a ver, esta serie fue la pionera, la primera que rodó HBO, ya ahí dejó a las claras su intención de pasarse por el forro de los cojones el puritanismo, si echamos desnudo al preso dentro del agujero se ve al preso desnudo, si se viola se viola, si se mata se mata, moralidad cero, la que cada uno tenga.

«Los Soprano»: Quizá la que menos presentación necesite, un homenaje al cine gangsteril, a «El Padrino», a «Goodfellas», es la de más éxito del canal hasta la llegada de los Stark, sigue la senda de sinceridad de todas las anteriores, el gusto por rodar escenas como se deben rodar, poco de decir de ella, que es todo un mito televisivo, repleta de grandes momentos, repleta de grises, muy de personajes, los llegas a adorar, aunque la mayoría sean unos hijosdeputa, da igual, geniales.

«Roma»: Viajar al mundo antiguo, si encima la época, la antigua Roma, te apasiona, pues miel sobre hojuelas, pero es que «Roma» tiene calidad, mucha, claro ejemplo de cómo se puede ser fiel a una época, a unos hechos, a unos personajes y a una ciudad cambiando mucho de lo que pasó, es, como todas, dura, la visión más realista de la grandeza y miseria de una época, pero además entretenida, impecable en todos los aspectos, disfrutable de todas todas, como suele pasar, está tan bien hecha que no pudo seguir adelante, requería de demasiado presupuesto, aun así, dos temporadas imprescindibles.

«Deadwood»: Un viaje al lejano oeste, a la frontera, estás viéndola, pasa al galope un caballo por la calle y te tapas la cara, no sea que te salpique de mierda, quizá la mejor ambientada de todas (y esto es decir mucho), quizás la menos densa, la que explota el lado más de comedia, sin serlo, quizá la que tenga el personaje que más se te queda grabado a fuego, Al Swearengen, otra de las canceladas, por los mismos motivos que prácticamente todas, serie cara, demasiado cara, pero es que la calidad tiene su precio, desde luego es algo que debería ver todo amante del género, con escenas donde te ríes, donde te emocionas y donde llegas a mirar hacia otro lado, por la crudeza extrema y la escasa moralidad.

«Boardwalk Empire»: Años 20, ley seca, mafia, si te hablo de ambientación me repetiría como el ajo, es algo que ya debemos dar por supuesto en toda serie del canal, he de decir que su primera temporada me dejó más bien frío, veía reflejadas en la serie todas las señas de identidad de HBO, pero faltaba algo, faltaba el segundo acto, el que te deja con la sensación de haber vivido una grandísima historia, es quizá la mejor escrita de todas, realmente adictiva, sorprendente, nada de lo que pasa pasa como tú esperabas, esta es de las que están en curso, por lo que es previsible que a pesar de su precio se mantenga, ojala, porque lleva camino de convertirse en una serie mítica.

«Juego de Tronos»: La que más me sorprendió, uno no es mucho de historias de esas tipo medieval, con sus dragones y tal, pero viendo el sello había que verla, acojonante, acojonantes sus diálogos, impagables, acojonantes sus personajes, perfectos, acojonantes los actores, la perfección hecha televisión, es más, ha roto todos los récords de venta en DVD de HBO, por algo será, claro ejemplo de cómo hacer creíble una historia tan fantasiosa, quizá la novela perfecta para el canal, por su falta de moral, siempre es complicado llevar libros a la pantalla, pero esta es la prueba de que cuando hay gente capaz se puede hacer más que dignamente, como la anterior esta es de las que aun está en emisión, esperemos que por muchos años.

«Hermanos de Sangre»: La serie bélica por excelencia, una sola temporada, rodada magistralmente, siguiendo todos los pasos necesarios para que te creas parte de la compañía “Easy”, puro espectáculo, se nota la mano de Spielberg en ello, rodada con menos medios que la fallida «The Pacific», pero en ningún caso notas nada cutre, tiene tiempos para todo, evidentemente los combates, pero también el amor (creo que pocas veces veremos metida una historia de amor de manera tan perfecta en medio de una batalla), el drama más duro de los campos de concentración, compañerismo, le falta algo de realismo, cierto es, pero con todo lo que te digo, se antoja complicado que una serie del género supere a esta algún día.

«Carnivále»: La más extraña, con diferencia, el bien y el mal, repleta de momentos escalofriantes, de situaciones que no te explicas, lenta, extremadamente lenta en ocasiones, embrujadora, se te mete dentro, te gana sin reservas, además está muy bien cerrada la trama, a pesar de ser una de las canceladas antes de tiempo, por los mismos motivos de siempre, el alto presupuesto, no es esta la serie que recomendaría a cualquiera, eso por supuesto, es más, es de las series que ni recomendaría, creo que está hecha para quien se tope con ella como quien se topa con un carromato abandonado por un circo ambulante, hay que estar destinado a verla.

«A 2 Metros Bajo Tierra»: Si «The Wire» cambió mi forma de ver el mundo podríamos decir que «Six Feet Under» cambió la manera de verme a mí mismo, nunca antes una serie de televisión me había hecho plantearme mi propia vida, la serie más cabrona de todas, con diferencia, la que más te hace pensar, la que más habla de la propia vida, a pesar de tener a sus personajes rodeados permanentemente de la muerte, nunca antes habías vivido en una funeraria, tras ver la serie puedes decirte que ahora sí, ¿drama?, ¿comedia?, no sé, ¿realismo?, tampoco lo sé, una ve leí que ver esto es como leer un libro, quizá sea la más literaria de todas, la más filosófica, la más engañosa sin duda, parece que no te ofrece nada, que es un pasar de escenas con algún que otro diálogo brillante, pero lo dicho, tiene un peligro dentro, algo que hoy en día no se lleva en absoluto, te hace pensar.

Quedarían otras, pero tampoco es cuestión de cansarte, posdata entonces, Harmony, suecos, metal cristiano, con sus toques progresivos, de los que de entender la letra posiblemente no escucharía, de su último álbum este «Inner peace», en el que tienen como colaboración a Daniel Heiman, toda una gran voz.

«Carnivále», extraña seducción.

Ahora que se estrena «Luck», la nueva serie de HBO, con todo un Dustin Hoffman al frente del reparto me gustaría hablarte de una de las series más originales que he tenido ocasión de ver.

Una mujer agoniza, en mitad de la nada, en una casa cochambrosa, cerca de ella su hijo, la mujer sabiendo que se va a morir está más pendiente de que no se le acerque su hijo que de otra cosa, este solloza, la mira, intenta acudir junto a ella, pero la madre asustada le echa de su lado, ¿qué puede pasar a una madre por la cabeza para renegar de su propio hijo en su lecho de muerte?

Carnivale

Así comienza «Carnivále», una de las series más extrañas con las que me he topado, creada por Daniel Knauf para la HBO, antes de nada avisar, es una serie lenta, a veces extremadamente lenta, liosa, a veces extremadamente liosa, complicada de seguir, pero amigo mio, deja huella, si la ves entera, nada más acabarla, serás consciente de que acabas de ver algo muy grande.

Y eso que sólo dura dos temporadas, estaba pensada para seis, como una especie de tres temporadas dobles, con tramas nuevas en cada una de las tres entregas, manteniendo la línea principal, tan sólo la primera de esas tres entregas fue rodada, HBO la canceló por cara y porque las audiencias no acompañaron, se especuló con poder venderla a otra cadena, pero HBO tan sólo ofreció a Knauf hacer un par de telefilmes, este se negó y a día de hoy la única opción que se baraja para darle continuidad es en forma de cómic, siendo esta opción también bastante complicada de ver hecha realidad, aun así, como la idea era parejas de temporadas «Carnivále» tiene un final más o menos adecuado, sobre todo si no ves los últimos cinco minutos, donde se abre la historia de nuevo.

¿De qué va la serie?, pues son dos historias que se van alternando y que sólo al final de la segunda temporada se cruzan, estamos en los Estados Unidos de la gran depresión, época genialmente ambientada, por un lado tenemos al chico de la madre agonizante, Ben Hawkins (Nick Stahl, secundario bastante experto pese a su juventud, interviniendo en pelis como «Sin City» o «La delgada línea roja» y prota de «El Hombre sin Rostro»), El chico es recogido por un circo ambulante, ahogado por la sempiterna crisis y poblada por seres a cada cual más raro, desde el director, interpretado por Michael J. Anderson, un enano que recibe órdenes del «patrón», un ser al que nadie más puede ver o escuchar, el hombre serpiente, las siamesas, el mentalista, la mujer barbuda… dentro del circo tenemos también a la tarotista, Clea DuVall, una actriz asidua al cine alternativo, cuyo personaje se apoya en los poderes de su madre, postrada en cama, telepáticamente, tenemos a la familia de buscavidas que llevan el espectáculo de baile-erótico y tenemos al segundo de a bordo, un ex jugador de beisbol mutilado (Tim DeKay, un habitual en la tele americana).

Resulta que el chico este tiene poderes, poderes extraños, capaz de curar lesiones y enfermedades, pero con una pega, no puede curar sin causar daño en la misma medida, es recogido a instancias del extraño patrón, irá descubriendo a lo largo de la serie qué son sus poderes, quién es él y qué es lo que debe hacer, sus recurrentes pesadillas por fin tendrán su sentido.

Al otro lado tenemos a Justin Crowe, un sacerdote (increíble Clancy Brown), y a su hermana, recogidos por el padre Balthus (Ralph Waite) de niños, ambos se dedican a intentar ayudar a la gente sin recursos, sobre todo a los niños, no importando tanto los métodos, Crowe también tiene sus poderes, sus visiones mágicas de acerca de lo que tiene que hacer para lograr sus propósitos, desnudando las vergüenzas escondidas de sus superiores si hace falta.

Uno de ellos, Crowe o Hawkins representa el bien, el otro el mal, ese es al fin y al cabo el meollo de la serie, poco a poco descubriremos quién es el «bueno» y quién el «malo», el cómo sus respectivas historias, al madurar, se van aproximando hasta que casi al final se cruzan, atando todos los cabos que durante la serie no entendíamos.

Porque la serie está llena de momentos típicos de los comienzos de muchas pelis de terror y misterio, de esas que te dejan expectante esperando la explicación necesaria, está llena de magia, de escenas incomprensibles, de cosas que no sabes si son o no reales, es una serie sin duda buena, muy buena diría, no la recomendaría a todo el mundo, ni sería la primera serie de la HBO que vería, te hace pasar miedo, jamás un grupo de mineros por ejemplo me hicieron sentir tan intranquilo, te emociona, al final te cautiva.

Tiene pegas eso sí, a veces da la sensación de ver un remake de «Marco», el chaval se pasa media serie buscando por medio país a su padre, luego las historias paralelas a la principal, la vida cotidiana en el circo, te resultan a veces bastante prescindibles, algunos personajes están para hacer bulto, sin más, en la segunda temporada eliminan a alguno y no te das ni cuenta, pero son pegas bastante disculpables ante el resultado final.

Pocas veces me detengo en comentar los títulos de crédito, pero esta vez la cosa lo merece, pocas veces veremos una intro tan adecuada como la de «Carnivále»:

Con música de Jeff Beal ( «Rome» ) nos da pistas acerca de qué va la serie, técnicamente perfecta, en fin, triste destino el que sufrió «Carnivále», serie premiada por cierto, en sus aspectos técnicos, ese fue su gran problema, estaba tan bien hecha que resultaba demasiado cara, su cancelación provocó innumerables peticiones de los fans para que se retomara el proyecto, sin embargo, como comentábamos antes, no cuajó, de cualquier manera nos quedan esos 24 episodios que son sin duda alguna de lo mejor que podremos ver en nuestras vidas, algo totalmente imprescindible, sobre todo para aquellos que dice que en televisión sólo se hace mierda.

Lacrimas Profundere para la postdata, alemanes, comenzaron con el Doom, yendo suavizando su sonido hasta el gothic que más menos hacen ahora, de ellos este «And God’s Ocean»

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