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«The Walking Dead», pereza no, lo siguiente.
La verdad es que las ganas de ver una serie determinada vienen idem por la anterior muchas veces, acabé tan encantado con «Coven» que visionar la cuarta temporada de «The Walking Dead» daba eso, cierta perecilla, para qué negarlo, es una serie que me dediqué a ver por una sola razón, lo bien que están hechos los zombis, pero es que claro, cuando vienes de una tercera temporada donde ya se le ha perdido todo respeto a los zombis, que los ponen hasta a pelear y todo como si fueran gallos, pues poco hay que rascar.
Mas algún cambio sí que parece que hubo, empezando por el jefe del proyecto, ahora un tal Scott M. Gimple, amás amás del anuncio de sorpresas y nuevas movidas alejadas del rollito ese insoportable que se trae el grupito de los protas de «qué buenos somos todos y qué sacrificios somos capaces de hacer por el prójimo». Bueno, pues a verla, a ver si es verdad, si no siempre queda la cosa de descojonarte con el sinsentido de alguna escena que otra, que mira que tiene una buena colección esta serie de escenas mierdosas.
Y el chaval aprendió a matar zombis.
Pues toca tercera temporada de «The Walking Dead», la de los zombis, las anteriores temporadas la verdad es que no me dejaron gran sabor de boca, pero en fin, que cierto es que los caminantes estos tienen su encanto, sobre todo por lo frágiles que tienen las cabezas y como piensas que peor no puede ser pues nada, a ver la tercera como un campeón.
Recordemos que es una serie creada por Frank Darabont, aunque este ya se desvinculó del proyecto, para AMC, basada en un famoso cómic que por supuesto, es mucho mejor que la serie, dónde va a parar la cosa, no los he leído, pero queda culto decir esas cosas, ya sabes, recordemos también que el reparto pues eso, con los de siempre encabezados por Andrew Lincoln y su churri, Sarah Wayne Callies, ya sin recordar, porque son novedad, pues eso, algún personaje nuevo, apuntamos los nombres de Danai Gurira («Treme») y David Morrissey.
«Love Actually», el lado moñas de la vida.
Hoy uno ha gozado de una experiencia de esas que te llenan, estuve escuchando samples de ese inminente nuevo disco de Helloween, para celebrarlo y aunque no tenga relación alguna gustaríame dedicar esta entrada a Money, ya que es una de sus pelis favoritas, nada, ahí va, con cariño.
Estábamos yo y mi lado moñas en plena noche de Rodríguez en agosto, ahí los dos en el sofá, batiendo el record de tocamientos de huevos, acabábamos de cenar un paquete de bocabits y una bolsa de cacahuetes, las digestiones pesadas requieren reposo absoluto, en la tele, en un canal de esos raros, dan «Love Actually», hago amago de coger el mando, pero como queda lejos, como a 30 centímetros va mi lado moñas y se aprovecha.
«The Walking Dead», de culo, cuesta abajo y sin frenos.
Pues nada, que toca hablar de «The Walking Dead», la serie más exitosa del canal AMC, más incluso que «Mad Men», creada por el ilustre Frank Darabont, que luego abandonó la serie, unas fuentes dicen que por voluntad propia y otras que despedido, Darabont además dirigió el capítulo piloto de la serie.
Su reparto: Andrew Lincoln, el insoportable jefecillo de «Strike Back», Jon Bernthal («The Pacific»), Sarah Wayne Callies («Prison Break»), Laurie Holden («Expediente X»), Jeffrey DeMunn o Steven Yeun, que pone la nota exótica, aunque claro, el reclamo de la serie no son ellos, ni mucho menos, son los zombis, perdón, los «caminantes». Dos temporadas emitidas y una tercera ya, por desgracia, confirmada. Leer más…
«Strike Back», una fantasmada de las gordas.
Voy a hablarte de una serie británica, del canal Sky (ese que tiene un equipo ciclista), «Chris Ryan’s Strike Back», también conocida como «Strike Back» To Dry, la serie está basada en una novela escrita por ese tal Chris Ryan, un ex-soldado de las fuerzas especiales británicas, todo un machote vamos, la cosa es que tuvo éxito, lo bastante como para que de ella naciera otra serie, «Strike Back: Project Dawn» coproducida por la filial de HBO, Cinemax, pero de esta hablaremos en otro momento, por ahora nos centraremos en la original.
Andrew Benson es la cabeza más visible de esta miniserie, de seis episodios, en tandas de dos, en cada uno de los episodios dobles se nos presenta una misión en un lugar diferente del globo, el reparto está encabezado por Richard Armitage, que estará presente en «The Hobbit» y que ha participado tanto en «Robin Hood» como en «Spooks», junto a él tenemos a Andrew Lincoln (el prota de «The Walking Dead», la veterana Orla Brady, que sale por ejemplo en «Fringe», Shelley Conn, «Terra Nova», Colin Salmon, de «Resident Evil» y Jodhi May, que para ponerle cara diremos que es la hermana pequeña de «El Último Mohicano».
Pues eso, tenemos tres episodios, Irak, Zimbabwe y Afganistán, hay problemas, un secuestro qué se yo, pues ahí mandamos a los geiperman de la Albion, te parece vivir un videojuego de esos, van ahí con sus fusiles de última generación abatiendo a cuantos malos salen, porque sí, los moros son malos, sólo se salvan como mucho los que ayudan a los guapos y democráticos occidentales, la cosa es que como son británicos y no americanos pues de vez en cuando la cagan, la cagan y es entonces cuando surge la figura de nuestro prota, que él sólo va y se encarga del primer caso, un secuestro de una periodista hija de un exministro del Reino Unido (capítulo de Irak) jamás será vencido, expulsado del cuerpo por haber causado involuntariamente tres bajas de compañeros pero readmitido porque es más chulo que nadie.
Luego Zimbabwe, ahora hay que sacar a un exsoldado británico acusado de intentar asesinar al presidente, todo extraoficial, por lo que mandamos de nuevo al superagente especial de las narices, el tercero, Afganistán, los talibanes piratean los misiles ingleses que en vez de caerles a ellos les caen a los americanos, eso que para muchos sería hasta deseable (sólo los yankis superan en nuestro odio a los franceses) para la inteligencia londinense es un problema y claro, quién mejor que nuestro héroe para arreglar las cosas.
No sé, quizá la culpa sea de los actores, que transmiten menos que Steven Seagal, la cosa es que intentan hasta perfilar un poco los personajes, un poco, sin exagerar, pero nada, en ese sentido la serie roza el patetismo, eso sí, al menos no se andan con rodeos, se ofrece lo que se ofrece, acción, sangre, golpes, tiros, todo muy moderno.
Lo malo es que como esto en teoría está basado en las memorias de alguien que ha vivido casos del estilo te esperabas algo más creíble, más realista, nada, olvídate, todo tópico al extremo, anda, que si pillo al que me dijo que la serie «era cojonuda» me lo cepillo, lo bueno es que como suelen serlo las series británicas es más bien cortita, y la esperanza es que como la continuación tiene el sello de una filial de HBO eso te da esperanzas de que mejore, di que para mejorar esto poco hace falta.
Elvenking para la posdata, en su versión más pegadiza y/o pastelosa, este es uno de esos temas comercialotes que suelen sacarse de la manga de vez en cuando los italianos, «The Divided Heart»