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Acertijos, engaños, jueguecillos.
Bien, primeramente os contaré un simple jueguecillo de cartas para hacerlo a vuestros niños, si no tienes hijos valen sobrinos, si no aguantas a estos pues nada, tómalo como un preámbulo necesario a lo que viene luego. Tú coges la baraja, mezclas bien y disimuladamente miras cuál es la última, qué se yo, el seis de copas, da igual como digo, el truco sale igual sea cual sea, lo importante es acordarte de qué carta es, sabiendo eso te guardas la baraja en un bolsillo o algo en el que puedas luego hurgar sin ser visto. El truco requiere engaño, para que no te pillen es necesario disimular y explicar previamente que le harás una serie de preguntas sobre la baraja y que unas veces dirás ¿qué te queda? y otras ¿de esas cuál coges?, échale cuento contando lo difícil que es saber en qué paso tienes que preguntar una cosa y en cuáles la otra y que lo mejor es ir jugando sin más.
La idea es acabar en el seis de copas, en este caso, o en la carta que estaba al final, entonces, le dices que elija dos palos, si entre los dos palos que elige está «copas» pues no hay problema, «oros y espadas», responde, pues nada, tú preguntas ¿cuáles te quedan?, «pues copas y bastos», ¿ves?, ya le has llevado a las copas, de esos dos que elija uno, si elige copas pues sigues, si elige bastos otra vez «cuál te queda? «De copas elige del uno al cinco o del seis al rey», si elige del seis al rey no hay problema, si elige del uno al cinco vuelves al cuál te queda.
«Del seis a la sota o caballo y rey», lo mismo, que elige lo primero de puta madre, si elige lo segundo «cuál te queda?, «ahora elige, el seis o siete y sota», lo mismo, al final la cosa es que por cojones acabará en el seis de copas, luego le dices que sin mirar la baraja cuando quiere que la saques (la carta, no la polla), «a la séptima», vas pillando seis cartas de arriba y a la séptima sacas el seis de copas.
Liebster Award, el mejor premio del mundo, y no es el amor de tu perro.
Honrado me siento al recibir el «Liebster Award» de manos de Palabra de Lost, uno la verdad es que aunque diga lo contrario, se ponga en plan asqueroso diciendo «no quiero premios, cojones, iros a tomar por donde amargan los pepinos» pues no deja de sentir cierto orgullo al recibir estas cosas. Ahora bien, una vez dicho esto me vuelvo a poner en plan amargado y en serio os digo, mejor dádselos a otros que lo agradecerán más, que estos premios son todos iguales y ya cuando has recibido alguno acabas un poco saturado del asunto.
Decir que luego recibí algún que otro más, lamento no recordar todos, asi de memoria hablo de Elsa (que no era el mismo premio, pero si uno parecido, Gaviota o Mar, alguno se me escapa, disculpas y gracias a todos, pero por no hacerlo muy largo contestaremos a lo de Lost.
Pero con Salvatio Mortis de fondo dispóngome a contestar a una serie de preguntitas y a nominar a unos cuántos blogs, que se jodan, Si volvieras a nacer, ¿Qué te gustaría ser?, preguntan, ojo, que no es quién, sino qué, se supone que una cosa ¿no?, pues bragas, pero de talla pequeña ojo, tanguita de modelo y eso, la segunda, va: ¿Que te motivó a iniciar un blog?, como esta ya la tengo respondida en alguna ocasión la cambio por «¿Qué te motivó a permanecer 15 días en agosto tocándote los huevos en el sofá de Rodríguez mientras tenías que haber pintado el piso?», respuesta, la vagancia, qué le vamos a hacer.
Mujeres en la gran guerra.
Margaretha Geertruida Zelle recibió, dicen, un 13 de febrero de 1917, completamente desnuda a los guardias que iban a apresarla, les ofreció chocolate caliente, el 15 de marzo del mismo año murió fusilada, dicen, quién sabe si los mismos u otros, que vestida muy coquetamente, que lanzó un beso a su confesor y otro a su abogado, que se negó a que le taparan los ojos y que fue el pelotón que ejecutó la sentencia de muerte quien hizo uso de las vendas para poder fusilarla, Mata Hari, sin duda el gran mito femenino de la primera guerra mundial.
Es curioso, cuando hablo de este conflicto pocas veces me da por hacer bromas, hoy tampoco, no va a ser esto una entrada sobre la figura de Mata Hari, sino una pequeña aproximación, un esbozo, del papel que la mujer jugó en esa contienda, intentando que eso, quede resumidita la cosa, como siempre es más esto un intento de que cuando acabes de leer vayas a indagar al respecto que un concienzudo y riguroso análisis, ah, te hablaré también de la verdadera gran espía de la guerra.
Cierra la ventana, esconde al monstruo.
Pues decir primero, aunque no venga a cuento, que han cancelado «Luck», la nueva serie de HBO con Dustin Hoffman al frente, curiosamente no la han cancelado por falta de audiencia, qué va, la serie va sobre carreras de caballos, HBO siempre destaca por el realismo extremo de lo que ofrece, la serie era dura y durante el rodaje murieron tres equinos, esta es la causa de la cancelación.
Bien, como dije ayer, me fijé en la encuesta y ví que lo que menos gusta es el cine, de todo lo que hay en el blog, por lo tanto y por tocar los huevos hoy toca cine, pero nada de fidelidades históricas no, cine sin más.
Estaba escribiendo una entrada sobre el cine y cómo este ha mostrado la I Guerra Mundial, aparecieron pelis que había visto, otras que no, alguna de las primeras las tenía recientes, sin embargo había una de la que no es que no me acordara, sino que es de esas que ves y guardas en un rincón de tu memoria alejado, para no tener que pensar mucho en ella, muchas veces haces algo y no recuerdas el por qué, pero sí que sabes que si lo hiciste es por alguna razón, típico lo del lazo en el dedo ¿no?, por lo que sea yo era consciente que si había metido en un baúl esta película quizá es porque en realidad no quería volver a verla, pero como por naturaleza somos asi de gilipollas pues en un par de días estaba yo ante la pantalla del ordenador viendo «Johnny Cogió su Fusil»
Dalton Trumbo escribió, a partir de una novela suya, y dirigió esta película en el año 1971, cuentan que la idea le vino al entrevistarse con un soldado mutilado de la «gran guerra», Trumbo no era en principio el director que tendría que llevar a la pantalla la historia, Buñuel participó en el guión y era el previsto, pero al final desistió y Trumbo dirigió el que a la postre sería su único film, eso sí, de su pluma tenemos otros como «Espartaco» o «Papillon•, objetivo de la caza de brujas anticomunista de McCarthy ganó un «oscar» con «Vacaciones en Roma» teniendo que esconder su nombre en los títulos de crédito, era sin duda un anti sistema y un tío considerado como de los mejores guionistas de su época, no obstante hay que destacar lo dicho, «Johnny Got His Gun» es del año 71, cuando Dalton era bastante ancianete ya, podemos tomarla incluso como su obra póstuma.
Supongo que aunque no hayas visto la peli, que seguro que sí, el argumento te sonará, un joven soldado norteamericano (Timothy Bottoms) llega a las trincheras, durante un bombardeo pierde las dos piernas, los dos brazos, gran parte de la cara, quedándose además sordo, mudo y ciego, quedando recluido en un perdido almacén bajo unos cuidados médicos que lo único que pretenden de él es usarle como medio de investigación y experimentación.
Tiene dos partes bien definidas, una los recuerdos del joven soldado, en color, parte a la que sin duda servidor mutilaría sin piedad, quitando las escenas que comparte con Jesucristo (Donald Sutherland) y alguna con su padre el resto creo que aporta poco o nada, quizá en menor medida las aguantarías mejor, pero molestan incluso, molestan porque lo que realmente te llama la atención son las escenas en blanco y negro de la cama del soldado.
Esa es la otra parte, sobrecogedora, porque a pesar de carecer de todo sentido, de ser literalmente un tronco con una deforme cabeza, Joe (como se le llamó en la versión española) tiene plena consciencia, piensa, siente, hay unas escenas, en las que va descubriendo que carece de brazos, de piernas, de boca, de cara… en la que te sientes incómodo, realmente incómodo, al menos yo, deseando que no fuera un paso más allá en el descubrimiento de su propia realidad, otras, como cuando nota el sol sobre su frente o la enfermera le escribe «feliz navidad» en el pecho te hacen suspirar al ver que por fin tiene un pequeño alivio en su tremenda agonía.
Esta parte, rodada en blanco y negro, es en la que la peli alcanza su gloria, sin las partes que cité antes y quizá metiendo algo más de esta y del equipo de médicos y enfermeras que se encargan del muchacho quizá hablaría de una de las mejores películas de la historia, porque para mí ganaría mucho, no sé si la culpa es del director y guionista o del montaje de la peli, pero para mí es el mayor ejemplo, o de los mayores, de una peli que con cinco o seis escenas menos pasaría de ser una «buena» a una gran peli.
Agonía, si algo transmite la peli es eso, impotencia, sin abrir la puerta al efectismo barato de mostrar muñones, de hecho sólo se le ve la frente durante toda la película, es sin duda una de las pelis más famosas de eso que llamamos «cine antibelicista», se nota que Trumbo no era el típico patriota americano, es una crítica feroz de la sociedad, del ejército, de la iglesia incluso, pero si ha pasado a la historia es sin duda por ser bandera del movimiento pro-eutanasia.
Y aquí es donde te queda la duda, porque claro, el ejemplo es duro, pero simplista, tenemos a un equipo médico que salvo un par de enfermeras está compuesto por una panda de hijosdeputa sin sentimientos y tenemos a un chico al que prácticamente no le puede haber pasado nada más, bueno sí, quedarse sin genitales (hay una escena bastante curiosa al respecto), claro, ante un ejemplo así cuando al final de la peli Joe pide que le maten estás deseando que lo hagan, eso está claro que no es vida y que nadie querría vivirla, si al menos no eres consciente pues bueno, pero imaginaos la tortura de ver pasar año tras año sin poder moverte, sin poder oír nada, sin poder hablar con nadie, sin poder oler ni mirar, sin poder comer o beber incluso, prácticamente todo el mundo en esa situación desearía morir y prácticamente todo el mundo estaría de acuerdo con acabar con una vida en tal estado.
Yo creo que si realmente quieres arriesgarte con el tema debes evitar irte al extremo, porque en el extremo casi en cualquier situación se puede justificar cualquier cosa, ¿y si Johnny pudiera oír y hablar?, ¿y si Johnny pudiera caminar?, ¿y si Johnny pudiera usar sus manos para abrazar?, ¿y si metemos matices a la historia?.
Pues eso, una película que te hace sentirte incómodo como pocas, dura como pocas, pero también imperfecta como pocas, sin duda una referencia del cine bélico aunque escenas bélicas solo haya una, la que causó el desastre, en las trincheras del frente occidental, curiosa escena además, si no la has visto deberías verla, aunque te advierto que no es para verla hincándote de palomitas.
Si Trumbo es un mito del cine qué decir de Alice Cooper en la música, hiperveterano, innovador, creador de estilo y referencia del hard rock, si él es mítico pues nada, tema mítico, «Poison» cierra la posdata.