Más paciencia que el Santo Job.

Imagina el tema, te pasas toda la mañana preocupado por tu salud, buscando tumores testiculares, lo que viene a ser tocándote los huevos pero con un motivo justificado, llega tu santa a casa, te empieza a agobiar por chorraditas sin importancia, que si no has pasado la aspiradora, que si no le has dado el biberón al bebé, que si dónde está el bebé, que si qué coño hace el bebé dentro de la lavadora (bañándose, qué coño va a hacer ahí dentro si no), ¿qué frase te definiría mejor en semejante situación? Exacto, «tienes más paciencia que el Santo Job».

Mas, ¿de dónde viene esa frase? Busquemos pues el origen «histórico» de la frasecita de marras, entrecomillo «histórico» por dos razones, una porque me sale del postpucio, dos porque a no ser que seas judío, musulmán o cristiano creyente eso de que el origen es histórico es discutible, puesto que el santo Job es un personaje de la biblia.

Cuenta la biblia que Job era un alegre padre de familia, casado y con diez hijos, muy devoto, como ahora que los padres de diez hijos también son muy de voto al PP, un día se juntan Satanás y Dios y el primero le dice al segundo que si es devoto es porque Dios le dio todo lo necesario para ser feliz, sirvientes, riquezas y una familia unida (a los sirvientes al parecer Dios no les debía tener gran aprecio, serían comunistas o separatistas catalanes).

Dios dijo que no, que era devoto porque era buen tipo, no como el coletas ese de Podemos, Satanás que no, el otro que sí, al final llegan a un acuerdo, Satanás le mandará todas las desgracias del mundo, hará que su parienta le deje, matará a sus hijos, le enviará plagas y enfermedades, hará que los malos caldeos y sabeos le ataquen y le arruinará, así Job renegaría de Dios y Satanás ganaría la apuestilla.

Mas Job, aun perdiéndolo todo no renegó de Dios y este, como recompensa, le restituyó a su situación anterior con el doble de todo lo que tenía. Bien, esto dice «la historia», mas es evidente que ahí hay algo raro, pero para saber la verdad de lo que pasó necesitamos de una fuente fiable, el cuñado del primo de un amigo del vecino.

¿No te ha pasado nunca que alguien te asegura que pasó no se qué cosa porque se lo dijo el cuñado del primo de un amigo del vecino? Pues es evidente que si alguien sabe lo que pasó realmente con Job es ese señor, así que dejemos el resto en sus manos.

«Pues sí, soy el cuñado del primo de un amigo del vecino, y sí, sé de sobra lo que pasó con Job, porque yo lo vi todo, estaba allí, los cuñados de los primos de los amigos del vecino llevamos ahí toda la puta vida, siendo testigos de lo que va pasando, sólo yo (sí, sólo con tilde, porque me sale de los cojones también) se por qué se dice que alguien se la coge con papel de fumar.»

«Es evidente que la historia de Job patina y mucho, en realidad según Satanás le iba mandando maldiciones él se mantenía «firme», le quita a sus hijos, no les mató, pero le quita a sus diez hijos mandándolos a un internado a tomar por culo de lejos, diez hijos, coño, ya me dirás si no es para estar contento, él disimulaba, «qué putada, aquí sin mis hijos tocándome los cojones y sin aguantar tonterías de cómprame juegos para la play papá» pero en el fondo estaba más feliz que nunca».

«Claro, su parienta ahí echándole las culpas, que si esto no pasaría si renegaras de Dios, que si ya te vale, que si calzonazos, resulta que para putearle va Satanás y hace desaparecer a la mujer, y Job ahí en el sofá quejándose amargamente, «oh Satanás, por favor, no me putees más, que infeliz soy aquí sólo y tranquilo en mi sofá rodeado de mis criados».

«Y va Satanás y manda a los caldeos esos a matar a sus criados, así, acabado en «os», a las criadas las deja, y Job ahí en el sofá, sin la parienta tocándole los huevos y sin niños dando el coñazo con sus criadas dándole al frote cada dos por tres (seis), cierto es que le mandó enfermedades, la sarna concretamente, pero a Job se la pelaba, porque todo el mundo sabe que sarna con gusto no pica, y más a gusto que estaba él era imposible estar».

«Al final Satanás, viendo que toda maldad le salía rana cedió y Dios ganó la apuesta, es aquí donde se demuestra que Job, menos paciencia, lo que sea, va Dios y como recompensa le devuelve el doble de lo que tenía, así que cuando Job llega a casa y ve a dos parientas y a veinte hijos sale por patas, buscando a su colega Satanás, ya me dirás qué coño de paciencia es esa, no aguantó ni un minuto, entendible oiga, dos parientas y veinte churumbeles, a ver quién soporta tal «recompensa»».

Pues queda claro el asunto, gracias al cuñado del primo de un amigo del vecino sabemos ahora por fin la verdad de la frase «tener más paciencia que el Santo Job», posdata, Avenged Sevenfold y «Afterlife».