Detectives, Flácido no se entera y Flanagan se descojona por lo bajini.

La historia luego no será gran cosa, pero hostia, no me digas que el título no mola. Bien, nueva entrega de los juegos detectivescos, la última de estas historias, la de la bibliotecaria asesina, sirvió como lucimiento para Mandarica, casi todo el mérito suyo aunque le faltara rematar.

¿De qué va esto? Pues te cuento, amablemente, sin que se me suba a la cabeza la fama y la gloria inherente a los líderes de opinión, que luego bien que me ponéis verde en las opciones de la encuesta, que os leo cabrones, me cago en vuestros muertos que lo sepáis, pero con buen rollo y cariño, «mierda de blog», «basura», indeseables…

…Pero en fin, os cuento una historia, pero faltan muchos detalles, se trata de completar, saber qué pasó y por qué pasó, para ello debéis hacer preguntas, pero no cualquier pregunta no, unas que se puedan responder con un simple «si», un simple «no» o un ingenioso «nos suda la polla».

Evidentemente preguntas concisas, cortas, porque si preguntas: «¿se tira a la hermana y la deja embarazada?» ¿Qué respondo si se la tira y no la deja embarazada? ¿Tanto cuesta dividir la pregunta y hacer dos? ¿Os cobro acaso?

Bien, vayamos a la historia de hoy, espectacular y difícil, vaya que sí, no la acertáis ni por el forro.

Flanagan atiende al teléfono, es Flácido, el plasta de Flácido, va donde este le indica, al llegar se encuentra un cadáver, es Merikeit.

Están ahí los dos haciendo esas cosas típicas de los tipos cuyos nombres empiezan por «fl» cuando de repente una nota le llega a Flácido, tienen una pista definitiva sobre el asesino, se lo comenta a Flanagan y este, por lo bajini, se parte el nabo..

En fin, suerte, pero ya te digo que la cosa tiene miga, hay que poner los siete sentidos en el asunto, para ayudar a pensar qué mejor que «A Cada Lado», canción que en su momento a mí me resultó así como un claro ejemplo de que algo se movía en la izquierda abertzale, «en las armas suenan ya, gritos de alarma», Parabellum el grupo.

Lo que sabemos:

Flanagan se descojona porque en la nota pone el nombre del asesino.

Flanagan a su vez es el asesino.

Aclaración:»Se parte el nabo» no es literal, es una figura literaria que usamos los escritores de renombre, es probable que a la gente simple como tú esto le suene a chino, pero sí, quiere decir que se descojona, que se rie y eso, que me dirás que qué coño tiene que ver partirse el nabo con reirse, que encima tiene que doler.
¿Y sentir mariposas en el estómago con estar enamorado? ¿qué tienen que ver? Todo el mundo sabe que sentir mariposas en el estómago es síntoma de que te vas de varetas, que ya me dirás lo que tiene que ver cagarse encima con echar un polvo.

Pero a eso no le sacáis punta no.