«Gallipoli», el detalle la pierde.

Vamos a hablar de Mel Gibson, tipo habitual de este blog, vamos a hablar de él pero de cuando era un chavalín, año 1981, Peter Weir («El show de Truman», «Master and Commander») nos ofrece una historia de amistad, «Gallipoli», entre dos chavales australianos, uno de ellos Gibson, una película que acaba en la famosa campaña de Gallipoli, y dentro de ella en la batalla de Nek. A grandes rasgos ese episodio está narrado en la peli de forma magistral, normalmente hablamos del escaso rigor de las películas en cuanto al momento histórico donde transcurren, este no es el caso, salvo un par de peros.

Bien, obviemos el resto de la peli, que tiene mucha paja, sobre todo en lo referente al viaje de los protas desde su Australia natal hasta Turquía. Veamos lo que cuenta la peli, unos altos oficiales británicos ordenan a las tropas australianas atacar una fortificación turca fuertemente defendida, el motivo, distraer la atención otomana y facilitar el desembarco de 20.000 ingleses de refuerzo.

La artillería debía de empezar a bombardear las posiciones turcas al alba y parar justo a las 16:30, hora en la que debían cargar los australianos. Llegan las 16:30 y nadie ataca…

¿El motivo?, el oficial australiano al mando de la carga mira su reloj, siete minutos retrasado, pide confirmación por radio y el malo inglés les dice que qué coño hacen, que ataquen, «pero señor, que los turcos han vuelto a las trincheras en estos minutillos», «me la pela, ataquen».

Atacan y masacre, nueva oleada, nueva masacre, vuelven a contactar por radio y les piden novedades, las novedades son confusas, «bueno, alguien ha visto una bandera nuestra y..» y se corta la comunicación, el oficial manda al Gibson corriendo y tal a pedir confirmación a ver si manda a los que le quedan a que los acribillen o no, donde el general bueno, pero no llega a tiempo y en una nueva comunicación por radio con el inglés este manda de nuevo cargar, ojo, sin disparar, a pelo, con las bayonetas, desastre.

Bien, como digo así a grandes rasgos la peli es pulcra, exquisita en su rigor histórico, salvo un detalle, es peli australiana, la batalla fue un desastre, ¿a quién echamos la culpa? A los ingleses claro, en la realidad no parece que los ingleses tuvieran nada que ver con este desastre de batalla, donde los turcos no sufrieron una sola baja y que recuerda mucho a Loos. Más bien fue eso, el error a la hora de sincronizar los relojes, a la falta de experiencia de los australianos y su nula preparación, tanto de la tropa como de sus oficiales.

Pero es mejor echar culpas a otros claro, no nos joda el episodio histórico nacional, esta batalla de Nek es el gran orgullo australiano, el nexo que consiguió unir a una nación, por entonces un grupo de colonias inglesas. Otro ejemplo claro de esto, bahía de Suvla, desembarco inglés, el que debían proteger, en la peli hablan de éxito total sin oposición y de los ingleses tocándose los huevos, no hace falta ser muy listo para saber que si eso fuera verdad Nek no se hubiera producido (recordemos que era una mera distracción para Suvla), la realidad es que los ingleses lo pasaron tan o incluso peor de mal que los australianos.

El detalle de la bandera, en la peli lo meten así de refilón, como un balbuceo del segundo al mando de las cargas, en ningún momento se da a entender que alguna bandera australiana se pusiera en las líneas turcas, bien, en realidad sí que sucedió tal cosa, es decir, quien toma la decisión por radio de volver a atacar la toma sabiendo que al menos en parte las anteriores cargas tuvieron cierto éxito, todo esto en la peli se falsea claro.

Decir que en general la campaña de Gallipoli fue un desastre total por parte del imperio británico y sus aliados franceses, casi un año de combates, la primera gran operación anfibia de la historia, no logró ninguno de sus objetivos y de hecho fue la mayor victoria del ejército turco en toda la primera guerra mundial, Winston Churchill, promotor de la idea, tuvo que dimitir, lo que iba a ser un desembarco rápido y exitoso se convirtió en una nueva guerra de trincheras, alambradas, cargas suicidas y enfermedades, ratas, piojos y moscas.

El mayor desastre de la guerra hasta ese momento, se dijo en el Parlamento británico, pues eso, un sinsentido. Lástima que a los guionistas de la peli se les fuera la mano con el detalle de querer quitarse responsabilidad y quedarse con la gloria, a saber qué coño de gloria, de esa carga sin sentido, hasta tres cargas sin sentido que se llevaron la vida de 375 de 600 jóvenes.

Posdata, siempre es un placer ver a Cristina, y escucharla, Lacuna Coil, «I Wont Tell You».