Los animales en la guerra.

Leyendo una entrada sobre los perros de la Segunda Guerra Mundial en el blog del amigo Francisco Javier Tostado reparé que el menda también tenía escrito algún que otro artículo referente al uso de animales en la guerra, aunque fuera de refilón, qué te diré yo, genial aquella entrada dedicada a Aníbal y sus elefantes, inolvidable aquella otra de Yuder Pachá y sus bueyes, o la de los vikingos y sus pajarillos incendiarios, qué decir, gloriosa la dedicada a los cocodrilos de Ramree, que cierto, no fueron usados como arma pero vaya que si participaron en la batallita.

Habrán sido más, sin duda, a hacer entradas sobre animales y al follar no me gana nadie, ni Javier Tostado siquiera, tengo campeonatos ganados, de ambas cosas, pero como no creé ninguna etiqueta de «animales» pues es complicado buscar en el archivo, completo y maravilloso, de mi blog. Mas sin embargo sí que me parece que el tema merece una entradita en exclusiva, cuando me saqué el diploma de líder de opinión ya lo decían en una de las principales asignaturas, «de cómo ser el puto amo haciendo entradas de animales en la guerra», había que hacer entradas de animales en la guerra.

Decir que el usar animales en la guerra es evidentemente más viejo que mear de pie, salvo para las mujeres claro, cuando hablamos de animales usados en la guerra omitiremos al caballo, el más típico, al elefante, usado por Aníbal y por un montón de pueblos de la antigüedad, a los bueyes, o toros, que usaron por ejemplo también los españoles defendiéndose en Panamá del pirata Morgan, con escaso éxito.

De eso ya he hablado y me niego a repetirme como el ajo, sí, ya sé que estoy todo el día con lo de si a no se qué y al follar no me gana nadie y con lo de líder de opinión, pero es que a repetirme con estilo y al follar… Así pues y sin tener ni puta idea del asunto vamos a google y buscamos, mala suerte si no encuentro nada, si eso te cuento el chiste del negro que se tira del avión, que es cojonudo.

Ah sí, hostia, qué olvido más injustificable cojones, cerdos, ya hablé de ellos en la entrada dedicada al rigor histórico de la peli «Templario», allí usados como explosivos, también se usaron precisamente como arma defensiva contra los elefantes, prendiéndoles fuego y lanzándolos contra los paquidermos (hostia qué nivel, pudiendo repetir «elefante» uso «paquidermo»).

Lo más típico pues eso, las palomas y perros mensajeros, ratones para detectar gases venenosos, gatos para acabar con los ratones y ratas que no detectaban gases venenosos y sí que contagiaban enfermedades. Perros y animales varios usados para detectar minas y cosas del estilo, o bien lo marcaban y se desactivaban o fallaban, saltaban por los aires y claro, esa ya no volvía a estallar.

Un poco más a largo plazo se encuentra el uso de gusanos, en la Primera Guerra Mundial estos gusanitos fueron usados por los alemanes primero contra los franceses, colocándolos de estrangis en los cultivos galos para echar a perder las cosechas, sobre todo de la agradecida patata, la cosa es que resultó, tanto que usaron de nuevo esa misma especie de gusanos (unos colorados) lanzándolos desde aviones en Inglaterra para provocar hambrunas.

Curioso es lo de los gatos y los persas, estos estaban siempre a la gresca con los egipcios, sabían que los de Ra y Osiris tenían cierta animadversión por los gatos, así que soltaban en plena batalla un montón de gatos para que los supersticiosos egipcios se acojonaran o al menos perdieran tiempo matando a los dulces mininos.

Pero no sólo se usaban animales así para putear al enemigo aunque fuera a costa de la vida de los bichos no, luciérnagas, usadas en las trincheras como fuente de iluminación natural para leer documentos y tal, mucho menos cantoso de cara a los francotiradores rivales.

No conviene olvidar a todos los animales que dieron sus vidas en diferentes guerras, sirviendo como eso, animales de carga, o arriesgando sus vidas para salvar heridos, decir que el ser humano sigue buscando nuevos usos a sus colegas animales, el último grito el entreno de abejitas para detectar explosivos, qué cabrones, que maten caballos tiene un pase, pero abejitas, hay que ser joputas.

Bueno, pues como si te cuento el chiste del negro que se tira del avión nos vamos a ir de minutaje mejor lo dejamos para otro día.

Xandria y «Ravenheart», a pesar del título no se dedican a sacar corazones a los cuervos.