A falta de inspiración buenas son tonterías.

Sí, como no tengo ni puta idea de sobre qué escribir habrás reparado que las últimas entradas son bastante… ¿Cómo lo diría?, ¿deslucidas? Como todas las demás te dirás, más. ¿Que para qué sigo escribiendo? Pues porque la única manera de hacer realidad ser el blog más prescindible de la red es precisamente abandonarse a la tontería, si tuviera algo en el cerebro aprovechable y el don de la escritura estaría firmando libros por ahí en alguna feria, pero en las ferias sólo me quieren para hacer de payaso que se cae cuando dan a la diana con la bolita.

Boticaria Querida tiene curiosidad sobre lo que pensamos los hombres, sobre lo que pensamos cuando ellas nos preguntan que en qué pensamos, si nos pasa algo y todas esas cosas, a que tiene huevos la preguntita, sí, estás tú ahí a tu rollo y viene la moza y te pregunta si te pasa algo, que en qué piensas.

La cosa es que es tan sencilla que duele hasta decirlo, hay dos posibilidades, una, que no nos pase nada, que estemos callados simplemente porque sí, dos, que no nos dé la gana de contestar, porque si quisiéramos contarlo ya lo habríamos hecho.

Estás tú ahí en el sofá, tranquilito, a tu bola, sin meterte con nadie, ya viene ella con la preguntita, que en qué piensas, «en follar», respondes, se cabrea, hostias pues no preguntes ¿no?, pero vuelve, «a ti te pasa algo», «sí, que tengo ganas de echar un polvo», ya te llama simple, salido y mil lindezas parecidas.

Es decir, respondas lo que respondas tienes lío, en realidad ellas hacen la pregunta por forzar el tema de cabrearse y tener excusa para que te pases otro día a pan y agua, ¿qué esperan que respondamos?, «oh querida, estaba absorto en mis pensamientos, intentando asimilar todo el amor que siento hacia ti, cómo hemos podido ser tan felices tanto tiempo y que cada vez lo sea más y más» o, y no te descojones, «pues estaba pensando en que quizá deberíamos cambiar la decoración de la casa».

Que no por dios, que somos mucho más simples que todo eso, pero a ver, si es que vosotras mismas os respondéis, cuando se os pregunta siempre decís que los hombres siempre pensamos en lo mismo, ¿para qué coño preguntáis entonces?

Si estamos callados en el sofá es evidente que pensamos en sexo, si estamos en la consulta del dentista callados pensamos en sexo, estamos enterrando al abuelo y pensamos en sexo, en misa… Sí, en sexo, ¿siempre pensamos en sexo? no, alguna vez en tetas, pero las menos, la mayoría de las veces sí, en sexo.

Como mucho mucho en fútbol, pero claro, si nos preguntas que en qué pensamos y respondemos que en el sorteo de la champions tampoco os sienta bien, «anda que no eres idiota macho, con la de cosas que hay en la vida y tú pensando en el fútbol, ¿es que no puedes pensar en otra cosa? Sí, en follar.

Realmente la verdad es que se la pela, si te preguntan que si te pasa algo no creas que les importa, qué va, ellas lo que quieren es que les digas eso, que nada y añadas un «¿y a ti?», como no preguntas se cabrea y a la mínima te suelta que no te importa una mierda su vida y que si para aquí y para allá, que le han echado del trabajo y te la sopla y que qué va a hacer ahora, haciendo aspavientos y tal, total, que tanto aspaviento se le mueven las tetas que no veas y tú desconectas de lo que te dice, sólo ves dos tetas ahí parriba y pabajo diciendo «cómeme», cuando acaba te pregunta si no vas a decir nada, tú obviamente no tienes ni puta idea de qué decir porque ni caso has hecho, has desconectado, sueltas lo primero que te viene a la cabeza, «¿follamos?»

Es una sutil trampa que te hacen para hacerte quedar como un cerdo, es como cuando van a la peluquería y te preguntan si no les ves nada distinto, venga por dios, vamos a fijarnos en el pelo teniendo ese par de aldabas repitiendo una y otra vez «que nos comas coño, que nos comas», joder mujeres, concreción, llegas y directamente preguntas si nos gusta el peinado nuevo, nosotros por nosotros mismos jamás nos fijaremos en esas chorradas, «pues sí, me gusta mucho, ¿vamos a follar?»

Pues una vez dejado claro el asunto acabaremos con la posdata, que al final es lo único que sí que merece la pena en este blog, Europe nada menos, con su gran clásico, el tema de los temas, el archiconocido «The Final Countdown».