Los verdaderos vampiros.

La literatura, el cine y la tele nos han dado mil muestras de seres que escapan a la muerte, esquivándola, volviendo de ella, como sea, seamos serios, si nos dan a elegir ninguno elegiríamos ser un zombi tipo «The Walking Dead», ahí arrastrándonos sin sentido, malcomiendo y todas esas cosas, ahora, si nos dices de convertirnos en Drácula o Lestat la cosa cambia, los vampiros, seres poderosos, inmortales. Inmortales no, porque todos sabemos cómo mueren, la estaquita, el sol, la cabeza cercenada… Pero unos cuántos siglos ya aguantas, eso es tener clase, ser un vampiro, por el día sobando, por la noche de juerga, a chupar sangre y demás.

Si yo te pregunto, ¿existen o han existido los vampiros? La respuesta es obvia, más allá de los Vlad Tepes o Isabel Báthory no parece, existieron y seguro existirán colgados como ellos o peores, que se crean vampiros y beban sangre humana asesinando si es preciso, algún caso en la historia ha habido no te creas, nueva muestra de lo atractivo que nos resulta ser un vampiro, pocos colgados van de zombis.

Pero, el hombre ha sidosiempre muy de supersticiones, para mí toda religión se basa en eso mismo, pero no vamos a entrar otra vez en debates teológicos, mas vale como ejemplo de lo que quiero decir, basta que un montón de personas crean en un dios concreto para que de una u otra forma exista, para ellos, los que creen, existe, basta que un grupo más o menos numeroso crea en la existencia de los vampiros para que sí, existan, no realmente, no se ha podido comprobar ni se comprobará nunca la existencia de un vampiro, tampoco la de ningún dios, pero, si tratas a un cadáver como si fuera un vampiro, ¿no es una prueba de que realmente crees en ellos?

Los Ch’ing-Shih en China, los jikininki japoneses, los pisarch y jikininki persas, berbalangs en Filipinas, langsuir malayos, pihuechenyi en Sudamérica, mazihuaquezque en américa Central, los khu egipcios, Lilith en Judea, pa-lis en los desiertos arábigos, empusas y brucolaques griegos, Striges romanas, Assmeith y Asmund en los mitos vikingos, camnúp e ynóp en Rusia y un largo etcétera dan fe de que el ser humano siempre ha creído en seres que vuelven de la muerte a atacar a los vivos, ojo, todos estos son previos a los vampiros tal y como los conocemos, que aparecieron ya bien entrada la Edad Media.

Como digo existir pues no hay prueba alguna, pero sí que hay pruebas de juicios contra presuntos vampiros, mas siempre de aquella manera, como las ordalías o los juicios de brujería, parece que muchos infectados de rabia fueron acusados de vampirismo y quemados vivos o, con suerte, decapitados, qué cabrones suertudos estos últimos, siempre hay enchufados en la vida, hasta para morir acusado de ser vampiro. Con la llegada de las grandes plagas (peste) muchos fueron ejecutados como causantes de las mismas, sobre todo claro, gente con pintas raras, deformidades y demás, había hasta verdugos especializados en cargarse vampiros.

Mas lo normal era que las buenas gentes de la época se limitaran a actuar contra los cadáveres sospechosos de ser vampiros, ¿qué cadáveres eran sospechosos?, pues aquellos que tras ser desenterrados mantenían un aspecto demasiado intacto, o los que se encontraban en posición bien distinta a la que tenían al ser enterrados, obviamente porque fueron enterrados vivos, o ya en plena vorágine porque sí, ¿no se quemaron judíos por considerarlos culpables de la peste negra? Pues eso, con unos cadáveres, que no se quejan (y si se quejan malo, es que son verdaderamente vampiros) imagínate.

Los había así como delicados, que le echaban ajos a los muertos, o los enterraban en islas, por aquello de que la superstición decía que un vampiro no podía atravesar el agua, directamente les echaban agua, bendita o no. Luego estaban los expeditivos, los que desenterraban los cuerpos y los quemaban, o lo recurrente de la estaca en el corazón, que ojo, no tenía por qué ser en el corazón, bastaba en el pecho y la finalidad del asunto no era, al parecer, matarlos (ya estaban muertos, ya ves qué chorrada matar a un muerto) sino evitar que el finado se levantara de su tumba. Decapitarlos y poner sus cabezas entre las piernas también era algo habitual. Hasta piedras usaban para evitar que el vampiro saliera de su tumba a atacar (enterramientos así se han descubierto con cuatro mil años de antigüedad en la actual República Checa.

Es el este de Europa, Polonia, Bulgaria, Rumanía, Ucrania y demás donde más tumbas vampíricas han sido descubiertas, algún ejemplo en éste enlace, muestra de que cuando a las supersticiones se le une el fanatismo y la intolerancia da igual lo demás, si quien manda dice que los vampiros existen existen, si además dicen que tú eres uno de ellos pues como si dicen que eres un elefante rosa, date por jodido.

Sirenia para la posdata, qué bonito y qué bueno este «Ditt Endelikt».