«Coven», de brujas va la cosa (evitemos las gracias).

Costará, hablar de brujas y no sacar a relucir a las suegras, pero se intentará. Hablamos hoy de «American Horror Story», serie de FX bastante especial, tras una primera temporada dedicada a las casas embrujadas y una segunda a los manicomios, con sus posesiones diabólicas incluidas nos llega la tercera entrega, «Coven», dedicada al mundo de la brujería. Decir que habrá cuarta entrega, cosa no extraña.

Y digo que cosa no extraña porque las audiencias de «Coven» han sido espectaculares, cuatro millones en Estados Unidos, ojo, hablamos de cable, normalmente una serie de un canal de suscripción con dos millones ya se considera rentable, imagínate. Para quien no conozca el mundo de «AHS» decir que se trata de una serie enfocada al mundo del terror, que de temporada a temporada cambia el tema, cambia personajes, historias y todo, manteniendo eso sí el mismo grupo de actores, más menos, siempre hay bajas y reincorporaciones. Es una serie especial porque trata temas la mar de típicas en el género pero haciendo que al verla sientas que ves una serie superoriginal, a mí la verdad me gusta mucho mucho.

Hablando del reparto, espectacular, sobre todo del lado de las féminas, ilustres veteranas, Kathy Bates incluida, que interpreta a un personaje de quien ya te hablé, Delphine LaLaurie.

Que te digo una cosa, tú ves el primer capítulo y te enganchas, fijo, no tendrías sangre caso de lo contrario, cosa más buena coño, impresionante, de lo mejor que he visto en la tele últimamente, tiene de todo y todo bueno, es que encima está superbien hecha, qué digo superbien, hipermegachachi bien. De hecho ya sólo ver la cabecera da ganas de ver la serie, acojonante de veras.

La verdad y ya en serio es que te pasan los episodios volando (no, no se trata de que las brujas vuelen con escobas), vuelve, como siempre, a usar todos los tópicos, tenemos las brujas con poderes, hay un claro homenaje al monstruo de Frankenstein, tenemos budú, con sus zombis y todo, asesinatos, sangre a mansalva, es muy bestia ojo, muy gamberra. Colgados, salidos y salidas, (sin tetas que es para todos los públicos y como siempre la sangre, vísceras y demás es aceptable pero un pezón no), torturas, mutilaciones, descuartizamientos, hechizos, venganzas, más sangre, un intestino por ahí, beatos y beatas, rebanamientos de pescuezo, obviamente más sangre de nuevo…

Cierto es que si analizas la trama pues no es nada del otro jueves, tan cierto como que nada tiene de profundidad, nada o poco de perfilar personajes psicológicamente, pero te digo algo, que me suda el nabo que no veas.

He disfrutado de esta panda de brujas de lo lindo, porque encima menuda panda de hijas de la gran puta que son en general, malas no, lo siguiente, no todas claro, las hay así tirando a buenas, pero vaya, en general unas cabronas redomadas, pero te caen bien, dan ganas de pertenecer al aquelarre, cosa difícil para un hombre, pero coño, siempre tuvieron criados, es que además hay alguna que está buena no, «IFM» de toda la vida, el famoso índice de follabilidad máximo.

¿Recomendable? Sí, sin duda, pasarás unos ratos más que divertidos y amenos, hombre, si eres aprensivo o aprensiva no, porque sangre hay a calderadas, sustos poquitos, es más gore que terror puro y duro, alguna escena la verdad es que impresiona, pero que mantiene toda la mala leche de las entregas anteriores, coño que sí, muy recomendable.

La cuarta temporada ya tiene nombre. «Freak Show» y se ha filtrado de qué irá, de un espectáculo en plan circo ambulante en los años 50, recuerda mucho el planteamiento a esa grandísima serie llamada «Carnivále». Yo no me la pierdo, eso seguro.

Skanners para la posdata, italianos, veteranos, melódicos, hasta pelín pastelosos si te empeñas, ejemplo: «When I Look in your Eyes»