Raylan Givens ataca de nuevo.

La verdad es que pocas series me sorprendieron tan gratamente como «Justified», una de las series de referencia de ese canal que cada vez va ofreciendo mejores series, FX, «Justified» ofrecía muchas cosas buenas dentro de una historia en principio trillada como pocas, el típico poli duro deshaciendo entuertos y tal.

Grandes diálogos sobre todo, historias sencillas pero bien rodadas, con escenas bien hechas y que tenían su punto, con dos protas, Timothy Olyphant y Walton Goggins que directamente hacen aquí el papel de sus vidas, así que cuando sale la cuarta temporada ni me lo pensé. Las audiencias responden y habrá quinta temporada, decir que en esta cuarta temporada sale Gerald McRaney, que ni puta idea me dirás, bueno, es otro más de los actores que compartieron con Olyphant reparto en la maravillosa «Deadwood» y cuya presencia en aquella serie tiene su miga. Resulta que Ian McShane se comía tanto la pantalla empequeñeciendo tanto a sus teóricos rivales malvados en la serie que tuvieron que recurrir a uno de los personajes más hijosdelagranputa de la historia de la tele, el encarnado por McRaney, ni qué decir que el duelo resultó inolvidable.

Decir que para disfrutar de esta serie es imprescindible aplicarte la teoría transaccional, es decir, si empiezas a cuestionarte la lógica de lo que pasa, que pase tanto en un mismo pueblo y tal pues vas mal, la trama es lo de menos, muy de andar por casa y todo muy pillado por los pelos, lo importante como digo no es esto.

Lo que realmente importa, lo que diferencia a «Justified» del resto de series del momento, lo que le hace especial y altamente disfrutable, aparte del carisma de los protas, son los diálogos, brillantes, cargados de ironía, sarcasmo y mala leche, muy trabajados, con grandes frases, lo mejor, los propios guionistas se ríen de sí mismos, en más de una ocasión, tras una frase de estas guapas pronunciadas por algún personaje (casi siempre el de Goggins) el interlocutor advierte que no se entera de nada y que le hable en cristiano.

Sigue manteniendo pues el esquema de que quizá las partes sean más que el todo, no importa tanto la serie en sí misma sino cada uno de los fragmentos de que se compone, los ves entre la sonrisa y la risa, amagando alguna carcajada. Ojo, no es una serie de humor ni mucho menos, tiene sus momentillos dramáticos, pero sin bañarse, no hay reconciliaciones a la puerta de la muerte, cuenta también con alguna escena de esas impactantes, por ejemplo una de un ataque de serpientes la verdad me moló bastante 🙂

Cierto es que eso, escenas, fragmentos, el modo de unirlas quizá sea muy mejorable, muy irregular, la trama no da para tanto episodio, intentan meter algunas paralelas y tal, pero lo mismo, no aguantan demasiado y se cierran incluso precipitadamente. Da la sensación de que se ha improvisado demasiado.

El final, toca hablar de un final que la verdad te vuelve a dejar con ganas de más, tengo un temor al respecto, el paso dado por el prota puede cambiar, o no, la esencia de la serie, fomentando más el lado dramático, para mí sería un gravísimo error, pero esa escena final en el aeródromo… Me da mala espina, veremos.

¿Recomendable? Absolutamente, acción, tiros, violencia, alguna tipa en sostén (tetas no hay por desgracia, que sé que te interesa mucho), buenos personajes, diálogos, me repito, pero es que es necesario recalcarlo, si ves «Justified» serás testigo de quizá la serie con mejores diálogos del momento.

Posdatilla, no es una posdata cualquiera, Primal Fear y «Fighting the Darkness», la empiezas a escuchar y parece una más, un medio tiempo de muchos, llega un momento que parece que la canción acaba, pero no, empieza una parte instrumental que va de menos a más y que resulta absolutamente acojonante, hasta el punto que cuando la canción retoma el camino inicial hasta parece otra, temazo de los de grabar en un CD con las canciones de nuestra vida y llevarlo a la isla desierta esa de los cojones.