Mi solución a la educación infantil, «Os voy a soltar una hostia bien dada».

A cuentas del detonante de todas las tramas de esa serie de la que hace nada te hablé, «The Slap», he reparado en la falta que hay de métodos educativos en condiciones, los padres se encuentran solos ante sus retoños sin un manual que les guíe. Cierto es que el padre ya sabe algo de eso de manejar seres humanos complicados sin manual, porque tiene eso, a la madre de la criatura, que ojo a quien entienda a una mujer, si hablan casi en taquigrafía las jodidas.

Pero no nos desviemos del tema, como digo, tienes hijos, ni puta idea de qué hacer con ellos para enderezarlos, seguramente alguien ahora diría, «yo sí yo sí, yo soy un/una padre/madre de puta madre y mis hijos son seres angelicales cuya mayor travesura y/o hijoputada realizada ha sido echarle un grano de azúcar más a su hermanito en el colacao. Venga, permíteme que me descojone anda, reconoced que vuestra vida como padres es un infierno, que suplicáis por un método infalible para enderezar a esos diablos que tenéis como hijos. Pues aquí lo tenéis, «Os voy a soltar una hostia bien dada».

¿Quién no ha escuchado alguna vez que lo que necesita ese pequeño bastardo que está jugando al frontón con tu espalda en la terracita del bar es una hostia bien dada a tiempo?, joder, que hay auténticos especialistas en el tema, si hicieran un «talent show» de niños ahostiables no les cabría la cola del casting en la autovía de Valencia, tendrían que empalmar con tablas hasta Ibiza, mas lamentablemente no se puede pegar a los pequeños, aunque se lo merezcan.

El recurso de «como no pares voy a llamar a tu padre» tampoco es válido, hoy en día se descojonan de sus padres, se mean encima, «eso mamá, dile que venga, que tengo ganas de hacer punching con sus testículos, menudo tipo pusilánime tu marido, qué cojones verías en él». Castigarles sin reyes magos tampoco, montan patrullas vecinales esa noche junto con otros bastarditos y les atracan, así que nos queda el recurso de «Os voy a soltar una hostia bien dada».

«Os voy a soltar una hostia bien dada» es una caja, vacía, otros venden humo, yo no vendo ni eso, el humo me lo trago, una caja vacía, pero el niño no lo sabe, el ve en la caja «hostias bien dadas» y se acojona, da igual lo que metas dentro de la caja, en cuanto hagas ademán de abrirla el niño, desesperado, corregirá su actitud, coño, qué digo corregir, irá de voluntario a la mili para hacerse un hombre. Veamos un testimonio real, Merikeit Flanagan, desde la capital del Reino de Albacete.

«Mi vida no es la misma desde que me compré mi kit de «Os voy a soltar una hostia bien dada», antes mis hijos me chuleaban, me vacilaban, me decían que iban a votar a la izquierda y todo, a mí, que soy de Aznar de toda la vida, fue enseñar la caja y gritarles que les iba a soltar una hostia bien dada y coño, hasta a misa van los domingos, hasta preguntan si no entienden algún salmo, y luego corriendo a casa a preparar la comida mientras mi maridito y yo nos vamos a tomar unos tragos y a comer unos pinchitos».

Pero por si no te crees que este testimonio sea real te pondré otro, de Petardita Gutiérrez, de un barrio obrero de las afueras de la capital del Reino de Albacete:

«Qué cambio, ni cuando drogué a Flácido, mi marido, para casarnos era tan feliz como ahora, y mira que los cabrones de mis chavales eran cabrones, joder, si me vacilaban y todo diciendo que iban a votar a la derecha, a mí, que soy de Izquierda Unida de toda la vida, desde que les dije «Os voy a soltar una hostia bien dada» ya todo ha cambiado, ahora van lo mismo a manifas en defensa del medio ambiente como en defensa de la minería… ¿qué dices lector?, ¿que cómo se puede defender a la vez una cosa y la otra???? A QUE TE SUELTO UNA HOSTIA BIEN DADA».

Lo dicho padres, madres, «Os voy a soltar una hostia bien dada», la solución definitiva a los problemas de educación del país, oferta de lanzamiento, compra ahora y te regalamos la versión para padres desesperados, «Os voy a soltar una hostia que os arranco la cabeza», comprando dos te enviamos, sin coste adicional alguno, más que los 500 eurillos de nada de gastos de envío, Whisky, pero «Whisky In a Jar», de Metallica.