Está mi hija ahí?

Lo sé Sean, no debí hacerlo, pero debes entender el dolor de ver asesinada a tu hija de 19 años, sé que somos esclavos de nuestras circunstancias, sé que de haber sido yo, o haber sido tú quien hubiera vivido unas calles más allá quizá todo hubiera sido diferente, a cada cual nos toca lo que nos toca en la vida, a Dave le tocó entonces, pero entiende que ahora me tocó a mí, y si fue injusto lo que le pasó a él también lo es lo que le pasó a mi hija.

Todos tenemos lo nuestro, tú también, todos vivimos rodeados de cosas que no te esperas cuando estás jugando al hockey en medio de la calle, imaginamos el futuro con ilusión, un coche se para y todo se va al garete, para unos antes, otros vemos las heridas, aun así se crean vínculos, por eso mi hija no es una más para ti, por eso por mucho que no queramos mirar atrás los lazos siguen ahí. Inocente o culpable, es fácil decirlo luego, pero somos animales, protegemos lo nuestro, tenemos sentimientos, venganza, busqué la respuesta, la tuve, nadie mejor que yo sabe lo sencillo que es obtener la respuesta que quieres, nadie mejor que yo sabe lo difícil que es hacer lo que hice, porque ¿sabes?, yo tampoco superé lo de Dave, tú tampoco superaste lo de Dave, quizá porque él tampoco lo superó nunca.

Me hace gracia cuando dicen «a mí las pelis de asesinatos no me gustan». Con qué cojones nos querrán comparar, como si «Mystic River» fuera una peli más con chica encontrada muerta e investigación posterior para encontrar a él o los asesinos. Hay veces que una película resulta ajena a sus tiempos, con sabor a clásico, con sabor a atemporal, a ser una obra que si bien nunca figurará en los puestos punteros de las listas de favoritos de nadie hará que cualquiera que la vea acabe con un nudo en el estómago.

La gran obra maestra de Clint, y mira que este tiene obras maestras, no es una afirmación gratuita, subjetiva sí, pero en esto de los gustos no hay nada escrito. No es sencillo mostrar de manera tan creíble el dolor de la pérdida, las secuelas de la violencia, de los abusos y violaciones, no es fácil enseñar en pantalla el valor de la familia, de la amistad, de la fragilidad de la familia y la fragilidad de la amistad, de la culpabilidad manifiesta, aunque quizá no sea por el motivo que pensamos.

No resulta nada fácil mostrar tan bien la traición y la lealtad, la desconfianza, la impotencia, mostrarlo de tal manera que en cada escena una mirada, un gesto, te haga advertir si es o no culpable, que juegue contigo de tal manera que incluso yo acabé por descubrir la verdad, aunque esa verdad fuera la mía, la más sencilla de encontrar, aunque ahora sepa que no, que no lo era, que la verdad estaba ahí desde el principio y sí, culpa tuya, no la supiste ver a tiempo.

Es irónico, tanto interés en descubrir quién mató a mi hija, tanto por mi parte como por la tuya, resolver un crimen, es tu trabajo, en lo que a mí respecta es un tema más personal, pero el objetivo es el mismo, ahora lo sabemos, ya está todo descubierto, pero lo que queda es la impunidad, sabes lo que pasó, no harás nada, ella sabe lo que pasó, no hará nada, porque todos somos culpables, él por no haber superado el trauma con los años, ella por no haber podido ayudarle todo lo que pudo, por no haber podido ver que quizá las apariencias engañan.

Tú y yo somos los más culpables, porque a pesar de que éramos unos niños quizá no hicimos todo lo posible, es probable que hasta que pasara por nuestra culpa, pero ¿sabes? si estaba por pasar iba a pasar igual, era cuestión de tiempo, cuestión del destino, quizá fue él quien se subió a ese coche porque tenía que ser él quien se subiera, quizá por eso jugábamos en nuestra calle y no en la suya, quizá por eso yo soy como era, tú eres como eras y él siempre fue el más desprotegido de los tres.

Ahora cruzamos las miradas y volvemos a nuestras vidas, procuraremos no pensar mucho en él, todos tenemos más heridas que lamernos, quizá en unos años todo esto vuelva a nuestras vidas, lo arrastraremos, seguro, pero sobreviviremos, ya lo hicimos entonces. ¿Cuándo fue la última vez que ví a Dave?, qué preguntas haces, si ya sabes la respuesta, hace 25 años, en ese coche.

Posdata: Within Temptation «Aquarius».