Flanagan, el hombre que tropieza en la misma piedra.

Mira que es listo, pero nada, siempre igual, toca hablar del género de terror, de cine, tú te preguntarás que si hablo de cine qué hace Flanagan en el título, porque el prota de una peli de terror siempre se llama Flanagan, tú, atento, te dirás, «si en la entrada dedicada al cine bélico dijo que el prota de las pelis de terror se llama Bobby», nada, te engañé, y te volverás a decir, «pues yo nunca he visto una peli de terror en la que el prota se llame Flanagan», ni puta idea tienes, que lo vayas sabiendo, siempre se llama Flanagan, y la prota Merikeit, Bobby es el amiguete chistoso que muere al principio.

La verdad es que uno no entiende muchas cosas de este género, cojones, que si son todas iguales, y son productos, en su mayoría, dirigidos a adolescentes, y son, casi siempre, adolescentes, los protas… sólo hay que contar dos y dos, ¿por qué cometen siempre los mismos errores?, ¿por qué nada más decir que es mejor permanecer todos juntos se va cada uno por un lado?, ¿por qué justo en ese momento a Flanagan le pica el nabo y se la quiere endiñar a Merikeit mientras Bobby, el muy idiota, baja a investigar, solo, al sótano?, joder, si al primero que se cepillan siempre lo hacen en el sótano, hay que ser gilipuertas.

Te preguntarás qué coño hace Dora, la exploradora, en la imagen acompañando unas letras dedicadas al terror, si te lo preguntas es, seguramente, porque no tengas niñas pequeñas, si hubieras visto dos capítulos no te harías preguntas tan obvias, no hay nada que de más miedo que Dora, ese momento en el que cantan a la mochila es para echarse a temblar, «¿dónde vamos?», a tomar por culo te mandaba yo, plasta, a ti y al puto mono.

Pero a lo que íbamos, pandilla de adolescentes, si la peli es trasgresora meten uno feo, o una gorda, para justificarlo les dan el papel del listo de la panda, pero lo normal es que estén todos buenos y buenas, ellas sobre todo, y con unas tetas que desafíen todas las leyes gravitatorias, porque sí, tarde o temprano acabará corriendo en ropa interior perseguida por el asesino de marras, lo suyo, llueve, van de vacaciones y llueve, y coño, no es Euskadi, es en los Estados Unidos, ¿dónde cojones va de vacaciones esa peña que siempre llueve y siempre se les averían los coches?.

Y claro, se les avería justo enfrente de una casa de la hostia, grande, lúgrube, siniestra, y los demás, en vez de preguntar quiénes son los protas, van al matadero, lo que te decía, si han visto pelis de estas a patadas, es lo que pasa cuando vas al cine a meter mano, que no te coscas, si se coscaran preguntarían, «¿quién es el prota?. ¿Flanagan?», pues va a entrar su puta madre, porque salvo él y Merikeit vamos a morir todos.

Pero entran, y miran a ver si el teléfono tiene señal, a ver, ¿acaso en alguna peli de terror el teléfono funciona?, ¿para qué pruebas?, ¿qué puta mierda de asesino en serie dejaría el teléfono operativo?, en cambio sí, en la sala siempre encuentran una chimenea para hacer fuego, recordad que fuera llueve, ahora entendemos por qué, para darles una disculpa y así se puedan quitar la ropa y secarla, ya los tenemos a todos en bragas y calzoncillos, justo el momento en el que en el cine a los pavos les entra el apretón y le magrean a la novia, error, así luego, cuando os toque, no tendréis ni idea de cómo actuar, ¿ves?, todo tiene su lógica.

Encuentran también un libro en el que se explica la maldición de la casa, vamos, según está el precio de los pisos, ¿quién va a abandonar un casón así si no es porque hay un asesino dentro?, pensad coño, pero como son idiotas les dejan el libro para que lo lean, porque claro, tampoco hay cobertura en el móvil, al de Timostar que fue a poner la antena también se lo cepillaron, «la casa está maldita, ¿nos vamos?», y Flanagan les convence de que no, que se queden, claro, como sabe que él es el que acaba con el asesino y se salva.

Los demás caen, ¿cuántos?, según dure la peli, cuarto de hora por cada uno más menos, primero el del sótano, luego la lista, que se pone a investigar en el desván, otro sitio que, siendo tan lista, debería evitar, pero como es fea pues eso, la siguiente, luego los otros, por orden de follabilidad, a menos follables antes caen, según sea la primera parte de la saga o la decimoséptima mueren de una manera menos o más gore, y así sigue el tema hasta que Flanagan se cepilla al asesino.

O no, porque cuando se están abrazando, sudorosos, celebrando que lo han matado, sabes de sobra que el asesino no está muerto, corre cojones, si sabes que estás en la tercera parte, y sabes que el único imprescindible es el asesino, asegúrate hombre, rebánale el pescuezo, «ese no levanta cabeza, le he dado con un CD de Jose Luis Perales, que cosa más pesada no existe», ya, espérate tú cuando dentro de 10 años vuelvas con la churri y los niños, para recordar la tragedia, que ya hay que ser tontos, y te lo vuelvas a encontrar.

Elvenking para la posdata, ¿te he dicho que «Era», su último disco, es un discazo?, pues lo es, folk metal desde Italia, a este tema quizá le cueste arrancar, pero vaya, es un temazó que te defecas, «Chronicle of a Frozen Era»