Lo cortés ni quita lo valiente de haber quemado las naves.

Hernán Cortés, la disculpa, «quemar las naves», podía inventarme que la frase de «lo cortés no quita lo valiente» viene también de él, pero para qué, si es mentira, y la primera frase creo que sabemos todos de dónde viene, de cuando quemó sus naves para impedir que su soldadesca las tomara para, en vez de conquistar territorios, volver a territorios ya conquistados y hartarse a mojar con lugareñas, asín que en vez de marear la perdiz con el tema de que si en realidad no fueron quemadas las naves y tal voy a tomar la figura del conquistador español y contar alguna cosilla sobre él, nada de conquistas de territorios y tal, eso ya lo enseñan en los colegios, espero.

Ahm, que antes de todo, tengo dos vecinos sudamericanos, dos familias, ambas colombianas, una pues eso, se ve que son de allí de pura cepa, descendientes de indígenas, los otros blanquitos como la leche, si los primeros me dijeran algo de la conquista y el exterminio y tal pues vale, me callaría, pero si me lo dijeran los segundos no me digas que no es para ahostiarlos, si tú, amado lector, eres americano y de piel blanca no me vengas a pedirme nada a mí, pídeselo a tus antepasados, que me da que tuvieron mucha más culpa que los míos, que es probable que durante siglos no se movieran mucho de la sierra salmantina.

Quizá otro día me dedique a sus conquistas y tal, hoy no, hoy irá la cosa por otros derroteros, ¿sus torturas y asesinatos?, ¿su leyenda negra?, tampoco, hoy vamos a ocuparnos de su profesión, conquistador, que mueve a engaños, uno le llama conquistador a alguien y piensa en que ha conquistado tierras y tal, para nada, si por algo destacaba Cortés es por su otra labor como conquistador, la de incansable follarín.

Te preguntarás tú si de una persona que hizo un porrón de expediciones, de exploraciones, de campañas militares, lo más interesante es con quién se acostaba, si es de recibo, no, pero mira, me sale de los huevos, ya ves, es lo que tenemos los líderes de opinión, que hablamos de lo que queramos, y desde luego para mí es destacable sobremanera la historia de su primera esposa, Catalina Juárez, o de su amplia descendencia, coño, que la mitad de mejicanos debe ser descendiente directo de Hernán Cortés, no me digas que algo de mérito tiene el asunto.

Once hijos reconocidos, pero eso, reconocidos, debía ser admirador del ilustre Marco Antonio e ir tirándose a cuanta mujer se cruzaba por el camino, pero vamos con la historia de su primera esposa, Catalina Juárez, para ello debemos recurrir a Diego Velázquez de Cuéllar, el primer cubano de la historia, se dice, se cuenta, que ya sabes que el rumor es la antesala de la noticia y por lo tanto debemos darlos por válidos, que este, Velázquez, hombre poderosísimo en la época, estaba liado, que no casado, que casado estaba con otra, con la hermana de Catalina, y esta claro, veía a su hermana, que no debía de ser muy agraciada, y convenció a Velázquez para que este a su vez convenciera a Cortés de que se liara con ella.

Lo de siempre, pillas con una jamba y tienes que quitarte de encima a la plasta de la hermana, quién no ha vivido nunca esa situación, ya sea hermana o amiga fea, Cortés tragó y se casó, a saber el motivo real, nos la pela, se casó, pero vaya, que lejos de ser un abnegado esposo la debía de zurrar de lo lindo, aparte de que mientras duró su enlace tuvo cinco hijos y ninguno con ella, mas no te creas que lo ocultaba, es más, cuentan que se vanagloriaba del asunto incluso delante de ella.

Aparece ahora la figura de Malinche, de todos conocida, se lía con ella, con ella pero sigue casado y aparte sigue tirándose a toda aquella que le place, ya te digo que a este a follarín no le gano ni yo en mis mejores tiempos, noviembre de 1522, discusión entre el matrimonio, ella harta, a la noche aparece muerta en la cama, con todos los síntomas de haber sido asesinada, estrangulada para más señas, así lo recogen todos los testimonios de la época, pero curiosamente en el juicio celebrado años después los testigos o perdieron la memoria o, en otros casos, admitieron que recordaban mal los hechos, ningún médico osó declarar otra cosa que no fuera que Catalina murió de causas naturales, Cortés además hizo que enterraran el cuerpo cagando virutas y no se pudo examinar.

La fama y el dinero, la posición social de Cortés, hicieron que poco a poco el tema fuera quedando en el olvido, que se diera carpetazo al presunto asesinato y que pocos se lo echaran en cara, pasando a la historia como eso, como un conquistador, de los más grandes, quizá solo Pizarro esté a su altura en los libros de historia españoles, pero vaya, que su leyenda negra tiene, y quizá en algún caso se exagere, pero me da que en este asunto fue todo lo contrario.

Edguy, no te asustes por el título, «Behind The Gates To Midnight World» , la canción no es tan larga y la verdad es que no está mal.